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Las familias consideran positiva la convivencia durante el confinamiento para reforzar los vínculos entre padres e hijos. Colaboración con Cadena COPE

Un estudio concluye que 7 de cada 10 jóvenes considera reforzada la comunicación y el vínculo con sus padres durante el Estado de Alarma

Por Carmen Labayen

Mes y medio en casa, padres e hijos, teletrabajo y estudio a distancia incluidos, dan para mucho bueno y no tan bueno. En este confinamiento ha habido roces, peleas y conflictos en los hogares pero según las familias consultadas por COPE tras un periodo de adaptación inicial el poder pasar más tiempo juntos ha reforzado los vínculos y la comunicación entre padres e hijos.

La presencia es muy importante y creo que de eso se beneficia todo el mundo, yo pienso que el confinamiento está siendo positivo para mi familia” asegura Alejandra, madre de dos adolescentes.

Es verdad, admite esta madre, que cuando el espacio es reducido y no hay más opción que estar juntos “salen a relucir los problemas que existen en las familias pero al estar todos confinados no tienes más remedio que afrontar la situación y resolverla de la mejor forma posible”.

Otras familias con hijos de entre 13 y 16 años también que ha apuntan a que ha hecho falta un periodo de adaptación de hacerse los unos a los otros pero que finalmente la experiencia está sirviendo para conocerse todos mejor.

Y si los adolescentes con los que hemos hablado no esconden que hay peleas con sus padres y también con sus hermanos muchos como Zenobia o Javier están dispuestos a poner su grano de arena “hacer un esfuerzo entre todos para evitar que la situación se descontrole.

Más satisfechos se muestran los niños como Alvaro de 11 años que considera que al pasar más tiempo con sus padres “nos llevamos todavía mejor” que antes del confinamiento.

Su padre Raúl ha pasado como muchos españoles a teletrabajar y también nota un impacto positivo por el hecho de estar más tiempo en casa “mejora la comunicación y la convivencia porque me doy cuenta de más cosas que cuando iba a la oficina, es verdad que a veces hay tensión o momentos más difíciles pero todo se habla y se acaba solucionando”.

Según datos de un estudio que está elaborando la pedagoga y experta en educación emocional, Eva Bach, 7 de cada 10 jóvenes considera reforzada la comunicación y el vínculo con sus padres durante el Estado de Alarma, el 23 por ciento dice que solo en algunos aspectos o que ya era buena y solo un 2 por ciento considera negativo el impacto del confinamiento en su familia .

cuando la situación no va viento en popa, expertos como la psicóloga Silvia Alava consideran que la clave está en “la escucha activa, el diálogo y la empatía, ponerse en el lugar del otro y validar la forma en la que se siente”.

“En todo momento el cambio debe partir de los adultos, no podemos pretender que sean los niños o los adolescentes los que vayan a cambiar. Tenemos que ser nosotros los que demos el primer paso y centrarnos en lo que va a suceder desde hoy en adelante sin echar la vista a lo sucedido en el pasado” explica a COPE Álava.

Enfado, frustración, la tristeza y agitación son sensaciones comunes en tiempos de confinamiento y no solo para los más pequeños de la casa. A ello se une la incertidumbre de cuánto va a durar esta situación y qué consecuencias va a tener en el futuro. Son temas de los que se puede hablar también en familia sin contar con las actividades.

Juegos de mesa, tertulias, hacer la comida o la cena son actividades que se pueden hacer todos juntos” señala esta psicóloga que considera importante, también en tiempo de confinamiento, limitar el uso de las pantallas.

“Decir que no se usen no sería realista pero los padres sí deben acotar los momentos en los que se puede usar la tecnología y también los tiempos de utilización” subraya.

Al final el confinamiento, asegura, “nos ofrece una nueva oportunidad de crecer en familia”.

Hay muchos recursos que se han puesto en marcha en esta etapa para ayudar a padres e hijos en este momento difícil entre ellos www.educaixa.com donde, tras registrarse, es posible descargar más de 400 recursos y materiales didácticos para familias. La mitad de los contenidos descargados en las últimas seis semanas tienen precisamente que ver señalan con resolución de conflictos, emociones, sentimientos y aprender a escuchar.

