Los grupos de Whatsapp de las mamás, el nuevo compañero ‘listo’ en las aulas del colegio. Colaboración con el diario 20Minutos
- Los expertos cuestionan seriamente la «sobreprotección» que las madres ejercen sobre los niños, usurpando tareas que deben hacer ellos.
- Ellas se encargan de los deberes y la organización del material, mermando la responsabildiad y la autonomía personal de sus hijos.
- Los grupos se han convertido además en una herramienta para cuestionar el trabajo de los docentes.
Los grupos de Whatsapp han llegado a la vida educativa para quedarse, pero también para hacer estragos. En los últimos años han proliferado especialmente los grupos organizados por los padres de alumnos, sobre todo las madres, con la finalidad de controlar el progreso escolar de sus hijos.
«En su afán de proteger a los niños propician que estos no aprendan a desenvolverse por sí mismos y a madurar adecuadamente», considera la psicóloga Carmen Bermejo Romero. «El rol sobreprotector, de ‘gallina que cuida a sus polluelos’, junto con la facilidad para acceder a los mensajes de whatsapp lleva a esto», añade la experta.
Desde las primeras etapas educativas (Infantil) hasta 6º de Primaria, lo cierto es que los grupos de mamás se han extendido como la espuma para acabar usurpando tareas y obligaciones que hasta hace poco competían al alumnado. Y lo normal es que las madres formen parte, como mínimo, de dos grupos: el general de la clase y el particular o más privado, integrado por las mamás más afines.
«Chicas… me podéis mandar la ficha de Inglés. ¿Y qué más hay de deberes?», dice el texto de un mensaje real al que ha tenido acceso 20minutos y compartido hace unos días por un grupo de mamás de Primaria. «Hola. Me pide mi hijo que por favor me enviéis una imagen del cuaderno de las 2 páginas de problemas que hay que hacer. No encuentra el cuadernillo de problemas», se lee en otro mensaje.
Ante estos mensajes, salta una duda: ¿Por qué el alumno no sabe qué deberes tiene? ¿En qué estaba entretenido? ¿Y su material, por qué no lo cuida? ¿Por qué se involucran las madres en resolver estas situaciones?
«Estamos asumiendo las cosas que el niño tiene que hacer y que está preparado para hacerlas. Además en el mensaje va implícito un ‘tú no te preocupes, ya lo hace mamá por ti». Y eso hace que el niño no adquiera seguridad y autonomía personal, algo determinante para desarrollar la autoestima en el futuro», explica la también psicóloga Silvia Álava.
«Más beneficio que perjuicio»
Si a través de sus grupos las mamás se ocupan de organizar los deberes, tener al día el material, saber cuándo es el examen y qué materia entra o cómo hay que ir vestido a la excursión… ¿qué espacio les queda a sus hijos?
«Está ahí, al alcance y lo usas. Hay gente que huye de esto, pero permite dimensionar los problemas escolares, sobre todo cuando no somos como nuestras madres, no podemos ir todos los días a la puerta del colegio y enterarnos de cómo ha ido el día», cuenta Raquel, madre trabajadora de dos niñas en edad escolar.
Raquel, junto a Nuria, Paloma, María, Encarna y otras cuatro mamás comparten grupo y preocupaciones. Todas admiten que «es verdad que se sobreprotege», «nos pasamos», «se usa en exceso», pero al mismo tiempo tienen una opinión unánime: «El beneficio es mucho mayor que el perjuicio».
Paloma admite estar «quitándole algo de responsabilidad» a su hijo, pero otra de las integrantes apunta a que el suyo «es un grupo orientado a las cosas necesarias».
Para Encarna, la última en sumarse a este grupo, pero que en total forma parte de tres diferentes (tiene tres hijos), cree que «sirve para estar informado, sustituye a la charla que ya no podemos tener a la salida del cole. Y hay grupos y grupos, depende mucho del sentido común».
María introduce otro elemento: «La tranquilidad que me da saber que los niños van a crecer juntos y que sus madres son mis amigas… me compensa», dice. Y reconoce que a veces hay conflictos porque «los mensajes se malinterpretan». Y otras muchas veces, estos grupos se convierten en escenario de peleas entre padres divorciados.
