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La polémica de Carlos Ríos y los chicles reductores de Mercadona: cómo no caer en los productos milagro para adelgazar. Colaboración con Telva

  • Por PALOMA SANCHO

Ha vuelto a suceder: el dietista y nutricionista Carlos Ríos (creador del Realfooding) ha publicado un vídeo en sus redes sociales desmontando los nuevos chicles reductores de Mercadona. Y no es el único experto que lo ha hecho. Hablamos con una psicóloga y un doctor en ciencia y tecnología de los alimentos que nos explican por qué no caer en la trampa de los productos milagro.

repite conmigo, escríbelo en un post-it o póntelo como fondo de pantalla: no hay productos milagrosos para adelgazar. Ni chicles, ni batidos, ni barrritas. Dicho esto, ¿por qué caemos en este tipo de productos-trampa? En esta ocasión ha sido la cadena de supermercados Mercadona, que acaba de lanzar un nuevo producto que se anuncia como reductor: unos chicles con edulcorantes y aromas añadidos, probióticos y zinc, entre sus ingredientes. Supuestamente este último es el que ayuda a metabolizar la grasa, de ahí que el producto se anuncie como reductor. Sin embargo, tal y como explica Carlos Ríos en su cuenta de Instagram, «un puñado de almendras tiene más zinc que estos chicles, mezcladas con un yogur natural sumas los probióticos y así estás tomando comida real, con mayores beneficios y sin los aditivos de los chicles». Yo ya estoy convencida, pero por si acaso tú todavía, no hablamos con dos expertos que nos ayudan a evitar caer en este tipo de productos milagro. Y vamos a concienciarnos de que la única solución es aprender a comer sano, tal y como nos cuenta el nutricionista Guillermo Rodríguez en nuestro podcast, que puedes escuchar pinchando aquí:https://omny.fm/shows/la-belleza-es-nuestra/e02-aprende-a-comer-saludable-sin-obsesionarte-con/embed

NO CAIGAS EN LA TRAMPA

«La preocupación, la desesperación o el desconocimiento, sumados a la desinformación y la publicidad engañosa, nos llevan a buscar soluciones fáciles a problemas complejos, como son el sobrepeso y la obesidad«, nos explica Miguel A. Lurueña, doctor en ciencia y tecnología de los alimentos, divulgador científico y autor del blog Gominolas de petróleo.

Y es que todos hemos caído alguna vez en la trampa de las dietas milagro. La doctora en psicología, psicóloga, profesora de Universidad, conferenciante y escritora Silvia Álava nos explica por qué: «No somos tan racionales como nos gustaría. Somos más emocionales y muchas veces creemos lo que queremos creer. Y caemos en lo que se denomina sesgo de información. Es decir, en creer aquella información que de forma inconsciente nos viene bien, como adelgazar sin esfuerzo. Y nos reforzamos en nuestra decisión con argumentos tipo total, qué voy a perder, es un simple chicle… Tenemos sesgos que nos llevan a tomar estas decisiones».

También nos explica que «puede haber una disonancia entre lo que yo quiero y lo que hago. Quiero adelgazar pero no hago nada (comer más sano y hacer ejercicio). Y este tipo de productos milagro entran como solución. Hay una parte de nosotros que sabe que no funcionan, pero aún así los probamos. Parece que nos alivia la conciencia tomar esos chicles». Y nos advierte que «para evitarlo, una máxima: huye de todo lo que sea sin esfuerzo. Lo único que funciona es un cambio de hábitos y aprender a comer de forma saludable«, sentencia.

LOS CHICLES DE LA POLÉMICA

Analizando la etiqueta de los famosos chicles vemos dónde está la trampa. Según nos cuenta Miguel A. Lurueña, «para que en la etiqueta de un alimento se puedan incluir declaraciones de salud (por ejemplo, «el zinc y los probióticos adelgazan»), deben haber sido aprobadas previamente por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), en base a la existencia de evidencias científicas que lo respalden. En el caso de los probióticos no hay ninguna declaración aprobada en este sentido. Para el zinc sí hay declaraciones aprobadas, como «el zinc contribuye al normal metabolismo de las grasas». Esto no significa que ayude a adelgazar. Lo que quiere decir es que para metabolizar las grasas necesitamos zinc, igual que lo necesitamos para muchas otras cosas, como la síntesis de proteínas o el mantenimiento de los huesos. Si no lo tenemos en cantidad suficiente, nuestro organismo no funcionará correctamente. Pero consumir más cantidad no va a hacer que funcione mejor, es decir, no va a hacer que adelgacemos. Además, ese mineral podemos obtenerlo sin problema a partir de muchos otros alimentos que forman parte de una dieta normal (como la carne o las almendras, por poner dos ejemplos). En definitiva, ni los probióticos ni el zinc son adelgazantes».

NI ADELGAZAR, NI PESO… LOS HÁBITOS SON LO IMPORTANTE

Si quieres adelgazar no hay fórmulas mágicas. «La solución pasa por adquirir unos hábitos saludables y mantenerlos de por vida«, recomienda Miguel. Es decir, seguir una dieta saludable (basada principalmente en alimentos frescos o poco procesados, sobre todo de origen vegetal: frutas, verduras, legumbres, hortalizas… a los que podemos sumar otros saludables de origen animal, como huevos o pescado), realizar actividad física y evitar el tabaco y el alcohol. «Todo esto es fácil de decir pero a veces muy difícil de aplicar. Por eso a veces es necesario buscar ayuda profesional. En este caso, el profesional de referencia es el dietista-nutricionista», aconseja. También puedes empezar por los trucos que nos da en su libro y que te recomiendo leer: Que no te líen con la comida (2021, Ed. Destino).

FUENTE: TELVA.COM