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Síndrome de Couvade: ¿puede experimentar tu pareja los mismos síntomas de embarazo?

¿Estás preocupada porque tu pareja empieza a experimentar los mismos síntomas de embarazo que tú? No te asustes. Se conoce como síndrome de Couvade y es más común de lo que piensas. ¡Por cierto, los signos son muy muy reales!

Algunos padres, cuando su pareja se queda embarazada, somatizan los mismos síntomas que la madre, sobre todo durante el primer trimestre y, también, al final de la gestación. Pero no te preocupes, porque no es un episodio exclusivo de tu pareja y se conoce como síndrome de Couvade. Y los signos son muy reales, aunque se afirme que son psicosomáticos.

¿Qué es el síndrome de Couvade?

El término ‘couvade’ viene del francés couver que significa criar o incubar. Fue usado por primera vez en 1865 por el antropólogo Edward Burnett Tylor, para describir los ritos del hombre durante el embarazo de las mujeres en comunidades primitivas.

Descubrió que el padre participaba e imitaba los dolores de parto, abandonaba el trabajo de su tribu y sus responsabilidades cotidianas, relacionadas con el trabajo físico o la actividad sexual.

El ritual también implicó imitar los comportamientos de una mujer en el momento que da a luz, como por ejemplo gritar. Además, la mujer le entregaba al bebé recién nacido a su pareja y este se lo llevaba a su propio pecho, tratando de emular la lactancia.

El objetivo de tales hábitos era proteger al bebé y a la madre contra los poderes del mal, pero también para que el hombre pudiera establecer un vínculo sobrenatural con el bebé.

¿Por qué aparecen en el hombre los mismos síntomas de embarazo?

Se trata de un fenómeno poco comprendido sin base fisiológica reconocida. Se han presentado diferentes teorías para explicar este síndrome. Las psicoanalíticas afirman que es una consecuencia de la envidia del hombre por la capacidad de procreación de la mujer.

Otras psicosociales proponen que ocurre como parte de una crisis transicional hacia la paternidad, expresando ansiedad ante ello. Y, por otro lado, las teorías paternas sugieren una conexión entre la participación del hombre y el rol paterno (Brennan et al., 2007).

En esta última teoría, el padre empatiza de tal forma con la madre embarazada, que conecta con sus cambios hormonales afectándole a su propia regulación hormonal. Este cambio da lugar a una menor producción de testosterona, encargada del deseo sexual y una mayor producción de prolactina y extradiol, haciendo que su temperamento sea más protector y afectuoso con la madre.

¿Es lo mismo que el embarazo psicológico?

“No, no tiene nada que ver. Un embarazo psicológico puede producirse por influencia de las hormonas y el síndrome de Cauvade aparece más bien por ansiedad, por el miedo que tiene el padre ante esta nueva situación”, explica la psicóloga Silvia Álava Sordo, del Centro de Psicología Álava Reyes.

Sin embargo, estas personas tienden a somatizar y es posible que experimenten síntomas desagradables derivados de esta somatización, como pueden ser las náuseas, los vómitos, el malestar estomacal o el cansancio y la fatiga. “Son síntomas reales, aunque no haya una causa orgánica que lo produzca”, explica Silvia Álava Sordo.

¿Qué hombres son más susceptibles de padecerlo?

Los más sensibles o propensos a la angustia pueden experimentar fisiológicamente el embarazo de sus parejas. También aquellos que tienen más facilidad para ponerse en el lugar del otro o que malentienden la empatía.

“Una cosa es empatizar y entender lo que siente tu pareja, y otra muy diferente es ir más allá y sufrir los mismos síntomas. Por ejemplo, tu marido puede apoyarte, sostenerte y ayudarte a vomitar, pero que vomite contigo… ¡eso ya es demasiado!”, señala la psicóloga.

¿Se puede producir alguna complicación?

