¿Sigues la regla de los 4 regalos para hacer la carta perfecta a los Reyes Magos?
«Es fundamental enseñar a los niños a elegir entre todos sus deseos para que pidan solo lo que necesitan o les hace verdadera ilusión», señalan los expertos
Por Carmen Barreiro
La carta a los Reyes Magos no siempre es fácil de gestionar. Ni por los niños, a los que les cuesta decidirse abrumados por tanta oferta; ni tampoco por los propios padres, preocupados por la cantidad de paquetes que pueden llegar a abrir sus hijos en estas fechas, pero a los que también les hace ilusión cumplir sus deseos. «Lo ideal es que haya pocos regalos, pero bien elegidos», subraya la psicóloga infantil Silvia Álava. Pero ¿cuánto es poco? La teoría dice que cuatro, cinco como máximo. «Más no sería positivo para su formación. Al final, no tienen ni tiempo para jugar con ellos y eso hace que no valoren lo suficiente todo lo que les traen. Es fundamental enseñar a los críos a elegir entre todos sus deseos y a poner en la carta solo lo que necesitan o les hace verdadera ilusión», aconseja la experta.
Pero la realidad es otra. La media de regalos por niño en los hogares españoles es de diez, una cantidad que los especialistas consideran desorbitada. «Las fiestas navideñas se convierten muchas veces en un bufet libre de juguetes que no beneficia al desarrollo de los más pequeños. Están hiperregalados e hiperestimulados, con una cantidad de planes impresionante. Tenemos que tener cuidado con este tipo de situaciones porque estamos criando niños insaciables, con muy poca tolerancia a la frustración», lamentan los expertos. De ahí que limitar el número de regalos que los críos piden a los Reyes les parezca una buena estrategia para evitar precisamente este síndrome del niño hiperregalado.
No pueden decidir solos
Por eso es importante que tanto niños como padres tengan claros una serie de requisitos antes de empezar a escribir la carta. «En primer lugar, el catálogo se mira juntos y se seleccionan los juguetes entre todos. Muchos padres piensan que los críos tienen capacidad para elegir ellos solos y no es así. Los niños enloquecen con tanta oferta y es necesario guiarles».
«Además, la publicidad online que consumen en plataformas como YouTube, casi siempre sin supervisión por parte de un adulto, puede llegar a ser muy persuasiva», advierte María del Mar Grandío, profesora de Comunicación de la Universidad de Murcia. En este sentido, la experta alerta sobre el fenómeno de los niños influencers, «que aparecen en los vídeos jugando con productos de determinadas marcas que los críos que los ven son incapaces de identificar como publicidad. De hecho, varios estudios destacan que esta manera de presentar los productos incide directamente en el consumo de los más pequeños, especialmente de los menores de 6 años».
¿Y si lo tuvieses que pagar tú?
Los expertos también aconsejan ponerse de acuerdo con el resto de la familia (abuelos, tíos…) y pedirles que colaboren para consensuar tanto el número de regalos como qué se regala a cada niño. Otra recomendación: para saber hasta qué punto el crío quiere un regalo o simplemente se trata de un capricho, pregúntale si se lo compraría con el dinero de su hucha. Si la respuesta es negativa, bórralo de la lista. Tampoco es malo dejar un regalo pendiente para el año siguiente. «Es una manera de aprender a gestionar la frustración. Tienen que entender que las cosas no siempre suceden cuando ellos quieren».
Un libro, siempre
Teniendo en cuenta los consejos de los expertos, estas son las claves para elaborar «una carta con cabeza» siguiendo la regla de los cuatro regalos. «Uno de ellos debe servir para ponerse (ropa, zapatos…), otro para leer, un tercero que sea algo que necesite (una mochila para hacer deporte, unas botas de fútbol, un kimono para judo, lápices de colores para reponer los rotos…) y, por último, un regalo que le haga muchísima ilusión», resume Silvia Álava. La psicóloga recomienda incluir en esta lista de deseos un juego de mesa para toda la familia. «Aprenden a gestionar la frustración, pero también a respetar las reglas, valores… Y pueden jugar con sus padres, que es una de las cosas que más le gusta a los niños». También es una buena oportunidad para regalar experiencias: una tarde de cine y palomitas con toda la familia, una entrada para ver a su equipo favorito, una merienda especial con los primos…
¿Los Reyes se han pasado?
Si la mañana de Reyes, el niño se ha cansado del regalo a los quince minutos, juega más con los envoltorios que con los juguetes, no le termina de convencer ninguno y quiere más, hay paquetes sin abrir y ni se ha dado cuenta… claramente Melchor, Gaspar y Baltasar se han pasado.
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