El orgullo de tener canas: la Reina Letizia, Mario Vaquerizo y otros famosos que lucen melena gris como gesto de liberación. Colaboración con ZEN de el diario El Mundo

Realeza, celebrities e influencers exhiben públicamente su cabello níveo sin complejos. Según los expertos, la tendencia es símbolo de autenticidad, pero sigue conllevando cuidados.

El orguyo de tener canas

Por Cristina Galafate @cgalafate

Como ocurre con las cremas para las arrugas, el cabello blanco o grisáceo siempre ha sido un signo de envejecimiento y por eso la sociedad ha encaminado todos sus esfuerzos en revertir este manifiesto paso del tiempo a través de tintes y coloraciones que permitieran seguir luciendo un aspecto joven. Sin embargo, miembros de la realeza como Kate Middleton, celebrities como Lady Gaga e incluso influyentes millennials de Instagram muestran ahora con orgullo su pelo níveo, considerado como atractivo.

Para muestra, las últimas apariciones de Doña Letizia, examinadas con lupa en la crónica social de los medios y «una llamada de atención» según la asesora de imagen Paz Herrera: «Se trata de un gesto en el que la Reina Letizia muestra cercanía y autenticidad. Algunas mujeres con proyección pública están reivindicando con este tipo de manifestaciones el fin de la tiranía de la belleza y esa esclavitud de tener que teñirse, depilarse o maquillarse. Sin embargo, no me parece coherente con sus excesivos retoques estéticos, muy lejos de la naturalidad«, opina la experta.

No hay duda de que tener canas está de moda, y no sólo entre los royals. Aunque todavía existan diferencias de género y numerosos estereotipos, afirma la Psicólogo General Sanitario Silvia Álava Sordo: «Mientras que en los hombres muchas veces se asocian a la experiencia y a la madurez, en la mujer es más difícil ver ese halo positivista porque significan una pérdida de lozanía y acercamiento a la vejez. La sociedad sigue sin exigir lo mismo a unas y a otros». El canon para ellas es mucho más exigente, asevera esta profesional, especialmente para aquellas que viven de su imagen: «Tienen que ser «perfectas«, delgadas, estar en forma, buenas profesionales, madres, amas de casa… Y por supuesto evitar que el paso del tiempo se note en su cuerpo. Las canas son un claro síntoma de ello, por eso, aún la tendencia de cubrirlas es mucho más alta que en los hombres».

No en vano, seis de cada diez mujeres se tiñen las canas frente a uno de cada 10 hombres, revela un estudio del Instituto Médico Dermatológico. Sin embargo, la web de citas Meetic recogía ya en 2017 datos como que el 72% de sus usuarias encontraban a los hombres canosos atractivos, quizá por la influencia de galanes del cine como Richard Gere y George Clooney. En las redes también se muestran estas diferencias. Las mujeres lucen literalmente «pelo de abuela» bajo la etiqueta granny hair pero ellos son los «zorros plateados», es decir, #silverfox. «La buena noticia es que el proceso se revierte gracias a la contribución de estilistas y gurús de la moda. Hoy, una mujer con el pelo blanco bien llevado es sinónimo de una personalidad fuerte, libertad, modernidad y hasta poder», zanja la psicóloga.

«¡Qué viva el pelo gris!», clama a ZEN Mario Vaquerizo, primer hombre que puede presumir de ser Pelo Pantene. «Desde que me dejé canas le gusto más a mi mujer [Alaska] y me quiero más a mí mismo», enfatiza luciendo melena cana. El polifacético televisivo, escritor, representante de artistas, cantante de Nancys Rubias y voz radiofónica, entre otros muchos menesteres, cuenta que su padre llevaba el pelo plateado desde que él era un niño, de modo que sus referentes de belleza son muy distintos a los que marca la industria. «Siempre he sido muy marciano, así que quizá yo no sea el modelo más adecuado. Mi hermana Marta o Ángela Molina sí son dos grandes ejemplos de mujeres mucho más favorecidas con sus canas visibles». Para Vaquerizo, han dejado de estar mal vistas. «Antes me empeñaba en llevar el cabello muy negro, pero ahora que creo en la madurez he pasado del mechón blanco a toda la melena».

Las declaradas beauty freaks María Martínez y Anabel Vázquez, creadoras del e-commerce nicho Laconicum, también han notado en sus ventas esa fuerza del blanco al gris. Existen productos formulados para enfatizar el color cano del cabello y darle brillo que triunfan en su web, como el Silver Shampoo de Sachajuan. «Pocas mujeres se atreven a mantener y revelar las canas en todo su esplendor, son demasiados años de ocultamiento, pero hay una cierta reivindicación casi como posicionamiento político. Y esa tendencia está ahí y las marcas se apropian de ella en un buen ejercicio de acompañamiento del movimiento Grey Hair Don’t Care!. No hay duda de que la nueva cana es libre, consciente y está muy cuidada«.

Las canas ya no te ponen años

Culturalmente se piensa que una persona que se cuida debe teñirse las canas. Mostrar la raíz es casi «un pecado» en profesiones liberales y servicios en los que se da la cara. Ahora que se lleva el pelo níveo sucede lo mismo, corroboran los salones de belleza consultados: una cana blanca, plateada o grisácea es bonita, pero las amarillentas dan sensación de dejadez. «Para conseguir el tono de cana uniforme y deseado, desde la peluquería especializada The MadRoom recomendamos tratamientos intensivos, como el Perfect Grey o el Perfect White, con los que se consigue neutralizar los reflejos amarillos y convertirlos en irisados o perlados. Para el mantenimiento en casa, en función del color buscado, recomendaremos una de nuestras mascarillas matizadoras disponibles en cinco tonos», explica Nadia Barrientos, directora del salón de lujo.

Parece que este atrevimiento que vive su momento de gloria sigue conllevando una rutina de belleza pareja, pese a esa simbología de liberación. Las jóvenes millennials ahora se tiñen de un rubio platino que vira al rosa palo, plateado o grisáceo, que se asemejan a los tonos canosos. «Pero no es lo mismo una chica de 20 años, como el personaje de Daenerys en Juego de Tronos, que una señora de 55 con el pelo plateado. Todas estas modelos también tienen un estilismo y maquillaje perfecto; porque son muchas cosas las que componen el look«, apunta la asesora Paz Herrera.

A los hombres les pasa igual, pero la diferencia es que ellos llevan más tiempo luciendo las canas y las mujeres estamos empezando a hacerlo. Ya sea una moderna moda pasajera o un signo de rebeldía con trasfondo social, parece que la cana viene para quedarse. Sin despistes ni tirones indeseados para arrancarlas. «Ahora ellos y ellas deciden llevar sus canas porque es su color natural y no lo van a ocultar», concluye Herrera.

FUENTE: ElMundo.es