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6 Claves para el desarrollo de la identidad de niños y adolescentes. Colaboración para la revista Padres y Colegios

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Cómo influyen las películas de terror en los miedos de los niños. Colaboración con GuíaInfantil

¿Pueden los niños ver películas de terror? ¿Les puede afectar? ¿Puede hacer que luego tengan más miedos y pesadillas? Responde a todas nuestras dudas sobre miedos infantiles Silvia Álava, psicóloga infantil:

¿A qué edad deben realizar los niños las tareas domésticas? Colaboración con Zen del diario El Mundo

Muchos padres se han convertido en los mayordomos de sus hijos

Se ha perdido la dinámica de ayudar en casa

«¿Cómo quieres que coma si no tengo tenedor?». «¿Me traes agua?». «¿Por qué no me has puesto pan?». La escena se repite noche tras noche en miles de hogares españoles. Padres convertidos en mayordomos que atienden solícitamente todas las demandas de sus hijos.

Por la mañana, la situación no es muy distinta. Mamás y papás estresados que se levantan a la carrera para preparar el desayuno, hacer la cama, colocar la ropa, ordenar las mochilas, peinar a sus retoños…

Lo cierto es que en muchos hogares los niños no sólo no tienen asignada ninguna tarea doméstica, sino que sencillamente no hacen nada. En opinión de la psicóloga Maribel Martínez, en la sociedad actual se ha instalado un modelo de educación complaciente diseñado para que los menores vivan entre algodones y no tengan que acarrear ninguna labor incómoda.

«Es triste pero se ha perdido la dinámica de ayudar en casa. Los padres no incorporan la importancia de estas tareas, sino al revés. Dicen: ‘Pobrecito, está cansado, ya lo recojo yo’. Les acaban convirtiendo en inútiles», declara Martínez, coautora del libro Niños sin miedos.

A todo ello hay que sumar que los progenitores se han volcado por completo en los estudios, los idiomas y las actividades extraescolares de sus pequeños y se han olvidado de algo esencial: enseñarles a colaborar en el hogar. Es más, se puede dar la paradoja de que los niños hablen inglés y alemán, practiquen surf y snowboard, dominen el ajedrez y el piano, pero no sepan hacer la cama ni atarse los cordones de los zapatos.

Asumir responsabilidades

¿Es esta sobreprotección beneficiosa para ellos? La respuesta es no. Educadores y antropólogos argumentan que asumir responsabilidades es una parte fundamental en la educación de los críos. Aprender a realizar las tareas domésticas y a cuidar de sí mismos son habilidades importantes que deben alcanzar para ser independientes y poder desenvolverse en un futuro.

Sin embargo, adquirir responsabilidad es un proceso a largo plazo. Precisamente, ése es uno de los errores más comunes que cometen los adultos: un buen día se levantan y deciden que su hijo debe hacer una serie de labores sin haber realizado un trabajo previo. Entonces, el niño se resiste y comienzan las interminables discusiones sobre quién hace qué.

Por tanto, la clave está en empezar lo más pronto posible e ir mostrando desde pequeños labores sencillas para que las vayan interiorizando. Cada tarea debe estar adaptada a la edad del menor y a su grado de madurez: «A un niño de dos años le podemos dar el pañal cerrado y decirle que lo tire a la basura. A los tres, están en condiciones de llevar la barra de pan. A los seis, pueden poner la mesa y a los ocho, hacer la cama», explica la psicóloga y profesora Silvia Álava. De hecho, en las edades más tempranas, los chiquillos están deseando ayudar e imitar a los mayores y es algo que hay que aprovechar.

En opinión de Álava, lo importante es dejarles claro desde un primer momento que los quehaceres domésticos son un trabajo en equipo y que los padres no son sus sirvientes. «No se trata de que tengan que encerar el suelo ni de sacar brillo a los muebles, pero todos tienen que colaborar», añade.

Otro de los requisitos necesarios para comenzar este aprendizaje es armarse de paciencia. Muchas madres pierden tanto tiempo en convencer a sus hijos de que hagan las faenas que, al final, deciden hacerlas ellas mismas. Además, en ocasiones son demasiado exigentes y esperan que los pequeños hagan las labores perfectas.

«A veces el adulto por falta de tiempo o de paciencia no permite que el niño ordene su mochila del cole, haga su cama aunque tenga arrugas o no pueda llevar el vaso por miedo a que se rompa… Es importante que si el pequeño dice ‘yo solo’ se le permita que lo haga a su manera y esperar a que pida ayuda. Si no, estás boicoteando su proceso de autonomía», sostiene Yolanda Cuevas, psicóloga e instructora de mindfulness.

Si no se ha hecho la labor pedagógica previa, nunca es tarde para empezar. Primero hay que establecer una serie de normas, consensuadas entre los padres, y asignar a cada hijo una tarea. Si ésta no se cumple, debe haber consecuencias y hay que ser firme con ellas. Por ejemplo, si el crío no lleva el polo al cesto de la ropa sucia, se quedará sin lavar.

Y ¿deben tener una recompensa por ayudar en casa? Los expertos consultados por ZEN consideran un error darles una paga porque supone condicionar la realización de las labores a una compensación económica. Es necesario inculcarles los valores de la convivencia y hacerles entender que la familia entera se beneficia de estas tareas: por ejemplo, todos sus miembros necesitan platos limpios para comer o ropa aseada para salir a la calle.

En definitiva, los niños deben aprender a responsabilizarse de las tareas y de sus cosas y los padres tienen que confiar en ellos y no subestimarlos. Porque son capaces de hacer mucho más de lo que creemos.

Hacemos un listado de las faenas que pueden hacer los pequeños de la casa:

¿A qué tiene miedo los niños de 0 a 5 años? Colaboración con Guía Infantil

Los miedos en niños de 0 a 5 años. ¿Puede un bebé tener miedo? ¿A qué edad tienen miedo a los monstruos los niños?

Los padres no suelen preocuparse tanto cuando es su hijo quien ejerce el acoso. Colaboración con TodoPapás

La psicóloga Silvia Álava nos habla sobre salud emocional de los padres, sobre el importante papel de las amistades en los niños o sobre qué podemos hacer cuando nuestro hijo es víctima de acoso escolar o cuando lo está ejerciendo.

¿Cómo cambia la forma de educar cuando un niño alcanza la época autónoma en torno a los 8 años? ¿Qué puedo hacer si mi hijo sufre bullying? ¿Y si él/ella es el que lo ejerce? ¿Cómo puedo cuidar mi salud emocional y evitar desgastarme criando a mi hijo? ¿Qué puedo hacer para fomentar amistades en mi hijo?

La psicóloga Silvia Álava, autora de autora de ‘Queremos hijos felices. Lo que nunca nos enseñaron’ y ‘Queremos que crezcan felices. De la infancia a la adolescencia’, que ya nos habló de felicidad sin sobreprotección o de los beneficioso de que los niños se aburran, nos responde.

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Con los 7-8 años de los niños se alcanza una nueva etapa. Aún son niños, pero también su propia autonomía e independencia empiezan a emerger. ¿En qué cambia la manera de ser madre y padre en este periodo? ¿Qué consejos das para poner límites en esta etapa?

A partir de los 7-8 años los niños son mucho más autónomos y cada vez van necesitando menos a sus padres para las cuestiones de autonomía, así, por ejemplo, se duchan solos, se visten solos… pero hay que seguir acompañándoles en el proceso y seguir fomentando que sean responsables, por ejemplo, siendo ellos los que apunten en la agenda los deberes y las tareas a realizar, haciendo los deberes solos…

Cada padre, cada madre, tiene que decidir cuáles son las normas y los límites y ponerse de acuerdo entre ellos. En educación la estrategia “poli bueno, poli malo”, no funciona. A los niños les da mucha más seguridad que sus padres sigan ambos la misma pauta educativa. No obstante, normas como no gritar, no faltar al respeto… es conveniente que sigan presentes a lo largo de toda la convivencia familiar.

Los amigos tienen un importante papel en el desarrollo de los niños. ¿Qué papel podemos tener los padres en este aspecto (potenciando ciertas amistades, intentando evitar otras que creemos negativas…)?

Tener amigos es algo fundamental de la vida, hay una frase que dice que “quien tiene un amigo tiene un tesoro” y es cierto. De hecho, está demostrado que tener relaciones sociales de calidad y buenos amigos es un factor predictor de la felicidad. Por eso conviene fomentar que los niños tengan amigos desde bien pequeños, pero sin forzar las situaciones.

