Seguimos con las pautas de actuación que comenzamos en el post de ayer:
4. Intentar restablecer las rutinas habituales lo antes posible en la nueva ciudad. (Qué horarios se va a tener, actividades a realizar…).
5. En la medida de lo posible, hay que intentar mantener la unidad familiar junta.
6. En términos generales los niños se suelen adaptar bien a los cambios, pero eso no quiere decir que no lo acusen. Hay que dejarles tiempo para adaptarse y observar muy bien qué es lo que dicen, lo que hacen, por si surgen dificultades atajarlas lo antes posible.
7. Favorezcamos un clima de confianza y de diálogo donde puedan expresar su emociones. Si nos dicen que echan de menos el cole, los amiguitos… hay que escucharles y animarles, a la par de explicarles que es normal, que incluso no pasa nada si lloran porque están un poco tristes, pero hay que darles un mensaje positivo y esperanzador: “aquí vamos a estar muy bien, vamos a hacer amigos…”
8. Otra cosa que podemos hacer, es reservar un ratito al día, en el que vamos a buscar las cosas buenas que encontremos en la nueva ciudad, la nueva casa, el nuevo cole… de esta forma, tanto el niño como el adulto se verán obligados, por lo menos en ese momento a focalizar en los positivo, y puede ser una inyección de ánimo para superar la nueva situación.
Os adjunto el enlace a la web de guiainfatil.com donde está el artículo completo: