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Padres trabajadores: ideas para sobrevivir. Colaboración con Aló.co

Doce pautas para que el castigo a los niños no sea un castigo y sea más efectivo. Colaboración con La Opinión de Murcia

El objetivo final a la hora de corregir un mal comportamiento debe ser educar a los pequeños

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La conveniencia o no de los castigos en los niños es un debate antiguo y controvertido. Mientras algunos no son partidarios de recurrir a ellos, otros expertos en educación infantil consideran que sí pueden ser útiles en determinados casos. Apuntan, no obstante, que es necesario cambiar con refuerzo positivo el concepto de castigo.

«La opción más adecuada es plantear la situación no como un castigo sino como una oportunidad que se ofrece al niño para elegir portarse bien o no portarse mal y ganarse así algo especial», señala la psicóloga infantil Silvia Álava. «Si el niño se porta mal y no puede hacer algo que le gusta no se debe trasladar al menor la idea de que se trata de un castigo sino que el mensaje es que no se lo ha ganado», señala.

En cualquier caso, los expertos señalan para que un castigo resulte realmente efectivo y consiga el efecto buscado es necesario que los padres sigan una serie de pautas y tengan en cuenta estas consideraciones:

  1. No recurrir de forma constante a los castigos. Si se castiga por y con todo al niño éste puede entrar en un estado de desmotivación y el efecto conseguido ser el opuesto al deseado. Aplicar un castigo debe ser algo excepcional, no la norma. «Muchos padres abusan del castigo, confundiéndolo con buena educación. Con ello consigue que la situación empeore cada vez más», señala Álava.
  2. El castigo debe ser inmediato. Si el castigo no se realiza al momento y se aplaza unos días se corre el riesgo de olvidar ejecutarlo o que el niño ni recuerde el motivo además de que se pierde la posibilidad de que el niño se porte bien hasta que llegue el día del castigo.
  3. El castigo no debe ser muy largo. No es viable, por ejemplo, imponer un mes de castigo porque los padres no van a poderlo mantener y el niño puede considerar que si ya está castigado durante un tiempo largo no hay motivo para portarse bien.
  4. El castigo debe ser proporcionado. A menudo los padres caen en el error de dejarse llevar por el enfado inicial y recurren a una extrema severidad, imponiendo un castigo a todas luces desproporcionado.
  5. Castigos proporcionales a la edad del pequeño. Debemos tener en cuenta la edad del niño a la hora de aplicar un castigo. Hay que tener claro que no es lo mismo pedir una cosa a un menor de 3 años que a uno de 9.
  6. No castigar a toda la familia. Los castigos deben afectar exclusivamente al niño o niña que se han portado mal. No es conveniente que su castigo se extienda también a sus hermanos ni a la familia en general.
  7. Evitar los gritos. Gritar a un niño nunca es conveniente, tampoco a la hora de aplicar un castigo. Los padres somos un ejemplo para los hijos, de manera que si recurrimos de forma habitual a los gritos, los pequeños de la casa se acostumbrarán y recurrirán también a ellos en sus relaciones con nosotros, con sus hermanos, amigos…
  8. El bienestar de los niños, lo primero. Los castigos no deben suponer jamás un daño físico para el niño. Tampoco deben humillar o afectar al bienestar o a la autoestima de los pequeños.
  9. Argumentar el motivo del castigo. Es necesario que expliquemos a los niños por qué se les castiga. Como indicábamos en estas líneas, no obstante, hay que intentar evitar la palabra ´castigo´. Es mejor argumentar que se trata de una oportunidad que damos a los pequeños para elegir portarse bien y obtener así una recompensa.
  10. No prometer regalos si se porta bien. Cuando hablamos de ofrecer una recompensa, los expertos señalan que no debe ser algo material, ya que sino les estaremos acostumbrando a obtener premios por conductas que deberían salir de forma natural. Los especialistas en educación infantil señalan que las recompensan deben ser por ejemplo jugar a su juego favorito, preparar su comida favorita, transmitirle nuestras felicitaciones por lo bien que se ha portado, dedicarle unas caricias y una gran sonrisa…
  11. Elogios cuando se porta bien. Debemos reforzar con mensajes positivos a nuestro hijo cuando se porta bien o realiza alguna acción positiva. El elogio reconforta la confianza de los pequeños, aunque también hay que destacar que tampoco es bueno sobrepasarse con constantes halagos.
  12. No prestarle atención cuando se porta mal. A menudo cometemos el error de centrarnos en el hijo que se porta mal, convirtiéndole en el centro de nuestra atención. Esta actitud puede provocar que el niño automatice su mal comportamiento para llamar de forma constante la atención de los padres. Una mala actitud es más fácil cambiarla si la ignoramos, mientras si por el contrario, una buena conducta es reforzada con elogios y premios.

La preocupación por conseguir una retaguardia firme. Colaboración con YoDona

Retaguardia firmeHay un dicho popular que advierte que a partir de los 40 «hay que elegir entre cara o culo». Según parece, desde hace un par de años las españolas apostamos por el segundo. Lo demuestran los datos: desde 2014, las intervenciones de aumento de glúteos se han incrementado en torno a un 20%-30%, según estimaciones de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (Secpre). Pero ¿a qué se debe esta tendencia? Para la cirujana plástica Elena Bravo, el primer motivo es meramente técnico. «Hace un tiempo, las liposucciones no abordaban la zona de las nalgas, pero ahora, gracias a técnicas como el lipoláser, sí lo hacen, y así permiten remodelar todo el contorno corporal, en particular los glúteos, sin dejar irregularidades ni hoyuelos».

Jesús Benito, vicepresidente de la Secpre, no pasa por alto «la influencia mediática de famosos culos, como los de Kim Kardashian o Beyoncé». También los de Jennifer Lopez, Nicki Minaj, Kylie Jenner y Gisele Bündchen, de quien se sospecha que, hace un par de meses, se ha hecho un ligero retoque de efecto lifting. La creciente interacción, vía redes sociales, entre mujeres españolas y latinoamericanas también tiene su peso. «Se está importando el prototipo de cuerpo femenino latino: cintura de avispa, cadera grande y culo lleno», asegura el cirujano plástico Antonio Tapia.

Por último, no hay que olvidar que, después del pecho, la retaguardia es lo que más preocupa. «Es un área muy explotada y la que más miradas acapara, junto a la boca, los ojos y el busto», asegura la psicóloga Silvia Álava. Por si fuera poco, existe un aspecto más bien genético: las españolas suelen ser de cadera ancha y culo plano. Ante esto caben dos opciones: conformarse o intentar cambiarlo. «Tenemos que dejar de fustigarnos y aprender a aceptarnos tal y como somos, con nuestras virtudes y nuestros defectos», aconseja la psicóloga.

Pero cuando la retaguardia se convierte en un problema, la cirugía puede ser una solución: «Siempre que el complejo sea concreto, objetivo y limitante, y el tratamiento quirúrgico sencillo y efectivo», aconseja Álava.

Los castigos más habituales en España y cuándo son delito. Colaboración con Reporte24.net

AMAYA LARRAÑETA

  • La bofetada sigue siendo el castigo físico más habitual. Los expertos dicen que los padres ahora confunden “buena educación con el abuso de castigos”.
  • En España sacar a un niño del coche como castigo y dejarlo abandonado sería delito y podría acarrear hasta cuatro años de prisión.
  • Los correctivos, además de no estar permitidos, son contraproducentes para los niños, según los psicólogos infantiles.
  • Las últimas cifras oficiales hablan de 3.349 niños víctimas de maltrato familiar al año.

Foto de Yamato Tanooka facilitada por su colegio.

Si Yamato Tanooka, el niño japonés abandonado en un bosque como castigo, viviera en España, sus padres se enfrentarían a un delito de “abandono” y cabría imponerles una “pena de prisión de 2 a 4 años” porque las circunstancias —pasó seis días enteros completamente solo en un bosque célebre por albergar muchos osos— pusieron “en concreto peligro la vida, salud e integridad del menor”, explican a 20minutos fuentes policiales.

