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¿Padres helicóptero, guardaespaldas o bocadillo? Descubra qué tipo eres

Sobreproteger a los hijos puede causarles problemas como poca autonomía o generarles más miedos.

El exceso de protección provoca niños con más miedos, poca autonomía y baja tolerancia.

Los padres que se enfocan en exceso en sus hijos, que toman demasiada responsabilidad en las experiencias, éxitos y fracasos de sus hijos. Se caracterizan porque quieren estar en todo y llegan a los excesos como sobreprotección, exceso de control y exceso de búsqueda de la perfección.

Y ese exceso de protección está provocando una generación de niños y niñas con más miedos que nunca, poca autonomía y baja tolerancia a la frustración.

Con las psicólogas Eva Millet y Silvia Álava 
le damos una mirada al tema y a la clasificación de este tipo de padres que deben reflexionar sobre su papel el la formación y futuro de sus hijos.
Modelos

Eva Millet, autora del libro “Hiperpaternidad” (Plataforma Actual) analiza el fenómeno de la mano de varios especialistas y describe, con dosis de humor, los distintos modelos, que a ninguno nos son ajenos:

Los niños sobreprotegidos son inseguros, con baja autoestima, menos competencias y con dificultades para desenvolverse en la vida.

Considera la autora, que también es madre, que el fenómeno que va en aumento, lleva aparejado además un exceso de actividades.

“Es una tendencia que está en la atmósfera y que esta aupada por una sociedad de consumo: Hay una oferta brutal para hacer de tu hijo un hiperniño mediante extraescolares de todo tipo, viajes y experiencias que se supone tienen que vivir aquí y ahora y no queda más remedio”.

En las universidades, asegura, también se está notando el fenómeno. Cada vez llegan niños más hiperprotegidos , y con los padres detrás solucionándoles los problemas: “Esto es fatal porque se traduce en jóvenes más inseguros y menos autónomos”.

“A los niños además hay que saber decirles que NO y hay que ponerles límites, según aconsejan todos los expertos”.

Vulnerables al acoso

A los niños hay que saber decirles que NO y hay que ponerles límites, según aconsejan todos los expertos”.

La psicóloga Silvia Álava considera que este estilo educativo se debe muchas veces a un sentimiento de amor malentendido, y a un no querer que el hijo sufra, que lo pase mal.

“Y ya hay muchos estudios que están señalando que este tipo de crianza correlaciona con niños menos autónomos, más inseguros, con baja autoestima, menos competencias y con dificultades para desenvolverse en la vida porque les faltan las estrategias”.

“Y también hay muchos estudios que señalan que es más probable que sean victimas de acoso”.

En las consultas lo que vemos los psicólogos, destaca Álava, es que son niños que a priori no tenían por qué haber desarrollado ningún problema y este ha sido inducido por el estilo de educación inculcado por los padres.

Se trata, apunta, de una formas de educar que se ve en prácticamente todas las clases sociales y por igual y tanto en padres como en madres, porque no está vinculado al rol de género.

El consejo de las expertas es: «relájense y disfruten de ser padres y madres».

En su libro, Eva Millet, periodista especilizada en temas de educación, incluye un cuestionario para que el lector o lectora determine cuál es su grado de hiperpaternidad y propone vías alternativas de educación como la que denomina “sana desatención”.

Que no es otra cosa que una paternidad/maternidad más relajada, sin mil planes por delante, para que los hijos jueguen, se aburran, prueben, se equivoquen y adquieran responsabilidades y autonomía.

Vea también: Llegaron las vacaciones y… ¿ahora qué hago con mis hijos?

Invita por último a los padres y madres a perder también el miedo, a equivocarse, a decirles no , “a que se traumaticen por no atender sus deseos de inmediato, incluso a no tener esos hijos rayanos en la perfección que la sociedad demanda”.

En definitiva, relájense y disfruten de ser padres y madres. Nadie ha dicho que es una ciencia exacta”, concluye Millet.

¿Es usted un hiperpadre?

1. ¿Tenía ya un plan trazado para las vidas de sus hijos antes de que nacieran?

3. ¿Encuentra la maternidad/paternidad más agotadora de lo que imaginaba?

4. ¿Su agenda familiar la marcan las actividades de sus hijos?

5. ¿Nota que en el día a día no llegan a todo, ni usted ni sus hijos?

6. ¿Sus hijos menores de doce años tienen más de tres tardes ocupadas en la semana?

7. ¿Les saca fotos con frecuencia y las cuelga en las redes sociales?

8. ¿Sus hijos necesitan que usted esté con ellos para dormirse?

9. ¿Sufren miedos habitualmente?

11. ¿Los ayuda con sus deberes (o se los hace) por sistema?

13. Con frecuencia, ¿habla en plural cuando se refiere a sus hijos?

14. ¿Ha excusado alguna vez a su hijo diciendo: “Es que tiene una baja tolerancia a la frustración”?

17. ¿Sus hijos tienen profesor de refuerzo, aunque no lo necesiten?

19. ¿Discrepa a menudo con los maestros o entrenadores de sus hijos?

10. ¿Al recogerlos en el colegio, carga automáticamente con su mochila?

15. ¿Compara lo que hacen los hijos de los otros con lo que hacen los suyos?

23. ¿Sus hijos comen de todo?

24. Como familia, ¿tienen algunas tardes libres, sin nada planificado?

25. ¿Acepta con deportividad que el equipo de sus hijos pierda?

26. ¿Sus hijos son capaces de distraerse solos, sin supervisión adulta?

27. ¿Sus hijos de más de doce años saben hacerse solos la comida?

28. ¿Acepta que tomen una decisión por sí solos, aunque no la crea adecuada?

29. ¿Su hijo adolescente se despierta por sí solo por las mañanas?

30. ¿Les dice NO a sus hijos como mínimo una vez al día? 

Puntuación:

Del l al 20, por cada Si, l punto.

Del 21 al 30, por cada NO, 1 punto.

Resultados:

  • Entre 0 y 5 puntos: usted no es ni un hiperpadre ni una hipermadre; seguro que lo critican.
  • Entre 5 y 10 puntos: en sintonía con los tiempos, usted practica la hiperpaternidad de tanto en tanto.
  • Entre 11 y 20 puntos: es usted un hiperpadre o hipermadre «moderado» pero con peligro de convertirse en uno a tiempo completo (en especial, si contestó Sí a las preguntas 1, 4, 11,14 y 19)
  • Más de 20 puntos: es hora de que empiece a dejar un poco en paz a sus hijos…

Fuente del test:

Hiperpaternidad Millet, E. (2016), Barcelona, España.

Fuente del artículo: eltiempo.com

Padres Helicóptero: consejos para no caer en la sobreprotección en el programa: «Tarde lo que Tarde»

Os comparto este podcast de mi intervención en el programa «Tarde lo que tarde» de RNE donde dentro del espacio «Escuela de Padres» tratamos con Imanol Durán y María Dotor el tema de los llamados «padres helicóptero» y su repercusión en la autonomía de los más pequeños. ¿Te lo vas a perder?

Tipos de hiperpadres. ¿Eres alguno de ellos?

Averiguar si eres un hiperpadre o una hipermadre es el primer paso para solucionarlo. Las consecuencias para los niños son devastadoras.

Por María Dotor

Hace unos meses, se hizo viral en Twitter la publicación de una madre bajo el titulo: «Hoy mi hijo ha tenido un problema y no he movido un dedo para solucionarlo». En esta publicación, la madre explicaba el problema en cuestión: a su hijo no le habían convocado para el partido más decisivo de la liga de fútbol en la que jugaba, y estaba hecho polvo.

A continuación, la propia madre exponía lo siguiente: «Sería muy sencillo escribir a su entrenador y contarle lo afectado que está. Pedirle por favor que si alguien se da de baja, le convoque al menos como suplente de suplente.Que lo saque aunque sean 5 minutos al campo. Solucionar este problema es muy fácil, pero he decidido no hacerlo».

¿Qué ha llevado a esta madre a no «mover ni un dedo», cuando no le hubiera costado nada?

También lo exponía en su publicación: «Me parece más importante que aprenda a enfrentarse a la frustración ahora, preparándose para el día que no tenga la nota de corte para la Universidad, la chica que le gusta le dé calabazas, no pase el proceso de selección que tanto se haya currado o promocionen a su compañero de trabajo y no a él. Pasamos tanto tiempo preparándoles para triunfar en la vida que a veces se nos olvida que es igualmente importante prepararles para el fracaso, que es el otro lado de la misma moneda».

Esta madre, seguramente sin darse cuenta, estaba alejándose de la hiperpaternidad.

¿Qué es la hiperpaternidad?

La hiperpaternidad es un término que especialistas como Eva Millet, autora del libro “Hiperpaternidad: del modelo mueble al modelo altar”, definen como un fenómeno de crianza y educación que se caracteriza por una atención desorbitada a los hijos.

Los padres consideran que, para ejercer bien como tales, tienen que adelantarse a los problemas del niño y estar pendientes de ellos en todo momento. En su libro, Eva Millet afirma que “la hiperpaternidad ve a los hijos como seres intocables, a los que hay que defender a toda costa y solucionarles todos sus problemas. Este nuevo modelo de crianza se está llevando por delante la autonomía de los niños y su capacidad de frustración, además de generar niños y niñas con más miedos que nunca».

Los efectos de la sobreprotección en nuestros hijos

Los seres humanos nacemos con tan solo un 20% de nuestro cerebro desarrollado. Con los años, el cerebro va madurando, se va desarrollando, gracias a las experiencias que vivimos, que nos sirven de aprendizaje. Pero ¿qué pasa si como madres y padres no les dejamos que aprendan por sí mismos? Sobreprotegiéndoles estamos favoreciendo lo siguiente:

  • El principal, dice la psicóloga Silvia Álava, es que “no les estamos preparando para la vida. Los niños que tienen un exceso de sobreprotección no desarrollan recursos ni habilidades”.
  • “Estamos impidiendo el desarrollo de habilidades tan importantes como la solución de problemas, la generación de alternativas, la empatía”, apunta Félix Muñoz, consultor de comunicación.
  • El neuropsicólogo Álvaro Bilbao nos indica que cuando hacemos cosas por ellos, “les estamos diciendo que no son capaces y estamos apagando la estructura del cerebro que les infunde valentía para afrontar los retos”. Por lo tanto, estamos lastimando su autonomía y su autoestima, y estamos fomentando que de mayores sean dependientes y que no sepan tomar decisiones.
  • Ante cualquier obstáculo o problema, se frustrarán porque no están acostumbrados.
  • “Criaremos niños inútiles, miedosos, sin confianza en ellos mismos para asumir desafíos, que esperan que les resuelvas los problemas medianamente difíciles para poder avanzar”, nos decía la experta en talento y liderazgo Noelia López Cheda.

Tipos de hiperpadres

En su libro, Eva Millet describe varios tipos de hiperpadres:

  • Padres-apisonadora: son aquellos que allanan los caminos de los hijos para que estos no se topen con ninguna dificultad. En los países del norte de Europa y en Canadá son denominados padres-quitanieves.
  • Padres secretarios: recogen el cuarto de sus hijos, preparan su ropa y sus mochilas y, por supuesto, llevan sus agendas, comprobando que han hecho los deberes y planificando todas las actividades que van a realizar durante el día.
  • Padres-bocadillo: abundan en los parques españoles. Su estrategia es la siguiente: se sitúan a una distancia prudente del niño o niña, que juega con la arena o corretea con sus amigos. En una mando sostienen la merienda del retoño. El bocadillo envuelto en papel de aluminio, abierto y tendido para que, cuando al crío le apetezca, se acerque y le dé un mordisco.
  • Padres ultrasufridores: cuya misión es evitar cualquier posible accidente de sus retoños. «Algo que antes era natural para un niño, como subirse a un árbol, ahora les resulta impensable», nos dice Millet.
  • Padres-mánager: normalmente se dan en el mundo del deporte y espectáculo. El objetivo es exprimir al máximo el talento del hijo o hija, llevándoles al límite si es necesario. Los padres-mánager no siempre están en el mundo profesional, dice Millet. «En el deporte escolar sn habituales esos padres que saben más que los entrenadores y, en los partidos, aúllan improperios al árbitro y al equipo contrario».
  • Padres-chófer: en EEUU son tan habituales que, incluso, tienen su propia entrada en Wikipedia. Pasan una gran parte de su tiempo transportando a sus hijos, en edad escolar, a eventos deportivos u otras actividades.

Test para descubrir si eres una madre o padre helicóptero

Para descubrir si estás sobreprotegiendo a tus hijos, aquí te dejamos un test para que lo compruebes.Te hará reflexionar. ¡Manos a la obra!

1. Con los deberes y los exámenes de los niños:

  • Eres tú quien se informa sobre los deberes, los trabajos y los exámenes.
  • Dejas que sea tu hijo quien se responsabilice de sus estudios.
  • Lo apunta tu hijo, pero, por si acaso, tú sigues comprobando en el grupo de WhatsApp si lo ha hecho todo.

Respuesta: tu hijo es quien se tiene que responsabilizar de sus estudios. Si tú estás excesivamente pendiente, él no lo va a hacer.

SOLAMENTE SU TOTAL RESPONSABILIDAD AHORA SE TRADUCIRÁ EN SU TOTAL IMPLICACIÓN EN EL FUTURO.

2. Te has enterado tarde porque has preguntado a otra madre y te has dado cuenta de que tu hijo tenía que hacer un trabajo y no lo ha hecho:

  • Te pones con él a hacerlo.
  • Se lo haces tú para que no suspenda.
  • Le redactas una nota disculpándolo.
  • Le dejas ir sin el trabajo hecho y que asuma él las consecuencias.

Respuesta: en estos casos es importante que el niño aprenda; si lo justificas o le haces tú el trabajo él no lo va a hacer. Es importante que vaya con el trabajo sin hacer y que se exponga al suspenso o a tener que hacerlo en recreo o cuando diga el profesor.

QUE VEAMOS EN LAS CONSECUENCIAS QUE LE PONGAN A CORTO PLAZO LA OPORTUNIDAD PARA QUE APRENDA EN EL LARGO PLAZO.

3. Respecto a los deberes:

  • Sientes que es absolutamente necesario hacerlos con tus hijos porque crees que si no no los van a hacer.
  • Estás a su lado, porque piensas que son muy difíciles y él solo no puede.
  • Dejas que sea tu hijo quién los haga.

Respuesta: los deberes son responsabilidad del niño, no de los padres, y a no ser que tengan dificultades de aprendizaje los niños están preparados para hacerlos ellos solos.

ÚNICAMENTE ASÍ TE ASEGURARÁS DE QUE BUSQUE RECURSOS POR SÍ MISMO, LO QUE SERÁ UN MECANISMO BÁSICO PARA EL APRENDIZAJE A LO LARGO DE SU VIDA.

4. Si sabes que tu hijo ha cometido un error en los deberes o en un trabajo:

  • Se lo haces corregir.
  • No llega a producirse el error porque siempre lo estás supervisando y lo corriges antes de que él lo haga.-

Le dejas que vaya al colegio con el error y que así aprenda.

Respuesta: es importante que los niños aprendan; para eso se tienen que equivocar y tienen que ser ellos mismos quienes corrijan sus errores. Si se los corriges tú o no le dejas que se equivoque le estás impidiendo que aprenda.

COMETER ERRORES Y DARSE CUENTA POR UNO MISMO ES UNO DE LOS PILARES DEL AVANCE PERSONAL. NO LE PRIVES DE ELLO.

5. Si se le ha olvidado un libro:

  • Volvemos al colegio a por él.
  • Llamas o escribes a una madre para que te envíe la foto.
  • Le pides a tu hijo que lo resuelva él llamando a un amigo.

Respuesta: en el caso de que se haya olvidado algo, lo importante es no hacer un drama, pero tampoco resolvérselo nosotros. Es importante que vea que él lo puede resolver a la par que aprenda estrategias para hacerlo.

NO FACILITARLE TANTO LAS POSIBLES SOLUCIONES SERÁ UN GRAN MÉTODO PARA QUE ÉL PONGA EN MARCHA LA BÚSQUEDA DE AQUELLAS.

6. Cuando te dice que se aburre:

  • Le organizas los juegos.
  • Le das la tablet o el móvil.
  • Procura que siempre esté entretenido.
  • Le dices que piense él en algo que hacer.

Respuesta: es importante dejar que los niños organicen solos su tiempo, que aprendan a estar con ellos mismos y que aprendan a entretenerse solos.

GARANTIZAS QUE EN UN FUTURO NO SEAN DEPENDIENTES DIGITALES Y SÍ CAPACES DE DISCURRIR SOBRE CÓMO OCUPARSE DE SÍ MISMOS

7. Si te cuenta que tuvo un problema con un compañero en el colegio:

  • Le escuchas y entre los dos pensáis cómo solucionarlo.
  • Llamas a la madre del otro niño.
  • Llamas al profesor para ver qué ocurrió.
  • Le dices que lo resuelva él solo.

Respuesta: el objetivo es que cuente con estrategias, recursos y habilidades; para eso puedes ayudarle a pensar en soluciones, pero si se lo resuelves tú de nuevo no lo aprende.