Cuando los niños son muy pequeños juegan junto a otros niños, luego ya empieza a haber un juego compartido. En un primer momento los amigos de los niños son circunstanciales, es decir, sus amigos son los niños que tiene cerca, como pueden ser los niños con lo que va a una actividad, con los que coincide en el parque, los compañeros de clase o los hijos de amigos de sus padres, pero según va creciendo, será el propio niño quien en función de sus intereses elegirá a sus propios amigos.

Los padres pueden hacer muchas cosas para fomentar las amistades en sus hijos, por ejemplo:

  • A través del modelo que todo padre y madre es para su hijo, que los niños vean que sus padres tienen amigos, quedan con ellos, hacen cosas juntos, se ayudan y se respetan.
  • Fomentando que estén con más niños, cuando son pequeños en el parque o apuntándoles a actividades deportivas.
  • Permitiendo que, de vez en cuando, pueda invitar a algún amigo o amiga a jugar a casa.
  • Lo que no suele ser conveniente es forzar la amistad con un determinado niño cuyos padres pueden ser muy amigos nuestros, pero que los niños no congenien, o prohibir ir con determinados niños o niñas.
  • Si no nos gustan los amigos de nuestros hijos, será más beneficioso explicarles las conductas concretas que no nos parecen bien de esos niños, para que el niño o niña lo entienda y se dé cuenta, que prohibirle directamente que sean amigos.

 

En tu libro hablas de algo que a veces se pasa por alto: el desgaste emocional de ser madre o padre. ¿Qué pautas puedes dar para gestionarlo o evitarlo?

Muchos padres nos comentan en la consulta de psicología, que al final consiguen que sus hijos hagan los deberes, se duchen, cenen, salgan de casa a su hora… pero con un gran desgaste emocional. De nuevo, en estos casos les pedimos que observen qué es lo que está pasando, y nos damos cuenta que los niños se han acostumbrado a que estén papá y mamá encima para funcionar. Algunos cambios simples, pero efectivos, son:

  • Prestar más atención a los niños cuando obedecen que cuando no lo hacen.
  • Pedirles las cosas con tiempo, para evitar que las prisas generen una importante carga de estrés tanto en los padres como en los niños. Es mejor acostarles antes por la noche y levantarse por la mañana con tiempo de vestirse, desayunar, lavarse los dientes… que, por dejarles dormir un rato más, luego estemos estresados desde que nos despertamos.
  • Hacer un pacto: obedecemos a la primera y el tiempo que antes empleábamos en regañinas y enfados, lo cambiamos por unos minutos de juego juntos.

 

¿Crees que los padres intentan llegar a más de lo que pueden? ¿Cómo pueden “elegir sus batallas”?

En ocasiones es cierto que los padres se agotan porque no aprenden a distinguir lo que es importante de lo que no lo es y eso les hace participar en un sin fin de batallas diarias. Establecer las normas y los límites puede ayudarnos a valorar en qué cosas entrar y en cuáles no. Por ejemplo, hacer los deberes es algo obligatorio, o ir al colegio, pero no perdamos las fuerzas en conseguir que el niño o la niña realice una actividad extraescolar que no quiere o él no ha elegido.

 

Se estima que más del 50% de los menores y el 30% de los adolescentes sufre algún tipo de acoso ¿Qué papel tienen los padres en estos casos? ¿Cómo recomiendas actuar ante la noticia de que tu hijo puede estar sufriendo bullying?

Es importante fomentar la comunicación con nuestros hijos, para que se sientan libres de contar cualquier cosa que les ocurra en el colegio o donde sea. Que vean que sus comportamientos y sentimientos no van a ser juzgados y, sobre todo, que se puedan sentir comprendidos.

También es fundamental trabajar la autoestima de los niños, para que se sientan seguros, y el comportamiento asertivo, que sepan decir lo que quieren, lo que sienten, sin imponerse a los demás, pero sin callarse. Y por supuesto, no podemos olvidar, que los niños cuyos padres tienen un estilo educativo basado en la sobreprotección, es más probable que sean víctimas de acoso, por eso hay que trabajar con los niños para que desde pequeños sean autónomos, seguros y asertivos y que cuenten con las competencias emocionales para desenvolverse con éxito en la vida.

Por último, ¿qué se puede hacer cuando es tu hijo/a es el que ejerce el acoso?

Los padres suelen preocuparse mucho cuando sus hijos son víctimas de acoso y no tanto cuando son los acosadores. Y esto es algo que debe de cambiar. En un porcentaje muy elevado de los casos con una regañina y una charla se da por cerrada la cuestión, cuando hay que trabajar con estos chicos y chicas.

Hay que enseñarles a ser empáticos y a que se pongan en lugar del otro, a ser asertivos, y que aprendan a sustituir sus comportamientos agresivos por conductas asertivas y, sobre todo, se debe insistir mucho en el trabajo de la inteligencia emocional. Se trata de enseñarles a identificar tanto sus emociones como las de los demás, a facilitar emociones positivas, a comprender las emociones y a regularlas. El trabajo de autocontrol suele ser fundamental en estos casos.

FUENTE: TodoPapas.com

 

El entorno: Un constante educador. Resumen de la Jornada EducAcción: Somos lo que aprendemos. V Encuentro con la Psicología: 5 Problemas 5 Respuestas

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El entorno: Un constante educador

Este es el tema de la “3ª sesión del V5x5 titulado este año “EducAcción: Somos lo que aprendemos” organizado por el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, La Casa del Libro y dirigido y presentado por Lecina Fernández.

Para iniciar la tarde se proyectó la película Big Fish  porque el cine es el Arte que nos acompaña en este V Encuentro.

Lecina Fernández abrió la tarde presentando la importancia del entorno en la educación por la interacción constante personas-entorno y viceversa, y la presentación de los ponentes.

Silvia Álava Sordo, psicóloga, nos comentó que la educación es el soporte de una sociedad mejor. Es fundamental pararse a observar, qué hacemos, qué decimos, cómo contestamos a los niños y cuál es el modelo que les ofrecemos, dado que los niños copiarán a sus adultos de referencia: padres y maestros.

somos-lo-que-aprendemos-maria-acasoMaría Acaso, profesora,  expuso la rEDUvolution (la revolución educativa) que apunta a la necesidad de ejecutar una transformación real en los espacios educativos a través de cinco ejes clave: 1)Aceptar que lo que enseñamos no es lo que los estudiantes aprenden. 2)Cambiar las dinámicas de poder. 3)Habitar el aula. 4)Pasar del simulacro a la experiencia y 5)Dejar de evaluar para pasar a investigar.

Animamos a todos a poner en marcha con mucha ilusióntodo lo a-prendido.
¡Gracias a todos!

Podéis leer esto y muchas más cosas muy interesantes en la página web de Lecina Fernández, organizadora de las jornadas: lecina.es

EducAcción: somos lo que aprendemos. V Encuentro con la Psicología: 5 Problemas 5 Respuestas

No te pierdas mañana el V Encuentro con la Psicología: 5 Problemas 5 Respuestas. Entrada libre

EducAcción

Por qué los adolescentes prefieren Instagram. Colaboración con el diario ABC

CARLOTA FOMINAYA carlotafominaya Madrid

El éxito de esta red social y sus #hashtags entre los niños y adolescentes españoles es incuestionable. Con más de 8 millones de seguidores en todo el país, Instagram está de moda, y mientras sea así seguirá creciendo y creciendo. ¿A qué es debido esto? Tal y como explica Guillermo Cánovas, director del Observatorio para la Promoción del Uso Saludable de la Tecnología (EducaLIKE), «a que, en buena medida, es percibida como una red juvenil, mucho más fresca y dinámica que las otras, con un acceso fácil desde los terminales móviles. Facebook, por el contrario, parece una red quizá más dirigida a los mayores. Y la funcionalidad es sin duda el absoluto protagonismo de la fotografía».

Lo corrobora el estudio «Motivaci0nes sociales y psicológicas para usar Instagram» realizado por Mariona Prades y Xavier Carbonell, profesores de laUniversidad Ramón Llull de Barcelona, cuyos resultados muestran que Instagram, ofreciendo un servicio parecido al de Facebook, permite a jóvenes y adolescentes crear un espacio más personal e íntimo a los ojos de los adultos. «Es un lugar donde ellos se sienten más libres y pueden expresarse mejor, y posiblemente este sea el motivo por el que crece el número de nuevos usuarios entre 16 y 30 años», aventura Carbonell.

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Aceptación del grupo

Una red, prosigue Cánovas, también autor del blog Kids and Teens on Line, «perfecta para chicos acostumbrados a inmortalizar con sus smartphones todo cuanto viven, y donde la privacidad es relegada a un segundo plano ante la necesidad de relación, aceptación e integración en el grupo». En cualquier caso, este experto advierte que, al margen de las cuestiones relativas a la seguridad y privacidad que puedan surgir, es necesario trabajar con los menores de edad sobre dos aspectos en los que muchos de ellos han entrado a competir: el número de seguidores en sus perfiles, y el número de “Likes” o “Me gusta” que consiguen obtener en una fotografía. «Estas dos cuestiones son primordiales en la relación que los menores establecen con la red social, y son utilizadas como baremos para medir su nivel de éxito en la propia red», advierte.

Inseguridad

De esta forma, y si atendemos al número de seguidores, los adolescentes«instagramers» no dudan en aceptar seguidores que no conocen, con tal de aumentar su «popularidad». De hecho, continua este experto, es muy común, aunque no se puede generalizar, el porcentaje de los chicos que aceptan peticiones de seguidores que no conocen, superando los 150-190 «followers», que es considerado el número «Dunbar» o la cifra máxima de personas con los que puedes relacionarte con éxito en la sociedad. «Ellos creen que controlan porque han sido quienes han aceptado la solicitud de amistad, pero en realidad no conocen a la mayoría de individuos ni lo que pueden llegar a hacer con sus fotos», señala Cánovas.

Los adolescentes creen que el número de seguidores les confiere «categoría», según el director de EducaLike, por lo tanto, «un joven con 300 seguidores será considerado como mucho más popular que otro con solo 35 seguidores. Del mismo modo, una fotografía que es “premiada” por el grupo de seguidores con 100 ó 150 “Me Gusta”, será más valorada y motivo de gran satisfacción para quien la haya colgado. Este factor estimula de forma automática su cerebro, reforzando su autoestima y su nivel de aceptación», apunta este experto.

También es señalable el narcisismo: «Las fotos que más Like reciben no son las fotos en las que salen solos/as, sino las fotos de eventos, fiestas, actividades o salidas en grupo. El estado de ánimo siempre positivo y alegre es otra constante, como no podía ser de otra manera».

Aceptación y popularidad

Esto puede ocurrir, explica la psicóloga Silvia Álava, porque los adolescentes «son mucho más sensibles a cualquier valoración externa, ya que se encuentran en un momento de reestructuración cerebral y su autoconcepto, en plena formación». De hecho, tal y como señala Cosette Franco Muñoz, socia-fundadora de Método Mentoris, «hay demasiados menores que confunden el afecto con el número de “Me gusta” que tienen en una foto de Instagram».

Para Cánovas, sin embargo, lo que ocurre es que «algunos chicos traducen los “Me gusta” con popularidad, pero si un día reciben solo 8 likes se sienten fatal, hasta el punto de que llegan a retirar la foto. Prefieren tener menos imágenes colgadas en la red pero con más éxito entre sus seguidores».

FUENTE: DIARIO ABC

Viernes de Podcast: aprender a cómo ser unos padres trabajadores y no morir en el intento. En Capital Emocional de Capital Radio

Capital Emocional – 01/06/2016 Descargar
Duración: 60:00m
Como reflexión inicial: “Sin presión. Sin estrés”, apostamos por La semana de los libros y las emociones en nuestra Conversación del día (Marta Prieto Asirón y Editorial Kolima). “La Píldora de la Felicidad” nos revela cómo dejar de Vivir en la expectativa (Nuria Carrasco Roldán) y Tecn-Inno-Emoción nos desvela la diferencia entre Realidad Virtual y Realidad Aumentada (Grupo SMS Europa y Daniel Kumpel), donde justo después aprender a cómo ser unos padres trabajadores y no morir en el intento en nuestra sección “Educa” (Silvia Álava Sordo). ¡Eleva tu dosis de Capital Emocional. Pincha en la foto para escuchar el progama:

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