Para Nuria, a pesar de que «se están perdiendo muchas cosas», estos grupos vienen bien, por ejemplo, «cuando hay un problema con los niños, peleas o algo similar». «Te sirve como madre para medir la gravedad, contrastar y dimensionar el problema», añade.
Las pretendidas virtudes que relatan las madres son duramente censuradas por las psicólogas. «Los problemas de los niños deben quedarse en la esfera de los niños. Las madres no deben ni resolver ni preguntar ni contrastar», zanja Silvia Álava.
De la misma opinión, Carmen Bermejo añade: «Problemas que surgen entre niños y que deberían resolverse a ese nivel trascienden a las madres, intervienen ellas, y eso resta capacidad resolutiva y de afrontamiento a los peques, generando conductas más dependientes».
En este sentido, el presidente del sindicato de profesores ANPE, Nicolás Fernández, recuerda que «la implicación de la familia en la marcha educativa del alumno es sinónimo de buen rendimiento y eso no se consigue a través de un grupo de Whatsapp, que a la larga es algo frío e impersonal, sino potenciando las tutorías».
Y como docente veterano y de larga trayectoria lanza un mensaje a las madres: «El niño tiene que ser responsable de su tiempo, de su estudio y de los deberes que se tienen o no se tienen que hacer. ¿Cuándo vayan al instituto, qué va a pasar si no son capaces de organizar su propia agenda?».
Los profesores, cuestionados
Los grupos se han convertido también en un instrumento para cuestionar y desprestigiar la labor del profesorado.
«Es imposible que un profesor tenga el beneplácito de 30 padres», explica el presidente de ANPE. «Ahora, el padre que tiene una mala relación con un profesor aprovecha para propagar rumores y descalificarle incluso en las redes sociales», dice.
De hecho, el caso más sonado, hasta la fecha, es el conflicto ocurrido en la localidad madrileña de Casarrubuelos. En esta ocasión, fue a la inversa, y varios profesores del colegio Tomé y Orgaz utilizaron la aplicación para intercambiar comentarios ofensivos contra alumnos y padres. La directora del centro fue suspendida y varios de los docentes detenidos.
Tras este suceso, 20minutos ha contactado con la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid para saber si lo ocurrido ha generado la toma de algún tipo de medida respecto a los grupos de Whatsapp. «No se ha dado ninguna instrucción concreta a los centros respecto a la gestión de estos grupos», confirman fuentes de la Consejería, que apuntan a que depende de cada centro.
10 preguntas a Javier Urra
El psicólogo forense y exdefensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Javier Urra, contesta a las preguntas de 20minutos sobre los polémicos grupos de Whatsapp de madres para aclarar pautas y conceptos.
¿Positivos o negativos?: «Generar un whatsapp y un grupo no tiene por qué estar mal. Sobre todo porque hoy por hoy contamos con la tecnología, está ahí y se va a usar. La pregunta es quién usa más el Whatsapp.
¿Y quién lo usa más?: «Sin duda hay padres que están en angustia permanente».
¿Se equivocan entonces los padres?: «Hay padres que lo hacen bien, pero hay otros que han equivocado su función. Entienden que tienen que educar en lugar del profesor».
¿Quién tiene que asumir la responsabilidad en el día a día?: «Hay responsabilidades que son de los alumnos, otras de los padres y otras de los profesores».
¿Hay quizá un trasfondo de complejo de «mala madre» ?: «Hay un poco de todo. Culpabilidad, idea de no fallar y sobreprotección.
¿Y se está fallando ?: «Lo cierto es que nunca se ha hecho tan bien. Lo que no quita que a los niños hay que darles su espacio. El niño tiene que ganar en libertad, que va unido a la responsabilidad.
¿Cómo se pueden reconducir los excesos?: «Sin duda lo principal es que la relación sea personal y con la comunidad educativa. Los padres está bien que se comuniquen, pero lo justo y necesario».
¿Y qué hacemos con los grupos de mamás?: «Hay que tener claro que no es el canal de comunicación ni debe serlo».
¿Por qué?: «El grupo es bueno para escuchar, pero luego cada uno tiene su individualidad y su forma de conducta».
Un consejo…: «La bidireccionalidad está entre padre e hijo y alumno y profesor. Todo lo que está en el exterior no aporta».
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