¿Padres helicóptero, guardaespaldas o bocadillo? Descubra qué tipo eres
Sobreproteger a los hijos puede causarles problemas como poca autonomía o generarles más miedos.
El exceso de protección provoca niños con más miedos, poca autonomía y baja tolerancia.
Los padres que se enfocan en exceso en sus hijos, que toman demasiada responsabilidad en las experiencias, éxitos y fracasos de sus hijos. Se caracterizan porque quieren estar en todo y llegan a los excesos como sobreprotección, exceso de control y exceso de búsqueda de la perfección.
Y ese exceso de protección está provocando una generación de niños y niñas con más miedos que nunca, poca autonomía y baja tolerancia a la frustración.
Con las psicólogas Eva Millet y Silvia Álava le damos una mirada al tema y a la clasificación de este tipo de padres que deben reflexionar sobre su papel el la formación y futuro de sus hijos.
Modelos
Eva Millet, autora del libro “Hiperpaternidad” (Plataforma Actual) analiza el fenómeno de la mano de varios especialistas y describe, con dosis de humor, los distintos modelos, que a ninguno nos son ajenos:
Los niños sobreprotegidos son inseguros, con baja autoestima, menos competencias y con dificultades para desenvolverse en la vida.
Considera la autora, que también es madre, que el fenómeno que va en aumento, lleva aparejado además un exceso de actividades.
“Es una tendencia que está en la atmósfera y que esta aupada por una sociedad de consumo: Hay una oferta brutal para hacer de tu hijo un hiperniño mediante extraescolares de todo tipo, viajes y experiencias que se supone tienen que vivir aquí y ahora y no queda más remedio”.
En las universidades, asegura, también se está notando el fenómeno. Cada vez llegan niños más hiperprotegidos , y con los padres detrás solucionándoles los problemas: “Esto es fatal porque se traduce en jóvenes más inseguros y menos autónomos”.
“A los niños además hay que saber decirles que NO y hay que ponerles límites, según aconsejan todos los expertos”.
Vulnerables al acoso
A los niños hay que saber decirles que NO y hay que ponerles límites, según aconsejan todos los expertos”.
La psicóloga Silvia Álava considera que este estilo educativo se debe muchas veces a un sentimiento de amor malentendido, y a un no querer que el hijo sufra, que lo pase mal.
“Y ya hay muchos estudios que están señalando que este tipo de crianza correlaciona con niños menos autónomos, más inseguros, con baja autoestima, menos competencias y con dificultades para desenvolverse en la vida porque les faltan las estrategias”.
“Y también hay muchos estudios que señalan que es más probable que sean victimas de acoso”.
En las consultas lo que vemos los psicólogos, destaca Álava, es que son niños que a priori no tenían por qué haber desarrollado ningún problema y este ha sido inducido por el estilo de educación inculcado por los padres.
Se trata, apunta, de una formas de educar que se ve en prácticamente todas las clases sociales y por igual y tanto en padres como en madres, porque no está vinculado al rol de género.
El consejo de las expertas es: «relájense y disfruten de ser padres y madres».
En su libro, Eva Millet, periodista especilizada en temas de educación, incluye un cuestionario para que el lector o lectora determine cuál es su grado de hiperpaternidad y propone vías alternativas de educación como la que denomina “sana desatención”.
Que no es otra cosa que una paternidad/maternidad más relajada, sin mil planes por delante, para que los hijos jueguen, se aburran, prueben, se equivoquen y adquieran responsabilidades y autonomía.
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Invita por último a los padres y madres a perder también el miedo, a equivocarse, a decirles no , “a que se traumaticen por no atender sus deseos de inmediato, incluso a no tener esos hijos rayanos en la perfección que la sociedad demanda”.
“En definitiva, relájense y disfruten de ser padres y madres. Nadie ha dicho que es una ciencia exacta”, concluye Millet.
¿Es usted un hiperpadre?
1. ¿Tenía ya un plan trazado para las vidas de sus hijos antes de que nacieran?
3. ¿Encuentra la maternidad/paternidad más agotadora de lo que imaginaba?
4. ¿Su agenda familiar la marcan las actividades de sus hijos?
5. ¿Nota que en el día a día no llegan a todo, ni usted ni sus hijos?
6. ¿Sus hijos menores de doce años tienen más de tres tardes ocupadas en la semana?
7. ¿Les saca fotos con frecuencia y las cuelga en las redes sociales?
8. ¿Sus hijos necesitan que usted esté con ellos para dormirse?
9. ¿Sufren miedos habitualmente?
11. ¿Los ayuda con sus deberes (o se los hace) por sistema?
13. Con frecuencia, ¿habla en plural cuando se refiere a sus hijos?
14. ¿Ha excusado alguna vez a su hijo diciendo: “Es que tiene una baja tolerancia a la frustración”?
17. ¿Sus hijos tienen profesor de refuerzo, aunque no lo necesiten?
19. ¿Discrepa a menudo con los maestros o entrenadores de sus hijos?
10. ¿Al recogerlos en el colegio, carga automáticamente con su mochila?
15. ¿Compara lo que hacen los hijos de los otros con lo que hacen los suyos?
23. ¿Sus hijos comen de todo?
24. Como familia, ¿tienen algunas tardes libres, sin nada planificado?
25. ¿Acepta con deportividad que el equipo de sus hijos pierda?
26. ¿Sus hijos son capaces de distraerse solos, sin supervisión adulta?
27. ¿Sus hijos de más de doce años saben hacerse solos la comida?
28. ¿Acepta que tomen una decisión por sí solos, aunque no la crea adecuada?
29. ¿Su hijo adolescente se despierta por sí solo por las mañanas?
30. ¿Les dice NO a sus hijos como mínimo una vez al día?
Puntuación:
Del l al 20, por cada Si, l punto.
Del 21 al 30, por cada NO, 1 punto.
Resultados:
- Entre 0 y 5 puntos: usted no es ni un hiperpadre ni una hipermadre; seguro que lo critican.
- Entre 5 y 10 puntos: en sintonía con los tiempos, usted practica la hiperpaternidad de tanto en tanto.
- Entre 11 y 20 puntos: es usted un hiperpadre o hipermadre «moderado» pero con peligro de convertirse en uno a tiempo completo (en especial, si contestó Sí a las preguntas 1, 4, 11,14 y 19)
- Más de 20 puntos: es hora de que empiece a dejar un poco en paz a sus hijos…
Fuente del test:
Hiperpaternidad Millet, E. (2016), Barcelona, España.