Entradas

¿Por qué debo animar a mis hijos a jugar al ajedrez?

El ajedrez es el deporte estrella para trabajar la función ejecutiva. Las funciones ejecutivas son las capacidades mentales que permiten a una persona controlar su propio comportamiento, anticipar el posible futuro, y a la vez, preparar y dirigir su conducta hacia la consecución del plan o tarea. Las funciones ejecutivas son fundamentales para el éxito tanto a nivel académico como profesional, y por ello es importante que podamos trabajarlas con nuestros hijos y alumnos.

Las funciones ejecutivas son, entre otras, las siguientes:

La Inhibición.

Es decir, la capacidad de frenar una conducta una vez que ya la hemos lanzado. Por ejemplo, ser capaces de callarnos cuando vemos que el comentario que estamos haciendo no es oportuno, o que cuando hemos empezado a hacer una tarea, si alguien nos para o nos corrige, somos capaces de parar en ese momento.

La Monitorización.

Se trata de ir controlando y comprobando que lo que estamos haciendo está bien. A través de este proceso somos capaces de supervisarnos a nosotros mismos para, a partir de ahí, corregir nuestros propios errores. Por ejemplo, si tengo que resolver un problema en el que me dicen que tenemos 20 caramelos y 10 niños, y me preguntan que ¿Cuántos caramelos corresponderían a cada niño? Si mi respuesta es 30, el proceso de monitoreo y supervisión me haría ver que no pueden tocar a más caramelos de los que tenía en un inicio.

La flexibilidad cognitiva.

Es un proceso cognitivo que nos ayuda a cambiar de forma rápida nuestra forma de actuar y nuestra forma de pensar. Ser flexible implica que cuando los parámetros cambian, yo me adapto y cambio. Sería como cuando una vez conectado el GPS no puedes seguir la ruta indicada o hay que cambiar las coordenadas de destino, ¿qué hace el GPS? Recalcular. Nosotros también. Es lo que nos permite cambiar los planes, si ocurre algo imprevisto, y no podemos continuar con la planificación inicial. Muchas veces la flexibilidad está en la clave de éxito de los aprendizajes a todos los niveles, escolar, social, emocional… La flexibilidad cognitiva, por ejemplo, es la responsable de poder corregir una tarea o un trabajo, o pensar otras posibles soluciones a un problema. Hay personas que son muy rígidas y poco flexibles y cuando los planes iniciales se tuercen y no salen bien, se frustran. O se quedan bloqueados a la hora de resolver un examen, si se atascan en un ejercicio, porque no son capaces de buscar otras alternativas.

La Organización y planificación. 

Tan importante es tener claro nuestro objetivo, como organizar y planificar los pasos debemos llevar a cabo para conseguirlo. Así, por ejemplo, observamos muchas veces, que los chicos tienen muchas dificultades a la hora de organizar su estudio. El error puede venir porque no planifican qué asignatura van a estudiar cada día, durante cuánto tiempo, o cuál es el objetivo que hay que cumplir. ¿Qué ocurre después? Que llega el examen y no da tiempo a estudiarlo y muchos alumnos van apenas sin dormir, porque no se organizaron en el estudio.

En el deporte del ajedrez el órgano que más ejercitamos es el cerebro.

Y ahora, con el éxito de la serie “Gambito de dama”, está más de moda que nunca.  Con este juego se trabajan multitud de procesos mentales como:

  1. La capacidad de atención. Con el ajedrez se trabaja la atención sostenida. Es fundamental que el jugador mantenga la atención a lo largo de la partida. La “atención selectiva”, focalizando sólo hacia el objetivo, los movimientos para ganar la partida. La “atención dividida”, estando atentos tanto a nuestros movimientos, como a los de nuestro adversario.
  2. El autocontrol. En el juego es clave controlar tanto los movimientos automáticos, poco planificados, como las emociones. Mantener un estado de relajación ayudará tanto a no precipitarse, como a mantener el nivel de concentración.
  3. La planificación es clave. Las jugadas se representan en la cabeza de los jugadores o jugadoras antes de ser ejecutadas.
  4. La flexibilidad. Hay que mantener varios escenarios posibles en la cabeza acorde a las distintas posibilidades de la jugada y reaccionar de forma rápida a un cambio de planes.
  5. La memoria, empezando por lo básico, memorizar cómo se mueve cada una de las fichas, a lo más complejo, las diferentes jugadas posibles.
  6. La orientación espacial, imaginando los movimientos de las piezas.
  7. El razonamiento fluido. Para avanzar en el ajedrez es necesario resolver las situaciones que se van presentando, utilizando los conocimientos que el jugador ya tiene.
  8. El ajedrez también ayuda a que los niños y niñas aprecien juegos tranquilos. en los que emociones como la calma y la serenidad están presentes.
  9. A través del ajedrez también se aprende a tolerancia a la frustración. Los jugadores se enfrentan a numerosos retos y en ocasiones fracasan. Es un deporte excelente para aprender del error, dado que podemos hacer un análisis de las jugadas y ver otras posibles opciones para otras partidas.
  10. Ayuda a estructurar el pensamiento. Para ir avanzando hay que aprender nuevas tácticas y estrategias, con lo que se potenciará el pensamiento lógico.

FUENTE: PadresyColegios.com