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La vuelta al cole en Trece al Día de TreceTV

Os comparto este nuevo vídeo de mi intervención en el programa Trece al Día donde hablamos sobre la vuelta al cole y todo lo que implica para la familia.

También dedicamos un parte de nuestra conversación a hablar sobre el acoso escolar, algo que cada vez necesita mayor atención por parte de todo el entorno escolar.

Erradicar el acoso el acoso escolar depende de todo el entorno

Alejandro tenía 10 años cuando se suicidó. Se quitó la vida por el acoso escolar que sufría por parte de algunos compañeros y el maltrato de una profesora. Pasó 3 años de insultos hasta que no lo soportó. Una tarde le pidió a su madre una y otra vez que le permitiera no ir al colegio. «Mamá no quiero ir a clase, por favor. Yo le dije pero ¿ha pasado algo? Me dijo no, nada… Subió la persiana, abrió la ventana y se tiró». Es el relato de su madre, destrozada desde entonces. Su único consuelo es luchar para que se apruebe un Plan Nacional contra el acoso escolar y el maltrato.

«A los niños les pido que por favor, por favor, por favor, les cuenten a sus padres lo que les pasa».

Las asociaciones contra el acoso escolar se quejan de que no exista un protocolo estatal, de que cada comunidad tenga sus propios protocolos, que muchas veces no funcionan.

«Falta formación o miran para otro lado», denuncia Carmen Cabestany, presidenta de la asociación NACE y profesora.

Al final, erradicar el acoso depende de cada centro, de que sus profesores y dirección se vuelquen para eliminarlo, implicando a todos: a los alumnos, a las familias y sobre todo, a las de los agresores. Asegura Silvia Álava, psicóloga infantil.

Los «testigos mudos», esos compañeros que presencian el acoso pero no hacen nada son fundamentales. Hay que implicarlos para que pidan ayuda o denuncien la situación, aunque sea en buzones anónimos colocados en los centros.

Silvia Álava

FUENTE: elcorreo.com

Una semana (como mínimo) para preparar la vuelta al cole: consejos para que los niños se adapten mejor

Por Beatriz G. Portalatín

Sí, no es ningún mito: los niños/as necesitan un periodo de adaptación después de las vacaciones de verano para reincorporarse de nuevo a la rutina de las clases. Al menos, una semana antes de la vuelta al ‘cole‘, las familias deben comenzar a adaptar a los pequeños/as a los horarios de sueño y comida.

Además, es importante los mensajes que lanzamos durante estos días de septiembre: es fundamental hacer una asociación positiva con la vuelta al cole y no mandar mensajes negativos. Estar de vacaciones es muy bueno y divertido pero la rutina y el colegio también tienen muchas cosas buenas.

«El periodo de adaptación es fundamental porque los seres humanos no somos máquinas, no nos reprogramamos de un día para otro. Es cierto que los niños, en general, se adaptan muy rápido, pero tampoco les podemos pedir algo que no pueden hacer», afirma a laSexta.com Silvia Álava, doctora en psicología y directora del área de psicología infantil del Centro de Psicología Álava Reyes (Madrid).

Por ello, «es fundamental que la semana de antes de empezar el colegio, nos vayamos ajustando de nuevo a los horarios de siempre», añade la experta, también autora de varias publicaciones (su último libro, ‘¿Por qué no soy feliz?’). Con una semana antes de que cada niño/a empiece las clases será suficiente para adaptarse al nuevo curso y a la rutina de cada año.

«El inicio de curso es para los niños un momento importante al que es fundamental adaptarse, ya que se sale de las vacaciones para volver a las responsabilidades que están aprendiendo a asumir, y son muchos los cambios que esto implica, desde el tipo de actividades hasta los horarios», afirma la psicóloga Laura Palomares, directora del centro Avance Psicólogos (Madrid).

Por ello, veamos tres claves o consejos que debemos tener en cuenta en esa semana de antes para que los niños/as puedan adaptarse poco a poco a la vuelta de la rutina.

Ir adaptándose poco a poco los horarios de sueño y comidas

«Empezar, antes de la vuelta al cole , a retomar los horarios de sueño habituales, va a ayudar a que se adapten más fácilmente: hará que se concentren mejor y estarán de mucho mejor humor», asegura Palomares.

