Cómo evitar que nos manipulen. En Saber Vivir de La2 de TVE

Todos, en mayor o menor medida, hemos sido víctimas de gente manipuladora. “Con todo lo que yo he hecho por ti”, “No sabes el daño que me estás haciendo”… ¿Te suena de algo? Pero hay una solución muy sencilla para no caer en manos de los manipuladores, solo tienes que aplicar los consejos de los que hablamos en el pasado programa de Saber Vivir, dale al play!

Vacaciones: Estas son las vacaciones que tienes que coger para que el trabajo no acabe contigo. Colaboración con ElEspañol.com

Distintos organismos y expertos han establecido el número de días de vacaciones necesarios para desconectar. 

Por Beatriz G. Portalatín

Por fin llegan las ansiadas vacaciones. Al fin empiezan a asomar esos días de descanso y desconexión laboral que tanto esperamos. Cada vez queda menos. Y es que las vacaciones, sobre todo las vacaciones de verano son una necesidad en toda regla. Una necesidad física, pero  sobre todo mental para todos los trabajadores. Sin embargo, no todos podemos o podremos cogernos todas las vacaciones que nos gustarían. Pero, al menos, ¿cuántos días serían necesarios tomarnos para poder de verdad desconectar, descansar y dejar atrás el estrés y las preocupaciones laborales? 

«No hay una ley universal sobre ello. Va a depender mucho de la calidad de esas vacaciones, de lo que hagamos en esos días y sobre todo de la actitud que tengamos», afirma a EL ESPAÑOL Silvia Álava, doctora en Psicología y especialista en psicología clínica y educativa en el centro Álava Reyes. Sin embargo, y según recomienda esta especialista, «para que el cuerpo se recupere y realmente descanse, como mínimo sería necesario tomarse una semana entera y seguida de vacaciones. Aunque lo ideal serían 15 días». 

Es cierto que todavía quedan privilegiados que se pueden coger tres semanas seguidas o incluso un mes entero, «pero el problema de eso es que a lo mejor después no les quedan días de vacaciones a lo largo del año para poder hacer escapadillas cortas, que vienen muy bien para descansar y recargar pilas durante el año. Hay veces que nos vamos un fin de semana fuera y desconectamos muchísimo», añade Álava. 

«Hay estudios que indican que para optimizar el efecto beneficioso de las vacaciones (las de «verano» y las de «invierno»), hay que repartirlas a lo largo de todo el año en períodos más cortos», exponen desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), quienes recomiendan que «lo habitual sería disponer de al menos dos semanas de vacaciones en verano«.

Por su parte, para Encarna Maroño, directora de Organización y Soluciones de Adecco, tal como afirmaba en el marco de la II Encuesta de Adecco sobre desconectar del trabajo en vacaciones, publicada en julio de 2018,»un trabajador debe disfrutar de al menos dos semanas de vacaciones para poder descansar y desconectar de la rutina, aunque lo ideal sería disponer de tres semanas consecutivas».  

Los beneficios de tener vacaciones son fundamentalmente, descansar física y mentalmente y alejarse del estrés que en muchas ocasiones nos afecta. Según una encuesta de la OCU, «un 27% de los trabajadores encuestados corren el riesgo de padecer estrés laboral crónico, también conocido como burnout o síndrome de estar quemado en el trabajo». 

El estrés puede avisar de muchas maneras. Notamos que tenemos un cierto estrés laboral cuando estamos más cansados, irascibles, cuando tenemos más dolores de tipo somático como dolores de cabeza o de estómago, digestiones pesadas, dermatitis, etc. El cuerpo está acusando que tiene demasiada activación y estrés prolongado y nos está diciendo que paremos. En estos casos, lo ideal, si fuera posible, sería adelantar las vacaciones, explica Álava. 

Consejos para desconectar en vacaciones 

A pesar de los beneficios indiscutibles que tienen las vacaciones, no todos sabemos echar del todo el cierre al trabajo. Según datos publicados en la ya citada encuesta de Adecco, «el 36,2% no consigue desconectar, al menos, no todo lo que debería. Dentro de este porcentaje, el 7,3% dice no desconectar en absoluto y el 28,9%, logra cierto nivel de desconexión, pero no el suficiente». Por su parte, «el 63,8% de los encuestados asegura desconectar de sus funciones por completo». 

