Los 7 errores (con solución) más comunes en la vuelta al cole. Colaboración con MujerHoy
Cuenta atrás. Los niños están de los nervios en los días previos al comienzo de curso, no porque tengan ganas de retomar la actividad escolar, sino porque las largas vacaciones de verano han trastocado sus hábitos.
Digamos que el cuerpo y la mente de los «peques» piden «cole» a gritos o lo que es lo mismo, necesitan rutinas, horarios y disciplina.
En esta particular cuenta atrás no son poco los adultos que, en lugar de ayudar a los niños a que la vuelta al cole les resulte más llevadera y «preparatoria», provocan con su forma de hablar y de actuar, que se les haga aún más cuesta arriba. Con la ayuda de la psicóloga infantil Silvia Álava Sordo, autora de ‘Queremos hijos felices’ y ‘Queremos que crezcan felices’, repasamos los siete errores más comunes que suelen cometer los padres en el arranque de septiembre:
1. Exprimir al máximo las vacaciones, pero no en el sentido positivo, sino mostrando demasiada laxitud con los horarios: los niños se acuestan tarde, comen a deshora y comen lo que quieren.
- Solución: Ajustar los horarios y hábitos de forma paulatina a los que tendrán en la etapa escolar. «No sólo hablamos de los ritmos de vigilia y sueño y las comidas, sino también de aquellas tareas que habitualmente hacían solos como vestirse y que, de alguna manera, se han relajado durante las vacaciones», explica la psicóloga.
2. Transmitir mensajes de apatía, angustia o cansancio. En estos días son comunes por parte de los padres, en cualquier tipo de conversación, frases como: «Ay, qué horror la vuelta al trabajo», «Ya se ha acabado lo bueno» y otras expresiones que hacen que ellos se queden con el mensaje de que lo malo es el colegio y trabajar y lo bueno, las vacaciones. «Los niños nos ganan con creces en capacidad de observación. Se dan cuenta de todo lo que pasa y cuando nos oyen hablar sobre un determinado tema captan los mensajes perfectamente, aunque nos creamos que no», explica.
- Solución: Los mensajes relacionados con la vuelta al cole y al trabajo han de transmitirse en positivo. Serán útiles frases del tipo: «¡Qué bien que vuelvas pronto al cole porque allí te encontrarás con tus amigos de nuevo, les podrás contar lo bien que lo has pasado en verano. Podrás hacer nuevos amigos y este curso aprenderás un montón de cosas que te van a encantar!». La experta comenta que, no se trata de transmitir «el mundo piruleta», pero sí que es importante que todos los mensajes sean realistas, pero optimistas.
3. Dejar los preparativos escolares para última hora. A los niños les transmite mucha más seguridad y tranquililidad que los libros, el uniforme (si lo llevan), la ropa que van a necesitar y el material escolar básico esté preparado días antes del primer día de colegio.
- Solución: Preparar con varios días de antelación lo que los niños tienen que llevar en el primer día de colegio. Llevar las cosas preparadas no sólo les da seguridad, sino que además les ayuda a que aprendan a planificarse.
4. No dejar que el niño participe en los preparativos. Eso de «Venga, ahí lo tienes todo para cuando vayas al colegio» es un gran error.
- Solución: Es importante que el niño acompañe al adulto en alguna de las tareas que forman parte de los preparativos (no es necesario en todas, claro), por ejemplo, a recoger alguno de los libros, o a adquirir parte del material, o puede resultar útil y positivo (además de que supone pasar un «momento único» con ellos) que ayude a poner el nombre en los libros o fichas, o a que participe a la hora de forrar o proteger los libros y cuadernos.
5. No aprovechar los materiales o cosas del año pasado. Hay que mostrar a los niños que las cosas tienen un valor material y que es importantes conservarlas y cuidarlas para poder usarlas durante mucho tiempo. Aunque es cierto que en el arranque de curso se suelen comprar muchas cosas nuevas que se necesitan, otras compras son totalmente accesorias.
- Solución: Mostrar al niño que si, por ejemplo, la mochila o el estuche están eb buen estado, no es necesario comprar otro. Darles ejemplo en ese sentido les ayuda a valorar las cosas y a entender que el dinero no crece de los árboles.
6. Recordarles los errores del pasado. «Acuérdate de la cantidad de veces que perdiste la agenda», «Este año espero que no te castiguen tanto como el año pasado», «Seguro que tendré que comprar este año más pantalones porque eres un desastre y siempre estás por el suelo» son auténticos mazazos para el niño.
- Solución: Si nos vienen a la mente esos recuerdos, es importante darles la vuelta para transmitirlos en positivo, mostrando la confianza de que lo que trae este año escolar en una mejora en las capacidades, habilidades, actitudes y comportamientos del niño.
7. Llegar tarde el día de la vuelta al cole. El día en el que arranca de nuevo la etapa escolar lo ideal sería que papá o mamá (o los dos) acompañasen al pequeño al centro. En el caso de que sea posible, es importante llegar con tiempo para que el niño pueda saludar a sus amigos, saber en qué clase le ha tocado, intercambiemos saludos y comentarios con otros padres y con la profesora, si es posible. o importante llegar con tiempo, para que el niño pueda saludar a sus amigos, para que se pueda incorporar, saber en qué clase le ha tocado….
- Solución: Al igual que en otros puntos citados anteriormente la organización y planificación es algo en lo que los adultos debemos darles ejemplo.
Y por último, pedimos a la experta un consejo extra para los padres que están más nerviosos en estos días, aquellos que llevan a sus hijos por primera vez al colegio. «En este caso es importante que cuiden el modo en el que se despiden del pequeño cuando lo dejan en el colegio. Sabemos que cuesta separarse de él, pero es mejor que le lleven de la mano, en lugar de en brazos, que saluden a la profesora con alegría y tranquilidad y que hagan lo más corta posible la despedida. Los padres suelen tener mucha más angustia ese día que los niños. Deben trabajar su rostro, sus gestos y sus palabras para evitar transmitirles angustia o tristeza. Los niños confían en sus padres y si les ven tristes interpretarán que el lugar en el que les dejan no es lo mejor para ellos», explica.
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