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¿Qué errores no debemos cometer en una separación cuando hay niños?

En la mayoría de los casos, son ellos, los hijos, los que más sufren cuando una pareja se separa… Son los daños colaterales cuando la brecha se hace insalvable…

Pueden llegar a vivirlo como una situación de abandono, sus figuras de referencia dejan el hogar, temen que ellos sean los culpables y que acaben por quedarse solos.

Nunca deben convertirse en el arma arrojadiza en medio de la separación, no pueden verse afectado el vínculo con su padre o con su madre.

¿Qué líneas rojas no debemos cruzar?

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¿Sabías que practicar la gratitud es una llave hacia la felicidad y el bienestar?

Practicar la gratitud va más allá de las palabras; es una llave hacia la felicidad y el bienestar.

¿Sabías que la ciencia respalda los beneficios de la gratitud? Reduce el estrés, aumenta la felicidad y mejora las relaciones.

¿Sabes cómo puede afectarte la dismorfia corporal por el uso continuado de filtros en tus fotos?

¿Sabes lo que es la dismorfia corporal? ¿Qué opinas sobre el uso de filtros en las fotos de las redes sociales? No te pierdas este vídeo si quieres saber cómo puede afectarnos y cómo evitar sus consecuencias.

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Pantallas sí o no: “Lo que debería preocupar es el uso fuera de la escuela”

Por Pablo Gutiérrez de Álamo Periodista especializado en educación. Director de El Diario de la Educación. Antes en Periódico Escuela

Las peticiones de prohibición o de control de los teléfonos móviles en los centros educativos están creciendo en las últimas semanas. Varias autonomías ya los han prohibido, mientras diferentes expertos y estudios no ven problemas en las pantallas y piden mayor formación en su uso.

Según quienes intentan estudiar los efectos, sean positivos o negativos, de las tecnologías, todavía queda mucho por hacer. Mientras que parece que algunas cosas pueden ser perjudiciales, otras pueden ser positivas. Ayer mismo se publicaba en la revista Nature un metanálisis de 2.400 estudios previos con una población total de casi dos millones de jóvenes. Entre los muchos resultados cabría destacar el escaso impacto, en un sentido u otro, de buena parte de los estudios.

La revisión, firmada por una veintena de académicos y académicas, ha repasado decenas de efectos de las pantallas en la educación para llegar a determinar cosas como que el uso generalizado de pantallas puede tener un efecto negativo en el aprendizaje, también ver la televisión o los videojuegos. Eso sí, “si el uso de pantalla involucraba la visualización conjunta (por ejemplo, ver con un padre), o si el contenido de los programas de televisión era educativo, la asociación con la alfabetización era positiva y significativa al nivel de confianza del 95%”.

En cualquier caso, explican las y los autores de esta revisión, “todos los efectos creíbles relacionados con los resultados educativos fueron de pequeños a moderados. Las intervenciones basadas en pantalla diseñadas para influir en un resultado (por ejemplo, un programa informático diseñado para mejorar el aprendizaje) tendían a tener tamaños de efecto más grandes que las exposiciones que no estaban específicamente destinadas a influir en ninguno de los resultados medidos (por ejemplo, la asociación entre ver televisión y aprender)”.

Para el biólogo e investigador en psicología cognitiva de la memoria y el aprendizaje, Héctor Ruiz, la evidencia que tenemos hasta ahora en relación al efecto de las pantallas en el aprendizaje o en la salud mental da niñas, niños y adolescentes tiene todo que ver con el uso que se hace de los dispositivos, y no con estos en sí mismos. Para este experto, en los últimos tiempos se están confundiendo, en no pocos momentos, causas con efectos.

Correlación no es causalidad

Este es, para Ruiz, uno de los problemas fundamentales cuanto se oyen voces críticas en relación al uso de dispositivos y pantallas en los centros educativos y, en general, cuando su uso lo protagonizan niñas, niños y adolescentes (NNA).

Por ejemplo, cuando se dice que provocan desórdenes en el sueño o sedentarismo y obesidad entre las personas jóvenes. “La investigación dice que puede haber causalidad entre el sueño y las pantallas cuando las utilizas antes de ir a dormir, sobre todo, cuando se trata de redes sociales y videojuegos, que pueden provocar activación emocional”.

Dentro de estas situaciones, Ruiz asegura que no debe confundirse qué pasa dentro de la escuela y fuera de ella y llama a las familias a que piensen en los centros educativos como aliados a la hora de educar a NNA en usos apropiados de las tecnologías, no simplemente basados en el ocio y la distracción. La escuela “es el mejor aliado de las familias para enseñar a los niños a gestionar este tema, a desarrollar la competencia digital. Decirle a la escuela que deje de usar la tecnología y de educar en ella es tirar piedras sobre el propio tejado. Es en la escuela donde se hace esta labor”.

Otra de las confusiones entre correlación y causalidad estaría la idea de la pérdida de la atención. “Nuestra arquitectura cognitiva no cambia por dedicar mucho tiempo a una actividad -asegura Ruiz. Para que pasara eso necesitamos un proceso evolutivo”. Lo que sí ha cambiado es, dice este investigador, es la cantidad de estímulos a los que nos vemos expuestos, principalmente, por las redes sociales.

En este sentido, la psicóloga especialista en infancia Silvia Álava asegura que “si un adulto coge el móvil y no puede parar de utilizar las redes sociales por culpa del scroll infinito, imagínate un niño con cerebro no maduro, más ávido a estímulos novedosos” que, además no tienen descanso y sí mucha velocidad.

En este sentido, Ruiz comenta que uno de los mayores problemas en este sentido es que nuestro cerebro da mucha importancia a la información social, entre otras cosas por sentirnos parte de un grupo, sentirnos aprobados. Y las redes sociales, sobre todo, no dejan tiempo entre un estímulo y otro.

Familia

En las últimas semanas se han publicado diferentes informaciones sobre la petición de familias, muchas de ellas en Cataluña, para que de alguna manera se regule el uso de los móviles antes de cierta edad. La presión social que se ejerce sobre ellas y sobre sus hijas e hijos para que ya en los primeros años de la secundaria tengan acceso a la telefonía móvil, pone contra las cuerdas a muchas personas que no quieren tener que lidiar con estas cuestiones tan pronto y que entienden que hasta ciertas edades no es positivo que NNA tengan un móvil en las manos.

Silvia Álava tiene claro que no puede recaer toda la responsabilidad de estas cuestiones en las familias, que van ya sobrepasadas de muchas cuestiones. Por eso mira hacia las empresas multinacionales que desarrollan las redes sociales e incluso los videojuegos. “Necesitamos transparencia”, asegura. Una transparencia que pasa por algo parecido a lo ocurrido con los paquetes de tabaco. Debería avisarse de que los algoritmos que utilizan las compañías en muchos casos están basados en el “refuerzo intermitente”, muy similar, asegura esta psicóloga infantil, al que se utiliza en las máquinas tragaperras.

Además de esta transparencia, aboga por que las familias acompañen a sus hijos e hijas en su alfabetización digital. Que vayan mostrando cómo se utilizan, que aclaren que el teléfono es de la persona adulta y que, por lo tanto, se acompañe al menor durante su uso. “La tecnología no es mala, pero hay que aprender a utilizarla” y, para ello, Álava no solo mira hacia las familias, sino que, como Héctor Ruiz, ve en los centros educativos un aliado importante.

Álava también reclama que se haga caso de los códigos PEGI a la hora de decidir sobre el consumo de pantallas que hacen NNA. Recuerda que estos códigos no tienen relación, por ejemplo, con la dificultad de utilizar, por ejemplo, un juego, sino con el contenido al que se exponen. “Con el consumo de ocio digital somos permisivos y nos saltamos el código”.

En este sentido, también recuerda las recomendaciones de la Asociación Americana de Pediatría que establece que antes de los dos años de edad no debería haber contacto con las pantallas y entre los 3 y los 5 no debería llegar a la media hora diaria.

Educación

Para Ruiz una de las cuestiones clave es que la tecnología se use dentro del sistema educativo pero no como una sustitución del libro de texto, convertido en un PDF y proyectado en una pizarra digital o emitido por una televisión inteligente.

“Digitalizar un aula no es poner libros en pantallas”, asegura, sino tener la posibilidad de utilizar, cuando sea pertinente, dichas tecnologías. Tecnología que, además, no tienen porqué ser pasivas. “Entiendo a las familias que se quejan si llega el caso en el que se usa el ordenador en clase como si fuera un libro. “Si es así, bienvenida sea la queja, tenemos que exigir un uso más productivo” de los dispositivos.

Ruiz señala que las tecnologías al servicio de la educación pueden suponer tener al alcance de la mano la posibilidad de dar un feedback personalizado al estudiante o que el profesorado tenga información clave para poder tomar las mejores decisiones posibles.

Este experto entiende que la tecnología en educación debe tener un sentido, haber pensado en qué uso se le quiere dar y hacerlo de la manera más adecuada. “Forzar su uso no tiene sentido”, dice, “cuando no hace falta o cuando no tienes las herramientas adecuadas”.

Como recuerda, además, la escuela es el mejor aliado para que las familias puedan desarrollar una alfabetización para sus hijas e hijos. “Los profesionales de la educación se dedican a eso, a apoyar en uso responsable y productivo. A apreciar las TIC como herramienta de aprendizaje, no solo de ocio”.

Como señala Ruiz, (y quienes firman el estudio en la revista Nature), ya hace 5.000 años Platón ponía en boca de Sócrates la queja por el hecho de que la escritura, como tecnología, podría suponer una merma en la capacidad de memoria de los aprendizaje. “En el siglo XVI, publican en Nature, reinaba la histeria en torno a una nueva tecnología que amenazaba con ser ‘confusa y perjudicial’ para la mente. ¿La causa de tanta preocupación? La amplia disponibilidad de libros derivada de la invención de la imprenta”.

“Con la comida, recuerda Ruiz, hemos aprendido a autorregularnos, a elegir la ensalada en vez del azúcar o la grasa (en otros tiempos, tan importantes para la supervivencia). Vamos a tener que autorregularnos” en lo relativo al uso de las pantallas también.

FUENTE: eldiariodelaeducación.com

10 maneras de ayudar a ese amigo en depresión

No digas “anímate”: mejor haz esto para ayudar a alguien con depresión

POR: DULCE ADALID

Si te has cuestionado varias veces cómo ayudar a alguien cercano en depresión, seguramente sabrás que no sólo se trata de decir “tú puedes”. Pero aún cuando hablamos de un trastorno de salud mental, debes saber que tu amistad —sin sacrificar tu propia salud mental— puede marcar la diferencia en su proceso de recuperación.

¿Qué cosas específicas puedes hacer para acompañarle y motivar su sanación? Aquí te compartimos lo que dicen los expertos.

Desde el primer año del confinamiento por COVID-19, la depresión aumentó un 25%, según la OPS. La buena noticia es que, día a día se le va dando la visibilidad que se merece con las redes llenas de información para aquellos que buscan ayuda… pero ¿qué pasa cuando eres tú quien quiere dar esa ayuda desde una amistad positiva? Recopilamos algunas medidas que Mayo Clinic recomienda para ofrecer apoyo a esa amiga que sabes que lucha contra la depresión y te necesita.

10 maneras de ayudar a ese amigo en depresión

1-Haz tu research

Siempre, antes de querer ayudar, la buena información es clave para llegar por el camino correcto. Tan simple como googlearlo y leer noticias y estudios avalados por medios como Medline Plus o American Psychiatric Association. Te podrás enfocar en síntomas, causas y opciones de tratamiento como conocimiento general para entender mejor desde dónde está parada la otra persona. También puedes consultar libros como ¿Por qué no soy feliz? (2022) de Silvia Álava, y El papel de pared amarillo (1892) de Charlotte Perkins Gilman.

