¿Cómo podemos resolver los problemas de sueño de un bebé de menos de un año?
El ritmo biológico del recién nacido se repite cada 3 ó 4 horas, y a partir del tercer o cuarto mes de vida los bebés empiezan a hacer cambios en su ritmo biológico para abandonar progresivamente estos ciclos de 3-4 horas al ritmo biológico del adulto (24 horas). Para que el bebé pueda ajustar ese reloj biológico necesita unos estímulos externos, que serán precisamente los que los padres tendrán que aprender a manejar. Estos son:
Luz-oscuridad, ruido-silencio. Es por eso que cuando los bebés duermen durante el día, no debemos hacer nada por mitigar el ruido de la habitación, es bueno que dejemos que entre la luz solar, sin embargo, por la noche sí que se aconseja acostarlo en la cunita sin luz y sin ruidos, y procurando que esté lo más cómodo posible, con el pañal cambiado, los gases expulsados… Esto es fundamental para que puedan distinguir entre sueño y vigilia.
Nos ayudará el establecer una rutina, con horarios fijos para la comida, el baño y la hora de irse a la cama. El baño antes de dormir ayudará a relajar al niño.
Pero también es fundamental enseñar a los bebés desde pequeños a adquirir unos correctos hábitos de sueño, permitirles que se duerman ellos solos en su cunita, pueden tener un muñeco, el chupete…, que les ayude a asociar que ha llegado el momento de dormir… pero que el adulto no se quede cantándole o meciéndole hasta que se quede dormido. Para favorecer este aprendizaje, debemos establecer una rutina y hacer todos los días lo mismo, y sobre todo los adultos deben de estar muy tranquilos para que sean capaces de trasmitir seguridad y tranquilidad al niño. Si estamos inseguros se lo trasmitimos al niño, quien por supuesto lo nota, se inquieta y eso le dificulta conciliar el sueño. Los adultos deben de transmitir seguridad al niño, para que entienda que quedarse solo es normal y que no le va a pasar nada. Si nos vamos con dudas o con sentimiento de culpabilidad por dejarlo solo, el niño se dará cuenta, se pondrá nervioso y le costará mucho más dormirse.
A partir del medio año de vida los niños son capaces de dormirse solos, a oscuras en su cuarto, y dormir toda la noche de un tirón, lo que ocurre muchas veces es que no les hemos dejado la oportunidad de que aprendan a dormirse solos. Si les enseñamos hábitos correctos, conseguiremos prevenir en gran parte los problemas de sueño en el niño.
Los niños que a los 5 años no han superado los problemas de sueño tienen más posibilidades de padecerlos a lo largo de su vida, que otros que duerman bien.
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