¿Por qué el disfraz de «El juego del calamar» no, y el de otros personajes monstruosos y asesinos sí?

Hay colegios en los que no se permite a los niños acudir con el disfraz de la polémica serie. Esto es lo que explican los psicólogos al respecto.

Laura PeraitaPor Laura Peraita

Avisos en los colegios

Durante las últimas semanas algunos colegios están avisando a los padres para que sus hijos no vayan a la celebración de Halloween con el disfraz de la polémica serie de El juego del Calamar. Se trata de una medida, según apunta Sonia Castro, psicóloga en el Instituto Europeo de Psicología Positiva (IEPP), que pretende «no fomentar y evitar posibles conductas violentas y comportamientos agresivos entre los más pequeños».

Según esta psicóloga, existen numerosos estudios que confirman una relación entre la exposición a la violencia en distintos contextos (colegio, vecindario, casa y televisión) y el desarrollo de conductas agresivas en la infancia y adolescencia, puesto que aprenden conductas agresivas a través de la imitación de modelos agresivos.

Mayor conciencia sobre proteger a los más pequeños

Pero, ¿por qué el disfraz de esta polémica serie no y el de otros personajes sádicos y monstruosos sí? «La actualidad de esta serie tan criticada por la facilidad de acceso a la que han tenido los menores de 16 años la ha puesto en el punto de mira —asegura la Doctora en Psicología Silvia Álava Sordo—. Lo cierto es que parece que hay mayor conciencia sobre proteger a nuestros menores o, en el caso de no haber la suficiente, se pretende con este tipo de medidas comenzar a crearla. Si los niños pequeños ven este disfraz, querrán saber más y buscarán donde sea para conocer qué representa. De este modo, tendrán acceso a imágenes terribles que, por edad, no están en condiciones de gestionar ni cognitiva ni emocionalmente. Les quedarán grabadas en su cerebro y les pasará factura».

Considera que es lógico que en los colegios lo prohiban «debido a que los profesores están observando que en los patios de recreo los niños reproducen los juegos que aparecen en esta serie televisiva, que tienen una apariencia infantil, pero un final violento y de muerte. Si los niños van disfrazados como en la serie, se les está dando «permiso» a este tipo de juegos. Los colegios que lo han prohibido están dando un mensaje de coherencia puesto que no pueden emular jugar a algo que se ha mostrado en una serie no apta para su edad».

Los padres deberían evitar algunos personajes

Destaca Silvia Álava Sordo que otros personajes como Freddy Krueger o la niña de El Exorcista no están ahora tan de moda «y los niños no tienen tanto interés por disfrazarse de ellos, pero igualmente —advierte— los padres deberían evitar que sus hijos fueran con este tipo de disfrazaces y optar, según las edades, por los típicos de una calabaza, un esqueleto o una bruja, por ejemplo».

Esta advertencia la realiza en virtud de su experiencia profesional. «En mi consulta he tenido niños que después de Halloween tenían muchos episodios de terror y un miedo incapacitante porque al disfrazarse de uno de estos personajes sanguinarios y asesinos han buscado más referencias en internet y han accedido a imágenes para las que nos estaban preparados».

Las modas

De la misma opinión es Sonia Castro al asegurar que en estas semanas la serie El juego del calamar está de moda, puesto que muchos líderes de opinión, instagramers y streamers están hablando de ella. «El efecto que esto provoca en los adolescentes es que quieran saber, conocer y sea referente para ellos». Señala que «otros disfraces terroríficos no están de moda, no están en el candelero, su momento culmen ya pasó y, por lo tanto, no tienen el mismo interés y no tendrán el mismo efecto».

Castro también matiza que, además, si un niño ve a sus compañeros de clase vestidos con el disfraz de esta serie para adultos se puede producir como efecto, muchas veces inconsciente y desapercibido, «una presión social ejercida por el grupo y puede hacer que el alumno considere que sea una moda, quiera ser parte del grupo, se normalice y quiera disfrazarse de lo mismo en Halloween. Aquí entra en juego el concepto de “desindividualización”; es decir, disminución de la responsabilidad al estar dentro de un grupo que lleva a las personas a mostrar comportamientos desinhibidos, violentos, anti-normativos, criminales e irracionales. A los niños y a los adolescentes les es difícil separar lo que es ficción de lo que es real por su estructura cognitiva».

FUENTE: DiarioABC

Consejos si tu hijo ve ‘El juego del Calamar’

Se ha convertido en la serie de moda entre los pre-adolescentes, a pesar de estar indicada para mayores de 16 años. Hablamos con esta especialista en psicología infantil para que nos aconseje sobre cómo abordar y tratar este tema.

Escrito por BEATRIZ G. PORTALATÍN

¿Qué hacer si sé que mi hijo ve ‘El juego del Calamar’?

No hay duda de que El juego del calamar es la serie de moda y tampoco hay duda alguna de que no es en absoluto un buen ejemplo para los niños y niñas. A pesar de que la serie está indicada para mayores de 16 años, se ha vuelto toda una tendencia entre los pre-adolescentes. De hecho, ya hay colegios (en España) que alertan que los chavales en el patio del recreo están imitando los juegos de la serie. Algo según los expertos, nada bueno ni recomendable para su desarrollo. Y los padres y madres deben actuar.

«La serie tiene una estética muy infantil, los protagonistas (adultos) juegan a juegos infantiles que recuerdan a los que hemos jugado todos de niños, pero el problema es que el contenido es muy, muy, muy agresivo. Hay mucha violencia. Y además una violencia muy gratuita: se recrean en ella», explica a laSexta Silvia Álava, doctora en psicología, directora del área de psicología infantil del centro de psicología Álava Reyes y escritora de varios libros, ‘El arte de aprender jugando’ es su último libro.