No se han descrito complicaciones derivadas de este síndrome. Sin embargo, debido al desajuste hormonal que padecen algunos padres –como la alteración en los niveles de testosterona, oxitocina, extradiol e incluso de prolactina– algunos podrían necesitar atención especializada. Pero no es lo habitual.

La prolactina es la hormona encargada de la producción de leche y se ha constatado que algunos padres, incluso tras el parto, han mantenido los niveles altos de esta hormona. Además, “este síndrome suele desaparecer cuando nace el bebé”, concluye Silvia Álava.

¿Alguna ventaja en que la pareja sufra el síndrome de Couvade?

Dependerá de los síntomas que experimente el padre, porque si ya es difícil lidiar con nuestros cambios de humor, mareos, náuseas, dolor de espalda o irritabilidad, tener a tu pareja con los mismos no ayuda a superar esos momentos. Sin embargo, si con el cambio ahora es más comprensivo y protector, probablemente el ‘síndrome de Couvade’ será de utilidad.

FUENTE: serpadres.es

¿Cómo hacer que nuestros hijos sean felices?

Si nos preguntaran qué queremos para nuestros hijos, la mayoría de los padres y madres responderían “que sean felices”. ¿Verdad?

Pero hemos de saber que la felicidad constante y permanente no existe. Que la vida es una sucesión de circunstancias y acontecimientos que nos provocan diferentes emociones.

Hemos de aprender a manejar y a experimentar todas ellas, tanto las que nos son más agradables como las que nos son más desagradables, porque todas ellas son útiles.

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Homenaje de «Levaduramadre» a las Madres

El amor de las madres hacia sus hijos es incondicional y sus hijos lo saben muy bien. Sin embargo, la mayoría de ellas pueden sentirse inseguras sobre si son buenas madres o incluso demasiado duras, cuestionándose a sí mismas el papel que están jugando en la crianza o si todo el amor incondicional que dan es suficiente.

El día a día

Con el objetivo de detectar cuáles son los problemas que éstas se encuentran en su día a día, Levaduramadre ha llevado a cabo un estudio sociológico con Madresfera, comunidad de referencia en temas de crianza y familia. A través de una encuesta realizada a madres, ha podido descubrir que el 90,9% de ellas sienten que alguna vez no lo han hecho bien con sus hijos.

Y es esa la percepción que también tienen las madres sobre sí mismas y su papel en la educación de los hijos. En la encuesta, buena parte de ellas aseguran, en un 77,5%, que a pesar de todo se ven como buenas madres, otras, el 58,4%, se consideran cariñosas, el 33% se ven como exigentes y el 27% afirma ser valiente.

Autocrítica

Sin embargo, a pesar de esa buena percepción, las madres también han hecho autocrítica a través de esta consulta, donde reconocen que suelen sentir mucha culpa por no llegar a todo, por perder la paciencia, por no darse cuenta de que sus hijos tienen un problema o por no jugar con ellos. De las mujeres que participaron en la consulta, el 59,7% se arrepiente de algo, como gritarle a sus hijos, del tiempo perdido o de no poner algunos límites. El 70,6% destaca, además, que lo mejor de ser mamá es disfrutar de la compañía de los hijos, y el 60,9% que lo peor es pensar que les puede pasar algo malo o no saber cómo ayudarlos cuando lo necesitan.

¿Cuánto de buena madre eres?

Con estos datos, Silvia ÁlavaDoctora en Psicología Clínica y de la Salud, ha asegurado: “en realidad no existe un baremo para medir “cuánto de buena madre” se es, por tanto no hay que dejar que nadie nos machaque con sus teorías” y, aclara, “para aquellas madres que se martirizan pensando que no son perfectas, que no lo hacen bien, es necesario reflexionar y preguntarse ¿hasta qué punto las ideas preconcebidas o los consejos de los abuelos, de los amigos, de los blogs de educación pueden hacer que unas madres sientan que no siguen “el guión” de lo que se considera como “buenas madres?». El mensaje es claro, concluye: “los humanos somos imperfectos y cuanto antes lo asumamos, mejor. Por tanto, las madres perfectas no existen”.

