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8 pautas para que adquieran la rutina de lavarse los dientes. Revista Ser Padres

Silvia Álava, psicóloga, profesora y directora del área infantil del Centro de Psicología Álava Reyes, y Oral -B nos dan ocho consejos para lograr que los niños se laven los dientes ¡sin tener que repetírselo!

1. El modelado: los niños copian a sus adultos de referencia. Cepillarse los dientes juntos es un buen ejemplo, ya que el niño aprende cuando te mira y te imitará. Que el niño te vea cepillarse los dientes de forma correcta después de cada comida será de gran ayuda. 

2. Fomenta su autonomía: Sobre todo, cuando quieren hacer las cosas como los mayores. Aprovecha ese momento de “yo solo” para iniciar la rutina y vete marcando los pasos a seguir para que el niño te copie. 

3. Plantéaselo como un juego: a los niños les puede resultar aburrido lavarse los dientes. Si lo planteamos como un juego, en el que ellos se cepillan mientras ven cómo aparece la imagen de sus personajes favoritos, aumentaremos su motivación. En la App de Disney Magic Timer, diseñada por Oral-B, los niños irán viendo como aparece la imagen de algunos de sus personajes favoritos a medida que pasa el tiempo. Además, podemos hacer un calendario con las estrellas conseguidas con cada cepillado, lo que impulsará su motivación. 

4. Dispón del tiempo necesario y ten paciencia: reserva mínimo cinco minutos para ellos, fundamental por la mañana cuando vamos más justos a la hora de salir al colegio. Los niños tardan en aprender y, para favorecer el aprendizaje, es mejor crear un ambiente distendido y de juegos que de prisas y estrés. 

5. Explícale al niño por qué hay que lavarse los dientes y los efectos positivos de hacerlo: 

  •  Para que no se caigan. 
  •  Para que estén limpios. 
  •  Para que la boca huela bien. 
  •  Para que no nos duelan. 
  •  Para mantener unos buenos hábitos de higiene bucodental
  •  Para que estén bonitos. 

6. Crea hábito y no hagas excepciones: Los niños deben de aprender a lavarse los dientes después de cada comida con el objetivo de que se sientan extraños si no lo hacen. Por eso, es importante que todos los días después de cada comida, en casa o fuera, les acompañemos a lavarse los dientes. Si el niño se queda en el comedor escolar, meteremos el cepillo y la pasta de dientes en su mochila. 

7. Normalizar las visitas al odontopediatra: no hay que esperar a tener un problema para acudir al dentista, lo ideal es hacer revisiones periódicas que nos ayudarán tanto a prevenir posibles problemas, como a normalizar las visitas. 

8. Refuerza al niño por haberse cepillado los dientes correctamente: es preferible que no le premies con nada y utilices la motivación intrínseca. Que sepa que estamos orgullos porque ya es mayor y se centre en lo agradable que es sentir la boca limpia y fresca, y los dientes fuertes y sanos. 

En definitiva, recuerda que empezar pronto y bien a enseñar a tus hijos a lavarse los dientes asegurará que los peques conserven una sonrisa bonita y saludable durante toda su vida.

FUENTE: Revista SerPadres

¿Cómo debemos premiar a nuestros hijos? 10 consejos para trabajar el refuerzo positivo.

Oa adjunto la última colaboración realizada para papisypeques.com

En muchos de nuestro artículos os hemos hablado de la importancia de premiar a los niños por sus logros. Reforzar sus conductas positivas es vital para un correcto aprendizaje y  reforzar su autoestima. En este reportaje vamos a proporcionaros pautas claras y sencillas para que podáis llevarlo a cabo en casa.

refuerzo positivo Silvia Álava

10 consejos para trabajar el refuerzo positivo.

Consideramos “refuerzo” a cualquier consecuencia positiva que ocurre tras haber realizado una acción.

  1. Utilízalo cuando quieras que alguna acción se repita: Las leyes de conducta nos explican cómo, cualquier acción a la que sigue una consecuencia positiva, es decir un refuerzo, será algo que buscaremos repetir en el tiempo. Por el contrario, cuando la consecuencia que sigue a la conducta es negativa (“castigo”), la tendencia será a evitar dicha conducta.
  1. Si lo que queremos es que la conducta desparezca, tendremos que utilizar lo que los psicólogos llamamos extinción, es decir que tras realizar una acción, no haya ningún efecto, ni positivo ni negativo.
  1. Empieza por una alabanza o un pequeño premio: El refuerzo positivo consiste en aplicar una consecuencia positiva tras un comportamiento que queramos que el niño siga haciendo, como puede ser una alabanza o un pequeño premio. Tiene que ser algo positivo en sí mismo.
  1. El refuerzo negativo también es posible: es la eliminación de una consecuencia negativa, y también nos servirá para consolidar las conductas.
  1. El mayor refuerzo que puede tener un niño es la atención de sus padres. Que sus adultos de referencia les hagan caso y estén con ellos es lo que más les puede gustar.
  1. Ojo a las reprimendas: cuando regañamos o reprendemos a un niño, aunque sea de forma negativa, sigue teniendo la atención del adulto. Por eso algunos niños no reaccionan a las reprimendas, incluso parece que las van buscando.
  1. Ajústate a la edad del niño: Los refuerzos en los niños siempre deben de estar ajustados a la conducta que el niño ha realizado. No conviene premiarles con refuerzos desproporcionados, porque entonces perderán su valor.
  1. Los refuerzos sociales, como mostrarle al niño lo contentos o lo orgullos que están sus padres respecto a su conducta, lo mayor que es, lo que está esforzando, lo bien que se porta… son más eficaces y más duraderos que los refuerzos materiales.
  1. La familia es importante: Que un familiar cercano con el que le niño tenga un especial apego, le llame por teléfono para felicitarle por un logro puede ser un gran reforzador para el niño.
  1. Empieza por ti mismo: Refuérzate a ti mismo/a, regálate pequeños premios por tus logros, serán fuente de alegría para ti . Que tus hijos y tu pareja te vean feliz será fuente de alegría también para ellos.