Por ello y en primer lugar, es fundamental ir ajustando el ritmo de sueño-vigilia. «Seguramente durante todas las vacaciones, y como es totalmente normal, los niños/as se han acostado y levantado más tarde, y además sin despertador. Así es clave ir acostándose durante esa semana un poco antes cada día para intentar que unos 2-3 días antes del comienzo del curso ya estén hechos al horario», indica Álava.

Es importante que, durante la semana de antes del comienzo de las clases, acostemos a los niños/as un poco antes cada día para intentar que 2-3 días antes ya estén hechos de nuevo horario del ‘cole’

Silvia Álava, doctora en psicología

Por ejemplo, «se les puede ir acostando cada día 15 minutos antes para que el cambio no sea muy brusco y poco a poco, durante esa semana, vayan recuperando los horarios de siempre», apunta por su parte la maestra Pilu Hernández Dopico, CEO de El Pupitre de PiluY esa adaptación con los horarios de sueño, debe hacerse igual con los horarios de la comida: «Ambas cosas deben hacerse a la par, a la vez, de lo contrario no lo estaremos haciendo bien», añade esta especialista.

En el caso de los horarios de comida, igualmente «es importante que vayamos poco a poco comiendo antes (porque seguramente en verano hayamos comido y cenado más tarde) e ir acercándonos a los horarios de comida que tenemos durante el curso», aconseja Álava. Pero no sólo el horario sino también «adaptarnos a la cantidad de tiempo que disponemos para las comidas». Por ejemplo, en vacaciones se desayuna sin prisa, pero no suele ser así cuando hay clases.

Hablar de las emociones que sienten y de lo positivo de volver

También es importante durante estos días hablar de emociones porque los niños/as viven un sin fin de emociones durante estos días y es bueno que lo expresen. También es clave -como hemos comentado al principio- hacer una asociación positiva con la vuelta al cole: «Revisar con ellos los aspectos positivos ya que les motivará y les predispondrá a centrarse en ellos», asegura Palomares.

No olvidemos que los niños aprenden por modelaje (por modelo/imitación), «por lo que cuidado con decir frases del tipo: ‘ya se nos acabó lo bueno’, ‘ya tenemos que volver otra vez a trabajar’… «, indica Álava, «porque al final estamos mandando el mensaje de que sólo está bien o sólo es bueno estar de vacaciones, cuando lo demás también es bueno. Hay que focalizar también esa parte positiva del día a día».

Es bueno revisar con los niños/as los aspectos positivos de la vuelta al cole, ya que les motivará y les predispondrá a centrarse en ellos

Laura Palomares, psicóloga

También y dentro de este contexto, es importante ajustar las expectativas y «hacerles sentir que son valiosos y queridos ante todo, no por su rendimiento si no por quienes son. Esto rebajará la autoexigencia y la ansiedad que puedan sentir y se sentirán acompañados, apoyados y les predispondrá a comenzar con ilusión y seguridad», añade Palomares.

Igualmente es un buen momento para enseñarles y hacerles ver el respeto hacia los demás compañeros/as. Como explica y aconseja Pilu Hernández, podemos aprovechar para inculcarles que no pasa nada porque no estrenen mochila o libros nuevos (bien ellos o sus compañeros de clase), que todos los niños son igual de válidos y que hay que respetarse y no insultar ni meterse con nadie.

Preparar, organizar y hacer planes de cara a la vuelta al cole

Durante los días previos, es importante que las familias preparemos con nuestros pequeños/as esa vuelta al cole. Por ejemplo, «que vayamos juntos a comprar el material escolar, que hablemos de las materias que van a tener, de los profesores/as que les pueden tocar, del tutor que se las asignará, de los amigos, de los nuevos alumnos/as que pueden ir con ellos a clase, etc.», aconseja Hernández.

Durante esta semana previa es bueno que las familias preparen con sus hijos/as esa vuelta al cole yendo juntos, por ejemplo, a comprar el material escolar, hablando de las materias que van a tener, de los profesores/as que les pueden tocar, etc.