¿Qué percepción tienen los niños y niñas sobre sus madres?

Para conocer también la otra cara de la moneda, Levaduramadre ha realizado un vídeo experimental con niños para descubrir de primera mano qué percepción tenían éstos sobre sus madres. Conducido por la psicóloga Álava y planteado de forma lúdica, se invitó a un grupo de niños a elaborar un pan en su obrador de Madrid con aquellos ingredientes que describen cómo las veían ellos. Como no
podía ser de otra manera, el chocolate salió como ingrediente principal, ya que refleja la dulzura y el cariño que ellos reciben.
De esta forma, Levaduramadre desmonta los temores de las madres y les rinde homenaje con un pan que incorpora el chocolate como ingrediente principal y con el que pone en relieve la labor tan importante que éstas realizan diariamente. Es todo un reconocimiento permanente ya que además este nuevo producto se incorpora su carta habitual en tienda.

Pan de la madre

El Pan de tres chocolates o “Pan de la Madre” se podrá adquirir en cualquiera de las 120 tiendas de Levaduramadre en Madrid, Barcelona, Valencia y Alicante a partir del 4 de mayo.
Está elaborado con ingredientes naturales como el chocolate (blanco, con leche y negro) de primera calidad, harina de trigo, masa madre, agua, sal, levadura, azúcar y cacao. Toda una propuesta dulce para degustar en cualquier momento del día y los 365 días del año. Un pan creado con el amor sincero que tienen los niños por sus madres; porque si das amor, recibes amor.

FUENTE: lapublicidad.net

“El Grinch roba la Navidad”: el trend viral de TikTok en el que los adultos se disfrazan y roban regalos que puede dejar “una huella psicológica” en los más pequeños

Imagínate que una noche, sin esperarlo, el famoso Grinch aparece en tu casa dispuesto a robarte la Navidad y todos los regalos. Esto es algo que han experimentado algunos niños en Estados Unidos después de que el trend o tendencia de TikTok ‘El Grinch roba la Navidad’ –en el que uno de los padres se disfraza del personaje y asusta a los niños– se haya viralizado.

Más allá de las reacciones que entienden esta tendencia como una broma, en Maldita.es hemos consultado a dos psicólogas para saber qué impacto tienen estas acciones sobre los niños y si pueden acabar afectando a su desarrollo o generando un trauma.

‘El Grinch roba la Navidad’, un ‘trend’ viral

Esta tendencia viral está centrada en el famoso personaje infantil conocido como ‘El Grinch’. Creado por Theodor Seuss Geisel en 1957, se trata de una figura que trata de amargar las Navidades a los niños de todo el mundo. El trend consiste en que uno de los padres o familiares de los más pequeños se disfracen de este personaje e irrumpan en la casa durante la noche para llevarse los regalos y asustar a los niños.

La situación acaba en la mayoría de los casos con los pequeños gritando, llorando y corriendo de miedo, mientras los padres los graban y se ríen detrás de la cámara. Hay niños que, incluso, han tratado de defenderse y agredir al elfo que, al final, siempre acaba llevándose algunos de los regalos.

Algunos de los vídeos del trend publicados en TikTok.

Estos vídeos acumulan millones de reproducciones en redes sociales y han dado la vuelta al mundo, pero muchos usuarios critican este trend. Muchos usuarios culpan a los padres de hacer sufrir a los más pequeños y de poder causarles un trauma en el futuro, además, aseguran ellos “nunca harían eso a sus hijos”. Otros, sin embargo, comentan “que se apuntan la broma” para las próximas Navidades.

Comentarios en uno de los vídeos publicados en la plataforma. 

Los niños viven estas experiencias “de manera muy real”

La psicoterapeuta Carolina Cáceres explica que los niños viven este tipo de eventos de manera muy real: “Lo que para el adulto puede ser una sencilla broma, el niño lo asume como una realidad irrefutable”. De ahí viene, resalta, “el pavor” que se ve en sus caras durante el vídeo, la “frustración” por perder sus juguetes, los gritos. “A estas emociones se suma, además, la extrañeza de ver a adultos riendo cuando algo muy malo está pasando”, añade.

