Deberes en verano

¿Tienen que hacer los niños deberes en verano? Colaboración con Papasehijos.com

Os adjunto la colaboración realizada con papasehijos.com sobre el controvertido tema de los deberes, más aún en verano:

Estamos en pleno mes de julio, los niños llevan casi un mes sin colegio y algunos adultos ya han disfrutado de sus días de vacaciones y para otros están a punto de llegar. En esta época del año muchos padres se plantean si sus hijos tienen que hacer deberes de verano en estos meses sin clases.

La respuesta dependerá de la edad del niño y del nivel de competencia adquirida durante el curso, así en la etapa de adquisición de la lectoescritura y del cálculo, conviene que los niños sigan trabajando un rato todos los días en ambos procesos hasta que estos estén automatizados.

Bastaría con leer todos los días unas páginas o un capítulo de un libro, contestar a unas preguntas del mismo para así trabajar la lectura comprensiva y hacer un resumen de lo leído, para reforzar la habilidad de síntesis. Además, también conviene leer en voz alta respetando los signos de puntuación y corrigiendo posibles errores para trabajar la fluidez y las habilidades de entonación. Cómo también hay que trabajar la escritura, podemos hacer un dictado al niño del texto que previamente ha leído. Será importante que cuide la caligrafía, y sobe todo la ortografía. Para trabajar este último punto, será siempre el niño quien corrija su dictado, no el adulto, ya que el objetivo es que corrija sus errores de su léxico visual, no solo del papel. Podemos darle el libro del que se realizó el dictado y pedirle qué él mismo lo corrija, y una vez realizada su corrección que el adulto repase con él las faltas que puedan habérsele olvidado.

Cuando son pequeños, otro de los aprendizajes claves que se deben de reforzar durante el es el cálculo y razonamiento numérico, por eso puede ser oportuno que realice algunas cuentas y problemas siempre ajustadas a su edad y nivel escolar.

Los deberes de verano no deberían llevarle más de una hora de trabajo, haciendo un pequeño descanso de unos cinco minutos entre una materia y otra. Lo ideal sería que el niño lo realizase por la mañana, a primera hora, después de desayunar, para así ya después tener todo el día libre para jugar y disfrutar del verano.

Si las notas no fueron buenas, o el profesor nos informó que hay áreas que tiene que reforzardurante el verano, lo ideal es pactar con el tutor el trabajo a realizar, dado que en estos casos suele ser muy habitual que el niño tenga que entregar los cuadernillos de refuerzo a la vuelta al colegio en septiembre.

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