No están preparados cognitivamente

Aunque es una serie para mayores de 16 años, lo están viendo fundamentalmente preadolescentes, pero también niños y niñas y «a esas edades no se está preparado cognitivamente para entender y procesar tanta violencia. Ni tampoco para entender el sentido de la serie», explica la doctora. Y el problema viene, porque en ocasiones, «hay niños y niñas que no son capaces de digerir esa violencia ni esas escenas tan agresivas y pueden quedar grabadas en la memoria como un elemento traumático. Y esto ocurre», dice Álava.

«Hay niños y niñas que vienen luego a consulta porque una serie o una película les ha dado mucho miedo y se han quedado enganchados a ese miedo, porque no han sabido digerirlo, no han sabido procesarlo bien, y al final, ese miedo acaba repercutiendo en su vida diaria. Todas estas modas pueden interferir y repercutir de forma negativa», cuenta la experta. Así, es importante, respetar la edad a la que se deben ver contenidos con tanta violencia y agresividad.

1. Proteger a nuestros hijos e hijas

Seguramente, muchos niños vean la serie porque «todos la ven». ¿Y cómo voy a ser yo el único/a que no vea ‘El juego del calamar’, si toda mi clase la ve, y además, juegan todos a imitarla en el recreo? En este sentido, es importante recordar a los padres que aunque cueste, y cueste mucho, deben proteger a sus pequeños.

«Es importante, como adultos, como padres y madres, explicarles a nuestros hijos que aunque el resto de la clase vea la serie, no tenemos que hacerlo nosotros también. Y sobre todo hacerles ver que nuestro deber como padres es protegerles, e indicarles que determinados contenidos visuales no son buenos para ellos, para su edad. Que es lo mismo que cuando no les dejamos ir a determinados sitios o a unas horas determinadas», sostiene Álava.

2. Hablar con ellos de los valores que importan

Si ya han visto la serie o les pillamos viendo la serie, sería importante hablar juntos, con nuestros hijos, sobre los «valores» de los que en ella se hablan. Según explica Álava, es clave y fundamental que hablemos con ellos y abordemos juntos lo que han visto o están viendo, que les expliquemos que eso que se muestra esa ficción no está bien, que esos no son los valores que como padres, les queremos transmitir.

Y aprovechar así ese momento -aconseja la experta- para hablarles, nosotros, de los valores que sí queremos transmitirles: que no todo vale por un premio, que el valor de las personas, la lealtad y la amistad están por encima de cualquier juego. Porque ¿de verdad quieres fallar a tus amigos por un premio? Es importante mostrarles como padres lo que está mal del la serie, corregir lo que ya hayan visto e inculcarle nosotros, los verdaderos valores.

3. Y explicarles que sí hay segundas oportunidades

Una de las cosas más sorprendentes de la serie es que no da pie al error, quien falla, directamente, muere. No existen las segundas oportunidades. Y esta ‘lección’ no es precisamente, nada, nada buena. Es importante que los pequeños sepan que el error es fundamental para aprender, que la vida está llena de oportunidades, que para ganar, hay que fallar una y mil veces. Y que como dice Michael Jordan, uno de los mejores deportistas de todos los tiempo, «en mi vida he fracasado una y otra vez y es por ello por lo que he tenido éxito».

«Vivimos en una sociedad en que el error es algo muy penalizado y estas series además, no ayudan. A muchos jóvenes les genera problemas de ansiedad. Los niños no quieren fallar por miedo, porque piensan que los demás les considerarán inferiores y esto les llevará a la inseguridad y reducirá su autoestima… «Es por ello que debemos trabajar en el error, explicarles y enseñarles a nuestros hijos que no pasa nada por fallar, que es parte del proceso de aprendizaje. Que vamos a fallar una y mil veces en nuestra vida», concluye Álava.

FUENTE: LaSexta.com

A mi hijo no le gusta disfrazarse, ¿Qué le pasa?

Todo lo que debes saber si tu hijo no disfruta vistiéndose para representar a otro personaje y cómo evitar que tenga pesadillas nocturnas.

Por Laura Peraita

Ante la llegada de Halloween hay algunas familias que se sorprenden cuando su hijo no disfruta nada disfrazándose, puede incluso pasarlo mal, sufrir mucho y, por lo tanto, tiende a evitarlo. ¿Qué le pasa? ¿Es normal?

Disfrazarse no es un juego

El motivo fundamental, según Sonia Castro, psicóloga en el Instituto Europeo de Psicología Positiva, (IEPP), es que estos menores no tienen asociado disfrazarse con momentos de juego. «Podemos encontrarnos a niños a los que les dé miedo este tipo de disfraces (ver a otras personas con ropa y prendas tan diferentes a las habituales, tan chocantes, llamativas, mosntruosas…) les puede hacer sentir inseguros y es comprensible que no lo entiendan y les de miedo. Por otro lado, también hay pequeños que son tímidos a los que les cuesta más de lo habitual enfrentarse a las relaciones sociales. Para ellos, el hecho de ponerse un disfraz puede hacerles sentir ridículos, con mucha vergüenza».

Respetar las decisiones

Ante casos así, la Doctora en Psicología Silvia Álava Sordo recomienda no obligar nunca «bajo ningún concepto» a que se disfrace porque hay que respetar la opinión del menor. «La mayoría de los niños disfrutan en este tipo de fistas, pero no ocurre nada si tu hijo se siente incómodo con un traje extraño con el que no se identifica ni reconoce cuando se mira al espejo. Debe ser siempre una decisión voluntaria del niño. Por ello, los padres deben respetar su individualidad y permitir, en el caso de que acceda, a que sea el pequeño el que elija su disfraz, nunca el que decidan los padres. Y, eso sí, cuidado con las máscaras que el cubren todo su rostro cuando son muy pequeños porque les suelen resultar muy incómodas y les pueden causar dificultades al respirar».

