La generación sándwich: agotada a nivel emocional y económico
En los últimos años han tenido lugar muchos cambios en la sociedad que han afectado tanto a la generación de mayores como a sus hijos.
Por Gema Figueroa
Las causas por las cuales se comenzó a hablar de la ‘Generación sándwich’ son que la maternidad se ha ido retrasando, se tienen los hijos cada vez más tarde; y el aumento de la esperanza de vida, la Organización Mundial de la Salud señaló que una de cada seis personas en 2050 tendrá más de 65 años en todo el mundo.
La ecuación resultante de estos dos aspectos ofrece un panorama poco alentador para el grupo de personas que se encuentra entre los 30 y los 55 años.
Se dedican a cuidar a los hijos y a los padres simultáneamente
«La maternidad se ha retrasado. Esto significa que en este momento hay muchas mujeres que se están encontrando que tienen que cuidar de sus hijos, porque todavía son pequeños, y que ya empiezan a tener unos padres mayores que empiezan a tener achaques, en ocasiones relacionados con la edad y en otras porque tienen algún tipo de enfermedad y necesitan un cuidado» afirma Silvia Álava, psicóloga y directora del área infanto-juvenil en el Centro de Psicología Álava Reyes.
No eres ‘superwoman’ es que es imposible que puedas con todo lo que te has echado encima
Principalmente son mujeres, que se sienten tremendamente agotadas, que ya no pueden más porque el espacio para ellas se ha reducido completamente porque se dedican a cuidar a los hijos y a los padres simultáneamente.
Compaginar cuidados simultáneos de menores y adultos
Parece que si las mujeres no ejercen el rol de cuidadora aparece la culpa, porque se tiene un alto nivel de exigencia.
«La mujer es cuidadora porque es el rol que se le ha asignado a nivel social. Es verdad que hay mujeres que sí que pueden tener esa vocación, pero hay muchas otras que no es una vocación y se espera que sea la mujer la que cuide de los hijos» nos cuenta Silvia.
Esto puede llegar a generar un alto nivel de estrés y ansiedad, porque son muchos los temores a los que se están enfrentando.
La mujer es cuidadora porque es el rol que se le ha asignado a nivel social
El papel de la corresponsabilidad
En el cuidado infantil sí vamos viendo una progresiva involucración de los hombres. Hablamos de corresponsabilidad.
«A nadie le sorprende en un determinado momento que un padre no esté porque está trabajando o haciendo otras cosas. Pero que no esté una madre ya no es lo mismo» nos cuenta la psicóloga.
Y en el cuidado de los padres también se ha asociado a que es la mujer la que cuida, es un tema cultural.
Muchas veces no es elegido, es lo que toca y se espera
El conflicto de género no se da solo en la pareja
A veces el conflicto de género no se da solo en pareja, también se da entre hermanos. Incluso muchas veces son los propios padres, que pertenecen ya a otra generación superior, los que esperan que tiene que ser la hija la que los cuide.
«Antiguamente incluso se tenían hijas porque eran las que luego se tenían que quedar al cuidado. ‘Hay que ir a por la niña que sino nos vamos a quedar sin esa persona que nos cuide’. Y eso, que es algo que ahora nos puede llamar muchísimo la atención, cuidado, porque las generaciones anteriores era algo que podía ser incluso habitual, estaba bien visto y se opinaba así. Y parece ser que al final nos sigue pesando y son las mujeres las que tienden a cargar mucho más con el cuidado de los padres» nos cuenta Silvia.
La emoción que más sienten estas mujeres es la culpa. La culpa por no llegar a todo, por no tener bien cuidados a los padres, a los hijos… «Y ¿Qué es lo que ocurre? No estamos diciendo en ningún momento ‘deja de cuidar’, ni muchísimo menos, sino es ‘no te olvides de ti misma‘» asevera.
Una cosa que es fundamental y que a veces se nos olvida: ‘Puedes pedir ayuda’
La importancia del autocuidado
«Al final la primera persona que tiene que estar bien cuidado eres tú, aquí hablamos mucho los psicólogos de esa parte del autocuidado. Yo tengo que reconocer cuáles son mis necesidades, cuáles son mis deseos, dejarme ese espacio porque si yo estoy bien cuidada podré cuidar a los demás» asegura. Pero cuando eso lo abandonamos, porque no existe el tiempo ni el espacio, al final muchas mujeres van a tener problemas a nivel de trastornos emocionales de ansiedad, de depresión, porque no dejan ningún espacio para ellas, porque no pueden en esos momentos y además eso también repercute en la calidad del cuidado que pueden hacer hacia sus padres o hacia sus hijos.
Si yo estoy bien cuidada podré cuidar a los demás
Muchas mujeres se ven obligadas a dejar de trabajar
Incluso en casos más graves hay determinadas mujeres que tienen que dejar de trabajar porque están al cuidado de los hijos, porque están al cuidado de sus padres, porque tienen que cuidar a los dos a la vez en esto que llamamos ‘Generación Sándwich‘.
«Eso no solamente implica una pérdida a nivel económico, sino incluso una pérdida de identidad, de dejarme a mí misma por cuidar. Por eso decimos que hay que dejar reservado ese espacio en el que tú sigues siendo una mujer que decide en un determinado momento ‘Voy a cuidar’, pero desde la decisión y dejando ese espacio reservado para cuidarnos a nosotras mismas, esa parte del autocuidado. Y una cosa que es fundamental y que a veces se nos olvida: ‘Puedes pedir ayuda‘. Hay muchas mujeres que piensan, aunque sea de forma inconsciente que pedir ayuda es como reconocer que no puedo con todo, que no lo estoy haciendo bien… y no, no eres ‘superwoman’ es que es imposible que puedas con todo lo que te has echado encima. Se puede pedir ayuda» asegura Álava Sordo.
Un estudio del Journal of the American Geriatrics Society apunta a que los cuidadores de esta generación tenían el doble de probabilidades afrontar dificultades financieras y emocionales.
Consecuencias psicológicas
Pertenecer a la generación sándwich puede traer algunas consecuencias negativas, ya que estar a cargo tanto de los niños como de personas mayores puede ocasionar mucha carga emocional y de trabajo.
Lo más habitual para las personas que están en estas situaciones es:
- Se encuentran tremendamente cansadas, entrando en el nivel de lo que se llama fatiga. Cuando hablamos de fatiga el problema es que descansas y después de dormir un poco sigues exactamente igual de cansada, porque no recuperas.
- Con el estado de ánimo muy flojo, incluso algunas que va a acusar trastornos del estado de ánimo con depresión o con ansiedad.
Es importante pararse y observar
«Resulta muy importante pararse a observar qué es lo que está ocurriendo y tomar consciencia de las cosas. Porque por querer llegar a todo, se da al automático» asegura Silvia.
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