FUENTE: cope.es

¿Cómo hacer frente a la cuarentena? Colaboración con Saber Vivir en La2 de TVE

Cómo hacer frente a la cuarentena

Después de tantos días confinados es más importante que nunca mantener nuestra mente fuerte. Y aunque en determinados momentos puede ser un poco complicado, no te puedes perder los consejos que os damos para conseguirlo:

  • Aprendemos a saber lidiar con el miedo,
  • A mejorar la convivencia,
  • A superar la ansiedad…

Primera batalla ganada. Colaboración con ElDíadeValladolid.com

Los niños vencen el pulso al confinamiento y reciben el permiso del Gobierno para salir a la calle, aunque sujetos a estrictas limitaciones

Por Maricruz Sánchez (SPC)

Tras más de un mes de encierro por la pandemia de coronavirus, los más pequeños de la casa han ganado su primera batalla a la enfermedad. Han soportado la presión del confinamiento para llegar a la recompensa: a partir del domingo, de 09,00 a 21,00 horas, y durante 60 minutos como máximo al día, les permitirá dar paseos controlados en la compañía de un adulto.

Un alivio en la cuarentena

Un alivio en su cuarentena que afecta, finalmente, a los menores de entre 0 y 13 años, puesto que los de 14 en adelante quedan excluidos de esta nueva disposición normativa. Así, podrán salir acompañados por un adulto (hasta tres críos de la misma familia simultáneamente), con sus juguetes y en un radio de un kilómetro de su domicilio, eso sí, sin usar los parques públicos y manteniendo las distancias de seguridad y las medidas de higiene.
Esta fue una de las modificaciones principales de la nueva prórroga del estado de alarma en España, la tercera, que durará hasta el 10 de mayo. Una medida muy demandada por los padres y que tuvo que pasar por varias aclaraciones por parte del Ejecutivo, que en un primer momento solo contempló las salidas a supermercados y bancos y que, más adelante, amplió y matizó tras un aluvión de críticas ciudadanas, con la inclusión del permiso para hacer recados similares a los de los adultos a los chicos de entre 14 y 18 años.

Ventajas


La iniciativa busca dar respuesta a una demanda generalizada de alivio del confinamiento para este colectivo tan vulnerable que venían haciendo desde hace días progenitores y expertos, y que se basa en las ventajas que tiene el levantamiento del encierro estricto en los niños y adolescentes.
La psicóloga Silvia Álava, directora del Área Infantil del centro de psicología Álava Reyes, explica que estar metidos en casa tanto tiempo sin poder salir tiene un impacto muy importante para ellos, aunque hasta ahora fuera lo más seguro. «Evidentemente tiene unos efectos muy negativos para la salud mental de los pequeños, aunque haya sido lo más acertado en esta primera fase para evitar la propagación del virus; siempre hay que mirar cuál es el mal menor», asegura esta experta.

Es fundamental que los críos entiendan que no van a encontrar la normalidad

Como expone Álava, es fundamental que los críos entiendan que no van a encontrar la normalidad que están buscando y hay que recordárselo antes de cada salida para evitar que se frustren si no se cumplen sus expectativas. «Deben comprender que se va a dar un paseo. No hace falta que lleven muchos juguetes, que habrá que desinfectar después, y no van a poder quedar con sus amigos; si se los encuentran, les verán en la distancia, les saludarán y seguirán con el paseo junto al adulto», apunta.
Grave impacto. Mientras, el pediatra y expresidente de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria, Venancio Martínez Suárez, indica que ya se estaba empezando a constatar la existencia de problemas psicológicos en niños derivados del confinamiento y de la sobreexposición a la información sobre la COVID-19. «Hay niños que no duermen de noche por miedo a morirse por el coronavirus», afirma Martínez, que actualmente ejerce en el Centro de Salud del Llano, en Gijón, sobre llamadas que ha registrado en su consulta de familias recientemente.
De hecho, recibe entre 30 y 40 llamadas al día de progenitores inquietos por el estado de ansiedad de sus hijos. «Es normal que estén preocupados», reconoce, al tiempo que aconseja que los pequeños deberían recibir información sobre la pandemia solo en los aspectos de prevención de la infección.

FUENTE: eldiariodevalladolid.com

Para promover una alimentación sana es necesario trabajar la educación emocional. Colaboración con Padres y Colegios

Estar informados no es suficiente

Casi todos los días recibimos noticias alarmantes sobre la relación entre la obesidad y enfermedades como la diabetes, el cáncer… Con los niños y niñas este problema es, si cabe, todavía más alarmante. La obesidad infantil está considerada como uno de los mayores retos a nivel mundial y un problema de salud pública de primer orden por las complicaciones de salud asociadas. A nivel nacional, según el Estudio Aladino, un 43% de los niños españoles entre 6 y 9 años presenta exceso de peso. El sobrepeso tiende a mantenerse e incluso agravarse en la vida adulta y existe una alta prevalencia de problemas a nivel psicológico y social en los niños y niñas con obesidad infantil. Por todo ello es fundamental fomentar unos correctos hábitos de alimentación saludables tanto en la familia como en la escuela, siendo necesario inculcar a los menores los cuidados básicos del cuerpo.