Conocer los motivos

Para afrontar este miedo ante todo lo que representa Halloween, Sonia Castro añade que es necesario conocer los motivos, qué piensa y siente exactamente el niño para que no quiera disfrazarse. Para indagar, una buena comunicación en casa por parte de los padres es imprescindible. También recomienda hablar sobre ello y respetar su decisión, que también es importante; recordarles que los miedos se superan enfrentándolos, y nunca obligarles o forzarles a ponerse un disfraz. «Una buena estrategia —sugiere Castro— es que los padres también se disfracen con ellos, para que no se sientan solos y generar seguridad».

Evitar pesadillas

Para evitar que les quite el sueño o tengan pesadillas y terrores nocturnos, que son frecuentes a partir de los 2 años de edad, Sonia Castro recomienda poner en práctica ciertas pautas para disminuir su frecuencia, sobre todo en fechas como Halloween en la que estamos rodeados de monstruos, telas de araña y disfraces sangrientos.

Explica que si el niño es muy pequeño, probablemente no sepa aún diferenciar realidad de la ficción, por lo que todo lo que vea y observe le puede generar un gran impacto. «Aquí es importante recordarle que lo que está viendo no es real, es de mentira y que los monstruos no existen».

También aconseja tener en cuenta las siguientes pautas:

—Seguir con la misma rutina y repetir las tareas habituales con el pequeño a la hora de acostarse (leer cuento, lavar dientes, etc.). Las rutinas son momentos seguros para los más pequeños.

—Intentar respetar los mismos horarios en la medida que sea posible.

—Evitar pantallas, juegos excitantes y que vean dibujos o películas que los puedan alterar o dar miedo a última hora de la tarde.

— Utilizar lámparas quitamiedos (que emiten luz tenue) ayudan a no estar en total oscuridad.

—Intentar que el niño exprese de manera correcta sus emociones.

FUENTE: Diario ABC

Los riesgos de sobreproteger a los hijos

Los primeros años en la vida de un niño son fundamentales para su desarrollo emocional

Muchos padres creen que la mejor forma de educar a sus hijos es a través de la sobreprotección. Sin embargo, la psicóloga infantil Silvia Álava Sordo ha manifestado en su reciente libro ‘Queremos hijos felices. Lo que nunca os enseñaron’ que los niños que reciben ese modelo de educación desarrollan menos competencias emocionales, como la tolerancia, son más inseguros, tienen menos habilidades, es más probable que sean víctimas de acoso y a la larga son más infelices.

«Los padres a menudo cometen el error de asumir parte de la responsabilidad de sus hijos, les resuelven todos los problemas y no les dejan hacer las cosas que ya están preparados para hacer, lo que da lugar a la pérdida de autonomía del niño», ha agregado la psicóloga en declaraciones a Europa Press.

El libro abarca la franja de edad comprendida hasta los seis años. «Los primeros años en la vida de los niños son fundamentales, tanto para su posterior desarrollo cognitivo, como en la parte emocional». Por tanto, la inteligencia emocional de los hijos hay que trabajarla desde que son «muy pequeños».

El manual recoge consejos claros y concretos además de herramientas y técnicas para ayudar a los padres a enfocar y resolver el día a día con sus hijos. Asimismo, la autora hace especial hincapié en que los padres, además de preocuparse de formar a sus hijos, se ocupen de transmitirles valores que «la sociedad está perdiendo», como la honestidad, la tolerancia, el perdón, la compasión, el esfuerzo, entre otros.

Educar a los hijos sin gritos y sin desgaste emocional

En sus páginas se recogen, en orden cronológico, las situaciones a las que se enfrentan los padres desde el nacimiento del bebé hasta los seis años. Esta obra ofrece las claves para educar a los hijos «sin gritos, llantos y sin el desgaste emocional tantas veces sufrido por padres y niños».

Además, Álava ha destacado que hay que evitar errores tan extendidos como actuar de «poli bueno» y «poli malo», consiguiendo así educar «en la misma línea» y con un «objetivo común». La educación «no se delega» y ambos padres son responsables de la educación del niño.

En otra de las secciones del libro, la psicóloga habla sobre el establecimiento de límites y normas en la educación de los hijos. Así, crítica que cuando los niños no tienen normas y límites «están muy perdidos, no saben qué es lo que tienen que hacer, qué es lo que se espera de ellos, y tampoco saben qué camino deben elegir».

Además, ha subrayado que uno de los errores más cometidos entre los padres es pedirles a los niños que hagan «cosas que los adultos no hacen», teniendo en cuenta que la principal fuente de aprendizaje de los niños es el modelado -copian a sus adultos de referencia, que principalmente son sus padres-.

Por otro lado, se trata uno de los temas de gran actualidad: si los dos trabajan, ¿quién se queda cuidando al niño?. Álava expone las claves de esta elección, teniendo en cuenta que la obligación de educar y atender al niño «es una cuestión de los padres». Los abuelos podrán ayudar, pero «no se les puede delegar la educación de los hijos», ha sentenciado.

Mostrar la angustia a los hijos su primer día de cole, grave error

El día que los niños comienzan el colegio es duro tanto para ellos como para sus padres, ya que sienten incertidumbre e inseguridad sobre cómo se adaptará el niño a su nueva rutina. Tanto es así, que los padres «transmiten a su hijo su sensación de pena y angustia», lo que hace que éste lo pase peor. «Pasa lo mismo con llevarles exageradamente abrazados. Los niños perciben esa intranquilidad y se contagian», ha aseverado Álava.