La depresión no siempre se manifiesta de la misma manera, por eso es una gran alternativa leer y escuchar distintos casos, para no solo abordarlo desde la teoría, sino del lado más humano, siempre abordándola con la seriedad y la sensibilidad que merece.

2-Comunicación abierta: la clave para cualquier relación

Iniciar una conversación sobre la depresión puede ser intimidante e incómoda al no querer decirlo, pero es un paso que lo define todo. Comienza expresando tu preocupación de manera genuina y sin juicio. Hazle saber que estás allí para escuchar, incondicionalmente (incluso si sólo quiere tu presencia).

Toma una actitud abierta y no “yo tengo la razón” durante estas conversaciones. Evita dar soluciones rápidas o minimizar sus sentimientos con el típico “por eso estás así” o “ya no te sientas mal, mejor haz esto…”. En lugar de eso, crea un ambiente donde pueda expresar sus emociones sin temor al rechazo.

3-Ofrece tu compañía

La soledad realmente puede hacer que todo se sienta más difícil y eso afecta con o sin depresión. Tu simple presencia significa mucho. Invita a tu amiga a hacer cosas juntas o hasta “cuélate” en su casa si puedes, ya sabes, como para dar un paseo o simplemente compartir una comida. Es en esos momentos donde a veces se encuentra el consuelo.

Solo asegúrate de mostrar que realmente te importa, sin presionar. Se trata de dejar un recordatorio de que no tiene que enfrentarlo sola.

4-Siempre considera la ayuda profesional

Aunque tus intenciones de estar siempre ahí sean buenas, siempre recomienda la asesoría, porque este método será lo único que le dará herramientas y estrategias específicas para atacar la enfermedad desde la raíz. A veces, las personas saben que necesitan ayuda pero no tienen energía para buscarla solas. Como amiga, lo ideal es considerar encontrar a alguien profesional.

Puedes hacer una lista con todas las opciones, para que ya nada más vea y decida por dónde comenzar; incluso podrías acompañarle a la primera cita.

5-Hábitos y más hábitos

La depresión puede afectar las rutinas diarias (tan simple como lavarse los dientes), lo que puede empeorar la situación. Por eso ayúdale a tener y mantener hábitos saludables: una dieta equilibrada, ejercicio regular y un sueño adecuado. Por ejemplo, planea una morning run y “compromete” a tu amiga para que no se eche para atrás. Al final va a liberar endorfinas, mejorando su estado de ánimo. Conseguir esos pequeños cambios en el estilo de vida es relevante.

6-Sé paciente

La recuperación de la depresión es un proceso que se da poco a poco. A veces parece que se avanza y luego hay un retroceso. Por eso debes saber que la paciencia es clave para apoyarle en cada paso. Tu objetivo es ser ese respaldo firme que le ayude a sentirse en una zona segura. De nuevo, básicamente es decirle: estoy aquí para ti.

7-Evita dar consejos (aunque parezca contradictorio)

Puede parecer muy fácil abrir Pinterest, buscar frases y luego hacer copy-paste, pensando que esto le va a ayudar y cambiar su mood… la verdad es que no. Evita frases como “anímate” o “piensa en cosas positivas”… la depresión es más que eso.

Una condición compleja no se puede superar con meras afirmaciones positivas. En vez de eso, ofrece tu apoyo siendo una mejor oyente. Dale un espacio seguro para expresarse y validar sus experiencias.

8-Más actividades

Ahora, ¿con qué actividades se combate esta crisis? Las que son las más normales y comunes posibles. Salir a caminar, ir al parque, ver una película (de comedia de preferencia), ir a comer o tomar un café. Se trata de descubrir pasatiempos que antes disfrutaban pata contrarrestar los efectos de la depresión. Estarás también trabajando en su conexión emocional contigo y con lo su perspectiva de la vida cotidiana.

9-Mantén la confianza

La confianza es fundamental en cualquier relación, especialmente cuando se trata de apoyar a alguien con depresión. Respetar la privacidad de lo que te cuenta y ves, hará su relación de confianza más fuerte y creará una comunicación abierta. Ser vulnerable requiere de valentía… devuelve la misma energía y apertura como un acto de apoyo continuo.

10-¡Cuida de tu batería emocional!

Este punto es tal vez el más revelador cuando hablamos de todo esto. Apoyar a alguien con depresión puede ser emocionalmente agotador, porque no solo sufre esa persona, también tú. Asegúrate de cuidar tu propia salud mental, poniendo límites saludables y hasta buscando apoyo si es necesario. De ahí la importancia de tener una vida con tus propias actividades e individualidad. Haz tus hobbies, trabaja, sal de vez en cuando y diviértete: renovarás tu energía para compartirla con esa persona que te necesita.

FUENTE: instyle.mx

¿Cómo ayudar a nuestros hijos a calmarse?

Calmar a nuestros hijos no es una tarea fácil. A veces nos contagiamos de su emoción y la única forma que tenemos de tranquilizarlos es diciéndoles que se calmen. 

En lugar de eso, tenemos que intentar convertirnos en su guía y apoyo en esos momentos. Pero, ¿Cómo podemos hacerlo?

Te lo cuento en este post

Y tú, ¿Qué haces para calmar a tu hijos cuando están alterados? Te leemos.

Redes Sociales y su Impacto en la Autoimagen Juvenil

En CaixaFoum de #Zaragoza

Jueves 2 de noviembre a las 18h

La sesión se centrará en analizar el papel de las redes sociales en la autoimagen de adolescentes y jóvenes, en cómo la conexión permanente, el postureo, las aplicaciones para retocar imágenes o el seguir a determinados influencers pautan las formas de estar online, condicionan la imagen que proyectan adolescentes y jóvenes en sus redes, afectan a su autoestima y aspiraciones sociales y personales, teniendo muchas veces una repercusión negativa en su salud mental.

A cargo de:

  • Santos Solano, doctor en Psicología e investigador del grupo ANOBAS de la Universidad Autónoma de Madrid. Sus proyectos y aportaciones se han centrado en temas como los TCA
  • Beatriz Romero, politóloga, feminista y activista de la diversidad. Es colaboradora y portavoz de WeLoversize, una comunidad online que lucha por el empoderamiento femenino

Moderado por:

  • Silvia Álava, psicóloga sanitaria, experta en psicología educativa, escritora y conferenciante. Es directora del área infantil del Centro de Psicología Álava Reyes y directora de formación de Aperta Consulting
  • Alejandro Gómez, investigador del Centro Reina Sofía de la Fundación Fad Juventud.

Más info aquí

¿Cómo tratar con personas narcisistas?

El individualismo y el «yoismo» es uno de los males de este tiempo, en ocasiones encontramos a personas infelices porque no encuentran a nadie que pueda estar a su altura.

¿Cómo tratar con personas narcisistas? De ello hablamos en este nuevo podcast del espacio «Paz Mental» en el programa «Las tardes de RNE»

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Por qué es bueno tener emociones negativas (spoiler: las necesitas para ser feliz)

Tristeza, frustración, rabia, decepción… Las vemos como emociones negativas cuando, en realidad, nos enseñan mucho de nosotros y son necesarias para poder tener una vida plena.

POR MARÍA CORISCO

Ante una emoción que consideramos negativa, nuestro primer impulso es apartarla de nuestra mente, borrarla sin pararnos a pensar de dónde viene, no intentar saber qué nos quiere decir. Y a menudo es un error: entender que estas emociones son buenas y aprender de ellas puede ayudarnos a superarlas y que no se queden latentes y nos hagan daño.

Por eso, tal vez la primera consideración, apunta Silvia Álava, doctora en Psicología Clínica y autora del libro ¿Por qué no soy feliz?, es la de no diferenciar entre emociones positivas y negativas. “Todas las emociones son buenas, nos traen información, nos dicen que nos ocurre algo que puede ser agradable o desagradable. Permitirnos pararnos a pensar en ellas es una labor de introspección necesaria”.

¿Qué me pasa?

Profundizar en las emociones negativas, aunque pueda parecer contraproducente a primera vista, puede tener varios beneficios:

  • Autoconocimiento. Al explorar y comprender las emociones desagradables, puedes aprender más sobre ti mismo, tus pensamientos y tus reacciones emocionales. Esto puede ayudarte a identificar patrones de comportamiento y pensamiento que quizás desees cambiar o mejorar.
  • Resolución de problemas. Al profundizar en ellas, puedes descubrir las causas subyacentes de esas emociones. Esto te brinda la oportunidad de abordar y resolver problemas que puedan contribuir a tu malestar emocional.
  • Aprendizaje emocional. A menudo contienen información valiosa sobre tus necesidades, deseos y valores. Al prestar atención a estas emociones, puedes aprender a satisfacer esas necesidades de una manera más saludable y efectiva.
  • Liberación emocional. A veces, al permitirte sentir y expresar emociones negativas de manera adecuada, puedes liberar la tensión emocional acumulada. Esto puede llevar a un alivio emocional y a una sensación de calma.
  • Empatía. Profundizar en tus propias emociones también puede aumentar tu empatía hacia los demás. Comprender tus propias luchas emocionales puede hacerte más comprensivo y compasivo con las de los otros.
  • Fortaleza emocional. A medida que enfrentas y superas las emociones negativas, puedes desarrollar una mayor resiliencia emocional. Aprender a lidiar con ellas puede ayudarte a manejar mejor el estrés y las adversidades en la vida.
  • Mejora de las relaciones. La comprensión y la gestión de tus propias emociones negativas pueden mejorar tus relaciones con los demás. Puedes comunicarte de manera más efectiva, resolver conflictos de forma constructiva y ser más consciente de cómo tus emociones afectan a las personas que te rodean.

No regodearse en las emociones negativas

No se trata de regodearse en esa emoción ni de abrirle las puertas para que campe a sus anchas por nuestra mente. “No nos interesa entrar en una fase de rumiación en la que le damos vueltas y más vueltas. Pero sí de prestarle atención, porque si eso que sentimos se queda sin atender, puede afectar a nuestra salud. Surgen así síntomas psicosomáticos: migrañas, contracturas, insomnio… Y detrás está esa emoción desagradable”.

Entre las cosas que podemos hacer, Silvia Álava propone:

  1. Prestar atención al origen de esa emoción, a la causa de que se haya producido.
  2. Reconocer la emoción que tenemos y saber ponerle nombre.
  3. Comprender, además de la causa, la consecuencia: las emociones nos van a hacer actuar, y a veces condicionan nuestro comportamiento. Respondemos «en caliente».
  4. No juzgar: “Lo que nos hace enfermar es la metaemoción, por ejemplo cuando nos decimos «no me tendría que haber enfadado». Se trata de sentir sin juzgar, la emoción nos da la información y la dejamos ir”.
  5. Entender que todas las emociones son buenas, sirven para algo y nos pueden ayudar a tomar decisiones.

Si entendemos lo que nos ocurre, le ponemos nombre y sabemos por qué se ha producido, estamos en el camino de poder gestionar de forma adecuada la emoción.

Día mundial de la salud mental #EnMiMente

Hoy 10 de octubre celebramos el Día Mundial de la Salud Mental.

Es fundamental que desde la familia se deje un momento para hablar de las emociones con los más pequeños de la casa, para poder ir corregulando sus emociones desde pequeños, que entiendan el significado de lo que sienten y sepan expresarlo de una manera asertiva.

Y es que cuidando la salud mental de los niños de ahora contribuiremos a la salud mental de los adultos del mañana.

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