Silvia Álava, doctora en Psicología Clínica y de la Salud, señala que a la rabia y al miedo se une una segunda parte: “La figura que les tiene que proteger, que son mamá y papá, en vez de protegerlos y frenar al Grinch y echarle, les están grabando. Esto lo único que hace es incrementar el malestar del menor”.

Algunas de las reacciones de los pequeños al ver al supuesto Grinch. 

Para Cáceres es importante resaltar la edad de los pequeños que aparecen en los vídeos: “Tienen seis años o menos. Eso significa que están en una etapa en la que el pensamiento mágico está todavía presente en ellos. Es decir, entienden el lenguaje de manera literal, de forma que si tú le dices que el hada de los dientes vendrá a dejarle algo a cambio de llevarse sus dientes, te van a creer. Eso hace que los niños elaboren el mundo que les rodea desde la fantasía”. Álava insiste en que el niño “no es consciente” de que es una broma: “No son conscientes en ningún momento. Ellos creen que el verdadero Grinch está yendo a su casa a robar la Navidad”. “Están aterrados porque viven esos hechos como reales”, explica Cáceres.

Los padres, dice la experta, desconocen el impacto que puede tener someter a sus hijos a este tipo de experiencias. “El rol de los cuidadores primarios –es decir, el de los padres– es dotarlos de seguridad y hacerlos sentir cuidados y protegidos para que los niños puedan enfrentar las adversidades de manera exitosa”, explica.

Con este tipo de situaciones, dice Álava, rompen el vínculo de seguridad que los niños tienen con ellos, porque los progenitores tienen que ser las figuras que les protejan: “Como psicóloga, quiero pensar que estos padres no están calibrando el daño que les hacen a sus hijos”.

Estas experiencias podrían dejar “una huella psicológica” en los pequeños, según los expertos consultados por ‘Maldita.es’

Muchos usuarios han respondido indignados a estos vídeos asegurando que este tipo de vivencias puede causar traumas en los más pequeños. Ante eso, Cáceres recuerda la definición de ‘trauma’, que se recoge como “cualquier evento que se vive de manera inesperada, involuntaria y que amenaza directamente tu seguridad, tu vida e integridad dejando una huella psicológica”. La experta señala que, si bien en términos reales estos eventos no amenazan la vida real de los pequeños, “los síntomas que podrían experimentar posteriormente sí pueden ser muy similares a los de un estrés postraumático: como flashbacks, llantos repentinos o episodios de ansiedad, entre otros”.

Dependerá mucho del niño o la niña, dice Álava: “Habrá niños que lo olviden cuando sepan que es una broma, pero habrá otros para los que sí sea un pequeño trauma. Hay que tener cuidado porque, se lo genere o no, el malestar del niño no vale la pena y menos por conseguir un puñado de likes”.

Cáceres recuerda que los eventos son percibidos de una manera muy particular por cada persona y aunque el evento en sí no es traumático, “la forma en la que los niños lo procesen y perciban sí puede constituir un evento traumático para ellos”. Incluso, resalta la experta, este acontecimiento podría marcar la concepción que el niño tenga a partir de ahora de la Navidad: “Puede guardarla en la memoria como un evento muy desagradable, puede incluso generar sentimientos de rechazo y aversión a la Navidad por temor a que este evento tan intenso se vuelva a repetir”. Álava coincide: “Habrá que ver qué pasa después. Puede que cuando se entere que el Grinch era alguno de sus padres empiece a cuestionárselo todo”.