Pilu Hernández, maestra

Todo esto es muy bueno para que paulatinamente los niños/as vayan acercándose a este nuevo año escolar que comienza y a despedirse así de las vacaciones.

Otra de las cosas que podemos hacer con ellos durante esta semana previa es «planificar próximos proyectos de ocio y/o salidas en el fin de semana, ya que les ayudará a afrontar la vuelta como algo menos exigente o rígido, a sabiendas de que momentos de desconexión y descanso se seguirán manteniendo a lo largo del año», aconseja Palomares.

FUENTE: lasexta.com

La vuelta al cole: webinar realizado de la ANEABE

¿Estamos preparados para la Vuelta al Cole en esta época de pospandemia?

En este webinar os ofrecemos consejos y las claves más importantes para que esa vuelta tras las vacaciones sea lo más agradable posible.

Webinar realizado por ANEABE el pasado 2 de septiembre.

Vídeo del #webinar sobre la Gestión emocional ante la incertidumbre de la vuelta al colegio. Realizado por Compartir México

Os adjuntamos el vídeo del #webinar realizado por «Compartir México» donde hablamos sobre la Gestión emocional ante la incertidumbre de la vuelta al colegio.

Haz click en la imagen para verlo:

#psicología #emociones #vueltaalcole

Webinar ¿Estás preparado para la vuelta al cole? Asiste gratis el 2 de septiembre 18:00h (España)

¿Estás preparado para la vuelta al cole? Descubre de la mano del Instituto de Investigación Agua y salud cómo afrontar la Vuelta al Cole. Veremos las principales recomendaciones para recuperar con menos esfuerzo las rutinas después de las vacaciones, cómo ser más receptivos con las emociones de los más pequeños o cómo afrontar un nuevo curso con medidas COVID, sin olvidarnos del papel de la hidratación para asegurar un regreso a las aulas con todas las garantías.

Puedes verlo en directo accediendo a este enlace el día 2 de septiembre a las 18:00h (hora Madrid) https://encuentrosaneabe.com/

Para cualquier consulta puedes escribirnos a comunicacion@aneabe.com

Cómo preparar a los pequeños para la vuelta al cole (física y emocionalmente): lo mejor es empezar una semana antes

Los niños y niñas necesitan un tiempo para adaptarse a los horarios, por ello en esta última semana antes del comienzo de curso, es aconsejable comenzar a adaptar las rutinas. Es clave hablar de emociones, nervios, miedos…

Por Beatriz G. Portalatín

Estamos a punto de cerrar las vacaciones, a punto de comenzar un nuevo curso escolar, a punto de volver a empezar… La vuelta al cole está a la vuelta de la esquina y los pequeños necesitan su proceso de adaptación en cuanto a horarios, pero también, abordar esos nervios típicos de final del verano y esos nervios por volver a empezar. Más aún en otro año de pandemia por COVID-19.

Con antelación

Lo mejor, dicen los expertos, es comenzar al menos una semana antes del primer día de clase a adaptar rutinas y horarios para que los niños y niñas no se vean agobiados, cansados, irritables o muertos de sueño.

“Tanto los niños como los adultos necesitamos tiempo para poder adaptarnos a los nuevos horarios y rutinas. En vacaciones los horarios se relajan, no tenemos que andar tan pendientes del reloj, vamos más despacio, con más tiempo. Por ello, y sobre todo en los más pequeños, es importante evitar los cambios bruscos”, afirma a laSexta Silvia Álava Sordo, doctora en Psicología, psicóloga en el Centro de Psicología Álava Reyes y miembro de la comunidad Educar es todo.

Tanto los niños como los adultos necesitamos tiempo para poder adaptarnos a los nuevos horarios y rutinas, sobre todo los más pequeños. Por ello, es importante evitar los cambios bruscos

Dra. Silvia Álava Sordo

Debemos saber -explica la experta- que los adultos podemos cambiar la velocidad con la que hacemos las cosas. Por ejemplo, es habitual que en verano dediquemos mucho tiempo a desayunar, vestirnos, etc. Sin embargo, cuando empieza el periodo laboral, aceleramos y somos capaces de reducir estos tiempos y hacerlo todo mucho más deprisa. Pero los niños, sobre todo los más pequeños, no tienen esa capacidad. De ahí la importancia de hacer ese proceso de adaptación y que no haya cambios bruscos de horarios ni tiempos, y que puedan tener tiempo para hacer tareas tan esenciales y rutinarias como desayunar o vestirse.

Horarios de sueño y comidas

Está claro que no es fácil para nadie, adultos incluidos, volver a madrugar y a tener horarios, pero los niños y niñas lo notan mucho más. Por ello, las recomendaciones es la de una semana antes comenzar a acostarlos algo más temprano y comenzar de nuevo a instaurar unas rutinas de comidas.

Según aconseja Álava, podemos acostar a los pequeños a una hora razonable para poder levantarse bien por las mañanas. Y esto es algo que deben de hacer tanto los niños como los adolescentes. “Nos encontramos muchos niños y adolescentes que están muy irascibles, irritables, que incluso les cuesta mantener la atención por periodos largos de tiempo, y la explicación está en que les faltan horas de sueño”.

La semana de antes de volver al colegio, conviene también que el desayuno, la comida y la cena se realicen en el mismo horario que se realizan durante el periodo escolar

Dra. Silvia Álava Sordo

También es importante adaptar el horario de las comidas. “La semana de antes de volver al colegio, conviene que el desayuno, la comida y la cena se realicen en el mismo horario que se realizan durante el periodo escolar”, añade Álava, también autora del reciente libro ‘El arte de educar jugando’.

Igualmente, Pilu Hernández Dopico, maestra, formadora de formadores y Ceo de El Pupitre de Pilu, aconseja además, ir poniendo el despertador para que se vayan acostumbrando de nuevo al sonido. Y con respecto a las comidas sería también muy positivo, además de ir regulando -como hemos comentado- los horarios de comida, también “ ir introduciendo alimentos más saludables o platos más parecidos a los que solemos comer durante el curso. En verano, también relajamos más las comidas o comemos más veces fuera de casa”.

Emociones, nervios… y COVID-19

De forma general, «los pequeños tienen ganas de volver al colegio, de ver a sus amigos, de volver a socializar, tengamos en cuenta que durante el verano muchos niños y niñas están más solos o no están todo el día con niños y niñas de su edad», sostiene Hernández. Sin embargo, es normal que en esa semana antes de comenzar al curso haya un cóctel de emociones normales y esperables.

Es importante crear espacios con los niños en los que hablar sobre todo esto, preguntarles cómo se sienten en la vuelta al colegio, que lo verbalicen, que podamos validar sus emociones

«Las emociones están presentes todos los días de nuestra vida, y al volver al colegio es normal sentir un sinfín de emociones contradictorias: alegría por ver a los amigos, tristeza porque se acabaron las vacaciones, enfado por no querer estudiar, sorpresa por conocer en qué clase o qué profesor les tocará, y este año, al igual que el pasado, también el miedo, porque seguimos en pandemia y hay que seguir cumpliendo las medidas de seguridad. Por eso es importante crear espacios con los niños en los que hablar sobre todo esto, preguntarles cómo se sienten en la vuelta al colegio, que lo verbalicen, que podamos validar sus emociones y decirles que los entendemos, sin dejar de buscar lo positivo de la vuelta al colegio», aconseja Álava.

Con respecto al COVID-19 -tercer curso escolar consecutivo de pandemia- y con respecto a las medidas de prevención que van a seguir instauradas al igual el año pasado en las escuelas, Hernández aconseja que como madres y padres que «las normas sanitarias de los colegios (mascarillas, distancia social, higiene de manos…) se expliquen a los más pequeños de forma positiva y no de manera dramática: “Nada más ajeno y extraño para un niño que la mascarilla – salvo que sea una fiesta de disfraces-, la distancia social – ellos que necesitan el contacto… El juego, en gran medida, se basa en el contacto. Como de momento parece que estas medidas han llegado para quedarse un tiempo, es bueno que no las cuestionemos delante de ellos y se las comuniquemos como parte de un juego”.

Es bueno que como padres y madres no cuestionemos las medidas de prevención en las escuelas delante de ellos y se las comuniquemos como parte de un juego

Pilu Hernández, maestra

En positivo

También, apunta Álava por su parte, es aconsejable que este tema se trate desde un enunciado en positivo. Es decir, tenemos que decirles, informarles o recodarles que de momento las medidas de seguridad van a ser como las del año pasado y que según vaya avanzando el curso escolar, ya se verá si se pueden relajar, pero hacerlo en positivo: ‘El pasado lo hicisteis genial y nos demostrasteis como los niños seguisteis todas las normas y apenas hubo contagios en las escuelas e institutos. Se que no te apetece seguir con la mascarilla, los grupos burbuja… pero sabemos que puedes hacerlo muy bien porque de momento es lo que nos toca’.

«Además es necesario que nuestros hijos vean que los primeros que cumplen todas estas medidas somos los padres y las madres. Que no es algo sólo para hacer el colegio y durante la jornada escolar. Que los adultos debemos dar ejemplo», añade.

No solo con el COVID, también los padres y profesores -figuras de referencia para los pequeños y jóvenes- «debemos evitar transmitir desánimo ante la reincorporación al trabajo, sino que será bueno que nos mostremos con ilusión ante los nuevos proyectos y el inicio del nuevo curso. Marcarnos nuevos objetivos para las próximas semanas que mantengan el espíritu de las vacaciones, con alguna visita dentro de nuestra ciudad o la práctica de actividades deportivas, hará que ese salto desde las vacaciones a los estudios no se vea como un castigo», finaliza Álava.

LaSexta/ Bienestar/ Psicología

FUENTE: LaSexta.com

Ante el curso de sus vidas

Expertos en educación reclaman devolver el protagonismo de la vuelta al cole a los niños «para atender primero sus necesidades emocionales». Todos defienden a ultranza la presencialidad: «Una pantalla no es una escuela»

Por ICIAR OCHOA DE OLANO

La Vuelta a las aulas

Aquellos septiembres que no volverán llegaban repentinos y sin invitación, con olor a imprenta y al aroma sintético del final del verano. Se mezclaban en las pituitarias con la química de la loción antiparasitaria y con el tímido frescor del uniforme recién planchado. Entre la pereza y la excitación, enfrentábamos la liturgia de plastificar los libros de texto aún rígidos e inexplorados, y de engordar el estuche con gomas, sacapuntas, bolígrafos y un arcoíris de pinturas. En algún lugar entre el diafragma y la clavícula, resuena aún el eco de aquella chispeante agitación que producía la perspectiva de reencontrarnos con compañeros y profesores, y la de embarcarnos en la aventura de un nuevo curso. Cerca de 8,2 millones de niños y adolescentes de nuestro país encaran la próxima semana el adiós a un estío de profilaxis y contención para abrazar una vuelta a más de 28.534 escuelas e institutos bajo el síndrome de la Covid. Toneladas de ilusión que chocan contra el estado de incertidumbre, preocupación y alarma que genera entre los padres y madres, la comunidad educativa y la sanitaria el regreso masivo a las aulas en medio de la escalada descontrolada del virus.

Más allá de estrategias organizativas

Protocolos de limpieza, malabarismo de horarios, grupos burbuja, mascarillas a discreción y recreos escalonados, pedagogos, psicólogos, profesores y filósofos ponen el acento en las necesidades emocionales y educativas de los escolares tras seis meses alejados de las aulas, un confinamiento, medio curso en remoto y una pandemia que también ha lacerado sus vidas. Para la psicóloga especialista en infancia Silvia Álava, la prioridad, por encima de nuevas lecciones, es «escuchar a los niños». «Hay que abrir espacios y crear un clima de confianza para que hablen de lo que les ha pasado, de lo que han sentido, de lo que les preocupa, de sus miedos. Habrá escolares que lleguen con sus necesidades emocionales cubiertas, porque sus padres han sabido contarles lo que ocurre, pero otros no. Incluso habrá quien ha perdido a familiares. Una crisis de esta magnitud no se puede gestionar solo con buena voluntad. Hay que tratar de paliar los efectos psicológicos y, en este sentido, resulta fundamental que se verbalice lo vivido y que se escuchen entre ellos mismos, porque eso les ayudará a crear un vínculo social. Luego ya vendrá lo académico».javascript:falsePUBLICIDAD 

«Hay que estimular su capacidad natural de aprendizaje. Ellos van construyendo y nosotros les guiamos»DAVID BUENO | PROFESOR DE LA UB E INVESTIGADOR

«Desde el punto de vista formativo conviene desdramatizar la pérdida de algún mes de educación presencial reglada»

JAVIER GOMÁ | FILÓSOFO Y ENSAYISTA

Conductas de seguridad y riesgo

La experta, autora del libro ‘Queremos niños felices’, recomienda que, en paralelo, se trabajen las conductas de seguridad y de riesgo. «Los niños necesitan que les expliquemos las cosas. No basta con que les digamos que no pueden acercarse unos a otros. Hay que hacer lo que los psicólogos llamamos decodificar. Los niños son muy buenos observadores y extraen mucha información, pero les cuesta entenderla e interiorizarla. Necesitan que un adulto decodifique el mensaje, lo adapte a su edad e instaure las conductas que se deben normalizar. En lugar de no puedo abrazar a mis amigos, porque les quiero un montón no les abrazo. La comunicación es clave para hacer frente al miedo».

Mar Romera, maestra, licenciada en pedagogia y en psicopedagogía y especialista en inteligencia emocional, comparte este punto de partida. «El primer mes se debe dedicar a proporcionar herramientas y no contenidos». Esa es una de las consignas que ha propugnado durante los seminarios virtuales de preparación para la vuelta al cole del coronavirus que ha promovido durante este verano y que han seguido más de 17.000 profesores de toda España. «Para ello, hemos propuesto que durante las dos primera semanas los niños se escolaricen en el mismo curso en el que estaban cuando se decretó el confinamiento, en las mismas aulas y con los mismos profesores. En la vida es muy importante cerrar los círculos, expresar las emociones vividas y despedirnos. Esto no se puede dejar al azar».

Lo que realmente constituye educación

Romera, una de las grandes y más autorizadas voces españolas para el cambio educativo, apuesta por aprovechar las exigencias de la difícil coyuntura para impulsar esa transformación, a la «educación con los niños y no para los niños», sintetiza. «Durante el confinamiento se han visto las miserias de nuestro sistema académico, que ha respondido enviándoles tareas repetitivas y reproductivas para mantenerles entretenidos. Lo que realmente constituye educación son aquellos procesos que implican madurez, reestructuración neurológica y desarrollo de un pensamiento crítico. Y para que eso suceda necesitamos utilizar los contenidos, no integrarlos. Me explico. Hay que involucrar a toda la comunidad en el proceso educativo, desde los ayuntamientos a las empresas, los servicios, las comisarías o los mercados, para convertir las ciudades en laboratorios»; rebajar la rigidez en los horarios y desarrollar proyectos educativos propios, expone esta maestra, presidenta de la Asociación Pedagógica Francesco Tonucci (el ideólogo de La ciudad de los niños) y autora de ‘La escuela que quiero’, donde recoge las esencias de esa revolución. «La rutina de una clase tras otra cada 45 minutos no funciona. Ni de manera presencial ni ‘online’. La educación es otra cosa. Si nos centramos únicamente en evitar que no haya rebrotes vamos a llegar a una estructura escolar como la de Tailandia, con los niños en cubículos de plástico», advierte.

«El encierro ha mostrado las miserias de nuestro sistema, a base de mandarles tareas repetitivas»

MIGUEL ÁNGEL SANTOS GUERRA | DOCTOR EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

Donde se aprende a convivir

Desde Málaga, Miguel Ángel Santos Guerra, doctor en Ciencias de la Educación y catedrático emérito de Didáctica y Organización Escolar en la Universidad de esa ciudad, contempla con resignación cómo crecen cada día las probabilidades de que se acabe instaurando un modelo de clases híbrido (en vivo y digital). Y no se resiste a reivindicar la presencialidad. «Una pantalla no es la escuela. A distancia no hay educación. Lo que puede haber es instrucción. Desde la soledad y el aislamiento social no existe socialización. La educación exige comunicación y encuentro. El mundo virtual no nos permite relacionarnos intensamente, no nos enseña a convivir y empobrece el contenido relacionado con el mundo emocional. El aprendizaje de la ciudadanía no se puede hacer a través de la pantalla porque a convivir se aprende conviviendo. La escuela es la gran mezcladora social».

Cuando la asistencia no sea del todo posible por imperativo del virus, Santos Guerra prescribe altas dosis de «creatividad». David Bueno, profesor e investigador en la sección de Genética Biomédica Evolutiva del Desarrollo de la Universidad de Barcelona y Premio Magisterio en 2018 por su contribución a la neuroeducación, tiró de ella durante el encierro con buenos resultados. «Hicimos pedagogía inversa. Los alumnos se convierten en sus propios profesores. No tiene sentido conectarse con 78 estudiantes cuyas caras son sellos en el ordenador. Yo antes daba tres clases teóricas y una cuarta para debatir y solucionar casos. Decidí darle la vuelta. Les di apuntes, unos capítulos para leer del libro que estábamos viendo, y les animé a montar foros de discusión de entre cuatro y diez alumnos. Nos conectábamos una hora o dos cada diez días y entonces los debatían conmigo. Este sistema, que voy aplicar también en las clases presenciales, es perfectamente trasladable a los escolares. Estimula nuestra capacidad natural de autoaprendizaje. Ellos van construyendo y nosotros les guiamos en ese proceso».

Arranque del curso con «serenidad

Sin edulcorar las dificultades de la grave situación sanitaria y económica que atravesamos, Bueno opta por afrontar el arranque del curso con «serenidad» y como una «oportunidad para hacer cosas nuevas, jamás como un curso perdido. Cuando educamos nos centramos en el qué transmitimos y no en el cómo. Si tienen una buena actitud ya lo aprenderán cuando les haga falta».

«Lo prioritario es abrir espacios para que los niños hablen de cómo se han sentido y para que se escuchen»

SILVIA ÁLAVA | PSICÓLOGA EDUCATIVA Y ASESORA

Encaramado a la «perplejidad» que, dice, le provoca «la complejidad de los intereses, a veces contrapuestos, que hay en juego» en esta vuelta al colé, el filósofo y ensayista Javier Gomá aboga por «desdramatizar la importancia de la pérdida de unas semanas o incluso algún mes de educación presencial reglada desde un punto de vista estrictamente formativo. Los grandes de la cultura occidental no siguieron esa educación presencial reglada y muchos, ninguna clase de educación colectiva y presencial».

FUENTE: Diario Vasco

Vídeo «Estrategias emocionales para gestionar la vuelta al colegio». Con Gestionando Hijos

Afrontamos un nuevo curso escolar lleno de incertidumbre, pretender que el curso se inicie y que siga con normalidad no es realista, por eso debemos de estar preparados para gestionar la montaña rusa emocional en la que este curso nos vamos a ver inmersos con estas estrategias emocionales para gestionar la vuelta al colegio que os proponemos… Y no solo nuestros hijos, nosotros también.

FUENTE: www.gestionandohijos.com

¿Qué nos espera en esta vuelta al colegio?Colaboración con Padres y Colegios

Empieza un curso escolar lleno de incógnitas en el que nadie sabe qué va a ocurrir. Sin lugar a duda este curso tendremos que ser más resilientes que nunca y aprender a gestionar la incertidumbre, porque pretender que el curso pueda seguir con normalidad no es realista.

En este inicio de curso escolar, una parte extra del trabajo como profesor será dar soporte emocional a los alumnos, comprender cómo se están sintiendo y detectar si puede haber alguna situación de vulnerabilidad o problemas emocionales. En absoluto se puede exigir a los docentes que hagan terapia con los alumnos, pero sí es importante conocer síntomas que podrían ser indicadores de un problema que haga necesario pedir ayuda, aunque no lo podremos llevar a cabo sin contar con más formación, medios y recursos. Es el año de invertir en educación. Será necesario aumentar las plantillas de los centros. Y los primeros que tendrán que recibir ese soporte emocional serán los propios docentes. De nada vale que les pidamos que cuiden la salud emocional de sus alumnos, si sienten que están desamparados y que nadie cuida por la suya.