Un 43% de los niños españoles entre 6 y 9 años presenta exceso de peso.

El hambre emocional

Las causas de la obesidad infantil son múltiples y sería necesario hacer un análisis en profundidad de cada caso. Sin embargo, muchas veces, detrás de una ingesta compulsiva y atracones, está el hambre emocional, que hace que sigamos comiendo pese a estar saciados, porque se trata de una mala regulación de las emociones. En estos casos, las personas suelen elegir alimentos ricos en grasas o azúcares. Al comer este tipo de alimentos, se experimenta una intensa sensación de placer a causa de la liberación de endorfinas y dopaminas en el cerebro. Sin embargo, la comida no sirve para regular las emociones, dado que en cuanto acabe el placer momentáneo de comer, las emociones que desencadenaron las ganas de comer permanecerán. Por eso, es necesario trabajar desde el origen del problema, el déficit en la regulación emocional.

Las emociones se educan en la familia y en la escuela

Y muchas veces se hace sin mucha planificación. Dada la importancia que sabemos que tiene el correcto manejo de las emociones a la hora de mantener una buena pauta alimentaria, es necesario establecer una metodología que ayude a mejorarlas ya desde niños. Para ello, es conveniente realizar una intervención planificada, e introducir un buen Programa de Educación Emocional.

Programa de Educación Emocional

La inteligencia emocional es la habilidad para percibir, valorar y expresar la emoción adecuada y adaptativamente; comprender la emoción y el conocimiento emocional; acceder y/o generar sentimientos que faciliten las actividades cognitivas y la acción adaptativa y regular las emociones en uno mismo y en otros (Salovey y Mayer, 1990).

La percepción emocional

La primera habilidad de la inteligencia emocional es la percepción emocional. Se trata de enseñar tanto a nuestros hijos como a nuestros alumnos, qué es lo que están sintiendo, que aprendan a identificar y expresar correctamente su emoción. Si esta primera habilidad falla será muy complicado regular la emoción. Cuando hablamos de sobrepeso, muchas personas tienen problemas para identificar correctamente lo que sienten, no son conscientes de ello, sólo saben que se sienten mal, y que ingiriendo alimentos ricos en grasas y azúcares conseguirán de forma momentánea sentirse mejor por la liberación de endorfinas y dopaminas. Pero dicha mejoría tiene un efecto muy corto, solo dura mientras comen, por eso aparece un círculo vicioso en el que no pueden parar de comer. Por ello, insistimos tanto en la correcta expresión de las emociones. Saber que estoy experimentando una emoción desagradable y que comer no es la solución es el primer paso para regular las emociones y evitar el atracón.

La facilitación emocional

La segunda habilidad es la facilitación emocional, utilizar la información que nos proporcionan las emociones para poder hacer una buena toma de decisiones, saber que, si me siento así, es por algo, no obviarlo ni intentar taparlo con la comida. Indagar en esa información, utilizarla para conocerme mejor y poder mejorar mi relación con el entorno.

La comprensión emocional

La tercera habilidad es la comprensión emocional, entender por qué me siento de una determinada forma, cuál es la causa de emoción, y también las consecuencias de esta. Saber qué me pasa y cuál es la causa, ayuda a regular correctamente las emociones, porque podemos pensar una mejor solución. Cuando conocemos por qué se ha originado una determinada emoción, sabemos que comiendo no vamos a encontrar la solución a nuestro problema, incluso puede que se agrave porque estamos perjudicando aún más nuestra salud.

La regulación emocional

La última habilidad de la inteligencia emocional, la más compleja y la que tiene una relación más directa con la obesidad, es la regulación emocional. Solo cuando sabemos exactamente qué emoción sentimos, conocemos cómo nombrarla y cómo expresarla correctamente, las causas y las consecuencias de esta, y la hemos aceptado, es cuando podemos regular la emoción utilizando estrategias más sanas y saludables que comer de forma compulsiva para tapar las emociones desagradables que sentimos en nuestro día a día.

Todo este aprendizaje es necesario trasladarlo a los más pequeños.