La exposición de los pequeños en estos vídeos fomentan su vulnerabilidad

Cáceres explica que al exponer sus emociones de esta manera, acompañadas de risas o burlas que invalidan sus sentimientos de miedo, “los pequeños se vuelven más vulnerables”. Además, resalta que estos vídeos “normalizan” conductas poco empáticas como la burla frente al llanto del otro: “Esto genera un desequilibrio de poder, donde el que se burla del otro es el más fuerte o el más guay. De esta forma, los niños pueden aprender a relacionarse ejerciendo este poder sobre sus compañeros al trasladarlo al ámbito social”.

Hemos subido el vídeo a la red social, dice Álava, y hemos dejado al menor completamente expuesto: “De alguna manera hemos vulnerado su derecho a la protección de la infancia. El resto de personas del mundo no tienen porque verlos llorando y pasándolo mal. Más cuando el vídeo se puede volver viral”. La experta insiste en que estos vídeos perduran en redes y que, en un futuro, cuando los niños crezcan puede no gustarles y acabar enfrentándose a sus padres para saber por qué decidieron colgarlos. “Los vídeos en los que hay menores no tendrían que estar en la red por el daño que les podemos hacer con ellos”, zanja.

FUENTE: maldita.es

Qué hacer para que los niños no sufran en los divorcios: «Que no reciban las balas de la guerra de sus padres»

Sí, con una buena gestión del divorcio o de la separación de los padres, es posible que los niños no sufran o no tengan problemas psicológicos por la ruptura. La psicóloga Silvia Álava nos cuenta todas las claves a tener en cuenta.

Por Beatriz G. Portalatín

Cuando se produce una ruptura sentimental en una pareja con hijos, ésta deja de serlo pero ninguno de los dos dejan de ser padres o madres. Por eso, y según los expertos es importante que haya un buen divorcio y una buena gestión de la separación para que los niños/as sufran lo menos posible.

Y clara-mente mucho se está hablando de todo esto durante las últimas 48 horas, por la famosa canción queShakira ha dedicado a Piqué, pero sin hacer valoraciones sobre este caso (que bastantes cosas hay ya) y extrapolándolo a lo mundano y cotidiano de nuestro entorno, expliquemos las claves para tener un buen divorcio.

Porque sí, es posible que los niños no sufran con las rupturas de sus progenitores, siempre y cuando haya una buena gestión de la separación, que sabemos que no son nada fáciles y que como ya explicamos en este artículo, también deben atravesar su duelo. Y ese duelo siempre lleva consigo una fase de dolor muy importante.

«La evidencia nos dice que, si sabemos separarnos cuando tenemos hijos pequeños, no tendría por qué haber problemas con los niños/as», afirma a laSexta.com Silvia Álava (@silviaalava), doctora en Psicología y directora del área de psicología infantil del Centro Álava Reyes (Madrid).

Sin embargo, «cuando no hay una buena gestión de la separación, los estamos utilizando para hacer daño al otro progenitor o están los niños recibiendo las balas perdidas de la guerra de sus padres, las probabilidades de que desarrollen problemas psicológicos se incrementan mucho más», asegura esta experta, autora de Queremos hijos felices (donde precisamente hay un capítulo dedicado a esto).

Y es que al final, muchas veces, «son los hijos los que se quedan en medio de la guerra que tienen sus padres y ellos tienen que estar a otra cosa, y sobre todo tienen que estar protegidos por sus propios padres. No tienen ellos que recibir esas balas».

Claves para gestionar un buen divorcio cuando hay niños

Fundamentalmente, podemos decir que, según Silvia Álava, existen 4 claves básicas que debemos tener en cuenta cuando tenemos hijos pequeños, sean niños o adolescentes (no olvidemos que los adolescentes no son adultos) y nos estamos separando o divorciando de nuestra pareja.

1. Explicarle bien a los niños que sus padres se van a separar

Esto es fundamental. Contarles bien a los pequeños que sus padres/madres se van a separar pero que ellos no tienen culpa ninguna y que les van a seguir queriendo igual. De hecho, «muchas veces con los más pequeñitos funciona muy bien la palabra novios: vamos a dejar de ser novios, vamos a vivir en casa separadas, pero te vamos a querer igual… Con los más mayores, sí podemos decir pareja», señala Álava.

