Indudablemente todos buscamos la felicidad en nuestra vida, incluso puede que la tengamos al lado o más cerca de lo que creemos y no seamos capaces de verla, pero más allá de preguntas filosóficas hay algunas cosas que evitan que seamos felices.
Hay muchos motivos que nos hacen pasar etapas en las que no somos felices, en ocasiones por razones objetivas pero en otras no tanto. Hay una serie de impedimentos internos que dificultan esa felicidad, «los enemigos de la felicidad», así los ha llamado la psicóloga Silvia Álava. Todos tienen algo en común, la mente tiene mucho que ver en ellos.
Álava los ha clasificado en nueve concretamente, el primero de ellos es tal y cómo recoge ABC Salud es La genética de la felicidad: «…se refiere a que todos tenemos un potente potencial de mejora. Muchas personas piensan que por las circunstancias no pueden serlo, pero eso solo pesa un 10%», explica.
Los enemigos de la felicidad, estos son los ocho restantes
Otro de estos enemigos serían los pensamientos barrera, se refieren a aquellos pensamientos por los que es fácil dejarse llevar y que nos llevan a creer que todo nos va a salir mal.
Algo a lo que también se refiere la experta es a las ideas irracionales, que explica así: «La realidad pasa por delante de nosotros y la vamos interpretando, y en ella metemos ideas irracionales que no son ciertas pero igualmente nos las creemos».
Dentro de ellas está la costumbre de hablarnos en términos de «debería» como si el no hacer algo fuese a darnos un gran problema: «… hay cosas necesarias en nuestro día a día que hay que hacer, pero hay otras que son elegidas, por lo que dejemos de referirnos a ellas con un ‘debo de’…». Es primordial diferenciar entre lo necesario de otras cosas que elegimos.
Pensar demasiado, compararnos y la envidia y los celos son otros factores que evitan que seamos felices. Al pensar demasiado, «.. ponemos el cerebro en modo centrifugadora, pero lo que hay que hacer es decirle ‘para’…. porque no hacemos un análisis para llegar a la solución, sino que nos quedamos pasmados en el pensamiento negativo», explica.
Respecto a compararnos con otros, si nos lleva a mejorar estupendo pero no siempre es así y las redes sociales no lo ponen fácil ya que siempre muestran que los otros son mucho más felices que nosotros, algo que no puede ser real, simplemente «se trata de la proyección de realidad que los demás quieren que veas».
Comenzamos a compararnos y eso puede llevarnos a tener celos y envidia y sobre todo a sentirnos más inseguros y vulnerables:» Yo te aconsejo que pases, que te alegres por los demás y que procures construir tus propias metas…», dice Álava.
Con la ansiedad y el estrés, que con la pandemia ha aumentado de manera abismal, las películas que nos montamos nosotros mismos y que pocas veces ocurren de verdad y el uso del móvil para anestesiarnos y refugiarnos ante una realidad que no nos gusta, termina la psicóloga su lista de enemigos de la felicidad.
https://silviaalava.com/wp-content/uploads/2022/02/pexels-francesco-ungaro-1670977-scaled.jpg17742560Silvia Álava Sordohttps://silviaalava.com/wp-content/uploads/2017/09/Captura-de-pantalla-2017-09-17-a-las-11.36.37-e1505641097825.pngSilvia Álava Sordo2022-02-28 07:57:002022-02-28 12:18:42Los enemigos de la felicidad, en Cadena Dial
No os podéis perder estas VI jornadas del profesorado Innovaedum donde participaré junto a Francesco Tonucci, Siro López, Catherine L’ecuyer, Pablo González-Conejero y Ruth Lorenzo son los ponentes de las VI jornadas del profesorado Innovaedum. Este encuentro que organizan Direcmur y el Centro de Profesores y Recursos Región de Murcia es la gran cita de la innovación en la educación. Se celebra el 5 de marzo en el Auditorio Regional Víctor Villegas de Murcia.
https://silviaalava.com/wp-content/uploads/2022/02/Innovaedum.png517641Silvia Álava Sordohttps://silviaalava.com/wp-content/uploads/2017/09/Captura-de-pantalla-2017-09-17-a-las-11.36.37-e1505641097825.pngSilvia Álava Sordo2022-02-28 06:38:002022-02-27 17:53:46Centenares de docentes llenarán el Auditorio para innovar desde el corazón en las VI jornadas del profesorado Innovaedum.
Como pucelana me tiro a los vinos de mi tierra, la Ribera de Duero, aunque mi padre es muy de Rioja. Reconozco que últimamente “Lolo”, (albarino) me ha conquistado.
Una tapa (o plato) que te represente…
Me encantan las aceitunas, no tengo autocontrol con ellas, de pequeña me peleaba con mi hermano por la última y si me pones un plato delante, ¡si te descuidas no pruebas ninguna!
Aquí somos muy de bares, ¿el bar de tu vida?
¿Sólo uno? Hay tantos… en Valladolid La sepia, Los Zagales, La Mina, el Corcho o el Jero entre otros muchos. Y un sitio que me parece con un encanto especial es La Perla, en la playa de La Concha de San Sebastián.
¿Con quién sería tu sueño tomarte una copa? Nos sirve vivo o muerto..