¿Qué nos espera en esta vuelta al colegio?

Las emociones están a flor de piel, estamos mucho más irascibles, tanto los adultos como los niños y nos cuesta más regular las emociones.

  1. Nos enfrentamos a una vuelta al colegio llena de incertidumbre. No sabemos qué es lo que va a ocurrir, cómo van a ser las aulas, la entrada y recogida de los alumnos, los servicios de comedor, las actividades extraescolares… Todo esto hace que a las familias les sea imposible planificar y organizarse. Lo que genera una gran frustración y un gran problema de conciliación.
  2. Las familias tienen mucho miedo al contagio, a si la gestión desde los colegios será correcta… pero también los docentes tienen miedo. Ese miedo es lícito, cuando vemos que se sigue incrementando el número de casos, que llega una llamada “segunda ola”… Hay que aceptar la emoción del miedo, saber que es normal, que incluso nos puede ayudar a cumplir mejor las medidas de seguridad, pero necesitamos una buena comunicación sobre qué se va a hacer desde las escuelas para poder gestionarlo correctamente.
  3. El aprendizaje se ve comprometido. No es lo mismo el aprendizaje presencial que el online. Además, pensar que se han podido impartir los mismos contenidos en formato on line que presencial, no es realista. Por ello será fundamental adecuar las expectativas, tanto de los padres como las de los alumnos y las de los maestros.
  4. Este año, más que nunca, es más necesario atender a las necesidades emocionales de los alumnos. Todo ello requiere más que el esfuerzo individual y que aludir a la responsabilidad individual, necesitamos medios, formación, recursos… por supuesto un plan de vuelta a las aulas y sobre todo COMUNICACIÓN. La labor no puede recaer únicamente sobre los docentes. Durante el confinamiento se ha hecho lo que se ha podido, pero con interés y buena voluntad no basta, es necesario el apoyo por parte de las instituciones.

Puede sonar redundante, pero para hacer una vuelta segura a los colegios necesitamos inversión y formación.

  • Formación de los docentes en temas de gestión de las medidas de seguridad.
  • Formación en las competencias emocionales necesarias.

Y adaptarnos y adaptar la enseñanza:

  • Es necesario adaptar la enseñanza, quizás hay que estar más tiempo al aire libre, en el patio…
  • No valen las medidas universales, hay que estudiar cada centro en concreto. No es lo mismo una escuela rural que un gran colegio de una ciudad, No es lo mismo tener un gran patio donde poder salir y dar clases al aire libre que no disponer de él…

¿Volvemos a la enseñanza on line?

La enseñanza on line ha sido “un parche”, era el menor de los males en una situación de emergencia sanitaria, y nos pilló desprevenidos y sin recursos. A fecha de hoy podemos afirmar que los niños necesitan volver a la escuela, necesitan a su profesor, una persona que guíe, que explique, que acompañe en el proceso de aprendizaje. Además, en la escuela los niños socializan, se relacionan con otros niños, adquieren habilidades socioemocionales…

La escuela es un medio para conseguir la igualdad de las familias. El confinamiento y el traslado del colegio a cada casa ha aumentado más, si cabe, la brecha educativa. Se estima que la brecha digital afecta a un millón de alumnos de enseñanzas no universitarias, que por problemas socioeconómicos no tienen dispositivos adecuados o no tienen conectividad a Internet en casa. Otra pieza clave de la enseñanza en casa es que no todos los padres tienen la formación suficiente para dar apoyo a sus hijos en casa, para ayudarles con las tareas escolares e incluso no todas las familias son capaces de satisfacer las necesidades de sus hijos.

Evidentemente la vuelta a las aulas debe de hacerse cumpliendo medidas para que el virus no se propague, pero no nos podemos olvidar de que “la salud no es sólo la ausencia de enfermedad”. La salud es un estado completo de bienestar físico y social, por tanto, los niños no sólo necesitan mantener su salud física libres de virus, sino también cubrir sus necesidades afectivas y sociales. Y a ello también se contribuye desde la escuela.

FUENTE: Revista Padres y Colegios