Pero es muy importante insistir en que «son cosas de pareja y que nada tienen que ver los niños«; y esto hay que dejarlo claro porque a veces tienden a pensar que es por su culpa y no es así, debemos decirles que las cosas de pareja son precisamente eso, cosas que pertenecen solo a dos personas».

2. Explicarles a los niños cómo va a ser su vida a partir de ahora

Algo fundamental para los pequeños es que, una vez les contamos que sus padres/madres van a separarse, les expliquemos muy bien cómo va a ser su vida a partir de ahora: en qué casa van a vivir, quién los va a llevar ahora al colegio… Todo lo que necesitan saber para su día a día, todas esas cosas prácticas. Y además es importante que les involucren en esto. Por ejemplo, «si van a tener un segundo dormitorio en casa del otro progenitor, que sean ellos quienes vayan a elegir la decoración y que se sientan parte de su nuevo hogar».

Y así lo explicaban también aquí varias expertas en psicología y mediación: es importante «formular la separación procurando que sus hábitos cambien lo menos posible y que sigan en relación con las respectivas familias (abuelos, tíos, primos…)». La estrategia común que tenga en esto la pareja es fundamental, es decir, tal como aseguraban las expertas, para que los hijos/as sufran lo menos posible, la pareja tiene que llegar a un buen acuerdo en la forma en que se van a separar y a una buena planificación y organización de cómo será ahora la vida de sus hijos/as.

3. Nunca contarles los motivos de la ruptura (son cosas de pareja)

«No, nunca debemos contarles a los niños los motivos de la ruptura», asegura Álava. «Nunca tenemos que contar el porqué se ha roto la pareja, los niños/as no tienen que tener más información de la que les atañe a ellos mismos», insiste la experta. Y es que «hay muchos adultos que están dolidos porque su ex ha tomado la decisión de terminar y cuando se lo cuentan a sus hijos/as no son capaces de discernir con claridad y tienen que darse cuenta de que esto es un tema de adultos».

Porque por mucho que deje de ser tu pareja, «no va a dejar de ser el padre/madre de tus hijos y necesitamos que la relación sea lo mejor posible. Necesitamos una relación buena y sana, por ello en ningún momento podemos descalificar a la expareja, porque al final ese niño/a se va a quedar con los dos», señala.

4. Que no haya o que no sigan las faltas de respeto

Normalmente, antes de que la pareja se separe, hay malos momentos, probablemente palabras duras, faltas de respeto… pero cuando la pareja decide romper, «no tiene que haber ya esas faltas de respeto hacia el otro/a delante de los hijos, porque la pareja ya no existe, para algo nos hemos separado».

Y esto es importante porque «la mala relación con nuestra expareja puede afectar al vínculo de seguridad y de apego que queremos que nuestros hijos desarrollen con los dos progenitores. Por eso es importante dejar siempre a los niños al margen», asegura Álava. Al margen del dolor y de todo lo que podamos sentir nosotros, como pareja, con la ruptura y la separación.

FUENTE: lasexta.com

Celebramos el día Mundial del Niño

Por la inclusión de todas las niñas y todos los niños

El 20 de noviembre es un día importante: se celebra el Día Universal del Niño y se conmemoran los aniversarios de la adopción de la Declaración Universal de los Derechos del Niño (1959) y la aprobación de la Convención de los Derechos del Niño (1989).

Esta Convención, la más universal de los tratados internacionales, establece una serie de derechos para los niños y las niñas, incluidos los relativos a la vida, la salud y la educación, el derecho a jugar, a la vida familiar, a la protección frente a la violencia y la discriminación, y a que se escuchen sus opiniones.

Todos los miembros de nuestra sociedad —padres y madres, personal docente y sanitario, dirigentes gubernamentales, líderes religiosos, personalidades de la política, el mundo empresarial, la sociedad civil y los medios de comunicacs ión— desempeñan un papel clave en el bienestar de la infancia.

Así, este Día Mundial nos ofrece un punto de partida para llevar a cabo medidas inspiradoras para defender, promover y celebrar los derechos del niño a través de diálogos y acciones que construirán un mundo mejor para los niños.  

¿Qué vas a hacer por la inclusión de los niños y las niñas?

El Día Mundial de la Infancia es la jornada anual de acción de UNICEF por y para los niños y las niñas.

Desde el cambio climático, la educación y la salud mental, hasta el fin del racismo y la discriminación, los niños, las niñas y los y las jóvenes alzan sus voces sobre los temas que más les afectan a su generación y reclaman a los adultos un futuro mejor.

En este Día Mundial de la Infancia es crucial que el mundo escuche sus ideas y reivindicaciones.

El 20 de noviembre, los niños y niñas abogan por un mundo más igualitario e inclusivo.

¿Qué se puede hacer en este día?

El 20 de noviembre es una ocasión especial para que todo el mundo conozca los derechos de los niños y para recordar la importancia de trabajar para conseguir el bienestar de todos los niños y las niñas del mundo.

Es un buen día para conocer las distintas formas de colaborar con los niños más vulnerables, para que sus derechos sean reconocidos y garantizar su bienestar y desarrollo.

FUENTE UNICEF y Naciones Unidas

¿Qué puede pasar cuando le entregas un móvil a tu hijo o a tu hija?

Os comparto esta nueva campaña de UNICEF #LeDasUnMóvilyYa

La guía que no viene con el móvil

#LeDasUnMóvilyYa

Con la llegada del primer móvil nos surgen muchas dudas y preguntas para mantenerles seguros en internet.

Madres y padres somos responsables de que esa experiencia sea lo más segura posible, que pueda ser informada y con unas pautas de uso y límites claros.

Descarga la guía que no viene con el móvil, con 10 pasos para ayudar a tus hijos a hacer un buen uso de él -> DESCARGAR GUÍA

Y aquí Más recursos y materiales sobre la campaña

¿Qué hacer si tu hijo tiene miedo en Halloween?

Os adjunto estos 5 consejos de Sonia López Iglesias sobre los miedos de los más pequeños de la casa ante las brujas, los fantasmas y los villanos…

No soy feliz aunque soy mamá

Madres y padres debemos reflexionar sobre qué es para nosotros la felicidad verdadera.

Por Adriana Méndez

Muchas mujeres piensan que, para ser totalmente felices, necesitan ser madres. Sin embargo, cuando ya tienen a su bebé en brazos, les sorprende descubrir que aún se siguen sin sentir plenas. No son felices aunque son mamás porque han volcado su felicidad en la llegada de sus hijos, en lugar de buscarla por ellas mismas. Esto, además, les lleva a preguntarse: si yo no soy una madre feliz, ¿mis hijos tampoco serán dichosos?

A continuación analizamos todas estas cuestiones y reflexionamos sobre cuál es el verdadero significado de la felicidad plena.Índice

  1. ¿Por qué no consigo ser feliz aunque soy madre?
  2. Si yo no soy una mamá feliz, ¿mis tampoco serán dichosos?
  3. Los padres debemos reflexionar sobre qué es la felicidad

¿Por qué no consigo ser feliz aunque soy madre?

Soy mamá pero no soy feliz

Debido al abrumador sentimiento de mantener el balance de ser madre, mujer, trabajadora y pareja, muchas mujeres pueden tener bajones emocionales que las hagan sentirse desanimadas o incluso tristes. A menudo, esto les lleva a sentir culpabilidad por ello y dejan de disfrutar de su maternidad de una forma saludable.

Una de las grandes preguntas que se hacen las madres cuando por fin tienen a su bebé en brazos y se encuentran cara a cara con la maternidad es: ‘¿acaso es normal sentirse triste en lugar de feliz aunque tengo a mi hijo en brazos?‘ La respuesta es SÍ. Estas emociones son más comunes de lo que podemos pensar y pueden darse por diversas razones.