Mi sueño es volver a recuperar los vinos con amigos dentro de los bares, en la barra y sin miedo al virus.
¿La canción del año?
¿De este año? Yo soy más de los ochenta, me quedo con “I love rock and roll” de Joan Jett o con cualquiera de Sabina o de los Beatles.
¿Y la película de tu vida?
Soy muy fan de Star Wars, de toda la saga, pero sin dudarlo, me quedaría con la primera, que ahora es el episodio cuatro.
¿Por qué brindamos hoy?
Por todas las cosas buenas de la vida, por esas risas con los amigos, por las miradas que lo dicen todo y por los momentos de calma. En definitiva, como explico en el libro “¿Por qué no soy feliz?”, por todo aquello que nos ayuda a mejorar nuestro “bienestar emocional”.
https://silviaalava.com/wp-content/uploads/2022/02/Silvia-Alava-De-Vinos-Guia-Penin.png6581054Silvia Álava Sordohttps://silviaalava.com/wp-content/uploads/2017/09/Captura-de-pantalla-2017-09-17-a-las-11.36.37-e1505641097825.pngSilvia Álava Sordo2022-02-27 13:24:002022-02-27 14:04:36Entrevista en "De vinos" de Guía Peñín
El estudio de Empantallados «El impacto de las pantallas en la vida familiar» analiza cómo ha evolucionado conciliación familiar y las nuevas tecnologías tras el paso del Covid-19
El inicio de la pandemia y el confinamiento provocó que otros tipos de ocio que no fuera el digital desaparecieran de las opciones. Esto hizo que hubiera un crecimiento de hasta un 76% de uso de pantallas respecto a antes de la pandemia. Actualmente, estando inmersos en la nueva normalidad, este uso de las nuevas tecnologías no ha vuelto a niveles prepandemia, sino que se ha mantenido de forma similar. Según el estudio de Empantallados, no han sido solo los adolescentes los que han incrementado el uso de la tecnología –hasta un 68% reconoce usar el móvil más que antes de la pandemia– sino también los padres. Un 64% afirma tener un consumo mayor del teléfono.
Los padres como referentes
Algunos expertos que han colaborado en el análisis del estudio, como Charo Sábada, hablaban en la presentación del mismo acerca del papel de los padres como referentes: “aunque parezca que no, los hijos siguen haciendo caso a sus padres”. Así lo afirma Empantallados en su investigación, que recalca que el 78% de los adolescentes siguen los consejos de sus padres. Por ello, Silvia Álava, psicóloga infanto-juvenil, recalca lo importante que son los padres para sus hijos: “son un modelo, y hay que cuidar esa figura”, afirma.
Por ello, los expertos destacan en la importancia de que los padres deben enseñar a sus hijos a usar estas tecnologías. “Lo que no podemos es dejarles un teléfono o una tablet y dejarles solos. Tenemos que acompañarles en este proceso” declara Álava. La psicóloga cree que no es cuestión de una vigilancia exhaustiva, sino simplemente de mantener una serie de normas. Unas normas que, a raíz de la pandemia, más de la mitad de los padres (51%) reconocen haber flexibilizado, aunque no opinan así los jóvenes (34%).
Silvia Álava, psicóloga «Vamos a dejar de usar la tecnología como anestesiadores emocionales. Hay que buscar otro tipo de ocios, no solo el digital «
El estudio también incide en las razones por las que los jóvenes usan los móviles.
Y el primer motivo es el aburrimiento. Hasta un 84% lo hace por esta razón, sobre todo cuando están solos en casa. Todos los expertos coinciden en que el ocio digital “debe ser uno más”, pero es importante que “no sea el único”. Daniel Morales, director de Responsabilidad Social Corporativa de Orange, hablaba que este estudio “no busca demonizar la tecnología, sino simplemente ver sus consecuencias si no ponemos un control”.
Los ponentes además, creen que los usos de la tecnología y los comportamientos de los adultos apenas difieren del de los jóvenes. “El objetivo es evitar emociones desagradables, pensar en uno mismo, aunque esto no es necesariamente malo. Vamos a dejar de usar la tecnología como anestesiadores emocionales. Hay que buscar otro tipo de ocios, no solo el digital”, dice Silvia Álava. Y para esto, el comportamiento de los padres y su “criterio educativo para navegar por internet es fundamental”, declara Charo Sábada.
La salud emocional, la principal preocupación de los padres.
Otro de los datos destacables del estudio es que el 65% de los padres piensan que las redes sociales son una amenaza para el autoestima de los adolescentes. Pero, para Silvia Álava no es del todo así, ya que cree que lo que causa ese malestar es “compararse con otros”. Entre otras preocupaciones están la relación con desconocidos, el ciberacoso –en el cual coinciden con los jóvenes–, el acceso a contenidos inadecuados y la adicción a las redes.
En la recopilación llevada a cabo por Empantallados en 2020, la investigación concluía que las pantallas eran capaces de unir a las personas. En un contexto pandémico y de confinamiento, la tecnología era la manera de acercarse un poco a los demás. Pero este estudio también advertía que también podía separarnos: “las pantallas no pueden sustituir a lo presencial” expone Álava. Esta tendencia parece que aún queda lejos, ya que, en el fondo, muchos adolescentes prefieren lo presencial a lo digital. Un 80% opta por clases tradicionales frente al modelo en remoto, y un 36% prefiere quedarse en casa jugando a un videojuego que salir a la calle.
Los padres, como educadores digitales.
A pesar de ser los jóvenes los conocidos como nativos digitales, son ellos los que más tendencia tienen a creerse bulos: un 21% afirma haber reenviado alguna noticia que no era cierta, frente a un 13% de los padres. Sin embargo, los progenitores creen que sus hijos llevan mejor la sobrecarga informativa, y están en lo cierto: un 35% se sienten agobiados por las notificaciones, por un 45% de los padres.
Los ponentes creen que esta mayor creencia de bulos por parte de los adolescentes se debe a dos motivos: que pasan más tiempo conectados y su menor experiencia vital. Es por esto que el papel de los padres es vital y deben “dar ejemplo”, exponen.
Rodrigo Miranda, director general de ISDI «Los hijos, por primera vez, preguntan a sus padres qué carrera deben estudiar y sus padres no saben qué responder «
Rodrigo Miranda, director general del Instituto Superior para el Desarrollo de Internet (ISDI), cree que es fundamental que los padres incorporen competencias tecnológicas. En concordancia con Sábada y Álava, al ser los padres un “espejo en el que los hijos se miran”, deben ser los primeros en estar al tanto de la tecnología. “Los hijos, por primera vez, preguntan a sus padres qué carrera deben estudiar y sus padres no saben qué responder”, explica Miranda.
Por último, Miranda también habló de la necesidad de modernizar las competencias tecnológicas en la Educación: “de casi 3.000 grados que hay en España, aproximadamente 100 tienen las competencias digitales necesarias”.
https://silviaalava.com/wp-content/uploads/2022/02/Blue-Planets-Illustrated-Quotes-Instagram-Post-1.png10801080Silvia Álava Sordohttps://silviaalava.com/wp-content/uploads/2017/09/Captura-de-pantalla-2017-09-17-a-las-11.36.37-e1505641097825.pngSilvia Álava Sordo2022-02-27 08:28:002022-02-27 11:10:33El 68% de los adolescentes utiliza el móvil más que antes del inicio de la pandemia
«Nos dirigimos hacia un futuro cada vez más digital», explica María José Abad, directora de contenidos de Empantallados. El reto es «maximizar las oportunidades y minimizar los riesgos»
—Irene, no sé si habré cogido el bicho. Me encuentro regular.
—Voy a comprar unos tests, porque el niño tiene fiebre.
El resultado, todos positivos. La consecuencia, confinados durante una semana. Así, todo el espacio exterior se redujo durante siete días a una pequeña terraza, que se convirtió en uno de los lugares más visitados de la vivienda de esta familia valenciana. Pero no fue, sin embargo, la única posibilidad de contacto con el exterior: «Igual que en el confinamiento de 2020, tiramos mucho de las nuevas tecnologías para hablar con la familia. Mi marido teletrabajaba desde el despacho y nuestro hijo pudo no perder el ritmo de las clases gracias al servicio de Google Classroom», explica Irene. Eso sí, «en cuanto dimos negativo –hace una semana y media– nos fuimos toda la tarde al campo», añade. El caso de esta familia no es excepcional. La experiencia de Irene, su marido y su hijo es paradigmática en lo que se refiere a la relación de las personas con las pantallas. «La pandemia ha sido como pisar el acelerador a fondo, como un tsunami que lo ha inundado todo, y lo que hay que ver es cómo podemos maximizar oportunidades y minimizar riesgos, teniendo en cuenta que nos dirigimos hacia un futuro cada vez más digital», explica María José Abad, directora de contenidos de Empantallados, una iniciativa de Fomento de Centros de Enseñanza que aspira ayudar a los padres a aprovechar la tecnología como una oportunidad más para educar. En cifras:
75 % de los jóvenes ha aprendido a hacer algo nuevo gracias a algún videotutorial
2/3 de los chicos utilizan más el móvil ahora que antes de la pandemia
78 % de la juventud reconoce que hace caso de los consejos de sus padres
Con este objetivo, Empantallados presentó el pasado martes la IV edición del estudio El impacto de las pantallas en la vida familiar, que ha sido elaborado por GAD3 y que en esta ocasión lleva por título «Familias y adolescentes tras el confinamiento: retos educativos y oportunidades». Los primeros datos que se destacan en el mismo hablan del aumento del uso de la tecnología: dos de cada tres adolescentes y el 64 % de los padres utilizan el teléfono móvil más que en la vieja normalidad. Por otro lado, el confinamiento ha acentuado una realidad que ya existía: el 56 % de los padres creen que los hijos están más enganchados a las pantallas que antes de la COVID-19. Y los chicos reconocen, en un 84 %, que usan el móvil para no aburrirse.
El reto es utilizar las pantallas con sentido
«El reto es utilizar las pantallas con sentido, teniendo claro el para qué», propone Abad. «Que cuando el joven vaya a utilizar el móvil sin que no sea porque no tiene otra cosa que hacer, sino para algo en concreto», añade. De hecho, «hay mucha diferencia cuando un adolescente utiliza el teléfono para posturear y pasar el rato, o para, por ejemplo, compartir algo que tiene que ver con sus aficiones», apunta. «Es necesario ayudar a los jóvenes a tener un proyecto personal en redes , que se creen una marca personal basada en sus hobbies. Esto les hace mejorar muchísimo».
Silvia Álava, psicóloga, fue una de las expertas que participó el martes en el presentación del estudio de Empantallados y GAD3. Foto: Empantallados.
Uso equilibrado
Por último, la directora de contenidos de Empantallados señala la importancia de fomentar un uso equilibrado de la tecnología y combinarla con otras actividades como el deporte, el voluntariado, la lectura o las excursiones por la naturaleza. «Lo ideal sería que de 0 a 2 años no hubiera pantallas. Hasta los 6 el uso tiene que ser muy limitado y controlado y, a partir de ahí, lo más importante es que haya unas normas de uso».
Trabajar la educación emocional
Más allá de la cantidad de horas, el estudio señala la salud emocional como el principal reto educativo. «El 43 % de los adolescentes creen que las pantallas producen en ellos una montaña rusa de emociones; el 55 % piensan que los ayudan a ser más felices, y el 48 % a evadirse de su realidad diaria». Para hacer frente a esta realidad, la psicóloga Silvia Álava habla de la importancia de trabajar la educación emocional. «Hay que enseñar a los chicos a ser conscientes de sus emociones, a ponerles nombre, a potenciar las buenas y regular, que no tapar, las desagradables», explica. Asimismo, destaca el papel de los padres, que son su modelo de referencia. En este sentido, «es clave ver qué ejemplo estás dando a tus hijos; ayudarlos a mejorar su autoconcepto, es decir que conozcan cuáles son sus puntos fuertes y también los flojos; permitirles que cometan errores y que estos se conviertan en una fuente de aprendizaje y no en un motivo de castigo», y por último, Álava señala la necesidad de emitir «mensajes claros, concisos, concretos y adaptados a su edad».
El pasado día 12, un chaval de 15 años mató a tiros a sus padres y hermano en Elche. Poco después, salía a la luz que el crío era «adicto» al videojuego ‘Fortnite’ y que habría cometido los crímenes porque le habían castigado sin wifi. Se dejaba de lado el acceso a las armas por parte del menor y se reabría un viejo debate:
¿Causan adicción los videojuegos? ¿Fomentan la agresividad?
No es un tema nuevo. Los jóvenes que entraron en el Instituto Columbine el 20 de abril de 1999 y mataron a trece personas jugaban al ‘Doom’ y José Rabadán, conocido como el ‘asesino de la catana’, mató a sus padres y a su hermana en Murcia en 2000. Tenía 16 años y cuando se supo que pasaba horas jugando al ‘Final Fantasy’, muchos padres prohibieron a sus hijos ese videojuego. Hasta ahora, nada relaciona este tipo de entretenimiento con las conductas violentas, lo mismo que «ningún manual de psicología contempla como tal la adicción a los videojuegos», reconoce la psicóloga Silvia Álava.
La OMS
La primera institución en dar un paso adelante en este sentido ha sido la Organización Mundial de la Salud que desde hace pocas semanas coloca la adicción a los videojuegos en el apartado de desórdenes mentales de su lista de enfermedades. Algunas entidades ya han incorporado programas relacionados con este tema. Es el caso de Cetras, el centro de tratamiento y rehabilitación de adicciones sociales, fundado en Valladolid en 1993, y que recientemente ha incorporado programas de atención por adicción al teléfono móvil y las nuevas tecnologías.
Tras la agresividad hay otros factores
La mayoría de los expertos coincide en que «los videojuegos no potencian conductas violentas» y que tras un arranque de agresividad como el ocurrido en Elche hay otros factores. «Ha de haber una predisposición genética, un problema previo», explica Úrsula Perona, psicóloga y divulgadora. Además, la ensalada de tiros, golpes o puñaladas que aparece en ellos «aumenta la tolerancia a los comportamientos agresivos y puede actuar como detonante», apunta Perona. Ella sí ve una relación entre la conducta del menor alicantino y un ‘enganche’ patológico. «Los videojuegos generan adicción porque lograr las metas que nos ponen genera satisfacción inmediata y hacen que el cerebro segregue dopamina, la hormona del placer. Al prohibirle jugar, se desencadenó la violencia extrema y eso pasa con las adicciones».
Horas con los videojuegos
En septiembre de 2021, se hizo público el primer caso clínico en el mundo de un menor que tuvo que ser hospitalizado por el abuso de esta forma de ocio: un adolescente de Castellón con «grave adicción comportamental al ‘Fortnite’». El chico pasaba horas con este videojuego, que supera los 250 millones de usuarios en el mundo, no salía de casa y prefería no interactuar socialmente, entre otros síntomas. Los expertos no se ponen de acuerdo sobre este caso, pero insisten en que «hay que valorar otras cuestiones».
Juan Manuel Machimbarrena, psicólogo clínico, mantiene que este tipo de ocio electrónico no es adictivo. «El ‘Fortnite’, el ‘Roblox’ o el ‘Call of Duty’ son títulos a los que habrá un tipo de personalidades que se aficionan en mayor medida, pero no creo que generen una adicción como tal, ni equivalente a la que causan las drogas».
