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Tipos de hiperpadres. ¿Eres alguno de ellos?

Averiguar si eres un hiperpadre o una hipermadre es el primer paso para solucionarlo. Las consecuencias para los niños son devastadoras.

Por María Dotor

Hace unos meses, se hizo viral en Twitter la publicación de una madre bajo el titulo: «Hoy mi hijo ha tenido un problema y no he movido un dedo para solucionarlo». En esta publicación, la madre explicaba el problema en cuestión: a su hijo no le habían convocado para el partido más decisivo de la liga de fútbol en la que jugaba, y estaba hecho polvo.

A continuación, la propia madre exponía lo siguiente: «Sería muy sencillo escribir a su entrenador y contarle lo afectado que está. Pedirle por favor que si alguien se da de baja, le convoque al menos como suplente de suplente.Que lo saque aunque sean 5 minutos al campo. Solucionar este problema es muy fácil, pero he decidido no hacerlo».

¿Qué ha llevado a esta madre a no «mover ni un dedo», cuando no le hubiera costado nada?

También lo exponía en su publicación: «Me parece más importante que aprenda a enfrentarse a la frustración ahora, preparándose para el día que no tenga la nota de corte para la Universidad, la chica que le gusta le dé calabazas, no pase el proceso de selección que tanto se haya currado o promocionen a su compañero de trabajo y no a él. Pasamos tanto tiempo preparándoles para triunfar en la vida que a veces se nos olvida que es igualmente importante prepararles para el fracaso, que es el otro lado de la misma moneda».

Esta madre, seguramente sin darse cuenta, estaba alejándose de la hiperpaternidad.

¿Qué es la hiperpaternidad?

La hiperpaternidad es un término que especialistas como Eva Millet, autora del libro “Hiperpaternidad: del modelo mueble al modelo altar”, definen como un fenómeno de crianza y educación que se caracteriza por una atención desorbitada a los hijos.

Los padres consideran que, para ejercer bien como tales, tienen que adelantarse a los problemas del niño y estar pendientes de ellos en todo momento. En su libro, Eva Millet afirma que “la hiperpaternidad ve a los hijos como seres intocables, a los que hay que defender a toda costa y solucionarles todos sus problemas. Este nuevo modelo de crianza se está llevando por delante la autonomía de los niños y su capacidad de frustración, además de generar niños y niñas con más miedos que nunca».

Los efectos de la sobreprotección en nuestros hijos

Los seres humanos nacemos con tan solo un 20% de nuestro cerebro desarrollado. Con los años, el cerebro va madurando, se va desarrollando, gracias a las experiencias que vivimos, que nos sirven de aprendizaje. Pero ¿qué pasa si como madres y padres no les dejamos que aprendan por sí mismos? Sobreprotegiéndoles estamos favoreciendo lo siguiente:

  • El principal, dice la psicóloga Silvia Álava, es que “no les estamos preparando para la vida. Los niños que tienen un exceso de sobreprotección no desarrollan recursos ni habilidades”.
  • “Estamos impidiendo el desarrollo de habilidades tan importantes como la solución de problemas, la generación de alternativas, la empatía”, apunta Félix Muñoz, consultor de comunicación.
  • El neuropsicólogo Álvaro Bilbao nos indica que cuando hacemos cosas por ellos, “les estamos diciendo que no son capaces y estamos apagando la estructura del cerebro que les infunde valentía para afrontar los retos”. Por lo tanto, estamos lastimando su autonomía y su autoestima, y estamos fomentando que de mayores sean dependientes y que no sepan tomar decisiones.
  • Ante cualquier obstáculo o problema, se frustrarán porque no están acostumbrados.
  • “Criaremos niños inútiles, miedosos, sin confianza en ellos mismos para asumir desafíos, que esperan que les resuelvas los problemas medianamente difíciles para poder avanzar”, nos decía la experta en talento y liderazgo Noelia López Cheda.