A menudo, se escucha eso de que ‘para ser felices hay que tener un hijo‘. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. De hecho, el proceso debería ser el contrario: primero debemos tratar de encontrar la felicidad (si bien tenemos que reflexionar sobre cómo definimos la felicidad) y luego, tener un hijo. La felicidad tiene que ser personal y venir desde el interior de cada quien, los hijos no pueden ser esa fuente de alegría que esperas recibir.https://be22a1bfe7de90ae9a3278e3fd0c81cf.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-38/html/container.html

Es cierto que los niños son un motivo para aumentar esa satisfacción personal que ya poseemos, pero esto deviene al buscar la alegría por nuestra cuenta y no a través de otras personas. Y no hablamos solo de los hijos; las mamás tampoco podemos basar nuestra felicidad en nuestra pareja, en otros familiares o en nuestros hijos. De manera que, cuando una mujer se sienta realizada por quién es, al momento de decidir tener hijos, estos magnifiquen su dicha.

Si yo no soy una mamá feliz, ¿mis tampoco serán dichosos?

Hijos dichosos de madres infelices

Más allá de darle una vuelta a nuestro concepto de ‘ser feliz’, existe un miedo perpetuo en las mamás que no se sienten felices o están en un momento de desánimo en su maternidad: se preguntan (y a veces hasta se culpabilizan) si, dado que ellas no son felices, no saben si sus hijos llegarán a ser dichosos.

Si bien, nuestro ánimo repercute en los niños, hay que aclarar que ser feliz y tener un bienestar emocional no implica estar contentas todo el día, todos los días, con una gran sonrisa en el rostro. Este es un modelo de felicidad que es imposible de lograr.

Lo que como madres y padres debemos buscar es mantener una paz y balance emocional, lo que nos lleva a tener un bienestar físico y psicológico ideal para sentirnos a gusto con nosotros mismos. Ese es el modelo de felicidad que debemos enseñar a nuestros niños: el disfrutar de los días buenos sin negar la existencia de los días malos, donde está bien sentirnos decaídos.

Todas las emociones (las que son muy agradables pero también las que nos hacen sentir incómodos) son válidas. Porque estas son emociones que nos ayudan a apreciar los buenos momentos cuando llegan y magnificar esos sentimientos de fortuna.

Los padres debemos reflexionar sobre qué es la felicidad

Tener hijos dichosos aunque no seas feliz

En conclusión, debemos ser consciente de que es completamente normal que haya momentos en los que nos sintamos con los ánimos más altos y otros en los que nos sintamos más decaídas; porque la felicidad no es sinónimo de sentirse contenta las 24 horas del día. Cada mamá debe reflexionar sobre cuál es su concepto de felicidad y tratar de alcanzar esa dicha por ella misma (sin volcarla en la gente que le rodea, ni siquiera en sus hijos). Este es el modelo de felicidad que debemos trasladar a nuestros hijos, ya que será el que les haga verdaderamente dichosos.

Lo más importante para los padres es intentar mantener una actitud positiva, en lugar de tener una visión fatalista de la vida. Esto se logra potenciando las emociones agradables del día a día. Cuando logramos hacer esto, estamos enseñando a los niños a ser más felices, porque saben cómo manejar sus emociones.

Cabe resaltar que la mejor forma de lograr esto es teniendo como ejemplos a sus padres. Hay que recordar que los niños aprenden todo de primera mano imitando a sus progenitores, pues son las personas más cercanas e importantes para ellos.

Y para ti, ¿qué es la felicidad?

Puedes leer más artículos similares a No soy feliz aunque soy mamá, ¿mis hijos tampoco serán dichosos?, en la categoría de Ser madres y padres en Guiainfantil.com.

FUENTE: Guiainfantil.com

Hablamos del problema de la «Violencia vicaria» en las Noticias de Antena3

Os adjunto el vídeo de la noticia en el que hablamos sobre la violencia vicaria: