¿Qué nos espera en esta vuelta al colegio?Colaboración con Padres y Colegios
Empieza un curso escolar lleno de incógnitas en el que nadie sabe qué va a ocurrir. Sin lugar a duda este curso tendremos que ser más resilientes que nunca y aprender a gestionar la incertidumbre, porque pretender que el curso pueda seguir con normalidad no es realista.
En este inicio de curso escolar, una parte extra del trabajo como profesor será dar soporte emocional a los alumnos, comprender cómo se están sintiendo y detectar si puede haber alguna situación de vulnerabilidad o problemas emocionales. En absoluto se puede exigir a los docentes que hagan terapia con los alumnos, pero sí es importante conocer síntomas que podrían ser indicadores de un problema que haga necesario pedir ayuda, aunque no lo podremos llevar a cabo sin contar con más formación, medios y recursos. Es el año de invertir en educación. Será necesario aumentar las plantillas de los centros. Y los primeros que tendrán que recibir ese soporte emocional serán los propios docentes. De nada vale que les pidamos que cuiden la salud emocional de sus alumnos, si sienten que están desamparados y que nadie cuida por la suya.
¿Qué nos espera en esta vuelta al colegio?
Las emociones están a flor de piel, estamos mucho más irascibles, tanto los adultos como los niños y nos cuesta más regular las emociones.
- Nos enfrentamos a una vuelta al colegio llena de incertidumbre. No sabemos qué es lo que va a ocurrir, cómo van a ser las aulas, la entrada y recogida de los alumnos, los servicios de comedor, las actividades extraescolares… Todo esto hace que a las familias les sea imposible planificar y organizarse. Lo que genera una gran frustración y un gran problema de conciliación.
- Las familias tienen mucho miedo al contagio, a si la gestión desde los colegios será correcta… pero también los docentes tienen miedo. Ese miedo es lícito, cuando vemos que se sigue incrementando el número de casos, que llega una llamada “segunda ola”… Hay que aceptar la emoción del miedo, saber que es normal, que incluso nos puede ayudar a cumplir mejor las medidas de seguridad, pero necesitamos una buena comunicación sobre qué se va a hacer desde las escuelas para poder gestionarlo correctamente.
- El aprendizaje se ve comprometido. No es lo mismo el aprendizaje presencial que el online. Además, pensar que se han podido impartir los mismos contenidos en formato on line que presencial, no es realista. Por ello será fundamental adecuar las expectativas, tanto de los padres como las de los alumnos y las de los maestros.
- Este año, más que nunca, es más necesario atender a las necesidades emocionales de los alumnos. Todo ello requiere más que el esfuerzo individual y que aludir a la responsabilidad individual, necesitamos medios, formación, recursos… por supuesto un plan de vuelta a las aulas y sobre todo COMUNICACIÓN. La labor no puede recaer únicamente sobre los docentes. Durante el confinamiento se ha hecho lo que se ha podido, pero con interés y buena voluntad no basta, es necesario el apoyo por parte de las instituciones.
Puede sonar redundante, pero para hacer una vuelta segura a los colegios necesitamos inversión y formación.
- Formación de los docentes en temas de gestión de las medidas de seguridad.
- Formación en las competencias emocionales necesarias.
Y adaptarnos y adaptar la enseñanza:
- Es necesario adaptar la enseñanza, quizás hay que estar más tiempo al aire libre, en el patio…
- No valen las medidas universales, hay que estudiar cada centro en concreto. No es lo mismo una escuela rural que un gran colegio de una ciudad, No es lo mismo tener un gran patio donde poder salir y dar clases al aire libre que no disponer de él…
¿Volvemos a la enseñanza on line?
La enseñanza on line ha sido “un parche”, era el menor de los males en una situación de emergencia sanitaria, y nos pilló desprevenidos y sin recursos. A fecha de hoy podemos afirmar que los niños necesitan volver a la escuela, necesitan a su profesor, una persona que guíe, que explique, que acompañe en el proceso de aprendizaje. Además, en la escuela los niños socializan, se relacionan con otros niños, adquieren habilidades socioemocionales…
La escuela es un medio para conseguir la igualdad de las familias. El confinamiento y el traslado del colegio a cada casa ha aumentado más, si cabe, la brecha educativa. Se estima que la brecha digital afecta a un millón de alumnos de enseñanzas no universitarias, que por problemas socioeconómicos no tienen dispositivos adecuados o no tienen conectividad a Internet en casa. Otra pieza clave de la enseñanza en casa es que no todos los padres tienen la formación suficiente para dar apoyo a sus hijos en casa, para ayudarles con las tareas escolares e incluso no todas las familias son capaces de satisfacer las necesidades de sus hijos.
Evidentemente la vuelta a las aulas debe de hacerse cumpliendo medidas para que el virus no se propague, pero no nos podemos olvidar de que “la salud no es sólo la ausencia de enfermedad”. La salud es un estado completo de bienestar físico y social, por tanto, los niños no sólo necesitan mantener su salud física libres de virus, sino también cubrir sus necesidades afectivas y sociales. Y a ello también se contribuye desde la escuela.