¿Cómo nos influyen las estaciones en nuestro estado de ánimo?

¿Por qué nos gusta tanto el verano?

    • Llegan las vacaciones.
    • Los días se alargan.
    • Da tiempo a hacer más cosas.
    • Apetece estar fuera de casa y se favorece el contacto social…

    ¿Qué hace que no sintamos mejor en verano?

    Relación existe entre la luz solar y nuestro estado de ánimo

    Si pensamos en la emoción de la alegría, pensamos en un día con un sol radiante. La emoción de la tristeza se asocia con la lluvia y el sol con la emoción de la alegría.

    La exposición al sol:

    • Reduce los niveles de malestar.
    • Aumenta la vitalidad.
    • Favorece la realización de actividades diarias y contacto social.

    La red social es un factor protector de la salud mental.

    En los países con menos horas de exposición de luz solar hay una mayor dificultad para regular los ritmos circadianos, y cuando no dormimos lo suficiente, nuestra salud física y mental se ven afectadas.

    El sol aumenta la producción de serotonina y de endorfinas asociadas con la felicidad. Los días más cortos hacen que la personas se sientan más tristes, y la cantidad de horas de luz influye más en el estado de ánimo que la cantidad de rayos solares absorbidos.

    Y eso lo notamos más en los lugares que experimentan variaciones climáticas estacionales, con temperaturas y horas de exposición a la luz solar muy diferenciadas entre el invierno y el verano, como por ejemplo en España.

    La reducción de horas de luz en otoño e invierno altera los ritmos circadianos y puede llevar al Trastorno Afectivo Estacional (más frecuente en latitudes altas y en mujeres que en hombres), con síntomas como aumento del apetito, sueño y aislamiento social.

    La exposición al sol aumenta la actividad en la amigdala (el área cerebral responsable de generar las emociones) y en la corteza prefrontal (que es área que se encarga de regular las emociones), lo que influye en el bienestar emocional.

    ¿Ganar notoriedad a cualquier precio?

    “Reaccionando a mis notas de la EBAU”


    El trend de TikTok que deja una huella digital problemática y puede afectar a los estudiantes.

    Claves:

    • Hace unos días que se conocieron los resultados de la EBAU (los exámenes para acceder a la universidad en España) y las redes sociales se han llenado de vídeos de estudiantes reaccionando a sus notas
    • En algunos vídeos, las calificaciones superan sus expectativas, pero en la mayoría los alumnos rompen a llorar porque sus resultados son peores de lo que esperaban y no podrán acceder a la carrera universitaria que desean
    • Según los expertos consultados, suben estos vídeos para ganar notoriedad en redes sociales, pero no son capaces de medir las consecuencias: dejan una huella digital y pueden sufrir un impacto emocional (tanto negativo como positivo) por los comentarios que reciben 
    • Los adolescentes que están en la misma situación y consumen estos contenidos también se pueden ver perjudicados por un efecto contagio de tristeza y frustración, según las psicólogas consultadas por Maldita.es

    Sobreexponerse así en redes sociales puede engrosar nuestra huella digital y afectarnos a futuro

    Que los protagonistas de estos vídeos sean adolescentes (normalmente la EBAU se realiza a los 17 o 18 años), hace que les resulte más difícil (en ocasiones incluso imposible) distinguir entre lo que debe ser público y lo que debe seguir siendo privado. “No son conscientes de que, a veces, están compartiendo parcelas que sería mejor que se quedaran en la vida privada”, explica Álava. 

    Una de las consecuencias directas de estas publicaciones es la llamada huella digital. Es el rastro que todas las personas dejamos cuando utilizamos internet (como las cosas que publicamos en redes sociales) y “nos va a perseguir a lo largo de nuestra vida”, recuerda Álava. 

    Los estudiantes que están publicando vídeos relacionados con sus calificaciones en la EBAU en este momento ven muy lejos el momento de conseguir un trabajo o aplicar a una beca, pero la experta recuerda que esto queda “reflejado”. La viralidad del vídeo dura unos días y se deja de hablar de él, “pero eso no significa que se haya borrado de redes y no impide que en un futuro te pregunten por él”, recalca. Martínez-Otero explica que estos vídeos podrían influir en la “percepción que tendrán futuros empleadores o instituciones educativas sobre la capacidad emocional y la madurez de los individuos”.

    Cuando publicamos algo en internet perdemos de alguna manera el control que tenemos sobre ello, pero aquí puedes leer consejos para borrar (o al menos reducir) tu huella digital.

    Los comentarios (positivos y negativos) en estos vídeos pueden afectar en un momento de vulnerabilidad y generar un bajón colectivo

    Lee el artículo completo en ➡️maldita.es

    #ebau #evau  #tiktok #redessociales #emociones #vídeos #adolescentes #reacciones #psicología #silviaalava  #huelladigital #exámenes #consejos #notoriedad #tristeza #frustración #maldita.es

    Sun Lovers: Efectos positivos del sol y recomendaciones de protección

    Sí, el sol y la felicidad van de la mano.

    Así lo respalda el informe «Efectos positivos del sol y recomendaciones de cómo disfrutarlo estando protegidos», presentado por Babaria, la marca especialista en cosmética y protección solar. Esta guía no solo pone de manifiesto los grandes efectos que tiene el sol en nuestro organismo, tanto a nivel físico como emocional, sino que también aporta importantes recomendaciones para poder disfrutar del sol siempre de manera responsable y saludable, como la utilización de crema de protección solar, mantener una correcta hidratación y cuidar el horario de exposición.

    La exposición al sol es fundamental para la síntesis de vitamina D, así como para la salud mental.

    En este sentido, el informe de Babaria refleja que las personas sufren más angustia mental cuando los días son más cortos y hay menos sol, y que la exposición controlada y segura al sol aumenta los niveles de serotonina y la producción de endorfinas. De hecho, los expertos corroboran que cada hora adicional al aire libre reduce significativamente la probabilidad de desarrollar trastornos depresivos, porque

    «la exposición solar diaria de 30 minutos reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés, en un 15%, mejorando el estado de ánimo y disminuyendo los síntomas de ansiedad y depresión».

    Al mismo tiempo, la luz solar nos ayuda a mejorar nuestra calidad del sueño, ya que está relacionada con la regulación de los ritmos circadianos y la producción de melatonina, crucial para un buen descanso. En definitiva, la exposición responsable al sol ayuda a prevenir los trastornos depresivos, reduce el estrés, contribuye a incrementar la felicidad y a lograr una mejora emocional, por lo que aporta numerosos efectos positivos mentales.

    La vitamina D, obtenida a través de la exposición solar, desempeña un papel crucial en la salud ósea y muscular

    El informe también señala que el 48% de los mensajes en redes sociales valoran los beneficios del sol motivado por los efectos positivos en la salud física, y no es para menos, ya que la síntesis de la vitamina D, obtenida a través de la exposición solar, desempeña un papel crucial en la salud ósea y muscular, previniendo significativamente el riesgo de sufrir fracturas y osteoporosis, especialmente en personas mayores. Pero no es el único efecto positivo que tiene en nuestro cuerpo, ya que el sol también fortalece nuestro sistema inmunológico y favorece la producción de péptidos antimicrobianos en la piel, lo que ayuda a proteger contra infecciones y enfermedades cutáneas. De hecho, la deficiencia de vitamina D afecta al 75% de los españoles y al 40% de los europeos, y la exposición al sol durante 5 a 15 minutos diarios con protección, entre los meses de marzo y octubre, puede ser suficiente para mantener los niveles recomendados por los profesionales.

    Sin embargo, pese a que la ciencia ha demostrado que el sol tiene múltiples efectos positivos en nuestro cuerpo y mente, el informe de Babaria refleja un incremento en la manipulación y desinformación sobre los beneficios del sol, especialmente vehiculada a través de las redes sociales.

    FUENTE: europapress.tv

    ¿Qué tener en cuenta a la hora de elegir tus estudios y tu futuro?

    Ya han dado las notas de la EVAU y ahora muchos jóvenes se acercan a ese momento de elegir la carrera, y no es fácil, ¿Qué consejos podemos darles?

      Es cierto Lourdes, no es fácil, es un momento importante, y ahora hay que recopilar la máxima información posible para poder elegir.

      Para hacer una buena toma de decisiones hace falta información. Por eso: mira el plan de estudios de las carreras que te interesan, las salidas laborales, habla con gente que haya estudiado lo mismo…

      Si estás muy perdido, te puede ayudar contestar estas preguntas:

      ¿Qué es lo que te gusta hacer?

      La pasión es el principal motor para desarrollar nuestro potencial. Si no disfrutamos con lo que hacemos será muy complicado destacar, llegar a ser buenos y dar ese plus necesario para conseguir la excelencia.

      ¿Qué es lo que se te da bien?

      Nos puede gustar mucho algo, pero para ser buenos necesitamos destacar y lograr resultados. Si no se nos da bien es complicado llegar a sobresalir. No obstante, no olvidemos la importancia que tiene el aprendizaje, que siempre podemos mejorar gracias al esfuerzo personal y a los buenos maestros.  Recordemos a Picasso: La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando.

      ¿Aporta valor a otras personas?

      Para que este propósito se pueda convertir en nuestra profesión, necesitamos que esto se trasforme en un resultado por el que alguien esté dispuesto a pagar dinero. Sino nos quedaremos en un hobbie, que también puede aportarnos un gran bienestar emocional, sin embargo, no sería realista pretender vivir de ello.

      ¿Qué huella queremos dejar en las personas que nos rodean?

      Es complicado, pero se trata, desde el realismo, decidir cómo deseamos vivir nuestra vida, qué clase de huella nos gustaría dejar en el mundo, en las personas que nos rodean.  Sabiendo que no siempre acertaremos y que es normal no saber lo que queremos hacer con nuestra vida. Sobre todo, cuando somos jóvenes es más difícil tenerlo claro. Sin embargo, podemos aprender de nuestros errores, y en ocasiones podemos acercarnos a nuestro objetivo a base de descartar lo que no nos gusta.

      Nuestro objetivo no tiene porqué dirigirse sólo al ámbito laboral, querer hacer la vida agradable a los que nos rodean, a nuestra familia… es un propósito tan digno como conseguir un puesto de relevancia en una gran empresa.

      ¿Qué querías ser cuando eras un niño?

      Echar la vista atrás y pensar cuál era nuestro sueño cuando éramos pequeños nos puede ayudar a definir nuestro objetivo. ¿Qué querías hacer de mayor cuando aún eras un niño? ¿lo recuerdas? ¿se acerca o se aleja de lo que estás haciendo ahora? Responder a estas preguntas quizás también nos ayuden a encontrar nuestro Ikigai o propósito de vida.

      ¿Cómo guiar a tus hijos adolescentes en el uso seguro de las redes sociales?

      ¿Tienes hijos adolescentes y te preocupa el uso que puede hacer de las redes sociales? No desesperes, aquí te mostramos una serie de recomendaciones que puedes usar para guiarlos de forma segura y responsable

      1. Establece un espacio abierto para que tus hijos compartan contigo sus experiencias en las redes sociales, sin miedo a juicios
      2. Enséñales sobre privacidad en línea, cómo detectar información falsa y cómo evitar riesgos como el ciberacoso
      3. Acuerda reglas sobre el tiempo en las redes sociales y la importancia de desconectar durante momentos familiares y de estudio
      4. Mantén un seguimiento de sus actividades en redes sociales para estar al tanto de su seguridad
      5. Anima a tus hijos a desarrollar hobbies y actividades que no dependan de pantallas

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      Consumo de porno como «tutorial» sobre relaciones sexuales y la «pornificación de la cultura»

      FOTO: JOAQUIN CORCHERO / PARLAMENTO DE ANDALUCIA

      Ayer tuve el placer de participar telemáticamente en el grupo de trabajo en el Parlamento andaluz, contra el acceso de la pornografía por parte menores . Algunos de los temas que se trataron en la intervención fueron:

      1.    Hipersexualización de la infancia:

      En la actualidad, los niños y adolescentes viven en un mundo hipersexualizado (Triviño y Brito, 2019), toda gira en torno a una industria cultural (publicidad, películas, canciones…) que utiliza una imagen femenina sobrecargada simbólicamente de sexualidad, algo que algunas autoras han denominado “pornificación de la cultura” (Alario, 2021). Así, por ejemplo, Paul (2006) describe cómo se ha normalizado que los artistas varones se rodeen de mujeres semidesnudas en sus videoclips, las cuales adoptan prácticas, posturas, narrativas que proceden de la pornografía.

      2.    Aumento del consumo de la pornografía en todas las edades.

      Asimismo, el consumo de pornografía explícita ha crecido exponencialmente en los últimos quince años y se ha hecho más extremo.

      Con la llegada de la tecnología y el acceso a internet, la demanda de este material se ha disparado. Los dispositivos la han facilitado porque favorecen su acceso anónimo, discreto, a cualquier hora y en cualquier parte (Ballester y Orte, 2019).

      3.    Los menores están expuestos sin protección.

      El termino nativos digitales (Prensky) ha hecho mucho daño, se nos olvida, que no basta con nacer en un mundo, hay que habitar en él, y los chicos y las chicas no saben cómo utilizar correctamente la tecnología. Hay que estar a su lado, en ese proceso de alfabetización digital para conseguir que nuestros hijos y alumnos se beneficien de la tecnología, sean ellos quienes utilicen la tecnología y no al revés.

      De esta forma será más fácil evitar los peligros de las redes sociales, entre los que destacan:

      • Sexting
      • Grooming
      • Adiccion/uso problemático de Internet
      • Retos virales
      • Dark web
      • Acceso a contenido inapropiado: pornografía. Que es de lo vamos a hablar hoy.

      En muchas ocasiones, los niños y niñas se encuentran con pornografía de manera accidental, (con 8 años) reproducen el contenido y después lo consumen activamente (Ballester y Orte, 2019; Sanjuán, 2020). De este modo, en la adolescencia, y sobre todo en los chicos, ya se produce un consumo regular y generalizado.

      Según información provista por la ONG Save the children, casi 7 de cada 10 adolescentes consumen pornografía.

      • Lo consumen más chicos que chicas.
      • En las chicas también es significativo, aunque menor estadísticamente y también menos recurrente según los últimos estudios (Ballester y Orte, 2021; Rodríguez, 2020; Sanjuán, 2020) (80% hombres y 40% mujeres)

      Si bien chicos y chicas consumen pornografía y, además, el consumo de estas últimas ha aumentado, es significativamente menor al realizado por varones en frecuencia y duración. Igualmente, las motivaciones son distintas:

      • Mientras que los hombres la consumen para excitarse sexualmente y masturbarse.
      • Las mujeres la consumen por curiosidad, por ver “sexo” y, presumiblemente, por saber qué quieren los hombres y cómo se les complace; aun cuando no adviertan que la pornografía está hecha por y para ellos.

      Las mujeres que ven pornografía acaban replicando los modelos de victimización; los consumen sin percatarse del daño que el porno les puede hacer. No hay una conciencia de que el porno va en contra de los derechos de la mujer.

      4.    Todo esto es consumido por un cerebro en formación.

      Los niños, pero tampoco los adolescentes, tienen el suficiente desarrollo cognitivo y emocional para poder entender y digerir lo están viendo. Las habilidades de procesamiento están inacabas y por esta razón les cuesta mucho más separar la realidad de ficción. Una exposición temprana a contenido sexual puede tener consecuencias relevantes a corto y a largo plazo.

      Pensando en los adolescentes y en los jóvenes, debemos de tener en cuenta varios factores.

      1. En primer lugar, el cerebro no termina de madurar hasta los 25 años. El lóbulo prefrontal que es el encargado de regular las emociones no madura hasta esta edad, por lo que van a necesitar que sus figuras de referencia padres y madres estén presentes y les ayuden a co-regular esas emociones.
      2. En esta edad el cerebro es muy sensible a la novedad, se orienta hacia todos los estímulos novedosos. Este tipo de contenidos les ofrece novedad en cada segundo.
      3. Durante la adolescencia el cerebro está en reconstrucción: importancia de las hormonas que sobreexcitan el circuito mesolímbico.
      4. Los adolescentes no tienen 100% desarrolla la capacidad de control, de pensamiento crítico, de reflexividad. La impulsividad hace que tomen decisiones en algo tan grave como, por ejemplo, romper la intimidad de las personas y subir vídeos con contenido sexual en la red.
      5. Además, los peligros no se anuncian como tal, por ejemplo, conocemos los efectos que el consumo de contenido pornográfico puede tener y no llevan un aviso a esos chicos o chicas, ni a sus padres: consumir este contenido puede generar adicción, o tener efectos en la salud, como, por ejemplo, pone en la cajetilla de tabaco. Ya sabemos que no es la panacea ni la mejor solución, pero si saber lo que estamos haciendo y el peligro que entraña.