Tipos de hiperpadres

En su libro, Eva Millet describe varios tipos de hiperpadres:

  • Padres-apisonadora: son aquellos que allanan los caminos de los hijos para que estos no se topen con ninguna dificultad. En los países del norte de Europa y en Canadá son denominados padres-quitanieves.
  • Padres secretarios: recogen el cuarto de sus hijos, preparan su ropa y sus mochilas y, por supuesto, llevan sus agendas, comprobando que han hecho los deberes y planificando todas las actividades que van a realizar durante el día.
  • Padres-bocadillo: abundan en los parques españoles. Su estrategia es la siguiente: se sitúan a una distancia prudente del niño o niña, que juega con la arena o corretea con sus amigos. En una mando sostienen la merienda del retoño. El bocadillo envuelto en papel de aluminio, abierto y tendido para que, cuando al crío le apetezca, se acerque y le dé un mordisco.
  • Padres ultrasufridores: cuya misión es evitar cualquier posible accidente de sus retoños. «Algo que antes era natural para un niño, como subirse a un árbol, ahora les resulta impensable», nos dice Millet.
  • Padres-mánager: normalmente se dan en el mundo del deporte y espectáculo. El objetivo es exprimir al máximo el talento del hijo o hija, llevándoles al límite si es necesario. Los padres-mánager no siempre están en el mundo profesional, dice Millet. «En el deporte escolar sn habituales esos padres que saben más que los entrenadores y, en los partidos, aúllan improperios al árbitro y al equipo contrario».
  • Padres-chófer: en EEUU son tan habituales que, incluso, tienen su propia entrada en Wikipedia. Pasan una gran parte de su tiempo transportando a sus hijos, en edad escolar, a eventos deportivos u otras actividades.

Test para descubrir si eres una madre o padre helicóptero

Para descubrir si estás sobreprotegiendo a tus hijos, aquí te dejamos un test para que lo compruebes.Te hará reflexionar. ¡Manos a la obra!

1. Con los deberes y los exámenes de los niños:

  • Eres tú quien se informa sobre los deberes, los trabajos y los exámenes.
  • Dejas que sea tu hijo quien se responsabilice de sus estudios.
  • Lo apunta tu hijo, pero, por si acaso, tú sigues comprobando en el grupo de WhatsApp si lo ha hecho todo.

Respuesta: tu hijo es quien se tiene que responsabilizar de sus estudios. Si tú estás excesivamente pendiente, él no lo va a hacer.

SOLAMENTE SU TOTAL RESPONSABILIDAD AHORA SE TRADUCIRÁ EN SU TOTAL IMPLICACIÓN EN EL FUTURO.

2. Te has enterado tarde porque has preguntado a otra madre y te has dado cuenta de que tu hijo tenía que hacer un trabajo y no lo ha hecho:

  • Te pones con él a hacerlo.
  • Se lo haces tú para que no suspenda.
  • Le redactas una nota disculpándolo.
  • Le dejas ir sin el trabajo hecho y que asuma él las consecuencias.

Respuesta: en estos casos es importante que el niño aprenda; si lo justificas o le haces tú el trabajo él no lo va a hacer. Es importante que vaya con el trabajo sin hacer y que se exponga al suspenso o a tener que hacerlo en recreo o cuando diga el profesor.

QUE VEAMOS EN LAS CONSECUENCIAS QUE LE PONGAN A CORTO PLAZO LA OPORTUNIDAD PARA QUE APRENDA EN EL LARGO PLAZO.

3. Respecto a los deberes:

  • Sientes que es absolutamente necesario hacerlos con tus hijos porque crees que si no no los van a hacer.
  • Estás a su lado, porque piensas que son muy difíciles y él solo no puede.
  • Dejas que sea tu hijo quién los haga.

Respuesta: los deberes son responsabilidad del niño, no de los padres, y a no ser que tengan dificultades de aprendizaje los niños están preparados para hacerlos ellos solos.

