La importancia de los amigos en el desarrollo de los niños y pautas para unas relaciones sanas de amistad. Artículo en Padres y Colegios

Puedes consultar mi artículo y la revista en el siguiente enlace:

>FUENTE: www.padresycolegios.com

Se pone en marcha el blog de la Fundación María Jesús Álava Reyes

Tenemos una buena noticia, vamos a llenar de contenido el blog de la Fundación María Jesús Álava Reyes, dónde tendré el placer de colaborar junto con los propios psicólogos de Nuestra Fundación.

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En el blog trataremos:

  • Temas de actualidad, como ahora, que se acercan las fechas de Halloween, el miedo de los niños,
  • Temas de interés para el público, como cuando acudir al psicólogo…
  • Y otras cuestiones que pueden ser de especial interés para todos vosotros, siempre desde un punto de vista didáctico y ameno.

 

No dudéis en hacernos llegar vuestras sugerencias a través de la web de la Fundación: http://fundacionalavareyes.com/

 

¡Espero que os guste!

¿Cómo mejorar la autoestima de tu hijo? Colaboración con Infosalus.com

Autoestima hijosMuchos padres se preocupan por educar bien a sus hijos y en aplicar el mejor enfoque para ello. Existen ya estudios en psicología que muestran las mejores técnicas a utilizar y la experiencia atesorada en una práctica clínica diaria con padres y niños dirigida a conseguir una mejor relación y un mejor clima sin el tan temido desgaste emocional de la confrontación entre padres e hijos.

BAJA AUTOESTIMA EN NIÑOS

Etimológicamente la autoestima se refiere a cuánto nos queremos a nosotros mismos y hay que diferenciarla del autoconcepto, que es la imagen que tenemos de nosotros mismos.

Según explica a Infosalus Silvia Álava, psicóloga infantil y autora de ‘Queremos que crezcan felices’ (JdeJ Editores, 2015), la autoestima se basaría en lo positivo que la persona ve en sí misma y en la seguridad personal que existe en que aquella tarea a emprender se va a realizar con éxito. La autoestima influirá en cómo el niño se relacione con el ambiente y con los otros niños.

LENGUAJE INTERIOR

Hasta los 4 años aproximadamente (estos límites difieren entre los niños) el niño todavía no ha desarrollado el lenguaje interior, por lo que su representación de sí mismo se basa en la información del entorno, principalmente en los mensajes que recibe de sus padres y con estos ‘construye’ su autoestima.

Por ello es muy importante controlar lo que le decimos y no poner etiquetas como ‘malo’, ‘vago’ o ‘torpe’, es mejor hablar de actuaciones en concreto que no están bien y no atribuir estos adjetivos globales al niño.

A partir de los 6 años de edad el niño ya va generando una imagen propia de sí mismo y aunque ya existe el lenguaje interior no todo está perdido siempre se puede hacer mucho por mejorar, porque aún influye lo exterior y el niño sigue siendo receptivo a los mensajes que recibe de los padres.

“Cuando un niño repite demasiado frases como ‘no puedo’ o ‘no sé’ y busca continuamente la ayuda de sus padres hay que empezar a pensar que su autoestima puede ser frágil, pero hay que distinguir entre la petición de ayuda para no tener que realizar una tarea a la que indica inseguridad”, señala la psicóloga.

Un niño con una baja autoestima suele retraerse y poner excusas para no realizar sus deberes y tareas porque subyace la creencia de que no será capaz de realizarlas con éxito.

“Es importante dejar que resuelva por sí solo las situaciones y que se de cuenta de que es capaz de conseguirlo pero estos retos deben ser apropiados para su edad en un primer momento pidámosle cosas que sabemos que podrá asumir con éxito y cuando se frustren por emprender retos que requieren tener más edad también hacérselo saber”, aclara la psicóloga.

REFORZAR LA AUTOESTIMA INFANTIL

La psicóloga apunta a Infosalus algunas herramientas que pueden ayudar a los padres a reforzar la autoestima en sus hijos:

  •  Cuidar el lenguaje y no etiquetar: los mensajes verbales son clave para la construcción de la autoestima de los niños, las etiquetas refuerzan conductas no deseadas y limitan el desarrollo de su personalidad.
  • Refuerzo de los padres: hay que reconocer las virtudes de cada niño y hacérselas saber en el momento con elogios, ya sea por acabar pronto los deberes, ayudar a un hermano o a un amigo en una actividad o ser cariñoso. Se refuerza la conducta y la autoestima.
  • Trabajar el auto-refuerzo: pedir al niño que reflexione sobre aquello que ha hecho bien en una tarea, actividad o cuáles son sus habilidades y que lo exprese verbalmente. Ayudamos así al niño a identificar sus fortalezas y este refuerzo de la autoestima ya no tiene que proceder de otra persona sino que parte del propio menor.
  • Escribir un diario de acciones positivas y listado de puntos fuertes: al escribir estas fortalezas y aquello que el niño hace bien se contribuye a que sea el pequeño el que atribuya valor a lo que hace.
  • Felicitaciones de otros familiares: se puede contar con la ayuda de algún familiar con el que el niño tenga más apego y que a través por ejemplo de una llamada telefónica hable con el menor para felicitarle por algún logro. También es bueno comentar con los familiares con el niño presente aquellas buenas acciones o logros del niño.
  • Evitar la sobreprotección: si resolvemos tareas que el niño ya es capaz de realizar por sí mismo recibe el mensaje de que en realidad no es capaz de hacerlas por sí solo. ‘Tú no puedes solo’ o ‘Tú no vales’ podrían ser mensajes subliminales que el niño asume de esta sobreprotección. Esto impide que desarrolle a lo largo del crecimiento las estrategias y los recursos que necesita para relacionarse con los demás y con el mundo que le rodea. “Debemos también dejar que emprenda aquello …

FUENTE: infosalus.com

Participación en TodoPapás Loves Madrid: viernes 23 de Octubre

Conferencia Queremos Hijos Felices ¿Cómo conseguirlo? viernes 23 de Octubre

Queremos Hijos Felices - Silvia ÁlavaEl deseo común de los padres es que sus hijos sean felices. ¿Qué podemos hacer para conseguirlo? veremos los siguientes contenidos:

1. Debemos evitar la sobreprotección, entendiendo qué es la sobreprotección, cuáles son sus efectos y cómo se favorece la autonomía de los niños.

2. Saber la importancia de las normas y los límites, comprender por qué son necesarias y cómo se establecen.

3. Entender que es importante educar a los pequeños con valores.

Toda la información de mi conferencia y todas las demás en la web de TodoPapás Loves Madrid, haz click en la imagen para ver toda la información

Todo Papás Loves madrid

¿Tu cole tiene «TICs»? Colaboración con TELVA niños

TICs en la escuela - Silvia Álava - TELVAOs adjunto mi última colaboración, con la revista TELVA niños sobre la aplicación de las Tecnologías de la Información y Comunicación.

Pincha en el enlace para abrir el PDF y leer el artículo completo

Telva – Silvia Álava

Tus hijos están enganchados a Snapchat. Lo que los padres deben saber. Colaboración con El Confidencial

Os adjunto un extrato del artículo elaborado por El Confidencial (pincha aquí para ver el artículo completo)

SnapchatPara toda una generación que ve cómo sus hijos menores usan estas aplicaciones sin una forma de revisar qué publican, Snapchat puede parecer un peligro. Otros servicios, como WhatsApp o Facebook, pueden ser revisados por los tutores para comprobar que no cuelgan nada alarmante o que dañe su imagen o información personal.

Pero no hay mucho que un padre pueda hacer para impedir que un menor de edad no use una aplicación de este tipo, a no ser que le retire el equipo. La empresa impone un mínimo de edad (menores de 13 años), pero es una norma que las redes sociales no han logrado imponer.

Los expertos recomiendan no caer en el castigo cuando existe algún problema y recurrir al diálogo. En el peor escenario posible, cuando un menor se encuentra con un conflicto por algo que ha publicado en Snapchat (o cualquier red social) el consejo es identificar el problema y buscar una solución. “Hay muchos chavales a los que les cuesta decir qué ha pasado porque han sido los culpables. Los padres deben sentarles y hacerles entender que quieren encontrar una solución”, comenta a ‘Teknautas’ la psicóloga infantil Silvia Álava.

Snapchat no está libre de filtraciones. Aunque esta ‘app’ avisa cuando alguien hace una captura de pantalla, los menores deben entender que cuando se publica algo en una plataforma como esta, aunque después se elimine, en un futuro puede ir en su contra.

 

Un buen uso empieza por una buena educación

La educación lo es todo. Snapchat es una herramienta y como tal puede usarse bien y que sea una aplicación de comunicación, o mal, aprovechándose de otras personas para pedir imágenes o vídeos fuera de lugar.

Como comenta el ex Defensor del Menor Javier Urra: «las nuevas tecnologías generan más miedos entre los padres». El principal problema es la desconexión entre generaciones, donde las anteriores normalmente van por detrás en temas de redes sociales y de internet. Álava comenta que, aunque los padres no se suelen enterar rápidamente de los problemas que se ha metido su hijo, esto no quita para que sean los responsables de todo lo que el menor publica en internet.

“Se necesita una coherencia en la educación. Hay que trabajar en la prevención desde pequeños, guiarles en qué se puede y qué no se puede hacer”, comenta Silvia Álava.

Conocer las herramientas sociales que usan los más jóvenes es crucial, «educando en para qué se deben usar las tecnologías, desde la confianza» como comenta Urra. Las diferencias generacionales que existen entre los dos grupos son un impedimento, pero si los padres enseñan a sus hijos a cómo comportarse en situaciones comunes en la vida, se debería tomar la misma medida en el mundo digital.

Se debería limitar el tiempo de utilización. Son personas que empiezan a ser dependientes de todo tipo de cosas y es función de los padres la autolimitación”, finaliza Javier Urra.

 

FUENTE: elconfidencial.com

¿Cómo contar el cuento perfecto? Colabción con ZEN de ElMundo.es

Si Urién establece las pautas a seguir para contar un cuento perfecto sobre todo dirigido a adultos, aunque también se pueden usar para los niños, la psicóloga infantil Silvia Álava establece la importancia de contar cuentos a los niños, lo que aporta y lo que se requiere para hacerlo bien.

Silvia Álava - Cuentos perfectos

Silvia Álava – Pincha en la imagen para ir al artículo completo y ver los vídeos

«A los niños es necesario narrarles cuento y además es necesario que el adulto esté a su lado, cuánto más cerquita mejor, porque cuando estás narrando un cuento no sólo es el hecho de la narración, el niño va a estar atento a la historia. Es la parte de la interacción padre e hijo. Narrar un cuento es mucho más que contar una historia, es favorecer el desarrollo cognitivo del niño, favorecer un momento de complicidad…«, explica Álava, directora del área infantil en el Centro de Psicología Álava Reyes.

Pero, ¿por qué es tan importante contar cuentos a los niños? «El niño necesita interactuar y hoy llevamos un día de prisas con horarios locos (deberes, actividades extraescolares, ducha, cena y a dormir) y casi no hay tiempo para interactuar. Los niños necesitan atención por parte del adulto y con la narración se consigue«, contesta Álava.

Sin embargo, narrar no se puede hacer con prisas. El niño necesita tiempo y dedicación y no se puede contar un cuento en el último minuto y mirando el reloj. «Tenemos que reservarle un tiempo. Es especialmente importante estar con el niño. Se puede narrar cuando se va a dormir, para que se relaje, pero no tiene por qué ser en ese momento, se puede hacer en otros, jugando, que te permita mayor interacción y movimiento».

Otro escollo que se encuentra a la hora de contar cuentos a los niños es el mundo multimedia en el que están inmersos desde que nacen. Los niños de ahora son nativos digitales y para ellos es mucho más fácil ver un cuento en una tablet o un ordenador que tener que escuchar y prestar atención, y más aún cuando la historia es narrada y no tiene estímulos visuales.

Álava es consciente del mundo digital en el que estamos inmersos y no por ello hay «demonizarlo u obviarlo», aunque hay que tener en cuenta que «el mundo es más que una pantalla». «Los niños tienen que aprender los procesos de atención y cuando el niño está delante de una tablet el proceso de atención sostenida lo hace la pantalla sólo, pero cuando tú le estás contando o narrando o lo lee el proceso de atención lo hace el propio niño. Eso sí es un proceso que hay que trabajar», tanto los padres como los niños.

¿CÓMO ELEGIR EL CUENTO ADECUADO?

¿Y cómo elegimos el cuento adecuado para nuestro hijo? ¿Cuándo les podemos empezar a contar historias? A los niños se les puede contar desde que son bebés, pero hay que ir ajustando el tipo de cuento y el contenido a su edad.

«Cuando son bebés les gustan mucho los de animalitos y hay que hacer mucho hincapié en las onomatopeyas. A partir de los dos años y medio se pueden empezar a utilizar cuentos ilustrados. A partir de los 3 años con narraciones más cortitas. A los 4 cosas más fantásticas. A los 5 ya se les puede contar historias con personajes reales y, según van creciendo, a partir de los 8 años, historias de misterios, de detectives», resuelve Álava.

Hay muchos tipos de cuentos y es normal que los padres no sepan elegir o sean muy cautos a la hora de seleccionar la historia que van a contar a sus hijos. Por un lado, están los cuentos clásicos, los de princesas, pero tenemos que tener cuidado con el mensaje que se les da con estos cuentos.

«Hay que pensar en cuentos que reflejen los valores familiares. Con los de princesas todas son guapísimas, delgadísimas y, además, la mayoría de las veces se limitan a esperar que venga el príncipe azul y les solvente todos los problemas de la vida. Lo que tenemos que hacer es transmitirle a nuestras hijas que queremos que sean ellas las que solucionen las cosas. Es primordial buscar cuentos que reflejen los valores que queremos inculcarles».

«El narrar una historia es mucho más que un mero trámite para que se vaya a la cama, tenemos que darle entidad propia»

Muy diferente es cuando los padres deciden no contar un cuento porque consideran que el malo es demasiado malo, o porque creen que el cuento no va a aportar nada positivo al niño sino todo lo contrario.

Esa censura paternal en muchas ocasiones está equivocada ya que, como explica esta psicóloga infantil «los niños necesitan reconocer los buenos y los malos», pero también hay que tener claro que los cuentos para niños «tienen que acabar bien». Aunque a veces como adultos pueda parecer que el malo es demasiado malo, es necesario «que el malo sea muy malo y el bueno muy bueno para que los niños sepan identificarlos» sin confusión.

En definitiva, a la hora de contar cuentos a los niños, lo más importante es dedicarle tiempo, que no haya ningún elemento distractor, buscar un ambiente relajado, y la forma de contar la historia. «Contarla de forma emocionante, ir despacio, hacer las pausas, las exclamaciones, las interrogaciones… No hay que desesperarse si a la primera no sale bien y se cometen errores como contar deprisa, o no utilizar la entonación adecuada, o no darle pasión.

«El narrar una historia es mucho más que un mero trámite para que se vaya a la cama, tenemos que darle una entidad propia«, aconseja Álava.

CLAVES PARA CONTAR EL CUENTO PERFECTO

Según Héctor Urién

  1. Decir la verdad. Si no crees en el cuento no puedes contar esa historia
  2. Entrar en la historia. Descubrir el cuento con el espectador
  3. Tener una dirección para que el cuento pueda sostenerse
  4. Ser muy honesto con el sentir de uno. No tener miedo a decir bobadas

Según Silvia Álava

  1. Dedicarle tiempo. Sin prisas
  2. Darle una buena entonación
  3. Hacer que se identifique con el niño
  4. Estar pendiente de las reacciones de los niños
  5. Mostrar la pasión por la historia

FUENTE: ElMundo.es

Mi hijo no quiere ir al cole…qué debo hacer. Colaboación con Papás e Hijos

Mi hijo no quiere ir al cole…qué debo hacer

Duda de una lectora a Silvia Álava, psicóloga Directora del Área Infantil del Centro de Psicología Álava Reyes. Además de la autora de los libros: “Queremos Hijos Felices. Lo que nunca nos enseñaron” y «Queremos que Crezcan Felices».

Hola!! Antes de nada agradeceros de tener este espacio para poder consultaros!!

Llevo dándole muchas vueltas al problema que veo que tiene mi pequeño que ahora en Noviembre cumple 4 años.

Salvo el primer día de cole en P4 que entró muy contento y feliz de ver a sus amiguitos del año pasado, cada día es: y no quiero ir al cole, y es mucho tiempo, tardas mucho en venir a buscarme….el año pasado era igual pero este año veo que va a más. (no fue a la guardería) Se queda en el comedor y 20 min. antes en acogida para poder llegar yo a las 9 a trabajar. Se que son muchas horas pero me es imposible organizarlo de otra manera.

Se le hace muy larga la semana y no se como motivarlo más para que vaya más contento o por lo menos algo más resignado a que tiene que ser así. Se me hace muy duro verlo así cada mañana. Aunque también te digo que las profes me dicen que una vez me voy no pasan 3 min que ya está bien, y el resto del día lo pasa como otro niño feliz y contento. No le veo cambios tampoco de comportamiento ni nada raro, es un niño feliz y muy movido. Pero me preocupa verlo así cada mañana. No quiero que esto vaya a más o le coja manía al cole. En clase la profe me dice que se comporta normal dentro de lo movido que es, y que cuando hace las tareas las hace muy bien y no necesita ayuda.

Y esta es mi preocupación, sin más espero habértelo explicado bien para que puedas entenderme.

Un saludo y gracias!!!

 

Silvia Álava

 

Te has explicado muy bien, estas preocupada, ves que a tu hijo le cuesta quedarse en el colegio, te dice que no quiere ir… y lo más probable es que tú sufras viendo lo mal lo que pasa.

Es bastante habitual que en los primeros días de colegio –sobre todo, aquellos niños que no han ido a la escuela infantil– se queden los primeros días llorando, y que pidan no ir, o se queden pegados a sus madres.

Para evitar esta situación, va a ser fundamental que tú vigiles muy bien cuál es tu actitud. Es muy probable que tu sientas incluso más pena que él, y sin quererlo les estás trasmitiendo esa emoción negativa respecto al colegio. Párate y observa, ¿qué haces durante el trayecto y al llegar al colegio? ¿se te nota la angustia porque le ves llorar? En este caso será fundamental, actuar con tranquilidad y serenidad, explicándole que se lo va a pasar muy bien, que va a jugar con sus amigos…

También será bueno que evitemos prolongar demasiado el momento de la separación: “Te acompaño te doy un besito, y me voy”. No nos quedemos más de la cuenta viendo como nuestro hijo llora, porque de esa forma estaremos reforzando su llanto.

Me tranquiliza bastante saber que la profesora te dice que a los tres minutos se le haya pasado, que se pone a jugar con los otros niños, que le ve bien en clase, y que tú también le veas contento y feliz. Si realmente tuviera un problema con el colegio, lo normal sería que le afectara tanto en aula, como en casa

No obstante, si se queda llorando, cuando vayamos a recogerlo, preguntaremos a la profesora cómo ha pasado el día y le pediremos que nos cuente si se quedó llorando al irnos o si rápidamente empezó a jugar y a relacionarse con los demás niños.

Lo habitual es que si no dramatizamos, hacemos las despedidas cortas, él ve que no te angustias, le ayudamos a ver las cosas positivas del colegio… esta conducta no deseable desaparezca en los primeros días. No obstante, si persiste, entonces tendremos que indagar sobre qué otros factores pueden estar afectando al niño, para atajar el problema lo antes posible.

FUENTE: Papás e Hijos

Padres e hijos felices en primaria: claves para ser (casi) perfectos. EFE Salud

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Sus primeros amigos íntimos, tareas, actividades extraescolares o campamentos de verano caracterizan la etapa de los seis a los doce años de un niño. Pero también es una franja de edad expuesta a los miedos, frustraciones o complejos. La psicóloga Silvia Álava presenta las claves para torear estos problemas y convertirse en los padres (casi) perfectos en su nuevo libro “Queremos que crezcan felices. De la infancia a la adolescencia”

Silvia Álava presenta «Queremos que crezcan felices», de 6 a 12 años.

SILVIA ÁLAVA - Queremos que Crezcan FelicesSi de algo desconfía Silvia Álava, psicóloga infantil, escritora y colaboradora en medios de comunicación, es de la perfección, y lo deja bien claro en la presentación de su nuevo manual: “La sociedad exige a los padres ser perfectos, pero tienen que asumir que no pueden serlo. Tienen que ser los padres que el niño necesita”.

Tras el éxito del primer libro de esta colección, “Queremos hijos felices. Lo que nunca nos enseñaron” (JdJ Editores), Álava vuelve a orientar a padres preocupados porque, ante todo, sus hijos vivan felices y satisfechos en los años de la infancia a la adolescencia, que coinciden con la educación primaria en las escuelas.

Estos padres, según la experta, “lo tienen más difícil que nunca”. Son progenitores formados, con estudios universitarios en su mayoría, que tienen mucha teoría fruto de su lectura pero les falta práctica.

En este contexto, el libro de Álava engloba 41 capítulos que abordan desde la paga hasta la educación sexual, pasando por las redes sociales, los miedos o complejos, todo ello conjugado con casos clínicos verídicos de la consulta que dirige la autora en el Centro de Psicología Álava Reyes.

Una etapa cargada de autonomía, frustración y emociones

Esta tarea está encomendada a los padres aunque, en los tiempos que corren, es habitual ver las puertas de los colegios repletas de abuelos en busca de sus nietos. Ante este aspecto, Álava refiere que “los abuelos pueden ayudar pero la responsabilidad es de los padres, no se puede delegar”.

¿Tablets o no tablets? La gestión del tiempo libre

¿Debo ayudarles con los estudios? ¿Tiene que tener móvil? ¿A qué actividades le apunto? ¿Necesita una paga? Son algunas de la infinidad de cuestiones que navegan en la mente de los padres y que “Queremos que crezcan felices” resuelve.

El psicólogo Javier Urra, encargado de la redacción del prólogo de la obra, acompañó en la presentación a Silvia Álava y admitió que le hubiese encantado leer este libro cuando sus hijos eran pequeños.

La gestión del tiempo lejos de la escuela es uno de los quebraderos de cabeza de los progenitores y ocupa varios capítulos del manual. El punto de partida de este tema es que “los niños necesitan un tiempo para ser niños”.

Las tardes de actividades extraescolares en piano, natación, fútbol, inglés o danza son necesarias en esta edad, pero sin excesos y evitando comparar al menor con sus amigos, vecinos o incluso hermanos.

Por otro lado, el tiempo libre en casa tiene que conjugar los deberes con juegos tradicionales y acceso a los dispositivos electrónicos como las tablets o los móviles.

Álava recomienda regular el tiempo y el uso de Internet y las redes sociales, sin erradicarlas porque los niños son “nativos electrónicos”, pero vigilando su contenido.

“Hay competencias sociales, emocionales y cognitivas que hay que entrenar fuera de los dispositivos electrónicos”, recuerda la psicóloga infantil que anima a que los niños lean, construyan e incluso “aprendan a gestionar su aburrimiento”.

Y es que, por muy rápido que la sociedad marque un ritmo, Álava determina que “evolutivamente somos iguales, a nivel emocional el niño no ha crecido tanto”.

Los niños son niños, tienen que jugar, reír, llorar, equivocarse y aprender de la mano de unos padres felices y atentos a las necesidades de sus hijos.

 

FUENTE: EFE Salud

Puedes encontrar ya Queremos que Crezcan Felices en tu librería habitual

Portada Queremos que Crezcan_felices

¿Cuáles son los pilares básicos de la educación de los niños? en el nuevo libro Queremos que Crezcan Felices

Silvia Álava - Queremos que Crezcan FelicesLa autoestima, la tolerancia a la frustración y el autocontrol son los tres pilares básicos para que un niño crezca adecuadamente y sea feliz, según ha explicado la directora del área infantil en el Centro de Psicología Álava Reyes, Silvia Álava, durante la presentación de su nuevo libro ‘Queremos que crezcan felices’.

El libro, centrado en la educación de los niños entre los seis y los doce  años, es la continuación de ‘Queremos hijos felices’, que habla de la etapa entre los cero y los seis años. A partir de los seis es especialmente importante para ayudar a que los niños construyan su autoestima, ya que en ese momento «ya no solo cuenta lo que hacen los padres con el hijo, sino que el niño empieza a tener una visión del mundo y un constructo de su yo. Hay que trabajar para que él mismo sea capaz de valorar sus puntos fuertes, saber decirse cuándo lo ha hecho bien y analizar con él lo que no hizo bien y en qué falló», ha señalado Álava.

La tolerancia a la frustración es una capacidad que se debe adquirir en la infancia y que será muy importante durante la etapa adulta, aunque es una de las que «más cuesta», ha afirmado Álava. Por tanto, hay que enseñar a los niños a perseverar en las actividades que les presenten dificultades y evitar que abandonen las tareas que no les salen. En algunos casos, también se pueden utilizar técnicas de relajación para superar la frustración.

Además, Álava ha explicado que el autocontrol y la regulación emocional son fundamentales, ya que ayudarán al niño a «mejorar sus notas escolares, a la hora de hacer amigos, al relacionarse con los demás y para evitar problemas de conducta». Los padres deben tener claro que el autocontrol no es la ausencia de emociones, sino saber gestionarlas y comunicarlas de forma adecuada.

UN PROCESO DIFERENTE EN CADA NIÑO

Durante la infancia se deben adquirir las competencias emocionales básicas que se utilizarán en el futuro, aunque los padres deben comprender que cada niño debe ser valorado de forma diferente. «La tarea de cada padre y madre es saber lo que puede dar cada niño, sacar lo máximo posible de él, asegurarse de que esté bien y de que sea feliz», ha asegurado Álava.

Los seis años son la edad clave para empezar a ceder autonomía al niño, ya que es cuando se desarrolla la función ejecutiva, a través de la cual adquieren la capacidad de organizarse, manejar su conducta y aprender lo que son capaces de hacer, según ha explicado Álava. Después, a los ocho años, la educación deben centrarse en la adquisición de hábitos, especialmente en los relacionados con la escuela.

Hay que tener cuidado con saturar a los niños de actividades para que desarrollen sus habilidades. Álava ha señalado que «hay que darles un tiempo para jugar y ser niños. Está muy bien que se apunten a actividades extraes colares, pero no pueden tener una agenda desde que se despiertan hasta que se acuestan sin tiempo libre».

REDES SOCIALES SÍ, PERO SUPERVISADAS

Álava ha asegurado que «no se puede prohibir completamente» el uso de las redes sociales, ya que los niños actualmente son nativos tecnológicos. Los padres deben supervisar la utilización de los dispositivos tecnológicos y asegurarse de que las aplicaciones o redes sociales que utilizan los niños son adecuadas para su edad.

No es recomendable dejar que el niño utilice cuando desee las nuevas tecnologías, ya sea un ordenador, una ‘tablet’, o el teléfono móvil. Según Álava, lo más adecuado es establecer un horarios o utilizar estos dispositivos como premio por realizar una tarea más aburrida para el niño, como hacer los deberes.

«Lo que les falta hoy en día a los niños es el contacto tú a tú, la interacción de igual a igual, ser asertivos, saber decir lo que quieren; en todo esto no se ha mejorado. Como falta el ensayo o entrenamiento, los niños necesitan esa interacción de tú a tú y, cuando se hace solamente a través de la red social, a veces tienen problemas», ha explicado Álava.

FUENTE: Europapress

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