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Cuanto más constante, significativo y práctico sea el aprendizaje, más duradero es

Utilizar el juego durante la época de vacaciones hace que el aprendizaje sea más entretenido y atractivo para los niños y les permite hacer un repaso de todo lo aprendido durante el curso escolar.

Por Alba Bartolomé

“El cerebro no deja de aprender en vacaciones”, dice Silvia Álava Sordo, doctora en Psicología clínica y de la salud y directora del centro Álava Reyes, que asegura que durante las vacaciones escolares es necesario “intentar que los niños aprendan de una forma más lúdica, utilizando, por ejemplo, el juego para el aprendizaje”. De esta manera, el aprendizaje es más entretenido y atractivo, lo que puede aumentar la motivación y el interés de los niños por adquirir nuevos conocimientos y, en la época de vacaciones, permitirles hacer un repaso de todo lo aprendido durante el año.

Desde MAGISTRIO hablamos con la con la Dra. Álava para conocer las ventajas y desventajas del estudio durante el verano, cómo encontrar un equilibrio adecuado entre descanso y aprendizaje, y las mejores estrategias para mantener el interés de los niños durante los meses de julio y agosto.

¿Deben los niños mantener una rutina de estudio durante el verano?

–Si es el propio docente quien ha dicho que tiene que hacerlo, sí que es importante que nos planifiquemos para que los niños tengan una rutina y hagan sus fichas o cuadernillos. Sin embargo, lo más importante es que los adultos no nos obsesionamos con los deberes y con que los niños van a perder durante el verano todo el aprendizaje del curso; el nivel desciende en comparación con junio, pero se recupera enseguida.

No es necesario estar todo el verano haciendo deberes, sino consolidar el aprendizaje desde un punto de vista mucho más práctico.

¿Cómo podemos hacerlo?

–En verano es momento de aprovechar y no enfocarnos tanto en deberes, sino en un aprendizaje más práctico. Leer un libro, ir a un restaurante y que sea el niño quien lea la carta o calcule las vueltas de la cuenta son algunos de los ejemplos que permiten al niño seguir aprendiendo durante el verano y poner en práctica lo aprendido durante el curso escolar.

Cuanto más constante, significativo y práctico sea el aprendizaje más duradero es.

¿Varía la recomendación de estudio durante el verano según la edad del niño?

 –Claro que sí. Lo más importante para los niños de Infantil es jugar, interactuar con otros niños y realizar actividades creativas esenciales para su desarrollo. Sería ridículo que estuvieran durante el verano haciendo fichas.

A partir de los 6-8 años, es recomendable fomentar la lectura y la escritura de manera lúdica. Es importante que los niños elijan libros que les interesen para que descubran el placer de la lectura. También se puede incentivar la escritura a través de actividades divertidas, como escribir cartas a familiares o llevar un diario de vacaciones.

Cuando ya estamos hablando de ciclos de Primaria más superiores, depende mucho de cada niño. Si el niño ha tenido dificultades durante el curso, puede ser necesario realizar un repaso para ponerse al nivel. Esto debe ser consensuado con el centro educativo.

¿Y si el niño presenta dificultades en el aprendizaje?

–Hay que valorar cada caso particular, pero lo más efectivo suele ser buscar ayuda profesional. Cuando existe un trastorno del aprendizaje, no significa que el niño no pueda aprender, sino que su sistema natural de aprendizaje está dañado y necesita que le expliquen los conceptos de forma diferente.  Cuando el sistema natural de aprendizaje no está dañado, pero sí se aprecia un ritmo de aprendizaje más lento en el niño, conviene que durante el verano le dejemos descansar y, poco a poco, ir metiendo alguna serie de conceptos para reforzar, pero sin transmitir el agobio.

¿Qué recomendarías a las familias con hijos con dificultades específicas?

–Los programas de estudio de verano estructurados vienen muy bien para niños con dificultades específicas.

¿Influyen las emociones de la familia en el aprendizaje de los hijos?

 –Está demostrado que las emociones agradables fomentan el aprendizaje mientras las emociones desagradables lo entorpecen. Además, la emoción que más favorece el aprendizaje es la curiosidad y el verano es el momento idóneo para fomentarla y permitir que los conceptos se consoliden mucho mejor.

Está demostrado que las emociones agradables fomentan el aprendizaje mientras las emociones desagradables lo entorpecen

¿Qué tipo de actividades o métodos recomiendas para que los niños repasen de manera efectiva sin que se sientan sobrecargados?

–Yo soy una gran defensora del juego en la infancia, de hecho soy miembro del Observatorio del Juego Infantil, donde se insiste mucho en cómo a través del juego se puede aumentar algunos procesos cognitivos fundamentales para el aprendizaje como, por ejemplo, la función ejecutiva, que engloba un amplio abanico de habilidades cognitivas dirigidas al logro de una meta y orientadas al futuro.

¿Cómo podemos fomentar esta función a través del juego?

–Cuando los niños son pequeños es importante dejarles espacios de juego libre en los que sean ellos quienes decidan a qué van a jugar. A través de juegos tradicionales como pueden ser las cartas, los niños pueden trabajar desde la memoria, hasta el cálculo o la atención sostenida. Con los juegos de mesa, por ejemplo, también pueden aprender a seguir instrucciones o a respetar los turnos. De esta manera, se trabaja más en los procesos que en el contenido, algo que ya hacen a lo largo del curso escolar.

¿Qué señales pueden indicar que un niño está experimentando estrés o ansiedad relacionada con el estudio durante las vacaciones?

–Si el niño comienza a llorar o expresar negatividad ante la idea de estudiar, esto puede ser una señal de que está experimentando una sobrecarga emocional. En lugar de forzarlos a realizar más tareas, lo cual podría incrementar su estrés, es mejor planificar un regreso gradual y positivo al estudio. A partir de septiembre, se puede establecer un plan de trabajo equilibrado que incluya un poco de estudio diario y la realización de los deberes. Forzar más trabajo puede resultar contraproducente, aumentando la sensación de agobio y estrés.

¿Qué papel juegan los campamentos y actividades extracurriculares en el desarrollo del aprendizaje durante el verano?

–El verano se hace especialmente largo y, en ocasiones, los campamentos y actividades extracurriculares no solo ayudan a que los niños se lo pasen bien sino también a la conciliación de los padres. Es importante elegir los campamentos alineados a la personalidad de nuestros hijos, pero son muy positivos y especialmente interesantes para el desarrollo personal de los niños.

¿Qué consejos prácticos darías a las familias que desean apoyar a sus hijos en el aprendizaje durante el verano?

–El juego es una excelente manera de desarrollar habilidades importantes como el razonamiento lógico, el pensamiento abstracto, la memoria y la atención. Juegos de mesa, puzzles, y actividades al aire libre pueden ser muy efectivos para estimular estas capacidades. Además, pueden aprovechar momentos cotidianos para despertar la curiosidad de los niños para fortalecer el aprendizaje autónomo, por ejemplo, si surge una pregunta o un tema interesante, se puede investigar juntos para encontrar respuestas.

FUENTE: MAGISNET.COM