      5.    Todo esto contrasta con la escasa o nula formación en sexualidad.

      Y es que actualmente, no existe una educación sexual integral, una educación afectivo-sexual, que integre la parte de valores, de respeto hacia mi cuerpo, hacia los demás, de lo que es una relación sana.

       Los niños y las niñas tienen una curiosidad innata por conocer el mundo que les rodea y, en el mismo sentido, su propio cuerpo. Detectan el tabú existente hacia los genitales y la reticencia a una explicación clara respecto a la reproducción y a la sexualidad. Precisamente esa intuición de que es un tema vergonzoso invita a querer saber más al respecto, y si la escuela y sus familiares no satisfacen las dudas, internet será el lugar donde sacien su curiosidad (Gutiérrez, 2022). Y, precisamente en internet, la búsqueda de cualquier contenido mínimamente sexual acaba conduciendo a webs pornográficas.

      Donde el mensaje que se muestra es de que las mujeres son las presas sexuales del hombre y que esto les encanta (Rich en Cobo, 2018). De hecho, las consecuencias del consumo de pornografía, si bien son nefastas en todas las etapas vitales, resultan especialmente nocivas en edades tempranas donde no se ha adquirido madurez racional, ni emocional ni sexual suficiente para comprender y digerir ciertos contenidos.

      Ana de Miguel habla en términos de una “doble verdad”, dado que la juventud aprende por un lado que hombres y mujeres son iguales, pero por otro interioriza la posición deshumanizada de las mujeres como objetos sexuales mediante la pornificación cultural y la pornografía explícita.

      La pornografía se introduce en las vidas cotidianas de los y las jóvenes, quienes socializados en ella aprenden a considerar que la violencia que ahí aparece es simplemente sexo. Esto es un factor que es imprescindible tener en consideración a la luz de los sucesos de agresiones sexuales acaecidos recientemente, donde víctimas y agresores, cada vez son de menor edad.

      Lo que nos indican los estudios es que un mayor uso de pornografía puede influir en las creencias que los varones tengan sobre las mujeres, haciendo que las vean como objetos, que las cosifiquen; que normalicen, legitimen e incluso ejecuten esa violencia física y verbal en la vida real. Es cierto que hay otras variables que lo condicionan; no toda la violencia se explica por el uso del porno, pero este es una variable mediadora y potenciadora de la violencia.

      El visionado de pornografía por parte de los jóvenes puede tener una variedad de consecuencias, tanto a nivel psicológico como social. Algunas de las consecuencias más destacadas incluyen:

      CONSECUENCIAS PSICOLÓGICAS

      1.     Desarrollo de Expectativas Irreales:

      La pornografía a menudo presenta una visión distorsionada y poco realista de las relaciones sexuales y del cuerpo humano. Esto puede llevar a los jóvenes a desarrollar expectativas poco realistas sobre el sexo y sus propias experiencias sexuales.

      2.     Desensibilización:

      La exposición frecuente a la pornografía puede llevar a la desensibilización, donde los jóvenes pueden volverse menos sensibles a las imágenes sexuales y buscar contenido cada vez más extremo para lograr la misma excitación.

      3.     Problemas de Salud Mental:

      Algunos estudios sugieren que el consumo excesivo de pornografía puede estar asociado con problemas de salud mental, trastornos del estado del ánimo: como la depresión, ansiedad, y baja autoestima.

      Otros autores mencionan una mayor asociación con el consumo de tabaco, alcohol y otras sustancias. No se ha encontrado asociación con las disfunciones sexuales en adolescentes, aunque sí en adultos.

      4.     Adicción:

      La pornografía puede ser adictiva para algunos jóvenes, interfiriendo con sus actividades diarias, estudios, y relaciones interpersonales. Afectando en sus relaciones personales y en su bienestar emocional.

      Afecta al rendimiento cognitivo su aprovechamiento académico, el sueño, la capacidad de atención y memoria. Algunos estudios neurocognitivos nos indican que tiene un efecto en la salud mental y en la salud sexual.

      CONSECUENCIAS SOCIALES

      1.     Distorsión de la Realidad Sexual:

      Los jóvenes pueden desarrollar una percepción distorsionada de lo que es una relación sexual saludable, lo que puede afectar sus relaciones íntimas y la manera en que interactúan con sus parejas.

      2.     Comportamientos Sexuales de riesgo:

      El consumo de pornografía puede llevar a una mayor probabilidad de involucrarse en comportamientos sexuales de riesgo, ya que los jóvenes pueden imitar lo que ven sin comprender los riesgos asociados.

      Por ejemplo, mantener relaciones sexuales sin preservativo.

      Se ha observado, que los adolescentes que consumen pornografía refieren un mayor deseo sexual, mayor número de encuentros sexuales, múltiples parejas sexuales y una iniciación sexual más temprana, en comparación con aquellos adolescentes que no consumen pornografía.

      3.     Impacto en las Relaciones Interpersonales:

      Puede afectar la calidad de las relaciones interpersonales y sentimentales. Los jóvenes pueden tener dificultades para formar relaciones basadas en la intimidad y el respeto mutuo.

      4.     Normas de Género y Sexualidad:

      La pornografía a menudo refuerza estereotipos de género y puede perpetuar actitudes sexistas y misóginas. Esto puede influir negativamente en cómo los jóvenes perciben y tratan a sus pares del sexo opuesto.