Porsu parte, la práctica del castigo a los hijos está presente en uno de los capítulos. La experta explica que los niños tienen que saber que «las cosas que ellos hacen tienen sus consecuencias». Así, cuando haga bien todo tiene una consecuencia positiva -ver un rato la televisión o coger su juguete preferido-, lo que en Psicología recibe el nombre de refuerzo positivo. En cambio, cuando su conducta sea negativa, los padres «pueden optar por no prestarle atención durante un rato».

«Algo que hacen mal los padres es imponer castigos de larga duración, que en muchas ocasiones no son capaces de llevar a cabo y pierden la credibilidad», ha criticado. «Lo mejor es fijar consecuencias inmediatas sobre la conducta del pequeño», ha añadido.

A los niños les tiene que costar conseguir sus juguetes

La sociedad de consumo presiona mucho a los niños a través de campañas de márketing, pero los padres «deben intentar no dejarse llevar por esto». Cada vez tienen más juguetes «pero no por eso son más felices«, ha asegurado la especialista añadiendo que «a los niños les tiene que costar conseguir sus juguetes y deben aprender a valorarlos».

Asimismo, los niños de hoy en día son nativos tecnológicos, «pero no podemos olvidar las bondades de los juguetes tradicionales, que favorecen otras áreas que no se desarrollan con los videojuegos, por ejemplo», ha concluido.

FUENTE: LaNuevaEspaña.es

¿Cómo regular y reducir el estrés? En «Formando Hogar», de IKEA

Os damos las claves para reducir y sobrellevar el estrés en casa dentro de esta serie de vídeos realizados por IKEA en su proyecto «Formando Hogar»

¡No te pierdas todos sus consejos!👇👇

Con la crisis sanitaria del COVID-19, los hogares se han convertido en espacios fundamentales para el aprendizaje y desarrollo de los más pequeños. En #IKEA​ creemos que todo el mundo merece tener acceso a un hogar seguro, auténtico y vivo y, por eso, una de nuestras iniciativas es #FormandoHogar​, un programa con diferentes expertos para visibilizar, concienciar y ayudar a que cada hogar sea un refugio de bienestar emocional. Hoy, trataremos la temática de cómo hacer frente al estrés y aprenderemos unas técnicas para sobrellevarlo.

Descubre más sobre nuestro propósito para construir verdaderos hogares 👉 https://www.ikea.com/es/es/campaigns/…​ 💥Suscríbete a nuestro canal💥 y activa la campanita 🔔 para no perderte ni un vídeo sobre Formando Hogar y ¡mucho más! Puedes hacerlo aquí 👉https://www.youtube.com/c/IKEASpain?s…

Gala de inauguración de la segunda temporada de ‘HIT’

¿Sabias que muchos de los trastornos mentales debutan en la adolescencia? Por eso es tan importante saber detectar los síntomas y cuándo pedir ayuda. Gracias a RTVE y Grupo Ganga por visibilizar la #saludmental y la #psicología en un periodo clave como la #adolescencia.

Muy contenta de haber participado en la gala de inauguración de la segunda temporada de #GenHit Un placer haber conocido a todo este magnífico grupo.

¿Qué puedo hacer? Mi hijo muerde

A los 2-3 años, los niños empiezan a morder para hacer daño. La psicóloga Silvia Álava nos da consejos para poner fin a esta situación

Por .María Dotor Periodista + INFO

Los niños, desde que nacen, exploran con la boca. Su modo de conocer el mundo que les rodea es llevándoselo a la boca, lo que explica que muerdan y chupen todo tipo de objetos. Pero es alrededor de los dos o tres años cuando las madres y padres empezamos a notar que nuestros hijos muerden de otra manera: con fuerza y haciendo daño. ¿Es normal este comportamiento? ¿Cómo debemos reaccionar los adultos? ¿Hay alguna estrategia para evitarlo? De esto hablamos con la psicóloga Silvia Álava.

¿Es normal que mi hijo muerda?

Lo primero que tenemos que saber es que es totalmente normal que los niños muerdan. “Hasta que el lenguaje no está completamente desarrollado, los niños no tienen recursos/habilidades para defenderse, para expresarse… y recurren a métodos más rudimentarios, como puede ser morder” nos explica Silvia Álava. Por tanto, “cuando los niños son tan pequeños, no debemos darle tanta importancia al hecho de que muerda”, lo que no significa que no tengamos que enseñarle que morder no está bien. “Aunque sepamos que es algo normal, nosotros no debemos validarlo, y debemos ir explicando al niño que morder no está bien, que morder hace daño a la otra persona”, aclara Álava.

¿Qué hacer si mi hijo muerde?

Ahora que ya sabemos que es totalmente normal que nuestros hijos muerdan como forma de expresar sus emociones, entre ellas el enfado, o para defenderse, también tenemos que tener claro que ,nosotros, los adultos, no debemos validar esta forma de actuar. Por tanto, ¿cómo debemos actuar? Silvia Álava nos da algunas pautas:

  • Estamos hablando de niños muy pequeños, que no dominan en lenguaje, por tanto, hay que evitar discursos muy largos, porque no los van a entender.
  • En cambio, sí podemos utilizar frases cortas, contundentes del tipo: “No, no mordemos”. “Que nos muerdan, duele”. Y acompañar estas palabras con un gesto de dolor, tristeza. Que vean en nuestra cara que no está bien lo que ha hecho.
  • Enfadándonos , regañándoles o castigándoles no conseguiremos nada, pero es que además, le estamos lanzando un mensaje contradictorio: nosotros queremos que ellos tengan habilidades para expresar emociones o pedir las cosas sin recurrir al mordisco, y nosotros le estamos dando un modelo agresivo, así no sirve. Desde la calma les explicamos, de forma sencilla, que morder duele.

Cuando ya empiezan a ser un poquito más mayores (a partir de los 4 años), podemos desarrollar su empatía: “cuando a ti te muerden, te duele. Por tanto, tú no muerdas, porque haces daño”.
Trabajar el lenguaje de nuestros hijos, para que aprendan a pedirnos las cosas, aunque sea con gestos. Porque, cuando puedan expresarse con el lenguaje, como ya no necesitarán recurrir al mordisco, dejarán de morder.

¿Cómo puedo conseguir que mi hijo no muerda si tiene ya 5 años?

¿Qué ocurre si muerde un niño de 5-6 años, que ya tiene completamente desarrollado el lenguaje?

“Esto ya no es tan normal, por tanto, en este caso, los padres debemos ser muy contundentes, con frase tipo: “Me ha dolido mucho el mordico que me has dado, lo siento, pero yo no juego con quién me muerde”. En este caso, estamos hablando de un niño que sí tiene estrategias y recursos para expresarse y, aún así, recurre al mordisco.

Cuando haya pasado un rato, nos dice Álava, “debemos preguntarle por qué mordió y ayudarle a entender que el enfado le ha llevado a morder”. El siguiente paso sería invitarle a “buscar juntos formas de expresar el enfado que no pasen por hacer daño a los demás, porque, recordemos, el niño no puede evitar sentir una emoción, en este caso el enfado, pero sí puede ir aprendiendo a controlar la forma en la que expresa dicha emoción”.

Fuera etiquetas

A menudo, los adultos etiquetamos a los niños en función de sus conductas: “Este niño es un vago, es violento, es competitivo”. En este caso, un niño que muerde, puede ser etiquetado como mordedor. “Las etiquetas tienen dos problemas fundamentales: el primero es que son muy fáciles de poner, pero muy difíciles de quitar. Las ponemos porque forman parte del modo en el que funciona nuestro cerebro, nos vienen muy bien, pero una vez etiquetamos a una persona, ésta tiende a comportarse de acuerdo con la etiqueta que le hemos puesto, lo cual acaba condicionando sus oportunidades y su desarrollo”, nos recuerda el psicólogo Alberto Soler.

Por tanto, evitemos etiquetar a nuestro hijo, simplemente, digámosle que su conducta no está bien. “Cambiar el verbo ‘ ser’ por el verbo ‘estar’ suele funcionar”, nos dice Alberto. En vez de decir que tu hijo es agresivo (porque muerde), decir que está comportándose de forma agresiva. De esta forma, diferenciamos al niño de la conducta

FUENTE: EducarEsTodo.com

‘Generación HIT’. Participación el jueves 21 en RTVE

‘HIT’ vuelve a clase con nuevos alumnos y nuevos dilemas

La acción se traslada a un instituto público de Puertollano (Ciudad Real) que imparte Formación Profesional

Daniel Grao, Marta Larralde y nueve jóvenes intérpretes encabezan un amplio elenco de más de 70 actores

Estreno: jueves 21 a las 22:30 en La 1, seguido del especial ‘Generación HIT’, y preestreno antes en RTVE Play

Por PRENSA RTVE

 Daniel Grao protagoniza 'HIT'
Daniel Grao protagoniza ‘HIT’ FEDERICO CALVO GUTIÉRREZ

HIT, la serie de La 1 ambientada en el mundo educativo, regresa con nuevos alumnos y un nuevo escenario, un instituto público en Puertollano (Ciudad Real) en el que se imparte Formación Profesional. La temporada comienza con la llegada del profesor, a quien vuelve a interpretar Daniel Grao, a la localidad para liderar un proyecto piloto contra el abandono escolar. Hugo se topa con un panorama desolador: va a tener que impartir clase a un grupo de adolescentes firmemente instalados en el fracaso.

El Instituto RTVE ha acogido este jueves la presentación de la segunda temporada de ‘HIT’

Conducida por la directora de Comunicación y Participación de RTVE, María Eizaguirre. Para la directora de Originales de RTVE, Ana María Bordas, ‘HIT’ “fue la serie revelación de la temporada pasada y es una de nuestras grandes apuestas para este año”. Confía en que tenga el apoyo del público porque “vuelve con mucha fuerza”, “es una serie valiente para abordar los problemas juveniles en la televisión pública y en prime time”, “es un ejemplo perfecto de servicio público, que refleja la realidad, los problemas e inquietudes de miles de jóvenes dentro y fuera de las aulas a través de la diversidad de los personajes”, y aborda la FP, “a la que no se le había dado la importancia necesaria”.

No tiene problemas para plantear historias complicadas

El creador de la serie y responsable del equipo de guionistas, Joaquín Oristrell, ha subrayado que ‘HIT’ “no tiene problemas para plantear historias complicadas” y tiene tres objetivos muy claros: “Entretener, emocionar y provocar un debate dentro de las familias, las escuelas, la sociedad, la políticas….” A su jucio, “lo más difícil es darle naturalidad y quitarle hierro, no intentar ser trascendente”. “La serie desprende una verdad que es una de sus mayores virtudes”, ha concluido.

Daniel Grao vuelve a ponerse en la piel del profesor Hugo Ibarra Toledo, del que le gusta que “no es un personaje perfecto ni tiene las herramientas para resolver todo”. Sobre la segunda temporada, el actor ha destacado la parte “afectiva”, “porque él tiene cierta inmadurez en el tema de parejas, además de la adicción al alcohol”. “Vamos a ver a un HIT que empieza perdiendo y no sabe cómo hacerlo con este nuevo grupo de FP. Va a estar bastante más roto y vulnerable”.

Marta Larralde se incorpora al reparto en esta nueva temporada de la serie para interpretar a Francis, la conductora del autobús del instituto. “También trabaja en una huerta ecológica y es amante del lugar del que procede y lucha por sobrevivir ahí”. “Con HIT va a tener una relación muy especial: al principio se siente atraida por él, pero es muy territorial y no le va a poner las cosas fáciles”, ha avanzado.

 El reparto de 'HIT'
El reparto de ‘HIT’ RTVE

HIT se enfrenta a nuevos retos

Su figura de profesor estrella no impresiona a sus alumnos, a los que ni siquiera este especialista curtido en mil aulas sabe cómo ayudar. Tampoco ayuda que su realidad sea una ciudad en crisis, marcada por el anuncio del cierre de una importante empresa energética, que amenaza con dejar en la calle a las familias de muchos de sus nuevos alumnos.

En este entorno, Hugo no tendrá ni un momento de respiro y se encontrará con nuevos problemas: consentimiento, bullying, autoestima, baja tolerancia a la frustración, consumismo, xenofobia…. Se enfrentará además al viejo demonio del alcoholismo, y también a sentimientos inesperados como el asalto del amor o la llamada de la paternidad.

Producida por RTVE en colaboración con Grupo Ganga y premiada en el World Media Festival de Hamburgo con el Gran Award a la mejor serie y finalista en la categoría de Drama en el Festival de Televisión de Nueva York, ‘HIT’ invita al debate a través de un educador que no rehuye la polémica, que se implica en los conflictos de sus alumnos y está convencido de la capacidad redentora de la buena educación.

La grabación se ha realizado en localizaciones naturales de Madrid y de Ciudad Real

Con Puertollano como centro de producción, más de 70 actores participan es la serie, que sigue apostando por el talento, no solo entre los actores más jovenes, para la mayoria de los cuales HIT es su primera vez ante las cámaras. Entre los veteranos, Marta Larralde, que da vida a la conductora del bus escolar y casera de Hugo; Chema del Barco, Fátima Baeza, Ramiro Alonso, Teresa Hurtado y Raúl Jiménez. Se mantienen de la anterior temporada Rebeca Sala y Luisa Vides.

Entre los nuevos alumnos, Matthew (Son Khoury), que vive encerrado en su habitación pegado a una pantalla; Paula (Carlota Gurpegui)que quiere subir en la escala social a cualquier precio; o Román (Álvaro de Juana), con inclinaciones violentas. También está Chelo (Alba Del Ángel), obcecada con la fama y Teo (Jacobo Camarena) diagnosticado de TDAH. Lucía (Claudia Licari), madre soltera a los 16; Jota (Manuel Soler), víctima de acoso; Dan (Leonor Pernas) pasa de géneros y Karmen (Teresa de Mera) es radical, animalista y feminista.

El equipo de guión, además de Joaquín Oristrell, está compuesto por Yolanda García Serrano, Jacobo Delgado, Luis Caballero y Pablo Bartolomé. En la dirección repiten Oristrell y Elena Trapé y se suma Polo Menarguez.

La música de ‘HIT’ y David Bustamante

‘HIT’ redobla la apuesta por hacer de la música un elemento distintivo de la vitalidad adolescente, incluyendo en la banda sonora temas internacionales como los de Sub Urban y Soffi Tukker y mucha música en español. Los ritmos de Juancho Marqués, la frescura post punk de Aiko, el lirismo de Alice Wonder, la energía de Ginebras, el perreo de Rodrigo Puerta y el ritmo urbano de Joe Crepúsculo, entre otros, acompañarán al drama y sonarán en la cuenta oficial de Instagram: @hit_tve

Mención aparte tiene la participación del cantante David Bustamante interpretándose a sí mismo y formando parte de la trama en uno de sus capítulos, el cuarto, en el que se escucha ‘Héroes’. Una actuación en una gira del artista que tuvo parada en Puertollano es el origen de un misterio en la vida de Chelo, una de las alumnas.

David Bustamante, sobre su participación en HIT: «Fue mucho más difícil de lo que pensaba»

Primer capítulo, ‘Melapela’

La accidentada llegada de HIT a Puertollano es un presagio de lo que le espera este curso. Tras atropellar a uno de sus alumnos y sufrir un encontronazo con el piquete de los afectados por el ERE de la fábrica que daba trabajo a media ciudad, el nuevo profesor de Formación Profesional Básica del IES León Felipe se topa con un panorama desolador: va a tener que impartir clase a una jauría de adolescentes firmemente instalados en el fracaso, a los que sus profesores dan por perdidos.

Hugo deberá ingeniárselas para empezar a motivar a la clase de los «Melapela», pero también se enfrentará a una crisis en su nuevo hogar: su casera, Francis, está desbordada por la actitud de su hijo Matt, un adicto a los videojuegos que se niega a ir a clase y tiene tendencia a fugarse de casa. En su intento por controlar al chaval, HIT se acabará viendo inmerso en un violento enfrentamiento entre antisistemas y ultraderechistas.

 Alumnos de la segunda temporada de 'HIT
El gran reto de ‘HIT’ será alejar a los alumnos del fracaso escolar. FEDERICO CALVO

‘Generación HIT’

Tras el estreno de la serie, La 1 emitirá el especial ‘Generación HIT’. Presentado por Inés Hernand, se realizará en directo desde el Auditorio Municipal Pedro Almodóvar de Puertollano y es una producción de RTVE en colaboración con Grupo Ganga.