ÚNICAMENTE ASÍ TE ASEGURARÁS DE QUE BUSQUE RECURSOS POR SÍ MISMO, LO QUE SERÁ UN MECANISMO BÁSICO PARA EL APRENDIZAJE A LO LARGO DE SU VIDA.

4. Si sabes que tu hijo ha cometido un error en los deberes o en un trabajo:

  • Se lo haces corregir.
  • No llega a producirse el error porque siempre lo estás supervisando y lo corriges antes de que él lo haga.-

Le dejas que vaya al colegio con el error y que así aprenda.

Respuesta: es importante que los niños aprendan; para eso se tienen que equivocar y tienen que ser ellos mismos quienes corrijan sus errores. Si se los corriges tú o no le dejas que se equivoque le estás impidiendo que aprenda.

COMETER ERRORES Y DARSE CUENTA POR UNO MISMO ES UNO DE LOS PILARES DEL AVANCE PERSONAL. NO LE PRIVES DE ELLO.

5. Si se le ha olvidado un libro:

  • Volvemos al colegio a por él.
  • Llamas o escribes a una madre para que te envíe la foto.
  • Le pides a tu hijo que lo resuelva él llamando a un amigo.

Respuesta: en el caso de que se haya olvidado algo, lo importante es no hacer un drama, pero tampoco resolvérselo nosotros. Es importante que vea que él lo puede resolver a la par que aprenda estrategias para hacerlo.

NO FACILITARLE TANTO LAS POSIBLES SOLUCIONES SERÁ UN GRAN MÉTODO PARA QUE ÉL PONGA EN MARCHA LA BÚSQUEDA DE AQUELLAS.

6. Cuando te dice que se aburre:

  • Le organizas los juegos.
  • Le das la tablet o el móvil.
  • Procura que siempre esté entretenido.
  • Le dices que piense él en algo que hacer.

Respuesta: es importante dejar que los niños organicen solos su tiempo, que aprendan a estar con ellos mismos y que aprendan a entretenerse solos.

GARANTIZAS QUE EN UN FUTURO NO SEAN DEPENDIENTES DIGITALES Y SÍ CAPACES DE DISCURRIR SOBRE CÓMO OCUPARSE DE SÍ MISMOS

7. Si te cuenta que tuvo un problema con un compañero en el colegio:

  • Le escuchas y entre los dos pensáis cómo solucionarlo.
  • Llamas a la madre del otro niño.
  • Llamas al profesor para ver qué ocurrió.
  • Le dices que lo resuelva él solo.

Respuesta: el objetivo es que cuente con estrategias, recursos y habilidades; para eso puedes ayudarle a pensar en soluciones, pero si se lo resuelves tú de nuevo no lo aprende.

LE ESTARÁS AYUDANDO EN SU INTELIGENCIA SOCIAL PARA QUE APRENDA DESDE ESTE MOMENTO A RELACIONARSE, A SOLUCIONAR CONFLICTOS Y A AFRONTAR SIEMPRE LOS PROBLEMAS QUE SURJAN.

8. Por las mañanas:

  • Le levantas con el tiempo justo para que duerma lo máximo posible e intentas agilizar tú todo el proceso.
  • Le vistes y le preparas todo para llegar a tiempo.
  • Le levantas con el tiempo suficiente para que sea él quien se vaya organizando y haciendo las cosas por sí mismo.

Respuesta: el objetivo es que aprenda autonomía y que adquiera hábitos; por eso hay que levantarle con tiempo para que pueda hacerlo. Es más importante acostarse antes por la noche y trabajar esto por las mañanas.

AUNQUE LE LLEVE MÁS TIEMPO AL PRINCIPIO, ES LA VÍA PARA QUE ADQUIERA HÁBITOS Y LOS INTEGRE POR SÍ MISMO, SENTANDO LAS BASES DE SU TOTAL AUTONOMÍA FUTURA.

9. Cuando llora porque quiere algo:

  • Se lo das para evitar que vaya a más.
  • Le amenazas con medidas que luego no cumples.
  • Le explicas que no es la forma correcta de pedir las cosas y que no siempre podemos tener todo lo que queremos.

Respuesta: es importante que aprenda a pedir bien las cosas y a tolerar las pequeñas frustraciones del día a día.

LE ESTÁS AYUDANDO A SER RESISTENTE Y FUERTE EN EL FUTURO. SERÁ UN ADULTO ENTRENADO EN LA TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN Y, POR TANTO, PERSISTENTE EN LA VIDA.

10. La mochila del colegio y sus cosas:

  • Las llevas tú porque crees que es pequeño.
  • Estás siempre pendiente de que no las pierda.
  • Le pides que las lleve él y que se haga responsable.

Respuesta: tiene que aprender a adquirir hábitos de autonomía y hacerse responsable de sus cosas.

APRENDERÁ A ESTAR PENDIENTE DE TODO LO QUE ÉL MISMO VAYA A NECESITAR. APRENDERÁ A SER PREVISOR Y TOTALMENTE AUTÓNOMO.

FUENTE: eldia.es

¿Era mejor la educación que recibieron generaciones pasadas o la actual? Entrevista con Universidad de Padres

Os adjuntamos un extracto de la entrevista realizada para Universidad de Padres, un referente de escuela de familias, donde hablamos sobre la buena o mala educación que reciben hoy en día los jóvenes adolescentes, apareciendo de forma recurrente la pregunta ¿Era mejor la educación que recibieron generaciones pasadas como nuestros padres o abuelos?

Con los últimos acontecimientos acaecidos durante esta pandemia (con los jóvenes de protagonistas) hemos querido invitar al blog a Silvia Álava, psicóloga sanitaria y educativa, y colaboradora recurrente de up!Family, para darle un enfoque ponderado al debate.

☑️ Viendo el suceso ocurrido en Mallorca con el viaje de fin de estudios de cientos de jóvenes y el macrobrote que ha supuesto tal evento, se están alzando muchas voces críticas sobre la permisividad de los padres con sus hijos por dejarles ir a un viaje multitudinario sin estar vacunados y sin, aparentemente, reparar en que todavía estamos en peligro por pandemia. Se le llama «hiperpaternidad», el darle todo y consentirle todo a los hijos.

¿Estás de acuerdo?

Los psicólogos decimos que uno de los mayores errores que se cometen hoy es que hay una educación sobreprotectora, un estilo de educación más permisivo que se le llama de muchas formas ( “hiperpaternidad” o “padres helicópteros”). Vamos viendo que no estamos preparando a los jóvenes para la vida que realmente van a tener, cuando se lo estamos poniendo todo muy fácil, se lo damos todo muy hecho, como si les dijéramos “no hagas nada ahora que ya sufrirás más adelante, ya lo hago yo por ti”. Van a desarrollar menos competencias emocionales. No van a ser más felices porque les hagamos las cosas, como por ejemplo llevarles la mochila o enterarnos de sus deberes por el grupo de whatsapp de padres. De este modo van a desarrollar menos habilidades, menos tolerancia a la frustración.

No se trata de frustrarles gratuitamente, pero sí hay que permitir que experimenten esas pequeñas frustraciones típicas de la edad, y lo que tenemos que hacer es darle las herramientas para que las puedan gestionar.

En relación a los viajes de fin de curso, aunque es entendible las ganas que tienen tras un curso difícil y atípico, no nos debemos olvidar que seguimos en una pandemia y debemos actuar en consecuencia.

☑️ Por sucesos como el de Mallorca, ¿Notas que los padres y madres actualmente están menos preparados para la paternidad que hace unas décadas (padre y madre trabajan muchas horas, estrés laboral y familiar, menos atención a la crianza y al crecimiento de los hijos)?

No es que los padres estén menos preparados para la educación que en épocas pasadas, sino que por la sobrecarga laboral, muchas horas fuera de casa, mucho estrés familiar, estrés laboral, pues se sienten culpables porque no llegan a todo. Creen que no les dan todo lo que podrían. Que los hijos están viviendo una infancia, y los adolescentes una adolescencia, anormal por la pandemia. Esta culpabilidad tendemos a querer compensarla con regalos, con más tiempo con los videojuegos, con «no decirles que no a cosas porque tal y como estamos no quiero enfrentamientos«. Entonces, la culpabilidad nos lleva por un mal camino porque les consentimos cosas que no serían lo más aconsejable.

No es que se estén menos preparados, al contrario. Contamos con la generación de padres más preparada en cuestión de educación superior, pero lo que pasa es que en ocasiones la culpa no nos hace tomar buenas decisiones y no todo los padres tienen, es verdad, el mismo nivel de educación a la hora de tomar las decisiones para sus hijos.

☑️ Hoy en día, gracias a las nuevas tecnologías, los recursos educativos de apoyo para padres y madres en la crianza de sus hijos son abundantes y de fuentes de contrastada reputación.

Como colaboradora de UP y acreditada divulgadora y conferenciante, ¿Consideras que los padres actuales necesitan más que nunca estos recursos extra y formaciones específicas para desempeñar una crianza efectiva?

Los padres necesitan más que nunca recursos de formación para llevar a cabo una crianza efectiva. No existen leyes universales sobre la educación en plan “esto es lo que hay que hacer siempre en estos casos”. No. Nadie te va a decir qué es bueno o malo para tu hija o hijo. Tú mejor que nadie lo sabes.

Hay que formarse e informarse muy bien de las cosas avaladas por la ciencia. En educación, todo el mundo opina. Es posible que lo que a unos padres les ha valido, a nosotros no nos funcione igual. Me estoy perdiendo una info necesaria para entender a mi hijo o hija, por eso es necesario contar con profesionales de la educación que nos digan cuál es la mejor forma de educar para cada niño, atendiendo a sus necesidades, a su personalidad, a su problemática, para a partir de ahí contar con técnicas con herramientas, con recursos, entendiendo que hay que hacer una educación no solo basada en lo formal (sacar buenas notas por ejemplo), sino también en la parte emocional. Cómo validar las emociones, cómo enseñarles a regular las emociones… Todo eso es más necesario que nunca con toda esta situación de la pandemia que estamos viviendo, que hace que todos estemos fuera de nuestra ventana de tolerancia a la frustración que hace que estemos especialmente irritables e irascibles.

☑️ ¿Hasta qué punto la educación que reciben los jóvenes, tanto en casa como en el hogar, influye en su comportamiento (bueno o malo)?

Influye todo: la educación que reciben los jóvenes, lo que han visto, su personalidad (compendio del temperamento y el ambiente donde hemos vivido). No podemos echar la culpa de lo que pasa con los jóvenes a los padres y a la educación, sino que hay que valorar cada caso. Los jóvenes que salen en los medios son aquellos que no están cumpliendo las medidas de seguridad, que están haciendo botellones, los que viajan masivamente tras los exámenes… Pero la gran mayoría están siendo muy responsables, incluso muchos participan en voluntariados para ayudar a los demás. No quieren salir mucho de casa o lo hacen cumpliendo las medidas de seguridad porque piensan en sus mayores, en sus seres queridos y en los demás.

Mucho cuidado por tanto en caer en qué mal está la educación, qué mal lo hemos hecho, porque no. Hay muchos otras variables que no controlamos, como las circunstancias que rodean a cada uno, su personalidad. Todo eso no lo estamos controlando, pero habría que incidir especialmente en la cantidad de jóvenes que lo están haciendo fantásticamente bien y no son los que salen en los medios.

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Si queremos que no sean tan manipulables hay que fomentar el sentido crítico. Y hacerlo desde que son pequeños, para que tomen decisiones según sus emociones, y obviamente aquellas decisiones acordes a su edad.

Lee la entrevista completa en Universidad de Padres

Criaturas sobreprotegidas: así es el síndrome del niño perfecto. En la revista ELLE