Solos en casa… con niños. Colaboración con el Diario El Norte de Castilla
Por Carmen Barreiro
No se preocupen. Este reportaje no va de las mil y una manualidades que pueden hacer con sus hijos para entretenerles durante la cuarentena. Primero, porque no hay casa en el mundo –bueno, igual sí– que tenga la cantidad de purpurina, goma eva, globos, pegamentos y papeles de toda clase y textura que aparecen en los tutoriales ‘online’ y, segundo, porque bastante tenemos con trabajar en casa –los que pueden– y al mismo tiempo cuidar a la prole como para sumarle una nueva fuente de estrés. «El objetivo ahora es sobrevivir a estas dos semanas y no perder la cabeza. No es el momento de hacer cursos intensivos de inteligencia emocional. Tenemos que relajarnos y ser prácticos», recomienda la psicóloga educativa Silvia Álava.
Lo primero que recomiendan los expertos para hacer lo más llevadero posible este encierro involuntario es «intentar mantener las rutinas». Las de los niños, pero también las de los mayores. Ahora es cuando usted piensa ‘sí, claro. La teoría nos la sabemos todos muy bien, pero la práctica ya es otra cosa’. Efectivamente, tiene razón. Cuando los psicólogos hablan de mantener las rutinas no se refieren a hacer la misma vida que hacíamos antes de la declaración del estado de alarma –¿se acuerdan?– sino en «adaptarla» manteniendo nuestros hábitos. Si antes de la crisis del coronavirus, los niños no se levantaban entre semana a las diez de la mañana y se pasaban todo el día en pijama, malcomiendo y jugando a la consola, ahora tampoco.
Tenemos que procurar que se levanten a la misma hora de siempre –más o menos–, que desayunen como si fuese día de colegio y que se vistan. Que se vistan, aunque sea con un chándal. No pueden estar en pijama todo el día. Ni ellos, ni los adultos. «No estamos de vacaciones, ni de fin de semana», advierte Mariola Bonillo, psicóloga sanitaria del Centro de Psicología Área Humana de Madrid. Y eso es lo más difícil de entender, sobre todo para los más pequeños. De ahí que debamos intentar «mantener la normalidad» en la medida de lo posible.
La clave en este caso es la OR-GA-NI-ZA-CIÓN. Hacer un horario de actividades nos ayudará a planificar el día a día «y a los niños les da mucha seguridad saber lo que van a hacer en cada momento. Les tranquiliza», coinciden las psicólogas. No se trata de establecer un régimen militar de horas y actividades, «pero sí de intentar seguir una serie de pautas que nos ayuden a gestionar estos días de encierro», precisa Silvia Álava, doctora en Psicología y directora del área infantil en el gabinete Álava Reyes. El horario se puede colocar en algún lugar de la casa donde todos los miembros de la familia lo puedan consultar, como la puerta del frigorífico, el pasillo o la sala. Y, por supuesto, se puede decorar. Ya tienen una manualidad.
Un consejo de las expertas: tanto el tipo de actividades que figuran en el cuadrante como el tiempo que debe dedicarse a cada una de ellas deben ser «realistas» y adaptadas a la edad de cada niño. «No podemos poner dos horas de juego libre a un bebé de dos años porque sería engañarnos. También debemos evitar la sobrecarga de tareas o elegir aquellas que en realidad no nos apetece hacer», explica Bonillo. Ni tampoco establecer el mismo horario a un niño de cuatro años que a sus hermanos de siete y doce, por ejemplo.
Y una advertencia. Tenemos que ser lo más prágmaticos que podamos y asumir que nos vamos a desesperar, que vamos a interrumpir nuestro trabajo cada media hora para poner un poco de orden en el caos y a acordarnos doscientas veces de ese perro que en su día no quisimos adoptar y que ahora estaríamos encantados de sacar a pasear catorce veces al día. «Porque va a pasar», admiten las psicólogas. Es una situación «desconocida y muy estresante» para todos los miembros de la familia, por lo que es «fundamental» que establezcamos una normas mínimas de comportamiento basadas en el respeto. «Puede parecer una perogrullada, pero con tantos días de encierro es muy fácil perder los nervios», señala Álava. Lo es.
Otra de las recomendaciones que hacen las psicólogas para estos días de convivencia intensa es intentar que los niños tengan un tiempo dedicado al juego sin pantallas. «No pueden estar todo el día viendo la tele o con la consola. Todos sabemos que es el recurso más fácil para mantenerles entretenidos un rato largo, pero debemos buscar alternativas», admiten. Una muy recomendable es que hagan ejercicio físico dentro de las limitaciones que supone la cuarentena. «Es bueno que los pequeños se muevan y se cansen», señala Bonillo. Ánimo, ya queda menos.
Rosa, nuestra aliada para contarle a los más pequeños lo que está pasando
¿Debemos contar a los niños lo que está pasando? ¿Cómo lo hacemos? ¿A partir de qué edad pueden entender lo que ocurre? ¿Es bueno que vean los informativos? ¿Sí? ¿No? Las dudas que asaltan a los padres estos días son muchas, pero vayamos por partes.
¿Debemos contárselo? Los expertos son tajantes. Sí. Los niños, incluso lo más pequeños, son perfectamente conscientes de que algo raro está pasando. No van a clase, en algunos casos papá y mamá están en casa… Hay que explicárselo, pero con palabras que puedan entender. Cada edad requiere un tipo de explicación. El aluvión de consultas ha sido tal que el Colegio Oficial de Psicología de Madrid ha decidido editar un cuento digital gratuito para explicar qué son los virus y promover hábitos adecuados para combatir a estos microorganismos. ‘Rosa contra el virus’ «ayuda a conocer, entender y poder transmitir la información adecuadamente a los más pequeños teniendo en cuenta la incertidumbre en cuanto a la evolución del brote», explican en la editorial Sentir. Al final del cuento se incluye un apartado de recomendaciones para adultos adaptadas a niños y niñas de 4 a 10 años.
«A los más pequeños les podemos enseñar las calles vacías y decirles que la Policía ha cerrado los parques. Es necesario que entiendan que la decisión de no salir de casa no es de sus padres», añade Silvia Álava. La psicóloga madrileña es partidaria de que cada día recordemos a los niños por qué estamos en casa. «No hace falta que les saturemos con informativos o noticias del coronavirus, pero es importante que tengan claro el por qué de la situación», aclara. La psicóloga Mariola Bonillo también aconseja «dejarles espacios para que se expresen. Tenemos que ayudarles a comprender y regular sus emociones».
FUENTE: Diario El Norte de Castilla
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir