Rebeldía en la adolescencia (III): ¿Hasta que punto es influenciable un adolescente hoy? ¿Cada vez son más o menos influenciables?
No podemos olvidarnos que su identidad está en crisis, que en muchas ocasiones las decisiones y preferencias personales son sacrificadas en función de lo que el grupo tolere y del medio en el que se desarrolle. Por ello, si todo el grupo fuma o lleva un determinado tipo de ropa, ellos también lo harán, para no quedar apartados del mismo. No obstante, los adolescentes actuales están más condicionados por ese bombardeo externo tan atroz al que están sometidos de forma constante e invasiva, por ese acoso mediático que los avasalla, que les crea múltiples necesidades, que ellos quieren conseguir a toda costa, para no sentirse excluidos del grupo, como puede ser un móvil, una determinada consola, prenda de vestir… Hoy el consumismo y la influencia de los medios de comunicación se ha potenciado al máximo, por lo que los adolescentes actuales en gran medida son más influenciables.
¿Qué modelos siguen los adolescentes y porqué?
En la etapa infantil los niños aprenden por modelado. Los padres son sus modelos a imitar, por eso es tan importante mostrarse seguros, con confianza sobre lo que estamos haciendo o diciendo; de esta forma les trasmitiremos seguridad y credibilidad.
Por el contrario, al llegar a la adolescencia, como consecuencia de la potenciación de su sentido crítico, los adolescentes empiezan a cuestionar el modelo paterno, aunque siguen necesitando un modelo de autoridad que les guíe, pero en esta etapa “los iguales”, es decir los otros adolescentes, sus amigos, adquieren un gran protagonismo e influencia de tal forma que buscarán este modelo fuera de su familia, y se identificarán con algún líder, seguramente poco positivo, que se convertirá en su guía. Por eso es tan importante que los padres sepan adaptarse a las nuevas necesidades que tienen sus hijos y aprendan a ofrecerle el modelo que siguen necesitando.
Aparentemente los adolescentes rechazan estos modelos familiares, pero en realidad, si sabemos tener la paciencia y la sensibilidad que necesitan, terminaremos ejerciendo una influencia mucho más allá de lo que ellos parecen aceptar.
Precisamente muchos jóvenes que han tenido una adolescencia especialmente conflictiva, echan en cara a sus padres “el abandono” que sufren en esta etapa con frases de reproche como: “Me dejasteis por imposible y no cumplisteis vuestra auténtica función de padres”; “teníais que haber insistido una y otra vez, porque en realidad aunque no lo pareciera si que os seguía escuchando”; “os necesitaba mucho más de lo que vosotros os creíais”; “hubiera necesitado más hechos y menos palabras”…
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir