¿Por qué viajar solo antes de los 18 años cambia la vida? Colaboración con Condé Nast Traveler
Hay quienes, de niños, gritan eso de «Mamá, ¡quiero ser artista!» Mi reivindicación -y la de muchos-, sin embargo, fue por otro lado: «¡Mamá, ¡quiero irme sola de viaje!» Yo misma busqué la escuela de inglés a la que quería acudir, el destino -un pueblo costero de Reino Unido-, y la duración de mi estancia, tres semanas; aprendí más durante ese tiempo que durante el resto del curso escolar. Y no hablo solo de inglés.
Por Marta Sader
La sensación que proporciona a una adolescente de 16 años ir sola en avión, manejarse en el aeropuerto, coger un taxi en un país desconocido, llegar a la casa de una familia con una cultura diferente -en mi caso, india-, convivir con ellos y conocer jóvenes de todos los países es de absoluta libertad. Es imposible experimentar tantas y tan intensas emociones y experiencias quedándote en tu ciudad.
A la vuelta, sientes que tu vida ha cambiado para siempre. No sólo has aprendido a desenvolverte en otro idioma: te has puesto a prueba, has logrado ser autosuficiente y has podido conocerte mucho mejor a ti misma, a la vez que has re-evaluado todo lo que sabías acerca del mundo y de tu propio país. Ahora, el gusanillo del viaje se ha instalado en ti hasta el final de los días.
Viajar siendo tan joven te ayuda a conocerte a ti mismo y desarrollar empatía por otras culturas
¿POR QUÉ ES TAN GENIAL VIAJAR ANTES DE LOS 18?
Desde la compañía de cursos de idiomas en el extranjero Speak&Fun coinciden con mi yo adolescente en que viajar antes de los 18 es una vivencia extraordinaria por cinco razones básicas:
«1. Porque te lo pasarás mejor que nunca. Es indescriptible la sensación de libertad e ilusión que vas a experimentar cuando hagas tu primer viaje al extranjero. Si vas con amigos de tu instituto, la experiencia todavía puede ser más memorable.
2. Porque ya te vas haciendo mayor. Y la mejor manera de crecer es enfrentarse a lo desconocido, dando pasos importantes para tu vida personal y tu futura vida laboral.Conocer otro país, hablar en inglés durante unos días e interactuar con un entorno diferente al que has conocido son cosas que te servirán para toda la vida.
3. Porque practicarás idiomas… pero de verdad. Tendrás que defenderte con lo que sepas. En casa de la familia autóctona en la que te alojes, podrás vivir una divertida experiencia y te lo pasarás muy bien viéndote a ti mismo hablar otra lengua.
4. ¡Porque viajar mola! Londres, Bournemouth, Dublín… hay muchas ciudades que quizás no conoces todavía. Tener la oportunidad de conocerlas junto a tus mejores amigos y compañeros es algo que te encantará. Es uno de esos viajes que ya no se te olvidan en la vida.
5. Porque conocerás chicos y chicas de tu edad. En tu escuela, tendrás la oportunidad deconocer a otros jóvenes de distintos países que también han venido a estudiar idiomas. Una oportunidad preciosa de hacer amigos que quizás vuelvas a ver muy pronto».
Aprender a descifrar un mapa forma parte de la experiencia
LA OPINIÓN DE LA EXPERTA
Para Silvia Álava, directora del área infantil del Centro de Psicología Álava Reyes y profesora del Máster en Psicología Infanto-Juvenil del ISPCS, las ventajas de viajar solo antes de cumplir la mayoría de edad también son indiscutibles: «Viajar solos -aunque a cargo de un monitor o adulto responsable- aporta seguridad y confianza a los jóvenes y resulta en que aprendan a valerse por sí mismos, lo cual es muy positivo. Permitiéndolo, fomentamos la autonomía de nuestros hijos, pues no están papá y mamá para resolver cada problema, aumentando así su autoestima. Además, viajar al extranjero es especialmente bueno porque los niños empiezan a ver otro mundo, otras culturas, otras formas de hacer las cosas, y aprenden también relativismo cultural, entendiendo que lo suyo, a pesar de ser lo conocido, no tiene por qué ser lo mejor».
En cuanto a la edad más adecuada para comenzar a viajar, Silvia no pone límites. Sin embargo, hace hincapié en la necesidad de una organización responsable del menor, que no tienen aún edad legal para manejarse solo: «No hay edades específicas, depende de las características de cada niño, de su grado de maduración y autonomía. Por lo general, a partir de los 12 años pueden ir a aprender otras lenguas , a hacer un intercambio, a vivir en un campamento… No obstante, tampoco podemos darle toda la libertad de golpe, porque no están preparados; hay que ir poquito a poco, y procurar que puedan hacer viajes con organizaciones para que trabajen más su autonomía, empezando, por ejemplo, por un campamento y siguiendo con un pequeño viaje por España. Eso sí, a la hora de viajar al extranjero, tienen que conocer el idioma; de otro modo, puede ser estresante».
Que tus hijos viajen antes de los 18 les formará y les abrirá la mente al mundo
Por ello, la psicóloga desanconseja completamente las estancias en el extranjero concebidas como castigo por un comportamiento fuera de lugar, por malas notas, etc. «Un viaje al extranjero, a una familia, a un internado o a un campamento nunca puede ser un castigo, no puede vivirse como eso. Es un error forzar a alguien a aprender idiomas. No obstante, la situación es diferente cuando el niño tiene un poquito de miedo y necesita que el padre lo empuje un poco, animándolo con frases como ‘Te lo vas a pasar fenomenal, vas a volver súper contento’, etc».
Silvia desaconseja planear una estancia en el extranjero a modo de castigo
Pero ¿y si son los padres quienes tienen miedo? En ese caso, lo mejor es sacudírselo y pensar en todas las ventajas que ya hemos mencionado: «Los padres tienen que dejar a sus hijos cierta libertad, pues su mayor enemigo es la sobreprotección. Además, hemos de tener en cuenta que siempre que haya una organización responsable del viaje, no tiene por qué haber ningún problema», concluye la experta.
¡Fuera miedos!
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir