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Salud y bienestar emocional: en el punto de mira

«No existen emociones malas, todas son buenas porque dan información»

Silvia Álava, doctora en Psicología Clínica y de la Salud, y Francisco Rey, director de Desarrollo de Negocio en BBVA Seguros, participaron en el debate ‘Salud y bienestar emocional: en el punto de mira’, organizado por EL MUNDO y Expansión y patrocinado por BBVA.

Cuando la gimnasta superestrella del equipo olímpico estadounidense, Simone Biles decidió retirarse de la final de las Olimpiadas de Tokio para proteger su salud mental, el mundo entero se desconcertó. Algunos aplaudieron su valentía, otros la tacharon de débil. Lo cierto fue que el debate de la salud mental postpandemia se convirtió en una discusión que ganaba visibilidad tanto en el deporte como en la política o en el ámbito familiar.

Aumento del número de casos de ansiedad y depresión

Así, de acuerdo con el informe de salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el número de personas con estados ansiosos y depresivos aumentó en más de un 25% solo durante el primer año de pandemia, y una de cada ocho personas en el mundo vive con ansiedad o depresión. Por otro lado, el informe tacha de «insuficiente» la respuesta sanitaria para el tratamiento de estos estados.

De todo esto conversaron Silvia Álava, Doctora en Psicología Clínica y de la Salud y Francisco Rey, Director de Desarrollo de Negocio en BBVA Seguros, en el debate Salud y bienestar emocional: en el punto de mira, organizado por EL MUNDO y Expansión y patrocinado por BBVA. La charla estuvo moderada por Miguel González Corral, Director del Área de Salud de Unidad Editorial.

Para Francisco Rey existe una clara correlación entre los eventos como la pandemia, la guerra de Ucrania, o la inestabilidad laboral entre los jóvenes y la merma de la salud mental de las personas. «Casi la mitad de la población considera que su salud mental debería ser mejor, según datos del Estudio Sanitas El estado de la salud mental en España», asegura Rey.

Impacto económico

Por otro lado, las afecciones mentales conllevan también un impacto económico, tanto de manera indirecta, debido a la pérdida de productividad fruto de las bajas laborales o por el mermado rendimiento, como de forma directa, por el coste de los tratamientos. «Se estima que la pérdida de productividad relacionada con la depresión y la ansiedad, dos de los trastornos mentales más comunes, cuestan anualmente a la economía mundial un billón de dólares, según la OMS». Y añadió: «De hecho, actualmente, la depresión es la principal causa de invalidez en todo el mundo».

Francisco Rey, Silvia Álava y Miguel G. Corral.
Francisco Rey, Silvia Álava y Miguel G. Corral.MAURICIO SKRYCKY

La importancia de la prevención

Para Rey la clave está en la prevención. «Mantener hábitos saludables, crear consciencia sobre como cuidarnos física y emocionalmente, en definitiva anticiparnos», destacó. Rey asegura que «la prevención está en la génesis de los seguros».

«Junto a Sanitas apostamos por ofrecer productos personalizados y utilizar nuestras capacidades digitales conjuntas para ayudar a las personas a asumir hábitos de vida más saludables», puntualizó. Así, desde el inicio de la pandemia, BBVA detectó un «elevado incremento en la contratación de seguros de salud».

Reina Letizia: «Trabajar en prevención de salud mental es la mejor inversión»

Así, para Álava es importante cuidar la salud mental e invertir en salud emocional mediante cinco pilares básicos: movimiento y ejercicio, alimentación saludable, buenos hábitos de sueño y la escucha de las emociones. Para ella es un error clasificar las emociones en buenas o malas ya que son fuentes de información que nos indican cómo nos sentimos y debemos aprender a escucharlas. «No existen emociones malas, todas son buenas porque dan información», aseguró.

FUENTE: elmundo.es

El regreso del Tamagotchi: «Los niños de carácter obsesivo pueden verse perjudicados»

El regreso del Tamagotchi: «El ‘bichito’ que demandaba mimos, se deprimía e incluso moría, ha resucitado. Aunque objeto de culto, hay expertos que advierten de los riesgos para la infancia de hoy en día.

Por ELENA G. DIEZ. @elenagdiez

Retroceda 25 años, cuando lo más parecido a una red social era aquella vecina con una oreja en el patio y un guiso en la olla; los móviles tenían las teclas incrustadas y no estaban permanentemente conectados a internet. El juego del Snake era la gran moda tecnológica, lejos de las aplicaciones actuales que nos traen la comida hasta la puerta de casa, nos permiten ligar y alquilar un coche con un solo clic. El mundo de las mascotas también era diferente, las familias convivían con animales tradicionales: periquitos, perros y gatos. Ningún famoso paseaba con el exótico cerdo vietnamita, ni se veían peluquerías o tiendas de ropa caninas.

Aki Maita, una japonesa de 31 años

Fue en ese escenario cuando a Aki Maita, una japonesa de 31 años, se le ocurrió inventar un dispositivo electrónico que funcionaba con pilas y se convirtió en líder de ventas:el Tamagotchi. Se trataba de un animal virtual, que vibraba para solicitar cariño. Pero también tenía su lado oscuro: enfermaba si no recibía suficiente atención, se deprimía e, incluso, moría.

Este juego comenzó a quitar el sueño a padres y profesores debido a la fascinación de los niños, que lo cuidaban como si fuese un ser vivo. «El usuario tiene que estar pendiente todos los días, dedicar a la máquina el número de horas que requiera y si no lo hace recibe un estímulo negativo. Esa demanda continua hace que se genere mucha dependencia», explica Amparo García Méndez, experta en Neuropsicología.

La adicción fue la clave del éxito

La adicción fue la clave del éxito y también de la discutida reputación. Tras años de olvido del tamagotchila marca Bandai lo acaba de resucitar en el 25º aniversario de su nacimiento. Algo que despierta recelos en la comunidad educativa. Muchos de los antiguos consumidores serán los progenitores de la nueva era de aficionados, que se encuentran mucho más familiarizados con las nuevas tecnologías y el mundo de las pantallas. Desde Empantallados, asociación de educación digital para padres, alertan sobre un posible nuevo boom del efecto tamagotchi: «Un apego desordenado hacia algo, en vez de hacia alguien. Una mascota virtual que a priori pudiera parecer generador de empatía se vuelve contraproducente».

Confirma este riesgo Eli Gotchi (nombre de su avatar en redes sociales), coleccionista de más de 60 tamagotchis: «Cuando eres mayor sabes gestionar, a mí me da igual dejar el juego pausado para ir a trabajar e incluso durante semanas» -y añade-: «Pero a un niño de seis años le puede viciar e incluso llegar a frustrarle». Aunque no solo la edad, también la personalidad influirá en la gestión sentimental, según afirma la psicóloga Patricia Díaz Seoane: «Perfiles con carácter obsesivo, rígido o exigente pueden verse perjudicados. Otros más, flexibles o pasotas, jamás se van a ver en esa situación».

No es lo mismo preparar la comida, cepillar o ponerle agua a una mascota real; que hacerlo en una aplicación, que se basa en darle a un botón

Es conveniente que los niños aprendan a distinguir lo que es real de lo que es fantasía

Según los expertos, aunque el cuidado de una mascota genera en los más pequeños hábitos de responsabilidad, es conveniente que aprendan a distinguir lo que es real de lo que es fantasía. «No es lo mismo preparar la comida, cepillar o ponerle agua a una mascota real; que hacerlo en una aplicación, que se basa en darle a un botón. La realidad no tiene emoticonos o instrucciones que te explican cómo funciona el animal», advierte Silvia Álava Sordo, psicóloga experta en educación.

Hace más de 20 años la propia Aki Maita ya advirtió de que el tamagotchi era algo diferente. Para ella, según declaró a EL MUNDO, se trataba de una alternativa para quien, por diversos motivos, no pudiese disfrutar de animales de compañía.

La pandemia ha aumentado la demanda de mascotas, plantas y huertos urbanos

En estos momentos, la pandemia ha aumentado la demanda de mascotas, plantas y huertos urbanos. Todo el mundo quiere cuidar a un ser vivo. ¿Serán estos bichos tecnológicos una manera de implicarse en nuevos retos?

El perfil del usuarios de estos personajes interactivos es de lo más variado. Desde amantes del vintage hasta fanáticos del estilo Kawaii, un movimiento de la cultura japonesa que se asocia con aquello extremadamente tierno e infantil. El regreso del tamagotchi está en marcha y sus clientes serán nativos digitales, pero también mucho nostálgico. Según afirman fuentes de Bandai, la empresa juguetera ha recibido multitud de correos de adultos, que ya acudieron a la preventa. «Tamagotchi es mayor, no a todos los que nos gusta tenemos siete años, muchos somos coleccionistas de juguetes antiguos, yo voy a hacer 39 y no soy de las más mayores. Tenemos chats donde nos avisamos de los nuevos lanzamientos», reconoce Eri Gotchi, quien ya tenía su nuevo modelo reservado desde enero.

FUENTE: Diario El Mundo