El síndrome de la madre perfecta

Más maternidad y menos culpa: La culpa de la mamá o por qué la maternidad nos da sentimiento de culpabilidad

Por Fabiola Hernández Pérez, Periodista y editora

Dile adiós al síndrome de la madre perfecta – Más maternidad y menos culpa. ¿Por qué será que la culpa está tatuada a fuego al ser madres? ¿Cuándo dejaremos la culpa de la mamá o por qué la maternidad nos da sentimiento de culpabilidad? Nuestros especialistas Ares González, maestro y formador, Silvia Álava, psicóloga y Lucía Galán, pediatra, te responden y te dan sus mejores tips.

Más maternidad y menos culpa – ¿Qué es el síndrome de la madre perfecta?

El síndrome de la madre perfecta es el que se le exige a las madres y no a los padres. ¿Qué se les exige? que sean perfectas, que lo hagan todo bien, que lo resuelvan todo y que se encarguen de todas las cosas. Y esto genera una carga en la mujer que no le corresponde porque es una carga que tiene una corresponsabilidad con el hombre o con la pareja.

Y entonces, no se habla nunca del síndrome del padre perfecto porque realmente ese papel recae sobre las mujeres. Entonces, ¿eso qué genera en la mujer? Agobio, estrés, malestar y la sensación de cumplir con las exigencias de la gente, lo cual no les permite disfrutar de la crianza, porque si disfrutamos de ella en el día a día entonces vamos a estar bien.

Hazte una pregunta: ¿Qué nos queda si no disfrutamos de nuestros hijos? ¿Qué es lo que los niños realmente necesitan de sus padres? Podemos decirte que son 6 puntos, estos van a determinar cómo está tu hijo o tu hija y no se pueden comprar ni sustituir. 

Aquí esos 6 puntos que son básicos:

  1. La presencia. Esto se relaciona con el tiempo que vas a estar en tu casa, la calidad de ese tiempo que vas a estar con tu hijo o con tu hija y también cómo te vas a relacionar.
  2. Los cuidados. Aquí se engloban claramente el sueño y la alimentación, que son dos temas críticos en el desarrollo de cualquier persona. Aquí hay que invertir, porque un niño que duerme y come bien es un niño que todo lo demás va a estar bien.
  3. La autonomía. Saber cómo vas a desarrollar la autonomía en tu hijo para que el día de mañana sea autosuficiente.
  4. Los límites. Hay que tener una claridad sobre cómo vas a trabajar los límites y por qué son importantes.
  5. Los espacios adecuados. Este es un punto muy importante porque los niños y niñas necesitan que permitamos que puedan ser tal y como son, ya que viven constantemente en un mundo de adultos en el que les exige lo que tienen que hacer: ‘siéntate aquí’, ‘pónte allá’ o ‘no hagas esto o lo otro’. Necesitas crear espacios, tiempos y posibilidades para que los niños y las niñas estén bien.
  6. El bienestar familiar. Es el último punto y que suele ser el más olvidado cuando hablamos de crianza. Una familia tiene diferentes integrantes y para que estemos bien tenemos que estar todos bien o con un umbral de bienestar general, dejando atrás el estrés.

¿Por qué sentir culpa al ser madres o padres?

Lo primero que hay que entender es que esto es un proceso en el que estamos aprendiendo y que los padres se van a equivocar constantemente. Va a ser un proceso de aprendizaje y lo que va a enriquecer que esto sea un proceso maravilloso es que vamos a seguir mejorando poco a poco y vamos a maravillarnos de la persona que tenemos delante y que estamos cuidando y educando.

Justo de ahí viene la culpa: de no ser ‘suficientes’ y si a eso le sumamos que seguimos con una adaptación de la Pandemia, esto supone todo un reto. Incluso la Organización Mundial de la Salud (OMS) determinó que esta ansiedad específica sea llamada ‘fatiga pandémica’, sin embargo, es normal que las madres estén superadas por la situación de la misma Pandemia.

Demandante y cansada

No mentiremos: la crianza es muy muy demandante y también es muy cansada porque entre otras cosas se duerme bastante menos y además las emociones son demasiado intensas. Ahora bien, si en determinado momento tienes esa sensación de que esto te supera o crees que no puedes más, lo primero que tienes que saber es que es completamente normal.

¡Sí! Sentirte rebasada es de lo más normal. A partir de ahí sí que tenemos que analizar y decir: ‘¿qué cosas puedo hacer para mejorar?’, porque quizá lo que podemos hacer es tratarlo más desde el realismo y desde entender que hay una época en la vida que vamos a estar más cansadas. También va tener mucho que ver el cómo nos estamos hablando y cuál es el tipo de discurso que estamos haciendo.

Por ejemplo si ahora estamos en esa fase de ‘es que no puedo más’, ‘esto ya no va conmigo’ o ‘no es como lo imaginé’, hay que pararnos por completo por un momento. Aquí el énfasis es que todo es normal, porque tienes un bebé o porque tienes un trabajo, con lo cual es normal estar cansada, así que hay que ver qué nivel de exigencia tienes puesto en ti misma y en los demás y a partir de ello trabajarlo.

Deja de tratar de ser la madre perfecta porque ¡no existe!

Muchos expertos, la mayoría con casi 20 años de profesión, jamás han visto a una madre perfecta, así que esto forma parte del proceso. La perfección no existe, ni en nosotras como madres, ni en los padres, ni en nuestros propios hijos. Con lo cual desear llegar a esa perfección inexistente no solamente no es real, sino que además no nos sienta bien.

¿Qué hacer con el sentimiento de culpa entonces? Primero, parar a la reflexión, hacer un análisis objetivo de la situación y descubrir el porqué estás cansada. A partir de ahí, debes hacer espacio para tus cosas, quizá tomar un baño relajante o si estás en ese momento de la ducha simplemente pararte y ser consciente de cómo cae el agua y detenerte a disfrutar.

Maravillosamente imperfectas

Todas somos madres maravillosas, maravillosamente imperfectas y aprendemos sobre la marcha, muchas veces de aprender sobre tus errores, va de coleccionar momentos porque al final te das cuenta de que lo que nos llevamos de esta vida: momentos, instantes, personas… Las cosas verdaderamente importantes son muy poquitas y a veces las pasamos por alto.

La vida es cambio, la vida improvisa y nosotros con ella. Por lo que la felicidad en buena parte depende de esa capacidad que tengamos de improvisar. Finalmente, jamás pierdas tu identidad para convertirte en ‘la mamá de…’, porque antes de ser madre eres mujer que busca su bienestar. Solo sigue estas recomendaciones y notarás que las madres no somos perfectas:

  • Tus hijos necesitan verte bien y disfrutar. Y eso se hace cuando no abandonas parte de ti misma. Eres madre y eso es una experiencia maravillosa y lo puedes hacer.
  • Debes conciliar el trabajo y la vida personal. Si solo estás centrada en el trabajo, puede ser que te pierdas momentos con tus hijos. Ningún empleador debe obligarte a estar más allá de lo que estipula tu contrato.
  • Recuperar a la pareja. Porque es quien lo resiente cuando empezamos a centrarnos siempre en los hijos, es importante conciliar las necesidades tanto de unos como de otros. Porque va pasando el tiempo, va pasando el tiempo y no haces nada que realmente se llene más allá de ser madre o padre que es algo que nos llena profundamente.

Puedes leer más artículos similares a Adiós al síndrome de la madre perfecta – Más maternidad y menos culpa, en la categoría de Ser madres y padres en Guiainfantil.com.

Prevenir el suicidio es posible

Debemos de plantearnos si estamos haciendo algo mal a nivel de sociedad. El suicidio se ha convertido en la primera causa de mortalidad entre los jóvenes y adolescentes.

La pandemia ha sido un precipitador, pero la realidad es que se puede ver una tendencia alcista desde hace años.

Afortunadamente podemos decir que siempre hay salida, el entorno es esencial, debemos ayudarles a sentirse escuchados, a sentirse valorados, demostrar que hay gente que a la que sí le importas.

Las situaciones son complicadas, pero tienen solución, hay que pedir ayuda e ir incorporando herramientas para gestionar ese sufrimiento, poder ver la situación de otra forma y podernos quedar con aquellas cosas que sí que merecen la pena.

No olvides el teléfono 024 donde pueden prestarnos ayuda.

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¿Por qué hay personas que discuten más que otras?

A todos nos ha pasado que, en ocasiones nos enfadamos de forma desproporcionada y eso nos hace hacer y decir cosas de las que luego nos arrepentimos. ¿Por qué nos ocurre esto?

En esa situación se ha producido lo que se llama “secuestro emocional” o “secuestro de la amígdala” es decir, la zona del cerebro responsable de las emociones, que es el sistema límbico, y dentro de éste, la amígdala, está tan activada que no permite que nuestro cerebro racional, situado en la corteza cerebral, pueda funcionar correctamente y por eso no actuamos de una forma racional.