FUENTE: PadresyColegios.com

El encierro alejado de mis hijos. Colaboración con El Diario Vasco

«Sus habituales gritos y peleas, sus constantes preguntas… son ahora un silencio artificial que asusta»

Por YOLANDA VEIGA 

Cada mañana, Alberto (48 años) se acerca a su casa y, desde la ventana, observa la nueva cotidianeidad que la cuarentena ha impuesto a los suyos: a su mujer y a sus hijos de 9 y 11 años. Un día a día extraño que lo es más porque él no está con ellos. El 14 de marzo, cuando el Gobierno decretó el estado de alarma, Alberto tomó una decisión difícil y generosa. Pasaría esos quince días que van ya para mes y medio fuera de casa. Por dos razones poderosas. La primera, que su mujer sufre de asma y bronquitis aguda, de manera que pertenece al colectivo de población de riesgo y entrar y salir todos los días, como le obliga su trabajo, implica un riesgo al que no quiere exponer a nadie más que a él mismo. La segunda, que trabaja en un centro de acogida a personas en situación de vulnerabilidad en el País Vasco y allí se necesita personal día y noche. «Entre la plantilla había miedo y uno tiene que dar ejemplo para estar legitimado a la hora de pedir implicación al resto». El peaje de su ejemplo: lleva cinco semanas sin poder abrazar a sus hijos. 

Es uno de tantos padres o madres que, por razones laborales, de enfermedad o por estar divorciados e interrumpir las visitas, están pasando el confinamiento alejados de los pequeños. Lo que se traduce en «un estrés que afecta a la salud emocional», advierte Guillermo Fouce, presidente de Psicología sin Fronteras. «Estar lejos de los hijos afecta, sin duda. No poder tocarles, abrazarles… Es difícil, nadie nos ha entrenado para esto».

Alberto acorta esa distancia asomándose cada mañana a la ventana de su casa un ratito: «Hablo con ellos, les animo a hacer las tareas escolares, les digo que lean… Les veo pero no les puedo abrazar, estamos separados por una barrera invisible». Y cinco semanas «no son dos, como al principio». Es un tiempo más que suficiente para hacer mella en el estado anímico, si es que el físico aguanta y uno no ha enfermado, claro. «Estamos acostumbrados a estar con nuestros hijos a diario, especialmente si son muy pequeños, así que ahora esos padres se encuentran en una situación del todo ilógica. Una situación vital estresante que se puede traducir en ansiedad, desesperación e incluso ira o no aceptación. Y que puede llevar a un aislamiento todavía mayor, a decir: ‘Voy a tratar de dormir todo el rato porque no tengo ganas de nada y quizá así pase el tiempo más rápido’. Eso lo agrava todavía más», advierte Fouce.

Alberto tiene tanto que hacer en el centro de acogida que apenas le da tiempo para pensar. Pero en el momento en que cesa la actividad… «Cuando estoy solo siento que falta algo. Esos gritos, esas peleas, esas preguntas constantes que en una situación normalizada terminan por sacarte de quicio son ahora un silencio tan artificial que asusta», reconoce.

Le entiende sin conocerle Raquel (42 años), fisioterapeuta en el Hospital de Getafe, que está pasando por una situación francamente dramática. Se infectó de coronavirus después de que su madre diera ‘positivo’ tras someterse a principios de marzo a una operación de columna. «El jueves 12 de marzo mi madre ingresó en UCI muy grave. Estoy separada y los jueves mis hijas, de 14 y casi 10 años, están con su padre. Le pedí a mi expareja que se quedara con ellas esa noche, pero al día siguiente empecé yo con fiebre, lo que me obligó a hacer la cuarentena aislada y a que mis niñas se quedaran con su padre por una cuestión de prevención».

Han estado veinte días separadas, casi tres semanas angustiosas. «Ha sido muy duro. Mi madre falleció y lo peor ha sido tener que darles la noticia por una videollamada para evitar que la mayor se enterara de algo tan duro por el mensaje de condolencia de cualquier conocido. Ha sido terrible no poder arropar, acompañar, contener su dolor ni compartir el mío propio…». Ahora están juntas y las tres intentan «elaborar este duelo ambiguo y sin duda postpuesto».

«Darle un sentido»

Tanto en el caso de Alberto como en el de Raquel la separación de sus hijos e hijas ha sido una elección personal, lo que le ha dado «un sentido» que es la clave. «Si el padre o la madre que no puede estar estas semanas con los hijos le da un sentido a esa distancia, lo va a llevar mejor. Y darle sentido es darse cuenta de que, si uno está enfermo, puede contagiarles. De manera que con esa distancia le estás protegiendo. En ese caso es algo fácil de asumir».

Pero hace falta algo más para aliviar esa distancia que se antoja abismal. Y eso lo están consiguiendo las videollamadas, sustitutas de los abrazos. «Es lo que te permite reconectar con tu vida de antes. Lo que te da energía para afrontar otro día separado de ellos. De hecho, muchos de esos padres o madres que están solos planifican su rutina en torno a esa llamada de la tarde que les va a permitir hablar y ver a los niños. Y está bien que sea así», indica Guillermo Fouce.

Por el adulto, y también por el niño o la niña: «Tienen que saber que su padre o su madre están bien y que no les han abandonado, que no se han ido a ningún lado sin despedirse. La recomendación es hacer las videollamadas que se puedan, porque solucionan mucho. O, aunque se haga una sola al día, que los niños sepan que en cualquier momento pueden ver a sus padres, aunque sea a través de la pantalla del teléfono», orienta Silvia Álava, directora del área infantil del gabinete Álava Reyes de Madrid. Alberto hace la videollamada al atardecer: «Me gusta saber de su día a día, de sus preocupaciones, que aunque sean niños también las tienen. Nos deseamos buenas noches y nos mandamos besos virtuales».

Eso sí, con que los niños entiendan que hay un razón para que el padre o la madre no estén, basta. «No hay que darles más información de la que necesitan. Y necesitan menos de la que los adultos pensamos. Conviene no mentir, no le vas a decir a la niña que papá se ha marchado de vacaciones porque lo va a sentir como un abandono, pero si está ingresado en el hospital no les tenemos que transmitir nuestra preocupaciones, que bastante cara larga nos van a ver».

–¿Llega a entender un niño por qué su padre no está?

–Depende de la edad. Si son muy pequeños, no van a entender que papá tiene un virus. A partir de los 6 años ya hay más madurez y pueden entenderlo, pero les va a costar, porque es una situación artificial y porque el vínculo de los niños pequeños con sus padres suele ser muy estrecho y muy físico. Cuando se trata de mayores, el vínculo es más de conversación. Y pueden entender que el padre o la madre falte durante dos meses, sí. Otra cosa es que sean capaces de digerirlo a nivel emocional, porque es algo muy gordo –advierte Silvia Álava.

Los hijos de Alberto entienden que su padre tiene un trabajo que le obliga a estar separados por el bien de todos. Pero no ven la hora de volver a estar juntos…

–¿Qué harás el día que puedas reencontrarte con ellos?

–No tengo ganas de hacer nada especial, porque cualquier cosa cotidiana me parecerá increíble. Si algo nos ha demostrado este maldito virus es que el día a día está lleno de momentos maravillosos. Poder llevarles a hacer deporte, jugar con ellos, pasear por la playa, subir al monte, meterlos a la cama y dormirlos inventando una historia… Lo habitual, precisamente lo que me falta en estos momentos.

Y los niños, ¿cómo se sienten?

Si el padre/madre está en el hospital: «La emoción del niño va a ser la tristeza. Como no le puede ver ni siquiera a través de una videollamada en muchos casos, se va a preguntar dónde está su padre o su madre. Va a echarle de menos e incluso le puede asaltar un sentimiento de enfado porque no se ha despedido», explica Silvia Álava, directora del área infantil del gabinete psicológico madrileño Álava Reyes.

Si está en casa pero aislado en una habitación:«El contacto basado en hablarse a través de la pared, de una habitación a otra, genera en el menor un sentimiento de frustración. Y en el adulto, una tristeza infinita».

Si están separados y el padre o la madre están en otra casa:«El niño puede sentir preocupación por no verle durante tantos días, y rabia porque no entiende por qué no le puede abrazar».

FUENTE: El Diario Vasco

Esto es lo que pasa por la cabeza de un niño cuando rompemos sus esquemas de lo que es salir a la calle. Colaboración con el diario ABC


Por Laura Peraita

Presumiblemente los niños podrán salir a la calle este domingo de 9 a 21 horas acompañados de un adulto. Eso sí, los padres deben explicarles bien que no pueden ir a parques, que si se encuentran con algún amigo no pueden salir corriendo a abrazarle, besarle o juntarse a él, tampoco podrán jugar juntos, tocar lo que hay en la calle y, si llevan mascarilla, no podrán quitársela.

Debemos explicarles las nuevas consignas

Este esquema es muy diferente al que tenían los niños la última vez que salieron a la calle. Por este motivo, es importante que los padres empiecen desde ya mismo a explicarles y concienciarles de las nuevas consignas para que los pequeños vayan asumiéndolas. «La mejor manera de hacerlo —explica  Silvia Álava Sordo, doctora en Psicología y autora de «Queremos Hijos Felices. Lo que nunca nos enseñaron»— es utilizando frases positivas: «como ya eres mayor ya vas a poder salir a la calle, pero tenemos que tener cuidado para no contagiarnos del virus», «como sé que eres responsable y no vas a tocar cosas, ni abrazar a tus amigos podremos salir este domingo a la calle a dar un paseo»… Lo mejor no es plantearle un panorama aterrador fuera ni amenazarle si se le ocurre tocar algo porque lo único que le generaremos es temor y ansiedad por salir a la calle».

No obstante, esta experta explica que es normal que puedan sentir miedo porque llevan mucho tiempo, cada día, escuchando que hay una cifra muy elevada de muertos y que el virus es muy peligroso. «Por eso es tan importante no esperar al momento antes de salir para darles las pautas, sino hacerlo poco a poco y cuanto antes. No pasa nada por ser pesados y repetírselo o, de vez en cuando, preguntarles «¿qué haremos cuando salgamos y veamos a un amiguito?». Lo importante es que lo tengan claro».

Evitar la frustración 

Desde luego que es una situación anómala para ellos, «y, por ello, por su cabeza pueden pasar ideas desde temor a frustración. Saldrán a la calle y se darán cuenta de que no pueden hacer lo que quieren, como estar en un parque y montar en los columpios, lo que les generará rabia. Es lógico —apunta Silvia Álava Sordo—. Su cabeza necesita asimilar también la nueva situación y ver que sus expectativas de salir a la calle son diferentes a las que había imaginado». 

Para esta doctora en Psicología es importante también que los padres no les trasmitan a sus hijos miedo. «Por las circustancias, a los ojos de los pequeños muchos adultos salen a la calle como si fueran «a la guerra» por precaución de no contiagarse —guantes, gorros, mascarillas— y eso ya les asombra, lo que es normal».

Vivir el presente

Recomienda Silvia Álava que se aproveche el paseo para «vivir el presente. Es decir, que no piensen en lo que no pueden hacer, sino en sentir el sol, la brisa del aire, escuchar a los pájaros, observar algunas cosas que están igual que antes y cómo han cambiado otras. Es una gran oportunidad para centrarse en el presente y olvidar los problemas».

De vuelta a casa, además de seguir con las medidas de higiene recomendadas, «resulta muy conveniente reflexionar con los hijos y preguntarles cómo se han sentido, si están contentos, si no lo están, si tienen ganas de salir otra vez… con el objetivo de que expresen sus emociones, las compartan, se liberen y sepan los padres cómo se sienten sus hijos», concluye Silvia Álava.

FUENTE: Diario ABC

Diez consejos para llevar la cuarentena con niños de la mejor forma posible. Colaboración con BBVA

Por Teresa Andrés Blanco (BBVA Creative)

España nunca había vivido una situación de confinamiento como la actual en la que el país, prácticamente al completo, permanece recluido en casa para frenar el contagio por coronavirus. El mantener una rutina diaria, establecer prioridades o plantear esta situación como un reto, ayudarán a hacer más llevaderos estos días en familia. Sobre todo si este periodo se comparte con los más pequeños. Escuchar audio

Aún no se sabe cuánto durará el estado de alarma en España decretado por el Gobierno para frenar al COVID-19. Tampoco existe evidencia científica sobre cómo puede afectar a los más pequeños. No obstante los psicólogos como Silvia Álava, coordinadora además del curso  ‘Hechos de emociones’ del programa educativo de BBVA ‘Aprendemos juntos’, son conscientes de que “el aislamiento puede tener consecuencias negativas para la salud mental tanto de los adultos como de los niños”.

Por este motivo, organizar el día a día para llevar de la mejor manera posible esta situación excepcional es clave. Y el tándem padres e hijos durante el tiempo que dure la cuarentena esencial. Esta psicóloga y especialista en infancia y adolescencia aconseja a las familias tener en cuenta varias recomendaciones.

Decálogo para los días del confinamiento

  1. Mantener los horarios. Poner el despertador e irse a la cama a la hora habitual ayudará a mantener el ritmo  y vivir la situación con menos ansiedad. No alterar el ritmo de sueño y vigilia será fundamental en estas fechas.
  2. Marcar una tabla con rutinas. A los niños les da mucha seguridad saber qué es lo que toca y lo que va a hacer en cada momento. Es recomendable elaborar un calendario con las actividades y que ellos lo coloreen y dibujen para después situarlo en un lugar visible para todos.
  3. Primero las obligaciones y luego el ocio. Tras el desayuno hay que dar paso a los deberes mientras los padres trabajan. Una vez realizada esta primera tarea se dará paso al ocio.
  4. Intentar que se muevan y hagan deporte. Si bien es cierto que no es posible hacer deporte al aire libre, se pueden hacer divertidas rutinas en casa con los niños a través de internet.
  5. Cuidar la alimentación. Es muy aconsejable mantener los horarios de las comidas, igual que en el periodo escolar, y evitar los atracones innecesarios a la nevera.
  6. Poner límite al uso de las pantallas. En el tiempo de ocio es importante no alargar  las horas frente al televisor. Establecer unos tiempos máximos diarios para aprovechar el resto para jugar con juguetes tradicionales o juegos de mesa, por ejemplo.
  7. Plantear la situación como un reto. Esta situación hará que las personas sean más resilientes y toleren mejor la frustración.
  8. Paciencia. A los más pequeños habrá que repetirles cada día que no es posible salir de casa y que papá y mamá están trabajando en casa, que no son vacaciones.
  9. Dejar un espacio para hablar de las emociones. Qué cada miembro de la familia exprese cómo se siente. Una buena idea puede ser hacer un diario emocional o dibujar con los más pequeños cómo se sienten cada día.
  10. Confianza. Confiar en uno mismo y pensar que se está haciendo lo correcto es muy importante. De esta forma y cuando los hijos crezcan recordarán con cariño todo lo que sus padres hicieron por ellos en esta situación.

Cómo gestionar las emociones desde casa

El programa educativo de BBVA ‘Aprendemos juntos’ puede ser una buena opción para continuar con el aprendizaje durante los días de cuarentena. Además del eje divulgativo a través de las piezas audiovisuales, este proyecto tiene una parte formativa centrada en las aulas y en las familias.

BBVA ofrece cursos  ‘online’ gratuitos para que las escuelas y las familias, de forma divertida, ayuden a los alumnos y los hijos a desarrollar capacidades que les permitirán un mejor desarrollo profesional y poder enfrentarse de manera eficaz a situaciones del día a día necesarias en el S.XXI. Identificar y gestionar las emocioneshablar en público o gestionar los conflictos son algunos de los retos para empezar a desarrollar desde casa.

FUENTE: BBVA

#Vídeo Hablamos del miedo y de cómo actuar cuando nos paralice para la Fundación Bertín Osborne

«¿Cómo estás?» es una pregunta que estamos haciendo mucho a nuestros seres queridos durante estas semanas de alarma sanitaria y confinamiento, pero ¿nos paramos a pensar cómo estamos, qué sentimos, cómo nos influyen las emociones.

A través de una serie de videotalleres, os ayudaremos a reconocer y gestionar las emociones que podemos sentir.

En este vídeo se tratará el miedo y se darán pautas de cómo actuar cuando éste nos paralice.

www.fundacionbertinosborne.org

Haz click en este enlace para ver el resto de vídeos de la Fundación Bertín Osborne

11 libros de ayuda ante la pérdida de un ser querido. Colaboración con Funespaña

Cuando sufrimos una pérdida hay lecturas que nos pueden ayudar a entender mejor nuestros sentimientos y a canalizar las emociones. Las recomendaciones de estos libros de ayuda ante la pérdida, servirán para darnos cuenta de que lo que nos pasa a nosotros tiene un nombre, que se trata de los sentimientos habituales ante un proceso de duelo y que es normal estar así.

Libros de ayuda en proceso de duelo

Hay personas que en un primer momento prefieren no acercarse nada que tenga que ver con su situación. Sin embargo, pasados esos primeros momentos pueden beneficiarse de la lectura de libros de ayuda que aborden el tema de la pérdida. Otros prefieren leer sobre el tema desde el primer momento.

Las dos opciones son igualmente válidas. La única condición es no leer por obligación, sino que lo hagas para que te ayude a comprender mejor tus emociones.

Los mejores 9 libros de ayuda ante la pérdida de un ser querido

La pérdida de un ser querido, de Vicente Prieto (2018)

No estamos preparados para la muerte, vivimos de espaldas a ella, como si no existiera.

Sigue siendo un tema tabú alrededor del cual existe una conspiración de silencio. Sin embargo, más de una vez vamos a tener que pasar inexorablemente por un proceso de duelo.

En este libro de Vicente Prieto nos muestra estrategias para el duelo partiendo del hecho de que sentirse mejor no es olvidar sino integrar la pérdida como parte de la vida.

libro acompanar en el duelo

Acompañar en el duelo, de Manuel Nevado y José González (2018)

Es un excelente manual en que los autores proporcionan a los lectores en primera persona herramientas para manejar la pérdida.

Empieza desmontando los prejuicios sobre el duelo, para así poder utilizar después mejor los ejercicios y las dinámicas que ofrecen.

Las dinámicas son sencillas están bien descritas y son fáciles de entender y de utilizar, siendo de gran utilidad al lector.

guia superar el duelo el mensaje de las lagrimas

El Mensaje de las lágrimas. Una guía para superar la pérdida de un ser querido, de Alba Payás Puigarnau, A. (2014)

Se trata de una guía para afrontar el dolor de la pérdida de un ser querido que brinda pautas para gestionar el duelo y recuperar la normalidad utilizando el agradecimiento como generador de emociones agradables.

guia aprender de la perdida neimeyer

Aprender de la pérdida, de Neimeyer, R. (2012)

El libro afronta tanto el duelo por el fallecimiento de un ser querido, como la ruptura de pareja, la pérdida de un trabajo o la aparición de una discapacidad, centrándose en el impacto emocional de la misma.

Desarrolla el duelo como un proceso activo de “reconstrucción de significado” y de transformación personal.

libro fina sanz los laberintos de la vida cotidiana

Los laberintos de la vida cotidiana. La enfermedad como autoconocimiento, cambio y transformación, de Fina Sanz (2002)

No se trata tanto de un libro de duelo al uso, sino de un análisis de la enfermedad como un proceso para trabajar el autoconocimiento desde una perspectiva transpersonal.

Ofrece claves para mejorar la vida de las personas con enfermedades graves.

libro jorge bucay el camino de las lagrimas

El camino de las lágrimas, de Jorge Bucay (2011) 

El autor nos habla del dolor asociado a la pérdida y el duelo. Con indicaciones de cómo afrontarlo, de forma que nos sirva como auto superación y consuelo a lo largo del proceso, sin dejar de conectar con nuestro dolor y con nosotros mismos.

libro el duelo de jose carlos bermejo

El duelo: luces en la oscuridad, de José Carlos Bermejo (2011)

En este libro se describen pautas para sobrellevar el dolor tras la muerte de un ser querido.

Los emotivos testimonios recogidos en estas páginas buscan ser una luz en la oscuridad, un consuelo, una esperanza que invita a trascender lo que vemos y sentimos.

libro jochen julicher todo volvera a ir bien pero nunca volvera a ser como antes

Todo irá bien, pero nunca será como antes. El acompañamiento en el duelo, de Jochen Julicher (2004)

¿Cómo abordar mi propio duelo y el de los demás? ¿Qué es «normal» a la hora de vivir el duelo? ¿Cómo vivirlo con los hijos? ¿Cómo comportarse en semejante situación para no herir ni importunar, pero tampoco dejar a nadie en la estacada?

Preguntas concretas que exigen respuestas concretas.

libro william kroen como ayudar a los ninos a afrontar la perdida de un ser querido

Cómo ayudar a los niños a afrontar la pérdida de un ser querido. Un manual para adultos, de William C. Kroen (2002)

Este libro ofrece sólidos consejos a cualquier adulto que intente ayudar a un niño a superar el proceso dramático de la muerte en un familiar o amigo.

Déjame llorar. Un apoyo en la pérdida, de Anji Carmelo (2007)

Explica de manera sencilla lo que nos pasa durante un proceso de duelo. Nos ayuda a comprender el dolor y el sufrimiento.

libro el tratamiento del duelo de william worden

El tratamiento del duelo. Asesoramiento psicológico y terapia, de J. William Worden (2013)

Se describen los mecanismos del duelo y los procedimientos que se deben emplear para que el individuo afronte su pérdida y su dolor, y pueda seguir el proceso que le permitirá superarlos.

También nos explica por qué los procesos de duelo mal resueltos (como las reacciones emocionales exageradas, que llegan a convertirse en crónicas, o las que se enmascaran o se retardan) pueden originar problemas que acaban convirtiéndose en patologías que requieren tratamiento y que el psicoterapeuta deberá diagnosticar y tratar.

A menudo, en la lectura de un libro encontramos las palabras que describen lo que no somos capaces de verbalizar, esperamos que estos libros de ayuda que os proponemos o sean de utilidad.

FUENTE: Funespaña

#Vídeo ¿Cómo trabajar la atención de los más pequeños? #AprenderJugando

Desde el área de infanto-juvenil del Centro de Psicología Álava Reyes os hemos preparado distintos vídeos para trabajar, jugando, diferentes procesos cognitivos y emocionales!!

Hoy, os enseñamos a trabajar la atención de los más pequeños de la casa.

Haz click aquí para ver todos los vídeos del Centro de Psicología Álava Reyes