¿De qué forma se puede impedir que los “desencuentros” con los hijos no afecten en exceso a la relación de la pareja?
Finalizamos la serie de los niños de parejas anteriores aconsejandoos una regla de oro:
Los temas de pareja, son de la pareja, no de los niños, por lo que siempre deben de permanecer fuera de éste ámbito.
Entender que la relación es con mi pareja, no con su hijo, y que por tanto, esto se tiene que quedar al margen. Establecer un área de familia, en la que haremos cosas juntos, y otra área de pareja, en la que hacer actividades los dos solos, sin los hijos.
Y por supuesto, en el caso de que ocurra, no entrar en la provocación del niño, o de la niña, de esa forma solo entraremos en “su juego” y reforzaremos esa actitud que nada conviene. Que no vea que a la nueva pareja le afectan sus provocaciones, y tener muy claro, que no es nada personal en contra de él, sino que en muchas ocasiones es su forma de rebelarse contra la situación, y necesita espacio y tiempo a hacerse a la ida de que sus padres nunca volverán a estar juntos; pues, aunque lo sepan de antes, en muchos casos albergan la esperanza de que sus padres vuelvan, y esta esperanza se termina en el momento en que le aparece una nueva pareja.