Beneficios de la lectura - gaelle-marcel-L8SNwGUNqbU-unsplash

Todo lo que no pensabas que puedes conseguir si lees con tus hijos. Colaboración con el diario ABC

Varios expertos indican los grandes beneficios de la lectura en familia.

Laura PeraitaLaura Peraita

La lectura aporta riqueza. Nadie lo discute.

Esta es una de las razones por las que los padres deben fomentarla en familia desde que sus hijos son bien pequeños. Para ello, lo primero que deben hacer es «ser referentes de un modelo de satisfacción; es decir, que los niños vean que los adultos cuando leen es por placer, porque les ofrece un tiempo de serenidad, descanso y disfrute», asegura Fernando Alberca, profesor y autor de «Pequeños grandes lectores».

También es importante que, después de la lectura, comenten al pequeño lo emocionante que ha sido conocer a un determinado personaje, cómo ha logrado su hazaña, las aventuras que ha tenido que superar, descubrir cómo se vivía en épocas pasadas… «con lo que se contagia y se amplifica ese entusiasmo por lo que ofrecen las páginas de un libro», asegura este profesor.

Leer ayuda a los más pequeños a que aprendan a comunicarse.

Insiste, además, en que leer ayuda a los más pequeños a que aprendan a comunicarse, a que sientan emociones y sepan transmitir sus propios pensamientos. «A través de los personajes «viven» en otros tiempos, se ponen en su piel y sienten miedo, ira, alegría, frustración…, gracias a su imaginación. Estas experiencias —prosigue Alberca— les dota de herramientas fundamentales para que, el día de mañana, cuando tengan que enfrentarse a una situación que les genere estos sentimientos puedan identificarlos y sepan cómo salir de ella. Es una aportación muy interesante, sobre todo porque la infancia actual se enfrenta a mayores riesgos —desafecto, acoso escolar…—, que los niños de generaciones anteriores». Asegura este profesor que «si los padres fueran verdaderamente conscientes de todos estos valores añadidos de la lectura se empeñarían más en leer en familia y no en pensar que es una labor que se debe cubrir solo desde el ámbito escolar».

Tiempo de lectura

De la misma opinión es la doctora en Psicología Silvia Álava Sordo, quien considera que al igual que en los hogares hay momentos de ocio para ver la televisión, conectarse a internet o jugar, «debe establecerse un tiempo de lectura que, dependiendo de la edad de los hijos, se realice de manera más o menos distendida».

Conectar con adolescentes.

Cuando son muy pequeños, lo ideal es sentarse a su lado y leerles el libro o cuento con diferentes entonaciones, dando viveza a la narración, mostrándoles y analizando los dibujos y, después, comentar lo que se ha leído para que disfruten doblemente. «Según van creciendo y aprenden a leer con algo de soltura, se puede jugar a que cada uno lea una página en alto y, posteriormente, reflexionar sobre el personaje, los valores que como padres nos interese destacar de la historia para que los asimile, etc. Lo que no se debe hacer —continúa Álava Sordo— es corregirles en la entonación o puntuación cuando se trata de un momento de disfrute porque pueden perder el interés».

Lectura para establecer un mayor vínculo.

Cuando ya rozan la adolescencia, esta psicóloga considera que la lectura es también una herramienta estupenda para fomentar la comunicación con ellos. «Hay padres que optan por leerse el mismo libro que ha seleccionado su hijo para, después, ir comentando personajes, acontecimientos, intrigas, desenlaces… En definitiva, para acercarse a sus hijos, conocer más cómo piensan y establecer mayor vínculo».

La lectura, a cualquier edad, ayuda también a relajar una situación conflictiva, «sobre todo cuando son niños pequeños y tienen un berrinche, ya que suelen responder muy positivamente si se les ofrece leer un libro juntos. Por todo ello, los padres no deben escatimar a la hora de ofrecerles este tipo de ocio calmado y relajante», concluye Silvia Álava Sordo.

FUENTE: Diario ABC

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