Lo primero que debemos saber es que la desconexión es más un estado mental que físico. Por ello, todos tenemos que aprender a desconectar para volver a conectarnos con nosotros mismos, algo que se puede hacer a lo largo de todo el año y no solo en vacaciones de verano, afirma Álava. Una vez seamos conscientes de esto, sería de gran ayuda tomar notas de estos cuatro consejos que nos ofrece esta doctora en Psicología. 

Termina las tareas pendientes

Lo ideal es dejarlo todo cerrado antes de irse de vacaciones. Sin embargo, si eso no fuera posible, no pasa nada, lo dejamos agendado para cuando volvamos de vacaciones. Es decir, dejamos citado el problema. Por ejemplo, si cogemos vacaciones del 1-15 de julio, ese problema lo resolveremos el 17 de julio a las 10 de la mañana. 

No contestes ni respondas llamadas de trabajo (en la medida que puedas)  

Si podemos, sería recomendable dejar un mensaje automático en nuestro correo electrónico en el que diga que estamos de vacaciones hasta tal día. Si tenemos que contestar un correo o que coger el teléfono, lo mejor es: parar, pensar y valorar: ¿Es tan importante hacer o recibir esa llamada o correo,  o realmente puede esperar? Lo mejor, recomienda Álava, «es no hacerla, es decir, si podemos evitamos la llamada: ¿Realmente es tan importante? ¿Se está quemando la oficina?. Pero no hay una ley universal. Sólo hay que pensar: «¿Qué es lo mejor para mí?». Una persona puede coger la llamada y quitarse de encima el problema en dos minutos y seguir de vacaciones sin más y otras personas pensarán que si cogen esa llamada se podrá quedar enganchada de nuevo al trabajo».

Piensa en las cosas que te gustan hacer

Las vacaciones son un buen momento para pensar en las cosas que no gustan hacer. Las cosas que se hagan en vacaciones van a depender del momento en que se encuentre la persona: habrá años en que queramos irnos de viaje para ver mil cosas y otros en que prefiramos, por ejemplo, estar tirados en una toalla en la piscina, relajados y leyendo un libro. Hay que aprender a escuchar lo que nos pide el cuerpo. Además, indica que las vacaciones no tienen que estar asociadas al dinero. Hay veces en que podemos irnos al pueblo a descansar y desconectamos y nos lo pasamos genial. Todo se trata, insiste, de una actitud mental. «Si te vas 15 días pensando en el trabajo de nada nos servirán esas dos semanas de vacaciones. En cambio, si te vas con una buena actitud, con pocos días vas a venir descansado». 

Pon alternativas más cortas si no tienes vacaciones largas

A lo largo del año hay muchos puentes y fines de semana. «Si por ‘equis’ razones, este año, solo has podido cogerte una o dos semanas de vacaciones en verano, tómalo con filosofía: este año te toca trabajar, pero ya disfrutarás de los fines de semana y de los puentes que haya durante el resto del año. Por otro lado, durante los días de trabajo en verano, ayuda mucho que después de la jornada laboral hagamos otras actividades: salir con los amigos a tomar algo, ir al cine, pasear etc. Y que aprovechemos los fines de semana al máximo para descansar y hacer lo que te gusta. «Tenemos muchos fines de semana, puentes y situaciones al año que nos pueden ayudar a descansar y reconectarnos con nosotros mismos«, concluye Álava. 

FUENTE: elespanol.es

Esta semana en Saber Vivir, hemos hablado de cómo superar los complejos

Normalmente los complejos aparecen en nuestra infancia y si no tomamos medidas para intentar superarlos podemos arrastrarlos durante toda la vida.

Prácticamente todos los hemos sufrido en algún momento así que seguro que te interesan estos consejos, ¡mira!

Campamento de verano para nuestros hijos: ¿sí o no? Colaboración con EuropaPress

Hablamos de la soledad en este vídeo de Saber Vivir

Esta vez hemos viajado hasta el pequeño pueblo de Ribota, en Segovia, para conocer a sus vecinos y hablar de un tema que nos afecta a muchos en diferentes momentos de nuestra vida: la soledad:

Pincha aquí para ver el vídeo: https://bit.ly/2ZmVSxh

7 maneras de enseñar a los niños a trabajar la resiliencia de forma proactiva. Colaboración con PadresyColegios.com

Seguro que todos conocemos a personas que han vivido una situación adversa, o incluso traumática y que en lugar de hundirse han salido más fortalecidos de la misma. Eso es lo que se llama Resiliencia.

La resiliencia es un término que viene de la física de los materiales: es la capacidad de un material mecanismo o sistema para recuperar su estado inicial cuando ha cesado la perturbación a la que había estado sometido. Cuando nos referimos a los humanos, la resiliencia es la capacidad de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado de situación adversos. Lo interesante es que se han estudiado los mecanismos de resiliencia y podemos enseñar a las personas a crecer y a superarse ante la adversidad y además es algo que podemos hacer desde que los niños son pequeños. No hablamos de resiliencia como una capacidad estática, sino como “procesos resilientes” que abarcan múltiples factores, que se pueden entrenar.

¿Cuándo se empieza a desarrollar la capacidad de resiliencia?

La resiliencia es una capacidad que se empieza a desarrollar desde la más tierna infancia. Y para ello es necesario que los padres fomenten un apego seguro en los niños. Es decir, los niños tienen que haberse sentido queridos, valorados, amados… siendo sus padres sus figuras de referencia y de seguridad, pero fomentando en todo momento la autonomía y la seguridad personal. Los apegos inseguros que se basan en vínculos de dependencia son enemigos del correcto desarrollo de las capacidades de resiliencia.

La sobreprotección, como hemos comentado en otras ocasiones, también es un enemigo del correcto desarrollo de los procesos resilientes. Cuando el niño apenas se tiene que esforzar para conseguir sus objetivos, cuando están “súper papá” y “súper mamá” pendientes de todo y a la mínima contradicción resuelven el problema, o no les decimos que no para evitar que se frustren, estamos impidiendo que desarrollen resiliencia. Hay que enseñar a los niños a ser autónomos y seguros, a que cuando tienen un problema, o una situación adversa intenten primero resolverla ellos, y solo, si no pueden, pedir ayuda. Siempre desde el acompañamiento el amor y la ternura, pero sin caer en la sobreprotección.

Consejos para fomentar la resiliencia en los niños

  • Promueve su autoestima. Tener una autoestima positiva ayudará a tener una mayor confianza y seguridad a la hora de enfrentarnos a los golpes de la vida.
  • Fomenta las relaciones personales que generen seguridad y reconocimiento. Sabemos la importancia de las amistadas para mitigar los efectos negativos de la adversidad. Tener amigos con los que desahogarse, y ventilar nuestras emociones, que nos escuchen de forma activa, sin juzgarnos y sin decirnos lo que tenemos que hacer.
  • No busques culpables a sus problemas. Céntrate en ayudarles a encontrar de forma conjunta la solución. El victimismo es el mayor enemigo de la resiliencia.
  • Enseñarles técnicas de control de la ansiedad y el estrés también es necesario. De esta forma, tendrán recursos para poder sobrellevar situaciones desagradables del día a día, o los golpes de la vida.
  • Los estresores, las situaciones adversas de la vida se pueden interpretar como amenazantes o como motivadores. Muchas veces estamos interpretando situaciones estresantes de la vida cotidiana como amenazantes lo que genera una emoción de miedo y una respuesta de ansiedad. Se trata de aprender a utilizar la energía de dicha emoción para superar la situación, no para quedarnos bloqueados en la misma.
  • Fomenta un “locus de control interno”, esto significa: pon le foco en lo que tú puedes hacer, no en lo que los demás hacen o dejan de hacer. Se trata de que los niños comprendan que son ellos quienes deciden y quienes dirigen su vida.
  • Fomenta la responsabilidad. No asumas sus responsabilidades. Hay que enseñar a los niños a ser responsables y para ello hay que estar a su lado acompañando para enseñarles a hacerlo, no para resolverles las situaciones. Además, tienen que aprender a asumir las consecuencias de sus actos, tanto las positivas como las negativas.

FUENTE: PadresyColegios.com

Disfrutar de una buena comida en compañía. En Saber Vivir

¿Sueles comer con tu familia o amigos? ¿Sabías que una buena conversación puede ser buena para hacer una buena digestión? Esta semana hablamos en el espacio de psicología de cómo disfrutar de una buena comida en compañía, pasando tiempo de calidad con los nuestros.

Puedes ver el programa completo pinchando en este enlace: Saber Vivir

El azúcar oculto en los alimentos y la fuerza de voluntad. En Saber Vivir

Aunque tengamos claro que abusar del azúcar no es bueno muchas veces no somos conscientes de la gran cantidad oculta que tienen los alimentos preparados. De media cada español consume cerca de un kilo, ¡y sin saberlo!

¿Sabes cómo podemos distinguirlo en los ingredientes? ¿O qué alimentos no pueden faltar en nuestra dieta si tenemos que controlar nuestra glucemia? ¿Cómo mantener nuestra fuerza de voluntad ante los alimentos? De ello hablamos en el programa Saber Vivir junto con Aitor Sánchez.

El peligro de las redes sociales. En Saber Vivir

Están muy presentes en nuestro día a día, hasta el punto de que hay gente que se vuelve adicta

Las redes sociales pueden ser muy útiles o convertirse en un verdadero problema para quien no sabe utilizarlas correctamente: Desde dar por cierta información que no lo es tanto, hasta causarnos tristeza, frustración, aislamiento o desánimo. Hablamos de todo ello en la sección de psicología de Saber Vivir.

Puedes ver el programa completo pinchando aquí

Una empleada de Iveco se suicida por un vídeo sexual suyo compartido por sus compañeros. Colaboración con ElEspañol.com

Verónica se quitó la vida el pasado sábado en Madrid porque las imágenes, filmadas hace cinco años, llegaron a manos de su marido.

Por Lucía Vinaixa

Verónica, de 32 años, trabajadora de la fábrica de camiones CNH Industrial, propiedad del grupo Iveco, en Madrid, se ha quitado la vida después de que sus compañeros compartiesen un vídeo sexual que la mujer se grabó hace cinco años.

Según ha adelantado el programa Espejo público, los hechos ocurrieron el pasado lunes, cuando numerosos trabajadores de Verónica comenzaron a difundir «masivamente»  las imágenes entre sus compañeros. Se trata de una empresa de automoción multinacional con más de 2500 personas contratadas.

Imagen de archivo de la multinacional de camiones situada en Madrid,

Lo que más le preocupaba a la víctima era que las imágenes llegasen a su marido ya que fueron filmadas cuando ella aún no se había casado. La mujer se enteró a mediados de semana, pero no fue hasta el viernes cuando su pareja recibió el vídeo.  Fue en ese momento cuando Verónica decidió abandonar momentáneamente su lugar de trabajo ya que estaba sufriendo una profunda crisis de ansiedad. La presión pudo con ella y el sábado decidió quitarse la vida. 

Según han indicado dos compañeros de la fallecida pertenecientes al sindicato CGT, «Verónica no tenía pensado denunciar. Únicamente quería que la historia pasase e intentar estar otra vez tranquila«. 

Según han indicado dos compañeros de la fallecida pertenecientes al sindicato CGT, «Verónica no tenía pensado denunciar. Únicamente quería que la historia pasase e intentar estar otra vez tranquila«.

Desde el sindicato se han mostrado muy conmocionados por la noticia y exigen responsabilidades. Por un lado, por parte de la propia fábrica al no haber hecho nada desde un comienzo, y, por otro, también de los propios trabajadores al haber difundido las imágenes. «Es un tema de responsabilidad personal de todos y cada uno de los compañeros de Verónica», ha indicado uno de los portavoces de CGT. 

La importancia de no convertirse en testigo mudo

Silvia Álava, doctora en psicología clínica y de la salud, ha indicado en una conversación telefónica con EL ESPAÑOL, que moralmente «la responsabilidad es de todas aquellas personas que compartieron el vídeo. Todas tienen su parte de culpa en cómo han hecho sentir a esa mujer. En mayor y menor grado». La experta lo compara con cualquier caso de acoso escolar, donde es tan responsable el niño que lo acosa como quien lo graba con el móvil.

Además, insiste en no convertirse en un testigo mudo. «Es importante denunciar este tipo de situaciones». 

Por otro lado, Álava también subraya que no todo el mundo se toma las cosas igual. «Todo depende de la personalidad, de la situación en la que vives y en cómo eres capaz de procesar una situación así», añade. No obstante, lo que sí que está claro es que difundir este tipo de imágenes «genera una sensación deviolación de la intimidad y de no control en la persona». 

La psicóloga expresa la importancia de hacer una labor de concienciacion: «Hay que concienciar a la sociedad en no compartir este tipo de contenidos. Puedes hundir la vida de una persona y las consecuencias pueden ser devastadoras«. 

FUENTE: elespanol.com