Hay que alarmarse cuando interfiere en el resto de su vida
Entonces, ¿barra libre a los chavales para que echen horas cortando cabezas o pasando plataformas en la consola? Tampoco es eso. «Hay que alarmarse cuando interfiere en el resto de su vida. Pero si eso ocurre, siempre es por algún motivo, porque les recompensa más estar ante la pantalla que en su realidad», advierte Machimbarrena. Es decir, que el abuso «sería el síntoma, no la causa».
Su colega Cristina Isasi va en la misma línea y apunta a la necesidad de controlar lo que hacen los menores ante las pantallas. «Hay que poner límites. Los padres tienen que saber en qué consiste el juego, qué valores transmite y también deben educar en la frustración, ya que tras una reacción de enfado demasiado violenta porque a un menor se le quita la videoconsola, lo que hay es un problema», explica. Ante la duda, como recuerda Silvia Álava, hay que fijarse en las pegatinas PEGI. «Si el juego no corresponde con la edad del crío, lo que hay que hacer es decirle: ‘Lo siento, pero este juego no es para ti’», zanja.
Los videojuegos y la tecnología como herramientas
Machimbarrena cree que las etiquetas sirven y que efectivamente «no todos son para todas la edades», pero también apunta que «todo depende de la madurez del crío». En todo caso, apuesta por el ocio compartido. «Ver a qué juegan, implicarnos en ello, controlar un poco y solo si se ve que es extremadamente violento, restringir». Y deja una comparación para la reflexión: «No puedes no dejarles jugar porque pueden hacerse adictos, como no puedes no dejarles practicar deporte porque se lesionan. Los videojuegos y la tecnología son herramientas, son una vía de escape como lo son la lectura o cualquier otro juego y como tal debemos tratarlos».
https://silviaalava.com/wp-content/uploads/2022/02/pexels-julia-m-cameron-4144175-scaled.jpg17092560Silvia Álava Sordohttps://silviaalava.com/wp-content/uploads/2017/09/Captura-de-pantalla-2017-09-17-a-las-11.36.37-e1505641097825.pngSilvia Álava Sordo2022-02-25 06:57:002022-02-23 23:12:13Videojuegos: «Hay que alarmarse cuando interfiere en el resto de la vida»
Llegamos a la vida sin una guía sobre cómo vivir, y menos sobre cómo ser felices. Muchos lo simplifican diciendo “salud, amor y dinero”, pero en verdad a lo que se refieren es a la felicidad.
Sin embargo, nos planteamos la felicidad como una carrera de fondo. ¿Por qué corremos tanto?
La psicóloga Silvia Álava ha querido estar con nosotros y explicarnos las razones de por qué no somos felices. Así es como se llama su nuevo libro, “¿Por qué no somos felices?”, en el que nos da las 9 claves para encontrar la felicidad.
Lo fundamental, según nos dice la psicóloga, es valorar las cosas positivas deldía a día. Nuestra cabeza es esencial para entender este proceso y llegar a ese estado.
El 65% de los españoles manifiestan sentirse felices. En el ranking mundial España se posiciona como el país 24 más feliz del mundo, que encabeza Finlandia. Pero, ¿con qué es realmente feliz la gente? ¡Nuestro compañero Alberto Catalán ha salido a la calle a preguntarlo!
Aquí te dejo el vídeo:
https://silviaalava.com/wp-content/uploads/2022/02/Silvia-Alava-presenta-libro-Por-que-no-soy-feliz-en-TeleMadrid.jpeg15362048Silvia Álava Sordohttps://silviaalava.com/wp-content/uploads/2017/09/Captura-de-pantalla-2017-09-17-a-las-11.36.37-e1505641097825.pngSilvia Álava Sordo2022-02-24 19:56:132022-02-24 23:13:47¿Cuáles son las claves de la felicidad? Entrevista en TeleMadrid
El 84% de los adolescentes en España afirman que usan mucho el móvil para no aburrirse; y utilizan más las pantallas cuando están solos en casa. Es una de las principales conclusiones de la cuarta edición del estudio “El impacto de las pantallas en la vida familiar. Familias y adolescentes tras el confinamiento”, realizado por empantallados.com y GAD3, con el apoyo de Orange, a través de su iniciativa ‘Por un uso Love de la Tecnología’, y la Comisión Europea.
La investigación, llevada a cabo a finales de 2021, se basa en una encuesta a una muestrarepresentativa de padres con hijos adolescentes, así como a adolescentes entre 14 y 17 años; y en focus groups con adolescentes y padres. Analiza los cambios de usos digitales de padres e hijos tras el confinamiento, y los principales retos que plantea la adolescencia en el entorno digital.
En el acto de presentación han participado Narciso Michavila, presidente de GAD3 y Pía García Simón, de Empantallados, quienes han comentado las principales cifras del estudio; así como Daniel Morales, director Responsabilidad Social Corporativa de Orange. A continuación, tres expertos han hablado sobre el papel de las familias en el nuevo contexto, el reto educativo de la salud emocional y las nuevas profesiones: Charo Sádaba, investigadora europea de menores y tecnología, y decana de la facultad de comunicación de la Universidad de Navarra; Silvia Álava, psicóloga; y Rodrigo Miranda, director general de ISDI, primera escuela de negocios nativa digital.
LAS 5 CLAVES DEL ESTUDIO
1. La nueva normalidad de las familias es cada vez más tecnológica. El inicio de la pandemia provocó un cambio drástico en la relación de padres y adolescentes con la tecnología. El tiempo de uso de pantallas se disparó en los hogares españoles, y continuó en niveles muy elevados tras el confinamiento. Dos de cada tres adolescentes (68%) utilizan el teléfono móvil más que en la “vieja normalidad”, solo cuatro puntos más que los propios padres (64%). Y el teletrabajo y las clases digitales han “revivido” al ordenador: más de la mitad de padres (51%) e hijos (54%) reconocen utilizar este dispositivo más que antes.
Este incremento de tiempo llevó a replantear las normas de utilización de pantallas en casa, y tras el confinamiento no se ha vuelto a la realidad anterior. La mitad de los padres (51%) reconocen que las normas digitales se han flexibilizado; algo que solo percibe uno de cada tres adolescentes (34%). El aumento de confianza de los padres en sus hijos, cuando estos van creciendo; y la inercia de la pandemia, lo explican.
2. Las pantallas, refugio para los adolescentes. El 84% de los adolescentes afirman usar mucho el móvil para no aburrirse; y reconocen usar más las pantallas cuando están solos en casa. Los jóvenes usan mucho las pantallas, pero ya lo hacían antes de la pandemia.El confinamiento ha acentuado una realidad que ya existía: el 56% de los padres creen que los hijos están más “enganchados” a las pantallas que antes de la COVID-19.
¿A qué se debe el consumo excesivo? Las pantallas ofrecen un remedio inmediato frente al aburrimiento. Los padres se quejan de que se trata de una generación con menor capacidad para afrontar la frustración. Fomentar un uso de las pantallas con un “para qué” (como potenciar un talento), o promover otras actividades (voluntariado, deporte, salidas a la naturaleza…) puede ser parte de la solución. En el fondo muchos adolescentes prefieren lo presencial: solo el 36% de prefieren quedarse en casa jugando a un videojuego a salir a la calle; y casi el 60% prefiere las clases presenciales.
3. El principal reto educativo: salud emocional y bienestar digital. El 65% de los padres piensan que las pantallas y las redes sociales son una amenaza para la autoestima de los adolescentes. La tecnología es la puerta de acceso a experiencias emocionales intensas. El 43% de los adolescentes creen que las pantallas producen en ellos una montaña rusa de emociones. Más aún; el 55% piensan que les ayudan a ser más felices, y el 48% a evadirse de su realidad diaria.
Los videojuegos ayudan a sentirse mejor al 59% de los adolescentes; las redes sociales, al 52%. Otros datos, aunque con carácter más minoritario, invitan a la reflexión sobre el impacto que las pantallas tienen en la salud emocional de los adolescentes: sin móvil durante dos días, el 16% de los adolescentes no se aguantarían a sí mismos; y el 12% se sentirían sin ganas de nada.
En cuanto a las preocupaciones más frecuentes sobre el entorno digital: la relación con desconocidos es lo que más preocupa a los padres, y el ciberacoso la principal preocupación de los adolescentes. El acceso a contenidos inadecuados, daños en la salud mental (ansiedad, depresión…) y la dependencia o adicción a redes sociales son otros factores de preocupación.
Más del 20% de los adolescentes reconocen que les han insultado por WhatsApp o redes sociales. En cuanto a contenidos inadecuados o prácticas de riesgo, en el último mes el 20% reconoce abiertamente haber visto pornografía, el 7% apostado en una web de apuestas y el 5% haber enviado a otra persona imágenes desnudo. En los dos primeros casos, el porcentaje es mayor entre los chicos, y en la tercera, entre las chicas.
4. Los padres siguen siendo el principal referente de los hijos. La irrupción de la tecnología en el hogar ha puesto de manifiesto la importancia del papel educativo de los padres. El 78% de los adolescentes reconocen que, aunque piensen distinto, hacen caso de los consejos de sus padres. En cuanto a la elección de estudios, una de las decisiones más importantes para un adolescente, el 60% afirman que a quienes hacen más caso es a sus padres, seguidos de a sus amigos y tutores. Los influencers no parecen jugar un papel relevante en esta decisión (solo el 6% dicen que les harían caso).
Las series y las películas pueden ser una ocasión para generar conversaciones en familia: tres de cada cuatro padres consideran que ver series y películas con los hijos facilita generar temas de conversación importantes con los hijos. Este dato contrasta con que la mayoría de los adolescentes ven las series habitualmente solos (56%), y que los padres las ven habitualmente en compañía de su pareja (61%).
Por otra parte, lafamilia es espacio de aprendizaje conjunto de las nuevas realidades tecnológicas. En el último año, el 48% de los adolescentes han ayudado a sus padres con cosas de pantallas que sabían más (videoconferencias, redes sociales…). Y el 43% de los padres han ayudado a sus hijos en temas que dominaban mejor, como los programas Office. Aunque más de un 30% de los padres afirman que se siente perdido en cómo educar a su hijo en un uso saludable de las pantallas.
