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«El sistema de trabajo no nos pone fácil cuidar de la salud mental» Inauguración de EVADES

Por M. RIVERO. Foto Pablo Nosti

«Saludable es la empresa a la que te apetece ir a trabajar y las relaciones informales dentro de la misma tiene mucho que ver en ello»

La psicóloga y autora de varios libros Silvia Álava (Valladolid, 1978) inauguró ayer junto a la escritora Belen Varela la Escuela de Verano Evades. Lo hizo en Noreña, en una charla en la que abordó la relación entre la salud mental y el trabajo.

-Bienestar emocional y satisfacción laboral, la relación parece obvia, ¿qué se nos pasa?

-Cuando trabajamos todos tenemos el chip de que tenemos que producir y hacer las cosas bien sin que nos afecte nada. Somos humanos, estamos hechos de emociones y las sentimos, eso nos afecta y afecta a la producción. Pero sobre todo las relaciones con nuestros compañeros. ‘No es personal, son negocios’, como decía Corleone, pero nosotros hacemos que el trabajo sea personal. No se puede apagar el cerebro y ponerlo en modo avión, es imposible ser así de frío y distante. Además las emociones bien utilizadas se pueden utilizar para incrementar la productividad.

-¿Se puede mantener la salud mental en el sistema de trabajo actual?

-El sistema no lo pone fácil, no estamos en nuestro mejor momento. Hay trabajos muy precarios, mal pagados y a turnos. ¿Dónde nos centramos? En qué puedo hacer yo, cómo manejar las emociones. Ojalá cambiara el sistema, cada vez somos más conscientes de que tenemos que favorecer la conciliación. Porque nos están sometiendo a una situación difícil de mantener a largo plazo.

-¿Algunos consejos para mantener la cabeza en su sitio?

-Lo primero: párate y sé consciente de cómo estás, qué necesitas en cada momento y qué sientes. Muchas veces vamos en automático. Es importante pasar al manual y pensar si lo que sentimos acompaña y ayuda a realizar el trabajo o si hay que parar y ver qué nos dice esa emoción y regularla. El sigue para adelante y deja el problema de lado se convierte a la larga en un problema a nivel somático de salud: dolores, bajas por ansiedad o incluso lumbalgia. En segundo lugar, el cómo te hablas a ti mismo. En ese discurso interno con el que comentamos la jugada sobre todo lo que nos pasa y a veces echamos más leña al fuego. No se trata de decir que todo sea fantástico, el país de la piruleta no existe, pero a lo mejor las cosas no son tan terribles. Y practicar el autocuidado, muy de moda, en cosas tan básicas como alimentarse bien o dormir.

-Esto es el trabajador, pero ¿y la empresa?

-Cada vez se da más importancia a las organizaciones que tienen el sello de saludable. Estas promueven el ejercicio físico, la alimentación saludable, la responsabilidad social corporativa y ese bienestar. Saludable es la empresa a la que te apetece ir a trabajar. Y las relaciones informales tienen mucho que ver. Los líderes tienen que tener una buena inteligencia emocional para crear ese clima adecuado. Eso cuesta dinero, pero en 2010 ya nos decían que por cada dólar invertido en bienestar y salud se ahorran otros seis a medio o largo plazo.

-¿A favor o en contra del teletrabajo?

-No podemos decir que el trabajo sea bueno o malo. Los estudios dicen que no le vale a todo el mundo, depende mucho de la personalidad y situación familiar. A priori parece que puede ayudar a conciliar, pero tiene que ser cosa de todos. No puede ser que la mujer se quede en casa y trabaje entre col y col. Si bien es cierto que hay quien echa de menos el volver a la oficina, precisamente eso sucede cuando hay ese clima laboral positivo. Las encuestas desvelan que en mayoría quieren mantener un modelo mixto.

-¿Nos ha ayudado la pandemia a ser más conscientes de la importancia del bienestar emocional?

-Nos ha pasado muchísima factura. A adultos, niños, mayores… y lo que hemos hecho ha sido ser más conscientes de nuestra felicidad. Nos cuesta mucho más. Y ahora ya sabemos que se han incrementado.

-¿En qué trabaja a futuro?

-Lo primero y más inmediato disfrutar del día de hoy (por ayer) en Noreña y vivir más consciente, disfrutar de las conferencias, formaciones, mis pacientes… Luego ya veremos si llega otro libro, aunque ideas ya tengo.

FUENTE: Diario El Comercio