El enfado o la ira es una emoción básica que todos los humanos experimentamos. Ocurre cuando vivimos una situación que valoramos como injusta y sentimos que nuestros derechos están siendo vulnerados, o que nuestra persona no es tan tenida en cuenta o no está siendo tratada como a nosotros nos gustaría. Se trata de una emoción en la que nuestro cuerpo se activa, sube el nivel de energía, puede producir un aumento de la tasa cardiaca, apretamos los puños, se tensa la zona de la mandíbula… es decir nos preparamos para el combate o la lucha, para poder defender nuestros derechos e intereses.

La emoción del enfado, al igual que todas las emociones, es lícita, es decir, tenemos pleno derecho a sentirla y además nadie nos puede decir que no debemos sentirla.

Sin embargo, en ocasiones, hay personas que pierden tanto los papeles que pueden tener un comportamiento muy agresivo. ¿Cuándo el enfado se convierte en un problema?

  • Cuando el enfado se prolonga a lo largo del tiempo y nos está impidiendo experimentar emociones agradables.
  • Cuando debido al enfado sólo ponemos el foco en lo negativo, y no nos permite ver con claridad o valorar las cosas de forma objetiva.
  • Cuando confundimos la emoción con la conducta, es decir, la emoción es lo que siento, enfado, la conducta es lo que hago: grito, falto al respecto, agredo…
  • Cuando la emoción se mantiene en el tiempo y nos quedamos enredados de tal forma que no somos capaz de dejar de discutir y dar nuestro brazo a torcer.

¿Por qué hay personas que discuten más que otras?

Esto se puede deber a diversos factores:

  1. Hay gente que tiene un exacerbado sentido de la justicia, y eso los lleva a que cuando piensan que una situación es injusta, la luchan hasta límites insospechados.
  2. Hay otras personas que regulan peor sus emociones y eso les hace discutir cuando no se encuentran bien.
  3. Otros discuten porque tienen un “locus de control externo” y creen que la culpa de su malestar la tienen los otros.
  4. Hay gente que le gusta discutir y provocar mal ambiente, son las que llamamos “personas tóxicas”, que hay que aprender a identificar.
  5. O que quieren ganar a toda costa.

¿Qué pasa cuando no damos el brazo a torcer?:

En ocasiones lo que nos ocurre en una discusión es que en ninguna circunstancia queremos sentirnos “los perdedores”, es algo muy relacionado con el orgullo y con el ego. Incluso puede producirse una disonancia, es decir, sabemos que la otra persona tiene su parte de razón, pero no queremos reconocérsela, porque nuestro ego y nuestro orgullo no nos lo permite, nos sentimos heridos, de hecho ¿Cuántas veces por no gestionar bien estos sentimientos se han prolongado discusiones y situaciones muy incomodas?

Se trata por tanto de aprender a ceder, ¿qué podemos hacer para aprender a ceder?

  1. Reconoce tu emoción, saber que está enfadado o molesto es el primer paso.
  2. Analiza porqué ha ocurrido esa emoción, céntrate en el hecho.
  3. Cuidado con los mensajes de “es que tu eres…. Siempre haces…” remítete al hecho en concreto, lo que ha iniciado la discusión, no a la persona…
  4. Plantea como te has sentido y porque, pero desde el yo, no desde el tú. “Cuando tu has hecho… yo me he sentido…”
  5. Entiende el punto de vista de la otra persona, no es necesario que lo compartas, pero sí que lo entiendas y lo respetes.
  6. Ten claro tu objetivo, ¿qué es lo que quieres conseguir? ¿quieres solventar la situación, o quedarte en el “yo tengo razón, tengo que ganar”
  7. Platea un enfoque “win to win” todos ganamos.
  8. Busca alternativas que puedan satisfacer a ambos.
  9. Ten en cuenta tus emociones, pero también las emociones de tu interlocutor.
  10. No intentes tener siempre razón.
  • Pero, tan malo puede ser no ser capaz de ceder y no dar el brazo a torcer como ceder siempre y no decir lo que uno quiere, ¿no es así?

Así es. Hay personas que les pasa todo lo contrario, no pueden ver que su interlocutor se enoja, y con tal de evitar la confrontación y la pelea no son capaz de defender sus ideas, de decir cómo se sienten o de pedir lo que necesitan. Es decir están teniendo un comportamiento inhibido, e lugar de ser asertivos.

Suicidio entre jóvenes y adolescentes ¿Qué está pasando y qué se puede hacer desde el ámbito educativo?

El suicidio es la principal causa de muerte en jóvenes y adolescentes entre 12 y 29 años en España.

PorAna Verónica García

Ante la trágica muerte de una estudiante ocurrida en la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid, es fundamental reivindicar la importancia de la salud mental. Según un informe elaborado por investigadores de la Universidad Complutense de Madrid y del CIBERSAM, el suicidio es la principal causa de muerte en jóvenes y adolescentes entre 12 y 29 años en España. En los últimos años se ha observado un aumento significativo en el número de suicidios en adolescentes, con un aumento del 32,35% entre 2019 y 2021. En 2021, hubo 11 suicidios diarios en España, con una tasa de mortalidad por suicidio estandarizada por edad de 8,45 fallecimientos por cada 100.000 habitantes. El año pasado fueron 353 adolescentes, entre 15 y 21 años los que se quitaron la vida, según la Fundación Anar.

En aumento

El aumento en el número de suicidios no se debe únicamente a la pandemia, pues forma parte de una tendencia al alza desde el año 2018, la cual se ha visto aún más acentuada debido a la pandemia de Covid-19. En 2018, se registraron 3.539 casos de suicidio, y en 2019 la cifra ascendió a 3.671. En el año 2020, se reportaron 3.941 suicidios. Los datos obtenidos durante los años 2020 y 2021, muestran un incremento del 5,5% en comparación con los años anteriores. Este aumento es preocupante y requiere de una atención adecuada para abordar esta situación de manera efectiva.

¿Cuál puede ser el origen?

Para la psicóloga infantil-juvenil, Úrsula Perona, estos datos “sólo evidencian una cosa y es el progresivo e imparable empeoramiento de la salud mental de nuestros jóvenes y adolescentes, que además se correlaciona con el de los adultos, aproximándose las cifras cada vez más a las del resto de población”. Sin embargo, si se confirmase que el suceso de la Complutense ha sido un suicidio, “el hecho de que se haya producido en el contexto docente, en la propia Universidad, en la propia Facultad, puede hacernos pensar que había algún motivo, alguna causa involucrada como problemas con los compañeros o a nivel académico o algo, porque es significativo el hecho de que alguien se quite la vida en un lugar así”.

Dar visibilidad al suicidio  sí, pero siguiendo unas pautas concretas

La falta de formación específica para abordar situaciones relacionadas con la salud mental en el ámbito educativo también ha sido identificada como un factor relevante. Los profesores y personal docente requieren herramientas y capacitación para manejar estas situaciones de manera adecuada y poniendo más medios humanos. En este sentido, Silvia Álava, especialista en Psicología General Sanitaria y en Psicología Educativa, explica a ÉXITO EDUCATIVO que “a nivel grupal es el momento de de plantearse que si hacen falta más profesionales de salud mental de todos los tipos, psicólogos, clínicos, psiquiatras, enfermeras que son especialistas en este tema y cuando se habla de la noticia, hablar siempre de que que te podemos ayudar, que hay salida de dar el teléfono de atención y de prevención del suicidio y no contar esa parte del cómo”.

Ayuda y soluciones

En este sentido, Álava saca a la palestra la importancia de que la cobertura mediática de los suicidios sea abordada con sensibilidad y responsabilidad. Si bien es importante visibilizar el problema, es fundamental evitar detalles sensacionalistas que puedan contribuir al efecto contagio. La información sobre el suicidio debe ir acompañada de mensajes que destaquen la existencia de ayuda y soluciones, así como la importancia de buscar apoyo profesional. “Lo que realmente recomendamos los profesionales de salud mental es darle visibilidad a esta realidad que está sucediendo y que existe” recomienda, pero “a las personas que están pasando una situación parecida, tenemos que decirles que hay solución y que hay salida” ofreciendo seguidamente el teléfono de ayuda y prevención del suicidio. “Esto nos tiene que hacer reflexionar en qué es lo que está pasando porque la salud mental en este país está completamente saturada” reclama Álava porque “vemos que los pocos centros de atención primaria que tienen psicólogos clínicos están dando unos datos muy buenos en las intervenciones”.

Herramientas para el profesorado

A la pregunta de qué pueden hacer los profesores antes esos casos, Álava responde que “los profesores no tienen esa formación, no saben cómo tienen que que manejar estas situaciones”. “Entonces es importante que a ellos les dotemos de herramientas, que les digamos cómo hacerlos o que incluso puedan ir en un determinado momento profesionales, expertos a las aulas a poder hacer este tipo de intervención porque los profesores no necesitan que se les cargue de más trabajo, necesitan que se les dé la ayuda para poder solventar este tipo de situaciones”. Por último la psicóloga ve recomendable anima a los centros y profesores “a generar un espacio para hablar, para poder ventilar las emociones”.

Servicio de apoyo psicológico de la Universidad Complutense

En un comunicado interno de condolencia a los afectados, desde la Universidad Complutense ha convocado para hoy, a las 13:00, un minuto de silencio en todas las facultades y ha recordado a la comunidad universitaria la importancia de la salud mental y recordar la existencia del teléfono 024, gratuito y confidencial para la prevención del suicidio, disponible las 24 horas todos los días del año”. Igualmente ha recordado que la Universidad Complutense cuenta con el servicio PsiCall UCM“un recurso de apoyo psicológico de gran valor para nuestra comunidad” a través del teléfono 913945200 y el correo electrónico psicall@ucm.es, así como la web https://psicall.ucm.es/.

Prioridad en la agenda pública

El aumento alarmante en los casos de suicidio en jóvenes y adolescentes es un llamamiento urgente a tomar medidas efectivas a nivel individual, institucional y social. La prevención del suicidio debe ser una prioridad en la agenda pública, con un enfoque integral que abarque la promoción de la salud mental, la detección temprana de factores de riesgo, el acceso a servicios especializados y la sensibilización sobre esta problemática.

FUENTE: exitoeducativo.net

Día mundial del bienestar mental en adolescentes

Más de 9 millones de jóvenes en Europa sufren problemas de salud mental, esta sigue siendo una gran asignatura pendiente, también en España, Más del 13% padecen un trastorno diagnosticado…

La explosión hormonal, la búsqueda de la identidad, la inseguridad, o los episodios de rabia y tristeza son algunos de los cambios y vaivenes que se se viven en la adolescencia, pero para un grupo cada vez numeroso de jóvenes es el momento en el que comienzan los problemas de salud mental… En este vídeo hablamos del por qué…

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Cuídate para cuidar. La salud mental del docente

Charla de mujeres profesionales en el ámbito de la salud mental y educación emocional nos contarán sobre la importancia de la prevención.

Fecha y hora

jue, 14 mar 2024 18:00 – 21:30 CET

Ubicación

Círculo de Bellas Artes, Calle de Alcalá, nº 42 – 28014 Madrid

Agenda

  • 18:00 – 18:10 – Bienvenida: Ana María Farré Gaudier presidenta MLE
  • 18:10 – 19:00 – Claves para una educación sana y saludable: Alejandra Vallejo Nágera
  • 19:00 – 20:00 – Mesa redonda «Cuídate para cuidar”: con la participación de: Carmen Bartomeu, Cristina Banzo, Silvia Álava y Mon tserrat Rigall i Corominas
  • 20:00 – 21:30 – Formación experiencial. Espacio ‘EducaAcción’

Acerca de este evento

«Por qué no soy feliz»: los nueve enemigos de la felicidad. En Diario ABC

¿Crees que tienes impedimentos para alcanzar la felicidad que buscas? Esto te interesa

Por Melissa González Redactora

Es inquietante la siguiente cita: «Con la felicidad pasa lo mismo que con las gafas: las buscas y las buscas y resulta que las llevas puestas». ¿No te ha ocurrido con las gafas, el teléfono móvil o las llaves? Al parecer, la comparativa encaja a la perfección con la búsqueda de la felicidad, un estado que, como ya dijimos, parece más bien una carrera de fondo de a ver quién llega primero.

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Sin embargo, es posible que vivas etapas en las que, efectivamente, no estés feliz. ¿Por qué? Los motivos pueden ser innumerables, pero existen una serie de «impedimentos» internos que te obstaculizan y la psicóloga Silvia Álava los ha llamado «los enemigos de la felicidad». En concreto son nueve, aunque nuestra mente tiene mucho que ver en todos ellos…

1. La genética de la felicidad. «Hay que entender que esa genética de la felicidad se refiere a que todos tenemos un potente potencial de mejora. Muchas personas piensan que por las circunstancias no pueden serlo, pero eso solo pesa un 10%», dice Silvia Álava, que anima a esforzarnos por sentirnos mejor. Tenemos estrategias de regulación para poderme encontrar mejor y aceptar que nuestros enemigos de la felicidad somos nosotros mismos», insiste.«Hay que entender que esa genética de la felicidad se refiere a que todos tenemos un potente potencial de mejora»Silvia Álava , psicóloga

2. Los pensamientos barrera. Nos aconsejan que tengamos cuidado de los demás, pero la psicóloga también alerta de la importancia de tener cuidado con uno mismo… «Hay una serie de pensamientos barrera con los que nos dejamos llevar pensando que todo nos va a salir mal», dice.

3. Las ideas irracionales. Hemos dado por hecho que todos los pensamientos que tenemos son verdaderos cuando son hipótesis. «La realidad pasa por delante de nosotros y la vamos interpretando, y en ella metemos ideas irracionales que no son ciertas pero igualmente nos las creemos», dice la experta en psicología. Además, dentro de las ideas irracionales hay que destacar esa costumbre que tenemos de hablarnos en términos de ‘debería’, como si el no hacer algo fuese a darnos un gran problema. «Por supuesto que hay cosas necesarias en nuestro día a día que hay que hacer, pero hay otras que son elegidas, por lo que dejemos de referirnos a ellas con un ‘debo de’, porque nos genera ansiedad cuando en su día lo elegimos así», anima.

Por tanto, es primordial diferenciar entre lo necesario de otras cosas que elegimos. Asimismo, alerta del desgaste que supone que el resto debería de hacer algo o algo debería de ser de ‘x’ forma porque son cosas que no dependen de nosotros. Además, usar palabras como siempre, nunca, todo, nada también nos hacen un flaco favor por el simple hecho de que nos cerramos a un mundo de posibilidades.

«Por supuesto que hay cosas necesarias en nuestro día a día que hay que hacer, pero hay otras que son elegidas» Silvia Álava , psicóloga

4. Pensar demasiado. Junto a los pensamientos barrera encontramos el pensar demasiado, algo a lo que Silvia Álava se refiere como «rumiación»: «Pensamos demasiado y ponemos el cerebro en modo centrifugadora, pero lo que hay que hacer es decirle ‘para’ cuando estamos en esta fase de rumiación porque no hacemos un análisis para llegar a la solución, sino que nos quedamos pasmados en el pensamiento negativo».

5. La comparación social. Ya te contamos el mal que te puedes hacer por compararte con los demás, pero si esa constante comparativa te impulsa y motiva a luchar por lo que quieres, bienvenida sea. Silvia Álava, cuando tiene que hablar sobre esto, recurre a la siguiente frase: «si quieres ser infeliz espía a tu vecino». Y no es más que un jarro de agua fría y de realidad, porque además las redes sociales lo ponen realmente fácil. «Solo hace falta meterse en una red social para ver que todos los demás son mucho más felices que tú mismo, pero eso que muestran puede no ser real porque solo se trata de la proyección de realidad que los demás quieren que veas», manifiesta. Y es que, en cierto modo, en nuestras redes sociales «colgamos» lo mejor de nuestro día, pero no vamos contando nuestras penas a diestro y siniestro.

6. La envidia y los celos. La comparativa mal llevada puede ser solo el comienzo de la envidia y los celos… Y eso solo nos lleva a sentirnos más inseguros y vulnerables con nosotros mismos. «Mucho cuidado con esa comparación social, como la envidia y celos. Yo te aconsejo que pases, que te alegres por los demás y que procures construir tus propias metas; nadie mejor que tú sabe dónde quieres llegar y qué es lo que quieres hacer», afirma.

«Solo hace falta meterse en una red social para ver que todos los demás son mucho más felices que tú mismo» Silvia Álava , psicóloga

7. La ansiedad y el estrés. La ansiedad siempre es señalada por los psicólogos como una de las causas que más hace ir a consulta a la sociedad. Y desde que la pandemia por Covid-19 estalló, el aumento de personas con ansiedad ha sido abismal… «En estos momentos estamos viviendo una fatiga pandémica por la ansiedad que nos genera la crisis sanitaria. Para empezar a abordar este tema primero de todo tenemos que ser conocedores de la aparición de la ansiedad y el estrés y empezar a buscar estrategias para manejarlo», indica.

8. El director de cine interior. Nos encantan montarnos películas en la cabeza pero, ¿cuántas de ellas han llegado a ocurrir en la realidad? Sobre esto habla Silvia Álava, porque al parecer se trata de uno de los grandes enemigos de la felicidad. «¿Eres consciente de la película que te has montado en tu cabeza? Muy pocas veces se ha hecho realidad y has sufrido dos veces:una cuando la inventas y otra hasta que se cumple, si es que llega a ocurrir», advierte.

9. El móvil anestesiador emocional. «Mucho cuidado con el móvil» es la advertencia que nos hace la psicóloga. Y no porque sea malo su uso, sino porque lo usamos de anestesiador ante los problemas que tenemos. «Nosotros no estamos bien emocionalmente, es decir, sentimos algo desagradable como la tristeza o frustración, y lo que ocurre es que en vez de enfrentarnos a ello nos refugiamos en el teléfono», cuenta. Con el teléfono móvil no estamos pendientes de lo que nos ocurre, como los niños pequeños cuando recurren a un chupete para sentirse mejor, así que recurrimos a ese efecto de la anestesia: ese problema que tengo y me proporciona esa emoción que no me gusta lo que hace es perpetuar el problema o incluso agravarlo.

FUENTE: abc.es

¿Cómo gestionar los valores en el deporte infantil?

A todos los padres nos puede parecer una buena idea que nuestros hijos practiquen deporte, pero en ocasiones cuando vemos determinados comportamientos desde las gradas donde hay padres que les cuesta seguir las normas sociales, quizás nos lo planteamos dos veces.

El deporte es vida y como vida hay emoción. Y además en el deporte las emociones son muy intensas y se da el culto de cultivo propicio para trabajar con dichas emociones, pero no siempre lo hacemos, no siempre lo aterrizamos con estrategias específicas. En el comportamiento de muchos padres podemos ver cómo gestionan y manejan las emociones en su día a día. Por ejemplo, su rabia y su frustración porque el equipo de su hijo va perdiendo, y llegan a increpara al árbitro y a otros niños.

No se nos puede olvidar que los niños aprenden por modelado, y que copian a sus figuras de referencia, que principalmente son su madre y su padre. ¿Qué modelo queremos darles?

El deporte desarrolla unos valores magníficos de esfuerzo, constancia, disciplina, trabajo en esquipo… pero también hay una serie de contravalores como lo importante es ganar, no pasa nada por tener un comportamiento incívico en la grada…

Si queremos hacerlo bien, ¿Cuál deben ser los objetivos de la educación deportiva de los niños?

La educación deportiva para niños debe tener una variedad de objetivos que vayan más allá del rendimiento físico y la competencia. Aquí hay algunos objetivos importantes:

  1. Desarrollo físico: La educación deportiva debe promover el desarrollo de habilidades motoras fundamentales, como correr, saltar, lanzar y atrapar, así como mejorar la condición física general y la coordinación.
  2. Desarrollo emocional: Los niños deben aprender a manejar la presión, la competencia y la derrota de manera saludable. Esto implica fomentar la resiliencia, la autoconfianza y el control emocional.
  3. Valores y ética deportiva: Los niños deben aprender sobre el juego limpio, la honestidad, el respeto hacia los compañeros de equipo, entrenadores, árbitros y oponentes, así como la importancia del trabajo en equipo y la colaboración.
  4. Hábitos saludables: La educación deportiva debe fomentar la importancia de una dieta equilibrada, el descanso adecuado y la actividad física regular como parte de un estilo de vida saludable.
  5. Aprendizaje social: Los niños deben aprender habilidades sociales importantes, como la comunicación efectiva, la cooperación, el liderazgo y la resolución de conflictos a través del deporte y el trabajo en equipo.
  6. Desarrollo cognitivo: La participación en deportes puede mejorar la capacidad cognitiva de los niños, incluida la atención, la concentración, la toma de decisiones rápida y el pensamiento estratégico.
  7. Placer y disfrute: Es fundamental que los niños disfruten del deporte y encuentren alegría en la actividad física. La educación deportiva debe cultivar el amor por el movimiento y la diversión en el juego.
  8. Inclusión y diversidad: Los programas deportivos deben ser inclusivos y accesibles para todos los niños, independientemente de su habilidad, género, origen étnico o nivel socioeconómico.

En resumen, la educación deportiva para niños debe tener como objetivo no solo desarrollar habilidades físicas, sino también promover el desarrollo integral de los niños, incluido su bienestar emocional, social y cognitivo, así como inculcar valores positivos y hábitos saludables que los acompañarán a lo largo de sus vidas.

Síndrome de Couvade: ¿puede experimentar tu pareja los mismos síntomas de embarazo?

¿Estás preocupada porque tu pareja empieza a experimentar los mismos síntomas de embarazo que tú? No te asustes. Se conoce como síndrome de Couvade y es más común de lo que piensas. ¡Por cierto, los signos son muy muy reales!

Algunos padres, cuando su pareja se queda embarazada, somatizan los mismos síntomas que la madre, sobre todo durante el primer trimestre y, también, al final de la gestación. Pero no te preocupes, porque no es un episodio exclusivo de tu pareja y se conoce como síndrome de Couvade. Y los signos son muy reales, aunque se afirme que son psicosomáticos.

¿Qué es el síndrome de Couvade?

El término ‘couvade’ viene del francés couver que significa criar o incubar. Fue usado por primera vez en 1865 por el antropólogo Edward Burnett Tylor, para describir los ritos del hombre durante el embarazo de las mujeres en comunidades primitivas.

Descubrió que el padre participaba e imitaba los dolores de parto, abandonaba el trabajo de su tribu y sus responsabilidades cotidianas, relacionadas con el trabajo físico o la actividad sexual.

El ritual también implicó imitar los comportamientos de una mujer en el momento que da a luz, como por ejemplo gritar. Además, la mujer le entregaba al bebé recién nacido a su pareja y este se lo llevaba a su propio pecho, tratando de emular la lactancia.

El objetivo de tales hábitos era proteger al bebé y a la madre contra los poderes del mal, pero también para que el hombre pudiera establecer un vínculo sobrenatural con el bebé.

¿Por qué aparecen en el hombre los mismos síntomas de embarazo?

Se trata de un fenómeno poco comprendido sin base fisiológica reconocida. Se han presentado diferentes teorías para explicar este síndrome. Las psicoanalíticas afirman que es una consecuencia de la envidia del hombre por la capacidad de procreación de la mujer.

Otras psicosociales proponen que ocurre como parte de una crisis transicional hacia la paternidad, expresando ansiedad ante ello. Y, por otro lado, las teorías paternas sugieren una conexión entre la participación del hombre y el rol paterno (Brennan et al., 2007).

En esta última teoría, el padre empatiza de tal forma con la madre embarazada, que conecta con sus cambios hormonales afectándole a su propia regulación hormonal. Este cambio da lugar a una menor producción de testosterona, encargada del deseo sexual y una mayor producción de prolactina y extradiol, haciendo que su temperamento sea más protector y afectuoso con la madre.

¿Es lo mismo que el embarazo psicológico?

“No, no tiene nada que ver. Un embarazo psicológico puede producirse por influencia de las hormonas y el síndrome de Cauvade aparece más bien por ansiedad, por el miedo que tiene el padre ante esta nueva situación”, explica la psicóloga Silvia Álava Sordo, del Centro de Psicología Álava Reyes.

Sin embargo, estas personas tienden a somatizar y es posible que experimenten síntomas desagradables derivados de esta somatización, como pueden ser las náuseas, los vómitos, el malestar estomacal o el cansancio y la fatiga. “Son síntomas reales, aunque no haya una causa orgánica que lo produzca”, explica Silvia Álava Sordo.

¿Qué hombres son más susceptibles de padecerlo?

Los más sensibles o propensos a la angustia pueden experimentar fisiológicamente el embarazo de sus parejas. También aquellos que tienen más facilidad para ponerse en el lugar del otro o que malentienden la empatía.

“Una cosa es empatizar y entender lo que siente tu pareja, y otra muy diferente es ir más allá y sufrir los mismos síntomas. Por ejemplo, tu marido puede apoyarte, sostenerte y ayudarte a vomitar, pero que vomite contigo… ¡eso ya es demasiado!”, señala la psicóloga.

¿Se puede producir alguna complicación?

No se han descrito complicaciones derivadas de este síndrome. Sin embargo, debido al desajuste hormonal que padecen algunos padres –como la alteración en los niveles de testosterona, oxitocina, extradiol e incluso de prolactina– algunos podrían necesitar atención especializada. Pero no es lo habitual.

La prolactina es la hormona encargada de la producción de leche y se ha constatado que algunos padres, incluso tras el parto, han mantenido los niveles altos de esta hormona. Además, “este síndrome suele desaparecer cuando nace el bebé”, concluye Silvia Álava.

¿Alguna ventaja en que la pareja sufra el síndrome de Couvade?

Dependerá de los síntomas que experimente el padre, porque si ya es difícil lidiar con nuestros cambios de humor, mareos, náuseas, dolor de espalda o irritabilidad, tener a tu pareja con los mismos no ayuda a superar esos momentos. Sin embargo, si con el cambio ahora es más comprensivo y protector, probablemente el ‘síndrome de Couvade’ será de utilidad.

FUENTE: serpadres.es

¿Cómo gestionar una traición desde el punto de vista de las emociones?

Cuando sufrimos una traición también se pasa un proceso de duelo, como cuando tenemos una pérdida. Es un duelo muy específico, porque implica reconocer que la persona en la que confiabas te ha traicionado.

Muchas personas se quedan ancladas en la negación y en el escepticismo y eso impide que se inicie las fases del duelo, estas fases no son universales, ni todas las personas debe de pasar por las mismas y en el mismo orden.

¿Duele más algo así si viene de alguien de la familia? Depende del grado de confianza que se tenía con ese familiar, cuando más confianza, más dolor.

¿Hay un shock inicial que hace que no se asuma la situación? Si, es algo muy común en este tipo de duelos.

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