Asimismo, la familia es un espejo en el que se reflejan las fortalezas y debilidades que las distintas generaciones hacen de las pantallas. El 71% de los padres afirman que sus hijos tienen menos criterio para diferenciar la calidad de las noticias; y que, por tanto, son más vulnerables a bulos y fake news. En el último año, dos de cada diez adolescentes (21%) han reenviado alguna noticia falsa pensando que era cierta. Una cifra que desciende hasta el 13% entre los padres.
Al mismo tiempo, el 65% piensan que sus hijos gestionan mejor la sobrecarga informativa del ámbito digital. Lo ilustra la avalancha de mensajes que reciben por WhatsApp y redes: el 45% de los padres se sienten agobiados por el aluvión de notificaciones; 35% en el caso de los adolescentes.
5. Hacia un futuro cada vez más digital. Con el confinamiento, la sociedad dio un gran salto en competencia digital; las pantallas eran la única ventana al trabajo, a mantener relaciones sociales, etc. Dos años después, el 67% de adolescentes resaltan que las pantallas les facilitan buscar nueva información; el 58%, que la tecnología les ayuda a tener más comunicación con los demás; y el 53% que les ayudan a ser más curioso y generar nuevas inquietudes.
Una tecnología que, además, les facilita desarrollar competencias nuevas, propias de la era digital, como el aprendizaje permanente o nuevas formas de trabajo en equipo. El 75% de adolescentes han buscado recientemente algún videotutorial para aprender a hacer algo nuevo. Y, en el último año, el 60% han hecho algún trabajo de modo colaborativo.
Los padres saben que el horizonte de los hijos es cien por cien digital. El 94% dicen que las pantallas van a ser muy importantes para el futuro profesional de sus hijos. Y el 92% saben que internet cambia muy rápido el mercado laboral.
https://silviaalava.com/wp-content/uploads/2022/02/empantallados2-20220222-wa0003-1536x1152-1.jpg11521536Silvia Álava Sordohttps://silviaalava.com/wp-content/uploads/2017/09/Captura-de-pantalla-2017-09-17-a-las-11.36.37-e1505641097825.pngSilvia Álava Sordo2022-02-24 06:13:002022-02-23 23:20:02El 84% de los adolescentes usan el móvil para evitar aburrirse, sobre todo cuando están solos en casa. Estudio realizado por empantallados.com
La Policía encontró material inflamable en la mochila del alumno que apuñaló al profesor, aunque no llegó a utilizarlo.
Un alumno de 13 años apuñalaba este miércoles al profesor, de 41 año, en el colegio Monteagudo de Murcia. Las últimas novedades sobre este caso señalan a que este menor también había llevado a clase material inflamable, no solamente el puñal.
El joven había fabricado una especie de cóctel molotov casero. La Policía encontró ese material inflamable en el interior de la mochila del alumno, aunque no llegó a utilizarlo.
Durante los próximos 15 días el chico de 13 años no podrá venir a clase y el profesor ya ha recibido el alta hospitalaria. El Grupo de Menores de la Policía Nacional está investigando porque este alumno actuó así.
El alumno apuñaló al profesor cuando él se encontraba de espaldas, escribiendo en la pizarra, en mitad de la clase y delante del resto de los alumnos.
Además del objeto punzante, según confirman fuentes oficiales, también llevaba material inflamable en su mochila. El niño se estaba medicando y cuando llegaron los agentes lo encontraron, desorientado y aturdido. «Se dejan llevar por ese estallido emocional y hacen cosas de las que luego se arrepienten«, explica la psicóloga infantil Silvia Álava.
No es el único caso de violencia en las aulas, «probablemente debido a debido a la fatiga pandémica», comenta el psicólogo sanitario, Abel Domínguez.
Los expertos advierten del impacto que estas agresiones pueden suponer en los profesores, «puede sufrir desmotivación, aumento de estrés» y aseguran que puede afectar tanto a su calidad de vida como la enseñanza de los alumnos.
https://silviaalava.com/wp-content/uploads/2022/02/Silvia-Alava-Antena-3-Noticias.png487717Silvia Álava Sordohttps://silviaalava.com/wp-content/uploads/2017/09/Captura-de-pantalla-2017-09-17-a-las-11.36.37-e1505641097825.pngSilvia Álava Sordo2022-02-23 06:37:002022-02-22 20:49:39Intervención en las Noticias de Antena 3 a raíz del alumno que apuñaló al profesor en un colegio de Murcia
Muchos momentos de felicidad están cargados de alegría pero no toda la felicidad se compone de ella, y ¡menos mal! Aunque son conceptos diferentes y conectados existe confusión en torno a ellos, en parte derivada de la idea restrictiva que las sociedades capitalistas ofrecen sobre la felicidad. La RAE la define como un estado de grata satisfacción. Pero, ¿y la alegría? Conocer el significado de cada una puede ayudar a incrementar el espacio que ocupan en la vida.
Tener claro el alcance de cada término puede arrojar un poco de luz cuando se aspira a vivir en un estado de satisfacción. “La alegría es una emoción de las que llamamos básicas, que está presente en todas las culturas del mundo y tiene una expresión facial muy característica. Está asociada con momentos positivos”, explica Silvia Álava, psicóloga clínica y autora del libro ¿Por qué no soy feliz? Disfruta sin complicarte la vida (Harper Collins, 2022). Como señala la especialista, se trata de una emoción muy útil ya que mejora la creatividad y ayuda a encontrar diferentes soluciones ante problemas o contrarrestar la respuesta psicológica de cortisol provocada por el estrés.
Alegría y felicidad, dos cosas diferentes
“Desde el punto de vista del estoicismo uno siente alegría cuando algo concreto le reporta satisfacción. Por ejemplo, haber cumplido con su deber. Haber tratado de dar lo mejor de sí mismo. Estar en familia y con los amigos, disfrutando de ello. Valorar tantas pequeñas cosas que muchas dan por sentado. Una sorpresa, un momento especial. Son muchas cosas para quien quiera verlo”, mantiene Emilio Cabrera, experto en programación neurolingüística y autor del libro Sobre la vida buena (Plataforma Actual, 2021).
Pero la alegría comparte espacio con otras emociones, igualmente necesarias para la vida, por lo que su duración no suele prolongarse demasiado en el tiempo. “Lo que ocurre con la felicidad es que no es una emoción, es un estado que podemos conseguir incluso sintiendo emociones desagradables. Va más allá de la alegría. Se puede ser feliz sabiendo que hay días en los que vamos a estar alegres y otros, no tanto”, continúa la psicóloga.
La falacia de la Instafelicidad
Uno de los problemas con los que se enfrenta la felicidad es que se ha comercializado. Ser feliz se expresa como un elemento más de consumo, cuando su significación profunda no guarda relaciones significativas con el mundo externo. “Hay una idea generalizada en la sociedad sobre que ser feliz significa estar alegre y haciendo cosas muy divertidas. Mejor si las subes en RRSS y presumes de ello. Lo que cuenta la sociedad de consumo es un modelo completamente irreal, porque todos a lo largo de la vida nos vamos a enfrentar a situaciones desagradables”, indica Álava. Lee también
Una confusión que puede derivarse de los diferentes tipos de felicidad que la psicología contempla. “Se trata de ir más a allá, a una felicidad más relacionada de ser conscientes de lo que estamos haciendo, vivir en concordancia con nuestros principios y encontrar un propósito. Es lo que se llama la felicidad eudaimónica”, continúa. Pero existe otra visión, más relacionada con el placer y los sentidos, llamada hedónica. “No se trata de suprimir este tipo de felicidad, porque está asociada a muchos momentos de bienestar, pero no pensar que es la única que vamos a experimentar. Ahí es cuando surge el problema”, comparte la psicóloga.
Cómo reencontrarse con la auténtica felicidad
“Según Sócrates, la felicidad no se encuentra en la búsqueda de más, sino en el desarrollo de la capacidad de no necesitar tanto y estar satisfecho con lo que uno tiene. Y esto no es conformismo, pues el estoicismo te propone aspirar a tu mejor versión, sino otra forma de ver las cosas para apreciarlas y vencer a la adaptación hedónica. Desde la tradición budista podríamos definir felicidad como lo contrario a sufrimiento. Una forma de vida que nos aporte paz, calma y plenitud”, comenta Cabrera.
No obstante, la educación o el entorno refuerzan creencias que limitan esta forma de vida. “Podemos ampliar ese mapa mental, ensancharlo, y enriquecerlo. La filosofía estoica por ejemplo te muestra un camino para poder hacerlo. Si cambias tu mundo interior podrás transformar tu mundo exterior o, al menos, la forma en la que ves las cosas. Y esto funciona para ambos conceptos, el de felicidad y el de alegría”, añade Cabrera.
Necesitamos tres emociones agradables para compensar una desagradable
Emilio Cabrera Experto en programación neurolingüística
En el camino de esta satisfacción sostenida, cuidar de las emociones agradables ayuda. “Hay una actividad muy sencilla creada por Martin Seligman que consiste en apuntar tres situaciones agradables cada día, lleva un diario emocional para que podamos compensarlas las que no lo son. Sabemos que las emociones desagradables se graban con mucha más fuerza en nuestra memoria. Lo que dice la literatura científica es que necesitamos tres emociones agradables para compensar una desagradable. ¿Cómo lo podemos hacer? Siendo conscientes de los pequeños momentos de satisfacción, calma o serenidad, no hace falta hacer cosas muy especiales ni complicadas”.
Asimismo, Álava invita a prestar atención al diálogo con uno mismo.
“Somos los reporteros de nuestra vida, la realidad no es una cosa objetiva y nosotros la vamos interpretando y eso define cómo nos vamos a sentir. Es importante hablarnos desde el realismo, ponerle nombre a las emociones, aceptarlas y ver qué puedo hacer para llevarla lo mejor posible”, recomienda.
https://silviaalava.com/wp-content/uploads/2022/02/pexels-matheus-bertelli-573238-scaled.jpg17072560Silvia Álava Sordohttps://silviaalava.com/wp-content/uploads/2017/09/Captura-de-pantalla-2017-09-17-a-las-11.36.37-e1505641097825.pngSilvia Álava Sordo2022-02-22 06:45:002022-02-16 21:55:10¿Cómo diferenciar si estás sintiendo alegría o felicidad? Entrevista en La Vanguardia