      CONSIDERACIONES ADICIONALES

      1.     Educación Sexual Inadecuada:

      En ausencia de una educación sexual integral, los jóvenes pueden recurrir a la pornografía como una fuente de información sobre el sexo, lo cual puede ser perjudicial debido a la naturaleza irreal y a menudo violenta de este contenido.

      2.     Privacidad y Seguridad en Línea:

      Los jóvenes pueden estar expuestos a riesgos de privacidad y seguridad en línea al acceder a contenido pornográfico, incluyendo el riesgo de ser víctimas de explotación o abuso.

      CONCLUSIONES

      Dadas las consecuencias que tiene la exposición temprana a la pornografía en el caso de los niños y el consumo regular de esta por parte de los adolescentes, es necesario.

      1. Regular su uso: No permitir que los menores de edad accedan a estos contenidos a través de internet.
      2. La supervisión, no solo debe de realizarse por parte de los padres, quienes es imprescindible que acompañen a sus hijos en el correcto uso de la tecnología, y realizando esos procesos de alfabetización digital.
      3. La industria pornográfica debe de evitar que los menores accedan a su contenido con la facilidad que lo hacen hoy en día.
      4. Realizar una educación afectivo-sexual adecuada para poder mitigar los efectos nocivos de la exposición a estos contenidos. Y que los menores no sientan que el porno es un tutorial de cómo disfrutar del sexo o lo que tienen que hacer. Los menores que utilizan los materiales pornográficos como una herramienta de educación sexual muestran una mayor tendencia a percibir el sexo como un mero instrumento para la gratificación sexual. Cuidado: no olvidemos que muchos de ellos están copiando lo que visualizan, reproduciendo agresiones sexuales entre menores. Y muchas veces, por el efecto de desensibilización que hemos comentado, sin ningún tipo de empatía hacia sus víctimas.
      5. Investigar más sobre los efectos del consumo de pornografía en menores.  La mayor parte de los estudios se centran exclusivamente en adultos. La población más vulnerable a este tipo de contenidos sea la menos estudiada se deba, entre otros aspectos, a limitaciones éticas y prácticas, y a una cierta negligencia por parte de los formadores, que no quieren creer que niños y adolescentes acceden a estos contenidos. Cuidado con realizar asociaciones de causalidad. Hace falta mucha más evidencia empírica para poder obtener resultados concluyentes con estudios longitudinales.
      6. El consumo de pornografía no afecta a todos por igual, algunos de los factores predisponentes para caer en ese abuso son:
        • Mayor impulsividad
        • Uso de alcohol y otras sustancias en el año previo.
        • Menor vinculación con los progenitores.
        • Alteraciones en el funcionamiento familiar.
        • Violencia familiar: Los adolescentes que han sido víctimas de violencia familiar presentan una mayor tendencia a consumir pornografía, y especialmente de contenido violento
      7. Realizar campañas de concienciación sobre las consecuencias graves que puede tener el consumo del porno. Se hacen campañas sobre los efectos nocivos del tabaco, del alcohol, pero en el caso del porno ni tan siquiera hay un replanteamiento social.

      El abecedario de la felicidad

      Cuando hablamos de felicidad, solemos tender a subestimar la complejidad del propio concepto. Sin embargo, la felicidad ha sido objeto de estudio y de reflexión durante siglos, por lo que, pensar que la podemos encasillar dentro de una única definición hermética es una idea poco realista.

      En lugar de definir la felicidad, EFEsalud ha contado con el asesoramiento y la colaboración de Silvia Álava Sordo, doctora en psicología clínica y de la salud y directora del área infantil del Centro de Psicología Álava Reyes, para hacer un recorrido sobre algunos de los elementos que la componen.

      Además de las aportaciones de la psicóloga Silvia Álava, hemos utilizado como fuente de apoyo el libro “Deconstruyendo la Felicidad” de Margarita Álvarez, ex presidenta del Instituto Coca-Cola de la Felicidad y una de las 50 mujeres más poderosas de España, según Forbes, así como aportaciones puntuales de la Organización Mundial de la Salud y del nuevo libro del maestro zen Thich Nhat Hanh, ‘Sin barro no crece el loto’.

      Así hemos forjado nuestro Abecedario de la Felicidad

      • Amor: Una de las palabras fundamentales en relación con la felicidad. Darlo y recibirlo. Empezamos este abecedario hablando de lo que muchos consideran como el pilar elemental de la felicidad, más allá del amor romántico. “No se trata únicamente del amor en pareja -precisa Silvia Álava-, hay muchos tipos de amor. Se puede ser muy feliz sin tener una pareja, uno de los mitos que más se suele relacionar con la felicidad”.
      • Alegría: Una emoción totalmente asociada a la felicidad, pero la psicóloga contextualiza: “Ser feliz no significa estar siempre alegre, sino tener una buena inteligencia emocional; ser feliz implica ser capaz de percibir y gestionar todas nuestras emociones. Puedo ser tremendamente feliz sabiendo que hay días en mi vida en los que voy a estar triste.”
      • Bienestar: Según la Real Academia Española, es el “conjunto de cosas necesarias para vivir bien”. “La salud mental y el bienestar son fundamentales para nuestra capacidad colectiva e individual de pensar, manifestar sentimientos, interactuar con los demás, ganar el sustento y disfrutar de la vida”, añade la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por otra parte, no podemos hablar de bienestar si no hay asimismo bienestar emocional.
      • Compasión: Ser compasivos hacia los demás está muy ligado a la empatía y a saber perdonar, factores concluyentes en la construcción de la felicidad. La autocompasión es algo que solemos obviar, a pesar de que es igual de importante, considera Silvia Álava.
      • Dinero: ‘¿El dinero da la felicidad?’ La eterna y enigmática pregunta ya convertida en todo un tópico. A pesar de la multiplicidad de respuestas contrapuestas, según diversos estudios, podemos concluir que el dinero no sirve para comprar la felicidad, pero sí da bienestar.  
      • Decisión: Marcarnos objetivos y metas contribuye a nuestra felicidad. Pero “debemos tener en cuenta qué tipo de meta nos estamos marcando: tiene que ser una meta realista y realizable. Si no lo es, nos sentiremos frustrados al ver que somos incapaces de alcanzarla”, advierte la experta.
      • Empatía: Es la capacidad que nos permite “ponernos en la piel” de otra persona para comprenderla mejor. Esto nos hace más tolerantes en las interacciones sociales, como recoge uno de los artículos publicados en EFEsalud. 
      • Fidelidad: “Ser fiel a nuestros pensamientos, a nuestros valores y a nuestros ideales es importante”, remarca Álava. La tranquilidad de conciencia y las emociones positivas asociadas a ser uno mismo son parte de la fórmula de la felicidad.
      • Gratitud: Existe una correlación directa entre ser agradecido y ser feliz. “La gratitud es saber dar las gracias. Pero no ‘gracias’ por mera educación, sino ese ‘gracias’ que te sale de dentro cuando, tras un ejercicio de introspección, reconoces lo que los demás han hecho por ti y agradeces lo que tienes”, explica la psicóloga que nos guía en este Abecedario.
      • Humor: También pone Silvia aquí el acento. El sentido del humor y la risa tienen una influencia directa sobre nuestra salud física y mental. “Tener sentido del humor es tener la capacidad de ser críticos y ver una situación desde otra perspectiva. El hecho de ver las cosas desde otras perspectivas nos ayuda a desdramatizar situaciones”, explica. “Además, reírse ayuda mucho, es muy saludable.” Está comprobado que reírse ayuda a rebajar el nivel de estrés, la hipertensión y algunas investigaciones apuntan a efectos reguladores sobre el sistema inmune.
      • Inteligencia emocional: Este concepto, tan analizado y evaluado desde que hace décadas lo acuñó Goleman, se traduce en la capacidad del ser humano de percibir, gestionar y comprender las emociones propias y ajenas.

      No es solamente estar alegre.

      Silvia Álava hace una consideración al respecto: “La inteligencia emocional no es solamente estar alegre. Nos enseña a utilizar las emociones a nuestro favor. Aprendemos que todas las emociones son información, por tanto, son buenas y útiles. Incluso las emociones “desagradables” como el enfado, el miedo o la tristeza, las podemos utilizar a nuestro favor porque no dejan de ser información”.  

      • Jovialidad: La juventud no es sinónimo de felicidad, pero sentirse joven por dentro puede serlo. Envejecer con actitud jovial, sintiendo que tenemos fuerza y energía para afrontar todos nuestros retos, afecta de manera positiva a nuestra felicidad.
      • Kinestesia: Es una disciplina de la ciencia que se enfoca en estudiar el movimiento humano. “Podemos relacionarlo con la felicidad en el sentido de mantenernos siempre activos, no parar quietos”, explica la psicóloga. Y es que una de las claves para vivir feliz y saludable es mantenerse siempre activo, tanto física como mentalmente.
      • Logros: Establecer metas, tener objetivos y propósitos nos ayuda a sentirnos, en general, realizados y felices. “Cuando somos capaces de valorar las cosas que hemos conseguido, nos sentimos mucho mejor en el día a día”, subraya Silvia Álava. 
      • Motivación: La motivación es el motor de la acción y el principal requisito para poder llevar a cabo nuestros objetivos y alcanzar aquellos logros que nos hacen felices, definen los expertos. Podemos decir que desmotivados estamos lejos de poder ser felices.
      • Neurofelicidad: Es una disciplina aplicada emergente que consiste en explicar los mecanismos biológicos cerebrales que subyacen detrás de la felicidad. En esta disciplina, se considera que la felicidad no se origina en la experiencia o en las circunstancias, sino que es el producto de un proceso químico en nuestro sistema nervioso, describe nuestra experta.
      • Optimismo: “Es la capacidad de de ver el lado positivo de las cosas y es una de las actitudes mentales que nos ayudarán a ser más felices”, afirma Álava. Una persona optimista es capaz de interpretar la realidad de una forma más beneficiosa para sí misma, evitando dejarse llevar por pensamientos negativos que distorsionan la realidad.
      • Perdón: “Perdonar significa dejar de llevar a nuestras espaldas una mochila llena de agravios”, explica la psicóloga. El perdón es una decisión que nos libera de todas aquellas emociones que nos lastran y nos impiden avanzar. Conseguir desarrollar esa “capacidad de perdonar a los demás y sobretodo de perdonarnos a nosotros mismos, juega un papel crucial en nuestra felicidad”, añade.
      • Equilibrio: Entendido como el equilibrio de nuestras emociones. “Cuando conseguimos ese equilibrio emocional es más fácil alcanzar el bienestar y, por tanto, nos ayudará a ser mucho más felices”, enfatiza Álava.
      • Relaciones: “Lo felices que podamos sentirnos, a corto y sobretodo a largo plazo, depende en gran medida del tipo de relación que seamos capaces de establecer con la familia, los amigos, la pareja y las personas que se nos cruzan en la vida”, asegura Margarita Álvarez.
      • Resiliencia: Uno de los elementos que influyen en nuestra felicidad es la sensación de que somos resilientes ante la adversidad. Tener esa “capacidad de salir fortalecido ante una situación vital estresante o traumática” es una forma de gestionar positivamente el fracaso y afecta de forma positiva a nuestra felicidad, estima la experta del Centro Álava Reyes.
      • Salud: Definida por la OMS, como “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”, es uno de los aspectos a los que más importancia dan las personas en relación con la felicidad. Y Silvia Álava resalta que nuestra actitud ante la enfermedad es un factor determinante:“Es cierto que ser feliz se complica cuando estás enfermo, pero siempre puedes trabajar en esa aceptación y tratar de ser lo más feliz posible. Hay gente que ante un catarro se hunde, mientras que otras personas con enfermedades muy graves consiguen estar bastante felices pese a la enfermedad”. 
      • Tiempo: Tener tiempo libre aporta felicidad, pero en su justa medida. “Si tienes muchísimo tiempo libre porque tienes muy pocas cosas que hacer, el tiempo se devalúa y deja de tener ese cariz que nos está aportando felicidad”, razona Silvia Álava.

      No se trata de cuánto tengas, sino en cómo lo inviertas.

      Al igual que ocurre con el dinero, no se trata de cuánto tengas, sino en cómo lo inviertas. Otro aspecto muy importante a tener en cuenta es el carácter efímero del tiempo y, por tanto, la importancia de aprender a ‘estar en el presente’. Dalái Lama ya advirtió en su día del peligro que implica no hacerlo: “El hombre que está ansioso por el futuro no disfruta el presente. El resultado es que no vive ni el presente ni el futuro; vive como si nunca fuese a morir y entonces muere sin haber vivido realmente nunca”.

      • Único: “Sentirnos únicos es importante para sentirnos feliz”, explica Álava, quien considera crucial darnos cuenta de que nosotros somos los únicos responsables de nuestra felicidad y los responsables de decidir que actitud tomar ante cualquier circunstancia que nos presente la vida.
      • Vínculos: Las relaciones que establecemos son un componente fundamental en la construcción de nuestra felicidad. Silvia Álava acentúa la importancia de “mantener vínculos de seguridad: vínculos con nuestros padres, nuestros amigos, nuestros hijos… pues tener vínculos con los demás fortalece mucho”.
      • Wonderlust: Las páginas que hemos consultado definen esta palabra como “un fuerte deseo o impulso de recorrer y explorar el mundo”. Este término proviene del alemán y está compuesto por dos palabras: ‘wandern’ (vagar) y ‘lust’ (pasión), no tiene traducción literal al castellano pero sintetiza una filosofía de vida. Este deseo insaciable por querer explorar está asociado a la necesidad natural humana de querer conocer y nutrirse de otras culturas, algo positivo y sinónimo de felicidad para muchos.
      • EXplorar: Relacionado con la palabra anterior, explorar es, según Silvia Álava, “la capacidad para tener la mente activa y seguir siempre aprendiendo”, una actitud que nos conducirá a una vida más saludable y feliz.  
      • HYgge: Es el nombre danés que se ha utilizado para bautizar la idea de encontrar la felicidad en las pequeñas cosas. “Una vida feliz no es una felicidad monolítica y total, sino una felicidad cotidiana”, señala en su libro Margarita Álvarez. Para ella, la felicidad no es un estado de de nirvana constante sino “la suma de momentos positivos con que nos encontramos cada día”.
      • Zen: Una de las enseñanzas más importantes del budismo es reconocer la existencia del sufrimiento para poder transformarlo. En lugar de oprimir nuestro sufrimiento, si lo aceptamos, podremos transformar el dolor en felicidad y esto se puede lograr a través de la práctica del mindfulness o conciencia plena, tal y como explica el maestro zen, Thich Nhat Hanh, en su nuevo libro ‘Sin barro no crece el loto’. 

      FUENTE: TELEMUNDO.COM (Con información de EFE)

      ¿Conoces la importancia del juego en los niños?

      Jugar no es simplemente jugar, sino mucho más. Correr, jugar al pilla pilla, a los médicos, a las cartas, al fútbol, al ajedrez o incluso a un videojuego, son actividades fundamentales en el crecimiento de los niños, porque cuando estos juegan, están a la vez aprendiendo, asimilando valores y consolidando muchos procesos intelectuales, desarrollando sus habilidades sociales y emocionales y construyendo el adulto sano en el que un día se convertirán.

      A cada juego, sus ventajas.

      De acuerdo con los expertos, el juego es importante siempre, independientemente de la edad de los niños. Pero cuanto más pequeños son, “más importante es dedicar tiempo al juego, sobre todo fuera de las pantallas”, insiste Álava, para desarrollar todos los procesos cognitivos y emocionales, ya que es cuando tienen una mayor plasticidad cerebral y resulta más relevante hacer este tipo de estimulación. “Siempre decimos que los seis primeros años de vida son vitales, pero sobre todo los dos primeros. Si un niño no es correctamente estimulado, hay que tener cuidado, porque puede llegar a pasar factura a nivel emocional e incluso intelectual”.

      ¿Pero qué beneficio aporta cada actividad?

      “El juego simbólico (jugar a ser mamás y papás, o médicos, o conductores) favorece mucho el desarrollo emocional y del lenguaje, además de toda la parte de la atención y la función ejecutiva”, recuerda la psicóloga. “Los juegos de reglas favorecen el desarrollo cognitivo, al igual que los juegos interactivos; para el rendimiento matemático, los de construcciones y el ajedrez; para el cálculo, las cartas; y para el autocontrol, la inhibición y la velocidad de procesamiento de la información, los juegos con actividad física”.

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      ¿Cómo reconocer el agotamiento emocional?

      El agotamiento emocional se puede reconocer por una variedad de señales y síntomas:

      • Persistente fatiga y sensación de cansancio extremo
      • Dificultades para concentrarse y tomar decisiones
      • Cambios frecuentes de humor e irritabilidad
      • Sentimientos de desmotivación y falta de interés
      • Pérdida de energía y motivación para realizar actividades diarias
      • Problemas de sueño como insomnio o dificultad para conciliar el sueño
      • Sentimientos de tristeza y ansiedad
      • Aislamiento social y falta de interés en interacciones con otros
      • Dolores de cabeza, musculares o problemas gastrointestinales
      • Pérdida de interés en actividades que antes eran placenteras

      Es crucial estar atento a estos signos y buscar ayuda profesional si se experimentan síntomas de agotamiento emocional. Practicar el autocuidado, manejar el estrés y buscar apoyo emocional son prácticas fundamentales para superar esta situación.

      ¿Qué es el comportamiento del «espejo retrovisor» que afecta cada vez a más personas?

      Cómo la mirada constante hacia el pasado te impide prestar atención al presente

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      Por: Noemí Valle 193 publicaciones de Noemí Valle

      Nos pasa a menudo, vivimos rumiando ciertos recuerdos del pasado, deformándolos hasta una perfección casi onírica o en su defecto, ensuciándolos hasta la hipérbole. Se entremezclan con el resto de nuestros pensamientos diarios y los eclipsan. Como si de un retrovisor se tratase, mantenemos la mirada fija en ese espejo que nos devuelve la vista de lo que hay detrás y como ocurre en la carretera, no podemos fijar la mirada al frente si seguimos con las pupilas puestas en el pasado.

      El comportamiento del espejo retrovisor

      Como explica Silvia Álava, Doctora en psicología clínica y de la salud: «no se trata de ningún tipo de trastorno. Los profesionales de la salud mental trabajamos con el manual de los trastornos psiquiátricos (DSM) y en ningún sitio hablamos de este concepto, si bien es cierto que es una conducta que podría hacer que perdamos el bienestar emocional, porque hay personas que viven muy ancladas en el pasado en lugar de vivir en el presente.»

      Como indica la psicóloga: «no podemos hablar de un síndrome, sino de un tipo de comportamiento que debemos intentar evitar porque puede poner en compromiso nuestra salud mental.» No solo revivimos y recordamos una y otra vez nuestro pasado, sino que también moldeamos de forma errónea, casi siempre martirizándonos, quienes éramos meses o años atrás, distorsionando en consecuencia quienes somos en la actualidad. «Esto conlleva a veces muchas emociones desagradables como por ejemplo la culpa», advierte Silvia Álava. Difuminamos el potencial de nuestro presente aferrados siempre a las ideas ya vividas, incapaces de pasar página.

      Bien es cierto que aunque la frase de que «aquellos que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo», se aplica a los aprendizajes y tropiezos de las vidas personales, los pensamientos obsesivos pueden llegar a inhabilitarnos. Y es que las personas que sufren este tipo de comportamientos se hallan inmersas en espirales de culpabilidad y presentan una baja autoestima, así como un alto nivel de autocrítica. Un cóctel que influye negativamente y compromete su bienestar emocional.

      ¿Cómo podemos saber si estamos sufriendo el comportamiento del espejo retrovisor?

      Lo primero que debemos hacer es generar un nivel de autoconsciencia, y preguntarnos si generalmente estamos más presentes en el día a día o nuestra cabeza está continuamente recordándonos situaciones del pasado. Es imposible dar marcha atrás al tiempo y cambiar las cosas que sucedieron, por ello es importante reconocer esos pensamientos circulares y reconciliarnos con el pasado para poder decidir cómo va a ser nuestro futuro.

      «Puede darse que existan situaciones traumáticas no resueltas, como abusos, acosos o situaciones especialmente complicadas, pero otras veces son pequeñas situaciones del día a día las que no hemos sabido digerir bien, ya que no hemos construido una buena narrativa sobre lo que nos ha ocurrido», advierte  Silvia Álava.

      ¿Cómo podemos tratar este comportamiento?

      Según el último informe del Sistema Nacional de Salud, en España la prevalencia de ansiedad ha aumentado un 34% en los últimos dos años, y es que detrás de los síntomas de este comportamiento del espejo retrovisor pueden encontrarse ciertos casos nos resueltos de ansiedad o depresiones. Como indica la psicóloga: «cuando hablamos de depresión es sobre todo que nos hemos quedado anclados en situaciones del pasado, que en ocasiones no nos han gustado o no hemos sabido muy bien como procesar, mientras que cuando hablamos de ansiedad, muchas veces lo que está pasando es que estamos pensando que el presente va a ir mal.»

      Según Silvia Álava: «es muy importante trabajar la capacidad de autoconocimiento y sobre todo el metaconocimiento, es decir, conocernos bien a nosotros mismos, saber muy bien de donde venimos, hacia donde vamos y cómo funcionan nuestras emociones. Esto puede tener un efecto beneficioso para integrar las cosas que nos pasan, establecer una narrativa coherente que nos permita analizar aquello que nos ha pasado, pero siempre con el objetivo de seguir adelante, sobre todo teniendo la mirada puesta en el futuro.»

      Ante el continuo traqueteo de los pensamientos girando en bucle en nuestra cabeza, la psicóloga insiste: «tu no puedes juzgar lo que hiciste en el pasado desde el presente porque hoy eres una persona completamente diferente y además tienes un conocimiento que antes no tenías.» Y es que en ocasiones apostamos por decisiones que no son las mejores porque carecemos de la información que tenemos en el presente. Lejos de martirizarnos por esas acciones que llevamos a cabo en el pasado, la clave está en poder aceptarlas.

      FUENTE: tendencias.com