Cómo hablar a los niños de la guerra: 7 puntos a tener en cuenta… y vigila o apaga las pantallas
Por P.J.G.
Desde hace 2 semanas la guerra de Ucrania llega a Occidente mediante radios, televisores e Internet. También empiezan a llegar refugiados: son ya 2,3 millones a 10 de marzo, según Naciones Unidas (1,4 en Polonia, 214.000 en Hungría, 165.000 en Eslovaquia…). Muchos cientos de miles son niños, y algunos de esos niños llegarán a los colegios y parques de España.
Los niños españoles y de otros países hispanos saben que hay guerra y ven alterados a muchos adultos. También ven imágenes duras en televisión. ¿Cómo hablar con ellos de lo que pasa?
1. Sí, hay que hablar con los niños de la guerra
El psicólogo Ezio Aceti, fundador de la asociación Parvus, explicaba en VaticanNews que los padres deben hablar de la guerra con sus hijos. No tiene sentido esconderlo, es algo que está ahí. Anima a explicar a los niños que sí, hay guerra, y que eso es algo que provoca miedo, tristeza y angustia, «emociones que los niños entienden». «Aunque no podamos explicar todas las razones, hay que decir que hay alguien que ataca a otro. Hasta hace unos días, las bombas no caían sobre los edificios, hoy sí», añade.
2. Hay que animar a la acción en positivo, incluyendo la oración
El psicólogo Aceti anima a «terminar con propuestas que den sentido. Tenemos que sembrar experiencias de paz, enseñando a tratar a los demás por la paz. Podríamos organizar reuniones para hablar de ello, proponer recogidas de bienes materiales, pero también de dictados o poemas, de pensamientos…» También es útil orar por la paz, que es una forma de ayudar. «Podemos rogar a Dios que sacuda los corazones de los gobernantes, para alcanzar el bien de todos. Y orar también por los niños que sufren».
Vale la pena enseñar a los niños la bienaventuranza: «Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios» (Mt 5, 9).
3. Preguntemos a los niños: «¿qué sabes, qué crees que pasa?» Escuchemos con paciencia
La psicóloga infantil Silvia Álava, entrevistada en Agencia Efe, afirma que el primer paso es preguntar a los niños lo que creen que pasa y lo que sienten y escucharles con atención.
«Hay que pedirles que pregunten todo lo que necesiten saber. Los padres somos sus figuras de referencia y, si no sienten en confianza con nosotros, irán a buscar las respuestas a otro lado o en internet, donde pueden encontrar imágenes duras que les creen un cierto shock», advierte.
La psicóloga familiar Amalia Gordóvil también anima a preguntar a los pequeños. «No hay que dar por hecho que tienen miedo a una posible III Guerra Mundial porque quizá lo que más les inquieta es no entender que Putin pueda dormir con la conciencia tranquila», apunta. Anima a «responderles a todo lo que pregunten y siempre dándoles mucha seguridad».
4. Quitar el telediario, reducir la televisión
Silvia Álava propone que los niños no estén presentes si vemos el telediario. «Si a los adultos nos remueven por dentro [esas imágenes], imagínate a los más pequeños», dice. También la psicóloga especializada en terapias familiares Amalia Gordóvil pide en agencia Efe restringir la exposición a las imágenes más duras porque «no las van a entender ni contextualizar y sí les pueden provocar miedo e insomnio».
5. Hablando, transmitir tranquilidad y sosiego
Silvia Álava señala que los niños prestarán más atención al ambiente y emociones en casa que a las palabras, aunque las palabras también importan. Los adultos han de serenarse y contagiar esa serenidad.
Se le puede decir al niño: «Es normal que estés triste y enfadado, los papás también lo estamos, porque a nadie le gustan las guerras. Pero tú estás aquí a salvo junto a tu familia, lejos del conflicto», propone.
Si los niños despiertan con pesadillas por imágenes que hayan visto en las pantallas, Amalia Gordóvil pide abrazarlos y calmarlos, decirles que están a salvo en casa y hacerles pensar en cosas que les gusten. Por ejemplo, se le puede preguntar al niño: «¿cómo sería tu planeta ideal?», y así ponerle a imaginar cosas buenas.
6. Una cosa es el gobernante, y otra los pueblos
Una cosa es Putin y otra los rusos, y eso lo puede entender un niño. Los niños españoles pueden conocer niños rusos y ucranianos en el colegio, o ver tiendas y restaurantes rusos y ucranianos en sus barrios. Deben entender que no están en la guerra, aunque sí pueden estar ayudando a construir la paz.
La psicóloga Silvia Álava cree «muy importante que desde pequeños aprendan que un determinado país no tiene la culpa de que su presidente tome una decisión tan errónea y dramática como es la guerra. La culpa no la tienen los niños rusos que están en clase, ni muchísimo menos».
7. Enseñar a construir la paz desde ya
En Magisnet, Sonia Martínez Lomas, psicóloga y directora de los centros Crece Bien de Madrid, anima a que los niños puedan «tomar control» de la situación actuando para construir el bien.
«Se trataría de explicarles que para que no haya guerras en el futuro, ellos pueden aprender a resolver conflictos sin pegar en el recreo o en el parque, a ayudar a los demás a que los resuelvan, pueden aprender a ser amables y a compartir. Esto les dará un papel a realizar”, explica la psicóloga.
También es importante explicar a los niños que mucha gente está haciendo cosas buenas: entregan ropa, alimentos, rezan por la paz… es una buena ocasión para llevar a los niños a estas actividades.
Una carta para los niños pequeños
Ezio Aceti y Stefania Cagliani han preparado una carta con ideas para niños de hasta 6 años, que reconocen dos emociones básicas: la tristeza y el miedo.
Carta a los niños,
Hoy tengo que hablaros de algo muy importante que está ocurriendo en un país lejano. Se llama guerra. Cuando la gente va a la guerra, utiliza las armas para hacerse daño y, a veces, para hacer que alguien muera. Algunas personas resultan heridas y tienen que ir al hospital. La guerra hace llorar a la gente. La gente sufre, las casas son destruidas, y las escuelas y los parques infantiles. Cuando hay guerra, no puedes salir a la calle a jugar con tus amigos, no puedes hacer fiestas. La guerra da mucho miedo. Cuando tienes miedo, ya no puedes ser feliz, no puedes jugar y no puedes tener muchos amigos.
Nosotros vivimos en paz, por eso puedes ir a la escuela, jugar con tus amigos e invitar a tus abuelos a casa. Vosostros, niños, sabéis que llorar y tener miedo no son cosas que te gusten. Muchos niños, donde hay guerra, tienen miedo y lloran.
¿Qué podemos hacer juntos para acabar con la guerra? ¿Para que nadie en el mundo, ni hoy ni nunca, tenga que enfrentarse a la guerra? ¿No puedes hacer nada porque eres demasiado pequeño? ¡No es así! Tú puedes hacer mucho para acabar con la guerra y restablecer la paz. Puedes mostrar al mundo que es posible ser amigos, aunque seamos diferentes.
Para ayudar a las víctimas de la guerra en Ucrania, Cáritas Española ha abierto esta web y la cuenta Caixabank ES31 2100 5731 7502 0026 6218
FUENTE: religionenlibertad.com