Algunos de sus protagonistas, como Daniel Grao, Alba Del Ángel, Son Khoury o Manuel Soler abrirán el debate, que contará con expertos invitados como Marc Massip, que hablará sobre la adicción a las nuevas tecnologías; Silvia Álava, psicóloga, sobre la violencia juvenil y el estado de los jóvenes tras el Covid. Yolanda Domínguez, artista visual, hablará de estereotipos y Marina Sáenz, catedrática de Derecho mercantil, de la integración del colectivo LGTBIQ+ y la nueva Ley Trans. Además, Ana María Ferrando, orientadora educativa y asesora de HIT, charlará sobre educación, FP y el futuro de los jóvenes. También estarán los raperos Miss Raisa y Nyno Vargas.

FUENTE: RTVE.es

5 actos que a nosotros nos facilitan la vida, pero que a nuestros hijos se la dificultan. En Faro de Vigo.

Darles el teléfono móvil cuando tienen emociones desagradables o no promover que ellos se resuelvan sus problemas son algunos de estos actos

Por María Dotor

Muchas de las cosas que hacemos en nuestro día a día van encaminadas a facilitarnos la vida. Es lógico, tenemos que compaginar el trabajo con la vida familiar, con las tareas domésticas, con nuestra vida social, en pareja… No hay horas en el día, y si no desarrollamos estrategias para facilitarnos esa cotidianidad, es imposible que lleguemos a todo, pero… ¿nos hemos parado a pensar en las consecuencias que tienen algunos de esos actos para nuestros hijos? Aunque, a corto plazo, puedan resultar beneficiosos, no lo son en absoluto a la larga. Lo entenderemos mejor viendo ejemplos:

1. Darles de comer, vestirles…

Te voy a proponer que realices un ejercicio utilizando Google imágenes. Se trata de que pongas en el buscador “niños autónomos” y le des a buscar. ¿Qué fotos te muestra? Sí, efectivamente, nos muestra fotos de niños de tan solo cuatro años comiendo perfectamente, sin marcharse o preparando un pastel solos, sin ayuda de sus padres…

También aparecen niños jugando con su tren mientras, al fondo, sus padres leen tranquilamente. Y ahora os pregunto: ¿estas fotos se corresponden con la realidad? El psicólogo Alberto Soler hizo este mismo ejercicio al inicio de una ponencia titulada ‘Educar niños autónomos’. Las risas entre el público no se hicieron esperar.

En realidad, matizaba Alberto, eso “no tiene mucho que ver con la autonomía. La autonomía se parece mucho más a un niño que está hasta arriba de espaguetis con tomate. Ese niño autónomo al que sus padres le han permitido comer solo, con sus manos, ponerse hasta las trancas de salsa de tomate”.

Puedo ver vuestras caras imaginándoos todo el tomate por el suelo. Sus manos, su cara, la mesa…toda la cocina manchada de tomate. Nuestro instinto nos lleva, inmediatamente a pensar: ¿qué necesidad tengo yo de esto? Mañana le doy yo de comer que, además, acabamos antes. ¿Es así? 

Sí, y es porque tenemos la falsa creencia de que la autonomía de los más pequeños implica una mayor comodidad para los padres, que cuando nuestros hijos sean autónomos podremos estar tranquilamente leyendo mientras nuestro hijo prepara bizcochos en la cocina sin manchar nada.

Pensamos que los niños autónomos se levantan solos, se preparan solitos el desayuno, se cepillan los dientes, se visten solos, mientras nosotros hacemos otra cosa. En realidad, aclara Alberto, “fomentar la autonomía de los niños implica lograr prácticamente lo mismo que lograríamos haciendo por ellos las cosas pero invirtiendo mucho más tiempo y esfuerzo”.

Es algo que a corto plazo no parece que nos sea rentable, pero que a medio y largo plazo sale mucho a cuenta. Si estamos dispuestos a fomentar la autonomía de nuestros hijos, al principio tendremos que limpiar mucho tomate. En definitiva, tendremos que dejar a un lado nuestra comodidad de darles nosotros de comer, asegurándonos que no manchan nada.

Lo mismo ocurre con otras actividades como vestirles. Es más fácil que lo hagas tú. En 3 minutos le habrás puesto el pantalón, la camiseta, los zapatos y te habrá sobrado tiempo para peinarle, pero… ¿qué estamos consiguiendo con esto, más allá de facilitarnos a nosotros la existencia? Nuestros hijos no aprender a vestirse si siempre les vestimos nosotros. Si queremos niños autónomos es esencial dejarles hacer.

2. Calmarles con elementos externos

Solo hay que ir a un restaurante a comer un sábado para ver un ejemplo. Niños sentados en la mesa entreteniéndose con un móvil o una tableta que le han dejado sus padres para que les deje comer a ellos tranquilos. Sí, es entendible, necesitamos un rato de paz, de conversación con nuestra pareja o amigos, y nuestro hijo no aguanta dos horas sentado en una silla sin moverse, en la misma posición, lo cual es más lógico aún. Cuando ha llorado ya un par de veces, le damos el móvil, que sabemos que le calma, y todos tranquilos.

El psicólogo Rafa Guerrero, en este sentido, habla de los dispositivos como “chupetes emocionales” para nuestros hijos. Y lo explica así:

“Creemos, de manera bien intencionada e inconscientemente, que dándole a nuestro hijo el móvil para no prolongar más su rabieta o tristeza le estamos haciendo un gran favor. Y desde luego que no es así. Si cada vez que tiene un mal día o siente una emoción desagradable, le doy el móvil o la tableta, le estoy anestesiando emocionalmente. Estamos perdido una gran oportunidad para que conecte con lo desagradable que es sentir miedo o tristeza, o incluso aburrirse y desarrolle elementos internos para calmarse”.

Rafa relaciona la calma que le proporcionamos a nuestros hijos con elementos externos, en este caso los dispositivos, con la adicción. Si nuestros hijos no aprender a calmarse por sí mismos, siempre buscarán la calma fuera, en otros elementos, que en este ejemplo puede ser un dispositivo, pero mañana podrían ser las drogas, la comida…

3. Restringir sus movimientos

¿Recuerdas cuando eras pequeña el parque de juegos en el que te metían tus padres? Era una especie de cuadrilátero del que no podías escaparte. Cuando estábamos allí, nuestros padres estaban tranquilos, podían, incluso, irse a otra habitación a hacer tareas domésticas. Pero ¿qué pasaba contigo? Te estaban restringiendo tu capacidad de movimiento, de explorar.

Bien, dicho esto, es lógico que, a veces, necesitemos dejar a nuestros niños en algún sitio “seguro” mientras nosotros hacemos otras cosas, pero no podemos convertir esto en la norma. Los niños necesitan movimiento para su correcto desarrollo psicomotriz.

Emmi Pikler fue una conocida pediatra nacida en Viena que ejerció en Budapest en los años 30. Creía en la importancia de que el niño fuera lo más autónomo posible y pensaba que era importante dejarles libertad para que resolvieran las situaciones por sí solos.

Una de las cosas que hacía era retirar todos los equipamientos que animaban la pasividad de los bebés, como los asientos o los andadores. “Si el niño está en una trona no puede jugar por su cuenta. Si algo se cae, no puede cogerlo y tiene que depender de que la madre lo rescate. Tiene que pedir ayuda en lugar de aprender cómo resolver un problema. Un niño limitado o confinado se convertirá en un niño pasivo o enfadado”, decía Emmi.

Así, dice su hija, «enseñaba cómo un niño pequeño, movido por su propia iniciativa, es capaz de estar activo, moviéndose continuamente, para explorar. A los padres les animaba a respetar la necesidad de los hijos de espacio y de su propio ritmo: Cada hito del desarrollo motor es alcanzado por la propia iniciativa del bebé como resultado de sus propios esfuerzos”.

4. No pensar en sus “tiempos”

Dejemos atrás el verano, volvamos a la época escolar, cuando teníamos que madrugar para llevar a los niños al cole y luego irnos nosotros al trabajo. Bien, cuando ponías el despertador, ¿cómo calculabas el tiempo que necesitabas para hacer todo y salir a tiempo de casa? La mayoría calculamos el tiempo pensando en lo que tardamos nosotros, los adultos, olvidándonos que el tiempo de los niños es mayor.

No tienen ni la misma destreza del adulto, ni la misma capacidad para hacer las tareas, y, además, los niños se distraen con una gran facilidad, y aunque reciban una orden muy clara, como por ejemplo vístete, basta que se encuentren un juguete o un hilito en la alfombra para ponerse a jugar con él.

Por ello, la psicóloga Silvia Álava nos recomienda “pensar en el tiempo que nuestro hijo necesita para realizar una determinada tarea en función de su edad, de su grado de autonomía y sus características, no lo que nosotros necesitamos, ni el tiempo en el que nosotros creemos que tendría que hacerlo”.

De esta forma, no tendremos que acabar haciendo nosotros tareas para las que ya están preparados ellos, como ducharse o prepararse la mochila y no les llevaremos siempre con prisas. Empezar el día agobiados no le gusta a nadie.

5. Adelantarnos a sus problemas

Decía la experta en talento y liderazgo Noelia López-Cheda en esta ponencia que “si resolvemos todos sus problemas de nuestros hijos, nosotros somos el problema” y nos contaba una anécdota que nos ha pasado a muchos.

Un día, su hija Emma le dijo a la llega del cole: “mamá, se me ha olvidado la hoja de los ejercicios de matemáticas, ¿lo dices en el grupo y que te lo manden?”. Ella, se dispuso a hacerlo mientras «dejaba las llaves en la entrada, soltaba el bolso en la silla, sacaba el teléfono del bolsillo y dejaba la bolsa de la compra en el suelo». Entonces, se dió cuenta. Y pensó: «pero ¿qué narices estoy haciendo? Y así se lo hizo saber a su hija.

  • Emma cariño, no es mi responsabilidad que se te hayan olvidado los deberes, es la tuya, por lo tanto, mañana dices a la profesora que no los llevas porque se te olvidaron y que la próxima no se te olvidarán.
  • Pero ¡¡¡mamá!!!! ¡¡me pondrán mala nota!!!!!
  • No pasa nada, la próxima seguro que ya no te la pone.
  • Y ¿por qué no lo pides al grupo, CON LO FÁCIL QUE ES?
  • Pues precisamente porque ese grupo no está para ser el paralelo de tu agenda sino para cosas urgentes del colegio. Tú no debes confiar en que el móvil de tu madre responda a tus olvidos ya que, es tu responsabilidad traer tu agenda con tus ejercicios. Yo tengo mi agenda y no te pido a ti que me recuerdes si tengo que responder a un cliente, si tengo que preparar un material….así que cada uno debe asumir su parte.

Y como esto, más cosas. Les metemos el bocata en la mochila para que no se les olvide y “pasen hambre” en el recreo, les recordamos que hoy es el último día para llevar el papel de la excursión… Y todo porque no soportamos la idea de que nuestros hijos fracasen, se equivoquen, sufran… y nos adelantamos a sus problemas.

Como dice la psicóloga Begoña Ibarrola “a nuestros hijos no les podemos quitar las piedras del camino para que no tropiecen, les tenemos que enseñar a saltarlas”. No lo olvidemos.

FUENTE: FaroDeVigo.es

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