LE ESTARÁS AYUDANDO EN SU INTELIGENCIA SOCIAL PARA QUE APRENDA DESDE ESTE MOMENTO A RELACIONARSE, A SOLUCIONAR CONFLICTOS Y A AFRONTAR SIEMPRE LOS PROBLEMAS QUE SURJAN.

8. Por las mañanas:

  • Le levantas con el tiempo justo para que duerma lo máximo posible e intentas agilizar tú todo el proceso.
  • Le vistes y le preparas todo para llegar a tiempo.
  • Le levantas con el tiempo suficiente para que sea él quien se vaya organizando y haciendo las cosas por sí mismo.

Respuesta: el objetivo es que aprenda autonomía y que adquiera hábitos; por eso hay que levantarle con tiempo para que pueda hacerlo. Es más importante acostarse antes por la noche y trabajar esto por las mañanas.

AUNQUE LE LLEVE MÁS TIEMPO AL PRINCIPIO, ES LA VÍA PARA QUE ADQUIERA HÁBITOS Y LOS INTEGRE POR SÍ MISMO, SENTANDO LAS BASES DE SU TOTAL AUTONOMÍA FUTURA.

9. Cuando llora porque quiere algo:

  • Se lo das para evitar que vaya a más.
  • Le amenazas con medidas que luego no cumples.
  • Le explicas que no es la forma correcta de pedir las cosas y que no siempre podemos tener todo lo que queremos.

Respuesta: es importante que aprenda a pedir bien las cosas y a tolerar las pequeñas frustraciones del día a día.

LE ESTÁS AYUDANDO A SER RESISTENTE Y FUERTE EN EL FUTURO. SERÁ UN ADULTO ENTRENADO EN LA TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN Y, POR TANTO, PERSISTENTE EN LA VIDA.

10. La mochila del colegio y sus cosas:

  • Las llevas tú porque crees que es pequeño.
  • Estás siempre pendiente de que no las pierda.
  • Le pides que las lleve él y que se haga responsable.

Respuesta: tiene que aprender a adquirir hábitos de autonomía y hacerse responsable de sus cosas.

APRENDERÁ A ESTAR PENDIENTE DE TODO LO QUE ÉL MISMO VAYA A NECESITAR. APRENDERÁ A SER PREVISOR Y TOTALMENTE AUTÓNOMO.

FUENTE: eldia.es

¿Eres una madre o padre helicóptero? En Cadena Dial

Por Nuria Serena

Lo eres si contestas “” a cualquiera de estas tres preguntas:

  • ¿Estás pendiente de las necesidades de tu hijo de forma constante?
  • ¿Te angustia el futuro de tu hijo?
  • ¿Estas obsesionado con el rendimiento académico de tu hijo?

Pues si has hecho triplete, tu hijo y tú tenéis un problema, eres una madre o padre helicóptero.

Una madre o padre helicóptero es aquella o aquel que sobrevuela constantemente sobre la vida de su hijo:

le acompaña a una entrevista de trabajo, rellena solicitudes y formularios por él, está preocupado por satisfacer a todas horas sus necesidades, sus deseos y le angustia su futuro.

El término es muy popular en EEUU -donde uno de cada 10 estudiantes tiene este tipo de padres- y, como todo, de unos años a esta parte, el “fenómeno” ha llegado también a España.

Buena parte de culpa la tiene la permanente “crisis” que ha inmerso a las familias en una inseguridad por el futuro. La frase “nuestros hijos vivirán peor que sus padres” es un “mantra” que todo el mundo ha interiorizado. Y esto provoca miedo a un crecimiento de las desigualdades sociales, lo que influye en la perspectiva que los progenitores tienen de la educación: más permisiva o más estricta.

Los padres deciden si utilizan un estilo autoritario, persuasivo o permisivo en función de los costes y beneficios que les reporta cada uno. En los años 60 y 70, por ejemplo, se llevaba ser permisivo, entre otras cosas porque los trabajadores poco cualificados ganaban casi tanto como los cualificados y los padres podían permitirse fomentar la imaginación y la independencia de los niños frente a otros valores, como el trabajo puro y duro.

La crisis y la desigualdad económica hacen a los padres más controladores con sus hijos

“Los últimos 30 años, por el contrario, se han caracterizado por una creciente desigualdad que se ha visto acompañada por el aumento de los rendimientos asociados a la educación. Los niños que no logran completar su educación ya no pueden aspirar a una vida de clase media y, en consecuencia, los padres han redoblado sus esfuerzos para asegurar el éxito de sus hijos”, explica Fabrizio Zilibotti, catedrático de Macroeconomía y Economía Política de la Universidad de Zurich.

Y es que la exigencia de los padres no siempre es bien trasladada y, en vez de acompañarles, les sustituye

Por eso, hay cada vez más madres/padres helicóptero, madres/padres apisonadora (que allanan el camino para que su hijo no tenga dificultades) y madres/padres guardaespaldas (que se convierten en la sombra de sus hijos para que nada ni nadie pueda dañarles).

Lo hacen con buena intención y con mucho cariño,

pero, en ese afán por controlarlo todo, acaban anulando la independencia y la autonomía de los críos. Según los expertos, éste es “uno de los mayores errores en la educación de los hijos”.

Los niños con padres sobreprotectores desarrollan menos competencias emocionales y a la larga son más inseguros, advierte la psicóloga Silvia Álava, autora del libro Queremos hijos felices.

En cada momento del crecimiento de la persona, ésta debe pelear por sus propias batallas. Debemos darnos cuenta de que no ayudamos a nuestros hijos dándoles la solución, sino prestándoles el apoyo desde fuera. Si en la adolescencia los chicos no toman decisiones, nunca tomarán la iniciativa y esto producirá disfunciones sociales tremendas en todos los niveles“, sentencia José Antonio Marina.

FUENTE: CadenaDial.com

¿En vacaciones de Navidad te comportas como una madre o un padre estilo ‘helicóptero’? Colaboración con la Agencia EFE

Hay padres que en lugar de preparar a sus hijos para el camino preparan el camino para sus hijos.

Así sintetiza la psicóloga Silvia Álava, directora del área infantil en el Centro de Psicología Álava Reyes, en España, el error más común que se comete en la educación de los hijos de 6 a 12 años de edad: la sobreprotección.

“Es una equivocación porque los niños se sienten más inseguros cuando los padres se lo dan todo hecho, y es importante que los pequeños experimenten el fracaso para que aprendan a esforzarse más”, señala esta experta.

Álava indica que los chicos necesitan aprender a resolver las situaciones por sí mismos y conseguir tolerar la frustración. “Unos buenos padres tratan de levantar a su hijo cuando se cae, le consuelan, le secan las lágrimas y le apoyan para que siga adelante, ya que si no le dejamos caer, nunca aprenderá a levantarse”.

Está psicóloga infantil denomina ‘padres helicóptero’ a aquellos que “tienen un estilo de educación que se basa en la sobreprotección de los hijos y que están continuamente ‘sobrevolando’ encima de ellos para resolver cualquier problema que pueda tener el niño o apartarle las piedras del camino”.

Uno de los principales objetivos que se deben perseguir en la educación de los hijos es conseguir que sean personas autónomas, seguras e independientes, y esto es algo que hay que inculcar desde la más tierna infancia. Pero, según Álava, “nos encontramos con muchos padres que cometen el error de sobreproteger a sus hijos, entienden de forma errónea el amor y el cariño y están demasiado encima de ellos”.

Estos ‘padres helicóptero’ impiden a los críos desarrollar recursos y estrategias que les serán necesarios en el futuro, “porque satisfacen sus necesidades en exceso. Hay que dejarles que se frustren, que se queden sin algo que les guste, que luchen por sus objetivos. Concederles todo será más perjudicial que beneficioso”, enfatiza.

¿Cómo pueden una madre, un padre o ambos descubrir si se han convertido en ‘helicópteros’ o están en vías de serlo? Álava describe cinco comportamientos:

1. No dejar que los pequeños se vistan solos.
2. Evitar decirles ¡NO!
3. Reponer de forma inmediata lo que perdieron.
4. Recogerles los juguetes o llevarles la ropa sucia al cesto de lavar.
5. Ser la agenda de nuestro hijo y no permitir que el niño se responsabilice de sus deberes o de lo que tiene que llevar al colegio. 

Fuente: EFE

Niños blanditos. Colaboración con el diario Las Provincias

En Estados Unidos surgió el términ «padres-helicóptero», para denominar a aquellos que sobrevuelan de forma contínua sobre las vidas de sus hijos Artículo escrito por: Inés Gallastegui Hace unas semanas se difundió la historia de Saglana Salchak, una niña siberiana de 4 años que se internó de noche en un bosque habitado por lobos en […]