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Trece preguntas incómodas sobre el colegio que muchos padres tendrán que responder esta semana

Muchos pequeños de tres años pisan en estas fechas por primera vez un aula docente. Se adentran en un mundo nuevo y desconocido, y recurrirán a usted para aclarar sus dudas.

Miguel Ángel Bargueño

Estos días, cerca de 600.000 niños españoles de tres años (alrededor del 96% de los de su edad) empezarán las clases de Primero de Educación Infantil. Alrededor de 487.000 iniciarán Primaria. Muchos de ellos —quienes no hayan pisado una guardería o accedan a Primaria, primer escalón de la enseñanza obligatoria, sin pasar por Infantil—, se enfrentarán a una experiencia nueva, en un escenario extraño (fuera de la seguridad del hogar) y rodeados de desconocidos. Alrededor de 487.000 iniciarán Primaria. Muchos de ellos —quienes no hayan pisado una guardería o accedan a Primaria, primer escalón de la enseñanza obligatoria, sin pasar por Infantil—, se enfrentarán a una experiencia nueva, en un escenario extraño (fuera de la seguridad del hogar) y rodeados de desconocidos.

¿Por qué me has abandonado?

Toda su vida, hasta ese día, el niño ha estado pegado a sus padres. Puede que no entienda que, de pronto, lo entreguen en un edificio y se marchen. «Habría que dejarle claro que en ningún momento se le ha abandonado. Decirle: ‘Has crecido, eres mayor, y por eso vas al colegio a aprender, que además es un sitio divertido», propone la psicóloga infantil Silvia Álava Sordo. «Es importante cuidar la comunicación no verbal: si ve cualquier atisbo de preocupación van a interpretar que ese sitio no es bueno; que vean una gran sonrisa».

¿Por qué no me puedo llevar mi osito?

Aunque hay centros que permiten a los niños acudir con un juguete pequeño, que quepa en un bolsillo, lo habitual es que los queridos muñecos se queden en casa. «Tienes que ir al cole a aprender, pero a la vuelta puedes jugar con tu oso», plantea la psicóloga Silvia Álava.

Trece preguntas incómodas sobre el colegio que muchos padres tendrán que responder hoy

¿Por qué no puedo comer chuches?

La respuesta tendría que ir más o menos en los términos que sugiere María Astudillo, nutricionista y codirectora de ALEA Consulta Dietética: «Las plantas y las personas somos parecidas: necesitamos comer y beber bien para estar sanos y fuertes. El abono de las plantas es como nuestra alimentación diaria: si no es sana porque comemos muchas chuches, nos convertiremos en unos niños sin energía, no podremos aprender bien ni disfrutar con nuestros amigos. Las chucherías son un abono nada sano para nuestros cuerpos, así que cuantas menos, mucho mejor».

¿Mañana tengo que volver?

Es importante hacer ver a nuestro hijo que ir al colegio es una nueva rutina en su vida. Respuesta idónea: «Igual que mamá y papá van a trabajar, tú vas al cole a aprender», formula Silvia Álava. Probablemente más adelante le expliquemos que el último día de cole es el viernes (un día ideal para descansar), así que se pasarán la semana preguntando: «¿cuándo es viernes?».

¿Por qué tengo que hacer caso a esa señorita?

«Igual que cuando estás en casa, papá y mamá, que son los mayores, te dicen cuándo tienes que lavarte los dientes, en el colegio es la profesora quien te dice cuánto tienes que hacer las cosas. Y es la persona que te va a enseñar un montón de cosas muy chulas», recomienda contestar la psicóloga. «Hay que recalcar en todo momento las cosas positivas que tiene el colegio», añade.

¿Por qué hay niños que lloran?

Una imagen clásica: pequeños quejándose a lágrima viva, incapaces de separarse de su padre o madre a las puertas de clase. Puede hacer pensar al nuestro que en ese sitio les hacen cosas malas. Silvia Álava: «Podemos decirles: ‘Hay niños que piensan que van a echar de menos a sus papás o como no sabían cómo iba a ser el colegio podían estar un poco asustados. ¿Pero dejaron de llorar después? Seguro que se lo pasaron muy bien’. Hay que interesarse por sus emociones, pero luego subrayar que se lo van a pasar muy bien».

Trece preguntas incómodas sobre el colegio que muchos padres tendrán que responder hoy

¿Por qué tengo que hacer nuevos amigos si ya tengo a los míos?

Según Álava, «es difícil que un niño antes de tres años tenga amigos. Se podrá relacionar circunstancialmente con otros niños en el parque, pero el concepto de amistad no se ha desarrollado. De todas formas, no vamos a imponerles el hacer amigos. En el cole tienen esa posibilidad. Podemos explicarles que es precisamente en el colegio donde se forjan las primeras grandes amistades y, si es posible, acompañarlo con el ejemplo de alguno de los padres, si conserva algún amigo del colegio».

¿Por qué me ponen judías verdes si no las como en casa?

Puede explicar que «aportan fibra (para que tu intestino funcione genial) y minerales como el hierro (para que seas más fuerte cada día). Quizá el primer día que las pruebes no te hagan mucha gracia, pero es bueno darles una oportunidad más: ¡quizá el próximo día las cojas con más ganas o estén cocinadas más ricas!», dice la nutricionista María Astudillo. Y después, si no las prepara en casa, anímate a hacerlo.

¿Por qué tengo que llevar babi?

La respuesta debe enfatizar la función de pertenencia a un grupo que implica el uniforme. «¿Has visto que todos los niños lo llevaban? Significa que sois compañeros del mismo colegio, y os distingue de niños de otros colegios», enuncia Silvia Álava.

Si estoy malito un día, ¿tengo que ir al cole?

Conviene que tenga claro que, si tiene fiebre, «no puede rendir en el colegio y, conforme pasan las horas, puede tener otros síntomas como vómitos, diarreas, dolor de cabeza, manchas en la piel que hay que vigilar….», dice la doctora Ana Isabel Ramírez Gomara, portavoz de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap). Además, «lo más probable es que esté iniciando un proceso infeccioso con una alta probabilidad de contagiar a los demás niños y profesores del colegio».

Trece preguntas incómodas sobre el colegio que muchos padres tendrán que responder hoy

¿Por qué no puedo quedarme durmiendo, si tengo sueño?

«Les podemos exponer que igual que papá y mamá se levantan temprano para ir a trabajar, él tiene que hacer lo mismo para ir al cole. Y si tiene sueño, lo que debe hacer es acostarse antes por la noche. En eso sí que hay que ser bastante tajante. Vemos que hay niños bastante dormidos por las mañanas y el problema es que se están acostando muy tarde. Y llegar tarde al cole no es una opción», dice Silvia Álava.

¿Por qué tengo que dormir la siesta en una colchoneta?

Lo ideal en este caso sería transmitirle con nuestras palabras cercanas lo que apunta la pediatra Ana Isabel Ramírez Gomara: «Dormir la siesta tiene importantes beneficios para el desarrollo infantil: se consigue la recuperación de energía física y psíquica, elimina las tensiones y el cansancio del niño, hace que estén preparados para afrontar las actividades de la tarde con buen humor, consigue que estén más tranquilos y más sociables. Además, se ha demostrado científicamente que el sueño permite que se generen más conexiones neuronales y se aumente la plasticidad del cerebro, consiguiendo que la memoria y el aprendizaje se consoliden. También durante el sueño se libera la hormona del crecimiento, lo que contribuye al desarrollo físico normal del niño y puede influir en el sistema inmunológico, haciendo que el niño enferme menos».

¿Por qué no puedo ir en mi sillita?

Hay niños (y padres) a quienes le cuesta jubilar este instrumento que tanta comodidad aporta. Sea como fuere, debe evitarse para acudir al centro escolar, recomienda la psicóloga Silvia Álava. «Al cole hay que ir andando. Debemos hacerles comprender que son mayores, y los mayores van andando. A esa edad hay que empezar a educar en autonomía. Tampoco conviene llevarlos en brazos: luego hay que arrancarlos de los brazos de los padres», sostiene.

FUENTE: Diario El País

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