La Policía española, que dispone de una unidad especializada en delitos en el seno de la familia, la UFAM, informa además de que, ante un caso como el del niño japonés de siete años, “el juez además de imponer la pena privativa de libertad podría inhabilitar a los padres para el ejercicio de la patria potestad y la Comunidad Autónoma puede decretar la situación de desamparo y proceder a su tutela”.

Ahora que Japón investiga si Yamato Tanooka había sufrido con anterioridad al castigo que le ha hecho mundialmente conocido malos tratos psicológicos de sus padres, en España los policías que más saben sobre abusos infantiles aprovechan para recordar que, dentro de nuestras fronteras, “muchos episodios de maltrato infantil no afloran porque la violencia doméstica queda en el ámbito de lo privado, los niños no conocen los recursos asistenciales y menos aún el de denuncia”.

Por ese motivo, los agentes resaltan la importancia de que los profesionales que trabajan con menores (en la escuela, en la pediatría, como entrenadores…) “adquieran conocimientos y habilidades para detectar situaciones de maltrato y canalicen la información a quienes puedan reprimir este tipo de conductas violentas”.

Catalina Perazzo es analista de derechos de infancia en la ONG Save The Children, una organización que lleva varios años reclamando que España apruebe una Ley contra la violencia infantil. “En lugar de hacer intentos desagregados y parciales para acabar con las situaciones de violencia, creemos que hay que prohibir con una ley de manera absoluta e incondicional toda violencia contra la infancia”, expone Perazzo.

Al menos 3.349 niños fueron víctimas de malos tratos en el ámbito familiar en 2014 (último año con datos oficiales disponibles). Fueron 287 más que en 2013, según las cifras que maneja la ONG. Pero estos no son más que la punta del iceberg, se temen las autoridades.

El correctivo ya no es legal

Save The Children editó en el año 2004 un estudio comparativo de las formas de castigo universales más comunes (la bofetada, el azote, la sacudida, la patada, el golpeo con el cinturón, tirón de pelos y orejas, insultos , gritos, humillaciones públicas, culpabilización, motes, rechazo o silencio) e investigó su prevalencia en catorce países, entre ellos España. Su informe concluía que ser golpeado por los padres se consideraba algo normal. En España, en concreto, el 46% de los niños veían “innecesario” pegar para educar, pero el 47% de los menores opinaba que sus padres tenían derecho a pegarles.

Y así era, porque hasta tres años después, en 2007, no se eliminó del Código Civil la frase: “los padres podrán corregir razonada y moderadamente a sus hijos”. Fuentes policiales aseguran que todavía hay progenitores que esgrimen como excusa “el derecho de corrección” cuando se les imputan castigos físicos contra sus hijos. Esas mismas fuentes recuerdan que ese derecho “ya no existe” en el ordenamiento jurídico español.

Parezzo, de Save The Children, explica que a día de hoy, a falta de una ley integral que persiga la violencia contra la infancia, el Código Penal prevé que se puede perseguir el castigo físico y psicológico como “maltrato en el ámbito familiar”. Normalmente las penas que acarrea son “trabajos en beneficio de la comunidad y órdenes de alejamiento, aunque en casos graves también puede haber condena una condena a prisión”.

Para la ONG es muy importante que la nueva regulación sobre violencia infantil tenga en cuenta “la frecuencia, la intención y la gravedad” de los castigos y agresiones para la proporcionalidad de las medidas. “Hay quienes argumentan que puede ser poco beneficioso para una niña que le alejen dos semanas de sus progenitores por una bofetada. Es preciso valorar el interés superior del menor”, explican. La nueva ley podría aprobarse en la próxima legislatura, al menos el proyecto está en todos los programas electorales.

La psicóloga infantil Silvia Álava —autora del libro ‘Queremos hijos Felices’— considera que en España “los padres siguen confundiendo una buena educación con abusar del castigo”. Álava clama contra el castigo físico y psicológico y aboga por sustituirlos por “el refuerzo de las conductas en positivo”. También Save the Children defiende la llamada “parentalidad positiva” que, centrada en los derechos d elos niños, en el afecto y en el establecimiento de normas y límites, busca educar en el buen trato y sin recurrir a castigos ni a humillaciones”.

Consecuencias sí, castigos no

“Eso no quita para que los niños tengan consecuencias por las cosas que están haciendo mal“, puntualiza la psicóloga infantil Silvia Álava. “Pero démosle la vuelta”, pide, “y en lugar de decir al niño que cómo has hecho algo mal voy y te quito algo que te gusta, por ejemplo, la tablet o el ver la tele un rato, deberíamos hacerlo al revés: cuando te lo ganas porque actúas bien, entonces puedes jugar al ordenador o con la tablet o ver la tele”.

La psicología infantil propugana que, ante un conflicto o un mal comportamiento de un niño, lo primero es pararse a observar la situación y detectar si se está buscando atención extra y lo segundo evitar que el adulto pierda el control de la situación. Álava recuerda que los niños “copian a sus adultos de referencia” y en los comportamientos de los progenitores debe primar el cuidado.

Esta experta es defensora de la ‘teoría de la extinción’, que consiste en que los progenitores no hagan nada, más bien le retiren la atención, cuando un niño se porta mal. “Siempre y cuando no haya un ambiente peligroso”, puntualiza Álava, “si el niño está teniendo un mal comportamiento en una carretera y está en peligro, primero le saco de esa situación y después le retiro la atención, en dosis ajustadas a su edad”. Esto es lo que ella hubiera recomendado a los padres del menor nipón abandonado en el bosque.

El estudio de Save The Children sobre el castigo identificaba entre los más habituales en los hogares en España la bofetada, golpes en la cabeza, humillar públicamente, encerrar a oscuras, poner cara a la pared, ridiculizar, mostrar indiferencia, sacudir, insultar, golpes con cinturón, pellizcar, amenazar o hacer comparaciones entre hermanos. Álava describe los principales efectos perniciosos que tienen esta prácticas en la infancia.

La bofetada: “Es uno de los castigos más comunes, pero no es lícito bajo ningún concepto. Demuestra que hemos perdido, como progenitores y adultos, el control de la situación. Sin olvidar que los niños copian a sus adultos de referencia y si le pegamos luego no puede extrañarnos que el niño también agreda. Lo más efectivo es procurar intentar no hacer caso al menor, retirarse antes de caer en el castigo físico”. La especialista recomienda idéntico consejo para los golpes en la cabeza o los pellizcos, en definitiva para cualquier agresión física.

Humillar o ridiculizar públicamente: “Las consecuencias de humillar y ridiculizar son nefastas. Es tremendo. Puede entrar en conflicto con la autoestima y seguridad del menor. Es posible que como padre tengas que corregir una conducta del niño, pero si es en público, será mucho mejor que te acerques al oído y se lo digas solamente a él. Suele funcionar mejor. Aunque lo recomendable es que si por ejemplo si vamos a salir a un encuentro social, conviene dar a los niños las pautas antes de salir de casa y en positivo: “Así es como espero que te comportes. Sé que te vas a portar bien”, se les dice. Si no lo hiciera después, no conviene humillar. La primera vez es mejor acercarse y decirle al oído cómo debe comportarse”.

Encerrar a oscuras: Silvia Álava considera que este castigo fomenta un determinado tipo de miedos. La psicóloga infantil apuesta por retirar al menor a un lado para que pueda calmarse, eso sí, pero nunca a oscuras, porque el niño puede generar una fobia y “las relaciones hijos y padres no pueden estar basadas en el miedo y la inseguridad”.

Cara a la pared: “Es un castigo muy del siglo pasado. En determinados momentos en los que están muy, muy alterados, y sabemos que si seguimos interactuando vamos a terminar en un gran enfado, se puede llevar al niño a otro lugar, pero no tiene porqué ser mirando hacia la pared. Como tampoco veo bien que se castigue “a pensar” a una esquina. Pensar no tiene por qué ser un castigo. El niño va a asociarlo con algo malísimo y le vamos a condicionar. Es mejor decirle: “cuando te portas así no te vamos a hacer caso”, pero no decirles que están castigados a pensar”.

Sacudir: “Cuando un adulto sacude a un niño es el adulto el que ha perdido el controlde sus emociones. Impropio en todo caso”.

Hacer comparaciones con sus hermanos: “Hay que insistir en que comparar esnefasto. Cada niño es un mundo y hay que pedirle exactamente lo que realmente puede hacer. Las normas tienen que estar muy claras, pero no se debe entrar en comparaciones nunca”.

Golpear con el cinturón: “Es todavía más agresivo que el coscorrón, la sacudida o el azote. Todavía peor”.

Indiferencia: “Tenemos que tener cuidado con cómo la aplicamos. El niño tiene que ver que consigue más atención cuando su comportamiento es positivo, que si es negativo. Si te portas correctamente estoy presente, interactuamos. Y justo cuando no lo haces es cuando te dejo de hacer caso. Es la mejor de las opciones planteadas. Calculamos un minuto por edad, evitamos que la situación se descontrole y que el padre termine gritando porque tampoco se ha conseguido regular.

Por su experiencia en el gabinete de psicología infantil, Álava considera que “los padres ahora suelen ser poco constantes y permiten mucho, mucho y si consideran que el niño se ha pasado le castigan con todo”. Sin embargo no promovemos que tengan alicientes. las cosas se las tienen que ir ganando cada día. Los errores deben tener consecuencias, pero no absolutas”. También advierte del error de aplicar castigos muy largos que hacen que el niño se desespere o no sean factibles.

 

FUENTE: Reporte24.net

¿Es positivo dar una paga semanal a nuestros hijos? Colaboración con el diario ABC

Es bueno dar paga a los niños?Muchos padres se encuentran en el dilema de decidir cuándo empezar a dar la paga a sus hijos y cuánta cantidad asignarles. Por ello, la psicóloga infantil Silvia Álava nos da algunos consejos para establecer correctamente una paga a los hijos en su libro «Queremos que crezcan felices. De la infancia a la adolescencia (de 6 a 12 años)».

¿Debemos permiarles con dinero?

Algunos padres se preguntan si es bueno dar dinero a los niños por haber hecho ciertas tareas de la casa o haber realizado los deberes, pero Silvia Álava apunta que no debemos pagarles por cada acción, ya que los niños tienen que aprender a que son cosas que se encuentran dentro de su obligación. Deben asumir que por dichas tareas lo que recibirán es nuestra aprobación y atención.

La autora nos da algunas claves sobre las tareas diarias:

—Es importante conocer que el refuerzo social es más efectivo que el económico.

—Debemos transmitir a nuestros hijos que la casa es de toda la familia y, por ello, debemos colaborar en todas las tareas como un buen equipo. Por esa razón no tenemos que pagar a los niños.

—La clave es inculcar el espíritu de equipo entre los miembros de la familia por el cuidado del hogar.

¿Cuál es la mejor recompensa?

A pesar de que el dinero les pueda motivar para realizar las tareas, es algo pasajero, y, además, es inútil con aquellos niños rebeldes, pues ellos no realizarán las tareas domésticas por dinero.

Existen refuerzos más positivos, duraderos e influyentes como la alabanza ante el esfuerzo, hacer actividades con ellos, jugar, ir al cine, hacer deportes, etc.

¿Y qué pasa con la paga?

Ante los esfuerzos extras no debemos darles más dinero. Hay que fijarse en las necesidades del niño según la edad que tenga e intentar otorgarle la cantidad en función de ello, dando siempre lo justo para el plan que quiera realizar. Un niño con demasiado dinero es más propenso a meterse en problemas.

Silvia Álava nos aconseja que debemos establecer una cuantía fija cuando ya son algo mayores, para salir con los amigos o comprar chuches, de esta manera les enseñaremos a administrar el dinero. Esta paga semanal se dará siempre y cuando el niño haya cumplido sus obligaciones diarias.

Si les damos la paga según el dinero que demanden, no aprenderán a distribuir los gastos, y este aprendizaje es fundamental para su día a día, no es positivo enseñarles a vivir por encima de sus posibilidades.

Conferencia en la Fundación Liceo Europeo: Queremos que Crezcan Felices!

Os adjunto un extracto de la charla realizada en la Fundación Liceo Europeo:

Claves para entender la transición de la niñez a la adolescencia. Colaboración con el diario ABC

Adolescente

Las recompensas añadidas por parte de los padres provoca en los adolescentes un mayor autocontrol

Con el paso de la niñez a la adolescencia, muchos padres se ven saturados por la evolución en el comportamiento de sus hijos, y la dificultad creciente para controlarles. La psicóloga infantil Silvia Álava da las claves para superar esta situación en su libro «Queremos que crezcan felices. De la infancia a la adolescencia (de 6 a 12 años).

La influencia del grupo de amigos

A diferencia de la etapa infantil en la que los padres son el modelo a seguir de los niños, en la adolescencia se empiezan a cuestionar este modelo paterno. En este periodo, los amigos influyen de manera muy importante en los jóvenes, por lo que su modelo de autoridad se encontrará entre sus iguales.

En esta etapa, los adolescentes intentan ser auténticos y únicos alejándose de las etiquetas impuestas por sus padres, pero la influencia del grupo de amigos está muy marcada. Tanto que, a pesar de que son capaces de hacer un ejercicio de introspección y obtener sus propias ideas y opiniones, no las muestran al grupo por miedo a ser rechazado.

Por esta razón, Álava nos ofrece una serie de pautas para evitar que el adolescente se deje arrastrar por el grupo y aumentar su individualidad:

—Los padres tienen que intentar ganarse su confianza sin forzarles, deben favorecer la comunicación entre ellos.

—Se debe asumir la importancia del grupo de amigos para el joven permaneciendo en un segundo plano, de manera que se pueda intervenir cuando la influencia del círculo sea negativa.

—Los chicos deben sentir que los padres son receptivos a sus consultas y demandas.

—Los padres deben saber adelantarse a las crisis, verbalizando con habilidad, poniéndose en su lugar y explicitando sus dudas.

—Es importante realizar estas pautas con la mayor cercanía posible y nunca con agresividad.

Debemos favorecer desde pequeños que realicen preguntas sin miedo, den su opinión y mantengan un diálogo fluido con los padres. Este tipo de conductas no aparecen solas si no las hemos fomentado durante su desarrollo.

La influencia de los cambios cerebrales

Durante la adolescencia, la parte de nuestro cerebroencargada de las emociones, impulsos, motivaciones y recompensas se encuentra influido por la producción de las hormonas. Esto provoca en los jóvenes comportamientos más impulsivos, mayor emotividad y la búsqueda de sensaciones y gratificaciones de manera inmediata.

A estas edades, el autocontrol y la planificación a largo plazo se desarrollan más lentamente. Por lo que los adolescentes, en ocasiones, pueden verse como personas más impulsivas, con cierta predisposición al riesgo y a meterse en problemas. Hasta que el adolescente no complete su maduración, será complicado manejar estos impulsos y deseos. A pesar de esto, durante la adolescencia tiene lugar una eliminación de lo superfluo en el cerebro, lo que hace que éste se vuelva más eficiente.

La importancia de las gratificaciones

En muchas ocasiones, los padres recurren al castigo para conseguir la obediencia de sus hijos, como quitarles el móvil o los juegos. Sin embargo, esta psicóloga argumenta que es mucho más efectivo explicarles la necesidad de su esfuerzo en su conducta para conseguir lo que quieren, ya que así cuando saben que pueden conseguir lo que les interesa, son capaces de activar las funciones de autocontrol, planificación, autocorrección, etc.

 

FUENTE: Diario ABC

Beauty generation. Colaboración con la revista Woman

¿Eres millennial, baby boomer…? Tu estilo de vida y tu manera de cuidarte dicen mucho de ti, como tu edad o la generación a la que perteneces. Las repasamos una a una para que te saques todo el partido y te sientas cómoda en tu propia piel.

Generación Z: Las digitales

Nacidas entre 1995 y 2000 (de 15 a 20 años)

Cayó en sus manos un teléfono móvil casi antes de que lo hiciera un cuento infantil. Adoran las redes sociales y muy pocas son las que no gestionan al menos tres de ellas. Sin embargo, son extremadamente emocionales, y las marcas se las rifan para seducirlas con sus propuestas. Su pasión es tan sólida como efímera, y tienen una capacidad enorme de contagiar a la gente de su entorno.

-Lo que les quita el sueño: Sin duda, el acné. Para mejorarlo, el doctor Josep Manuel Casanova, Jefe de Dermatología del Hospital Universitario Arnau de Vilanova, recomienda lociones limpiadoras ligeramente ácidas, con pH 5.5. «para reducir la seborrea, medio de cultivo donde prolifera el Propionibactrium acnes».

-Cuidado con los piercings: Su uso está aumentando en los últimos años: «pueden tener complicaciones, pues alteran la barrera epidérmica y pueden trasmitir enfermedades sistémicas, verrugas, eczemas o cicatrizar anómalamente», explica el doctor López Estebaranz, profesor de dermatología de la Universidad Rey Juan Carlos.

-No tienen tiempo que perder: Por eso prefieren bucear en la red para encontrar sus opciones beauty favoritas, como las de la web nedoloro.com. Entre sus tratamientos de culto, las manipedis se llevan la palma y si están prescritos por sus celebs favoritas, pueden soltar el smartphone durante una hora.

-El ritual que no se debe saltar: «La juventud está en pleno apogeo y se vive el momento del aquí y ahora. Todavía no son conscientes del paso del tiempo y por eso, a veces, se saltan el ritual de limpieza facial y no se desmaquillan antes de acostarse», explica la psicóloga Silvia Álava, del centro de psicología Álava Reyes (alavareyes.com). Sin embargo, este, junto con la hidratación diaria, es el primer paso para preservar la juventud de la piel.

D.R.

Millennials: Las impacientes

Nacidas entre 1980 y 1995

A las veinteañeras no les pone ser dueñas de nada, y mucho menos trabajar en una gran compañía donde solo sean un número. Son desapegadas y valoran disfrutar de la vida y las cosas, sin necesidad de poseerlas. Comparten piso o viven de alquiler, porque hipotecarse no entra en sus planes inmediatos. Eso sí, son capaces de sacrificarse por tener el último smartphone.

-Eligen con responsabilidad: A los 20 ya notan la diferencia entre no prestar atención a la piel o regalarle el beneficio de buenos productos. «Las mujeres de esa edad son más responsables y eso se traslada a la belleza. Se interesan por las diferentes marcas y productos pero sin perder la practicidad», afirma la psicóloga Silvia Álava.

-Sus primeros gestos preventivos: Parece mentira que algo empiece a decaer a los 20, pero lo cierto es que a partir de los 25 años se pierde un uno por ciento de colágeno al año. Empieza a ser obligatorio usar fotoprotección todos los días del año y las primeras cremas de tratamientos. Su prioridad: exfoliación semanal si la piel es grasa y quincenal si es mixta.

-Son felices si pueden encontrar en su agenda un momento para sí mismas.Herederas del «mens sana in corpore sano», lo dejan todo por un buen masaje que alivie las tensiones en cuello y brazos provocados por el uso de tablets y smartphones (un 84% posee uno, según el estudio “Millennials” de GlobalWeb Index). El masaje sueco de Dellicare( dellicare.com) descontractura y relaja (70 €).

-Adoran todo lo genuino. Las millennials valorar la autenticidad de lo que eligen y se interesan por los productos de producción sostenible. Contemplan la cosmética vegana como una opción, interesándose por marcas como la danesa de maquillaje Organiqs o la de pelo inglesa Swell.

D.R.

Generación X: Las independientes

Nacidas entre 1963 y 1979

Su caballo de batalla es conciliar vida familiar y laboral, ya que han postergado la maternidad y ahora les coincide con la etapa de mayor éxito profesional. En el otro lado de la balanza esta la generación con mayor número de DINKS («double income, no kids», o sea, doble sueldo, sin niños), por lo que muchas pueden disfrutar de una mayor libertad gracias a unos ingresos saneados.

-Sus necesidades cutáneas: A partir de esa edad, la piel pierde el 10 por ciento de su espesor cada 10 años. Para los médicos estéticos, es el momento idóneo para comenzar con tratamientos como los peelings superficiales como IPL si hay manchas, e inyecciones de vitaminas, ácido hialurónico y bótox.

-Pagarían lo que fuera porque el día tuviera 30 horas para poder asumir todas sus obligaciones y además responder a las exigencias de una sociedad que las quiere siempre impecables. Por eso, valoran los productos multitarea, fáciles de aplicar y que no alargan la rutina diaria de la belleza más allá de los 15 minutos imprescindibles.

-Sus cosméticos favoritos son los que hacen desaparecer toda huella de fatiga, como las ampollas de efecto flash, que alisan y reafirman la piel en segundos porque estimulan la microcirculación. Para un efecto antifatiga duradero, los masajes manuales de Claudia di Paolo (claudiadipaoloshop.com) se inspiran en la técnica japonesa Kao Bi Do. Su tratamiento iluminante revela la luminosidad de la piel (98 €).

-Comprometidas con la alimentación: A esta edad, las mujeres empiezan a darse cuenta de que la alimentación, como decía Hipócrates, es su medicina. «El aguacate, los frutos rojos, el té verde, el chocolate negro y el pescado azul aportan vitaminas A, C y E, así como otros micronutrientes esenciales», afirma la doctora Inmaculada Canterla, licenciada en Farmacia y directora de Cosmeceutical Center.

D.R.

Baby Boomers: Las disciplinadas

Nacidas entre 1950 y 1962

Son la generación más numerosa, la que nació en plena explosión demográfica de la posguerra. ¿La consecuencia? Hoy, más de diez millones y medio de mujeres en España son mayores de 45 años. «Los cambios en el cuerpo de la mujer a esta edad a menudo coincide con hijos adolescentes viviendo en casa, debido al retraso de la maternidad, con lo que la carga de tensión en el hogar suele ser notable», afirma Silvia Álava.

-El confort, imprescindible. La tirantez y la sequedad en la piel son dos de los síntomas más frecuentes a esta edad. «De cara a la menopausia, es necesario aportar a la piel los lípidos que va perdiendo para combatir la sequedad», explica Leticia Carrera, directora de los centros médico estéticos Felicidad Carrera.

-Los activos que prefiere su piel. Los más potentes son los antioxidantes, como los polifenoles de la uva, las vitaminas C y E y la coenzima Q10; los minerales como el selenio, un nutriente que actúa en las membranas celulares; los péptidos que rellenan los surcos de las arruguitas y los tensores vegetales como avena o sésamo.

-El cabello, una cuestión ineludible: No es un mito. Las consultas más frecuentes al dermatólogo en esta etapa tienen como origen la alopecia androgenética (calvicie común), un asunto que afecta al 20 por ciento de las mujeres a partir de los 45 años. Además, con el paso del tiempo el crecimiento del cabello se ralentiza y el pelo adelgaza. La suplementación oral con vitaminas del grupo B tiene efectos visibles.

-Es fácil encontrarlas en lugares donde puedan disfrutar de tratamientos manuales, ya que se iniciaron en la belleza cuando aún no se utilizaban máquinas. Han ido conociendo la radiofrecuencia, el láser y la medicina estética cuando ya eran adultas. El tratamiento facial Vitalidad de los Glaciales, de Valmont Spa & Beauty Club de la Gavina (lagavina.com) potencia la renovación celular (130 €).

Cómo conseguir que los niños crezcan felices. Entrevista de Carles Mesa en el programa Gente Despierta de RNE

Os adjunto el enlace al podcast de la entrevista de ayer en el programa de RNE «Gente Despierta»

Silvia Álava RNE Gente Despierta

Las notas de tus hijos mejoran con el método Kumon

Kumon infantil 2 Silvia ÁlavaUna de las mayores preocupaciones de los padres es la educación de sus hijos, dado el gran impacto que tendrá en su futuro. A menudo se preguntan: ¿Será suficiente con lo que aprenden en el colegio? ¿Estoy estimulando lo bastante sus aptitudes? ¿Qué más puedo hacer por ayudarles a mejorar? Las notas y el rendimiento de los hijos lógicamente inquietan a todos los padres, pero existen formas para mejorar el aprendizaje y conseguir aprobar las asignaturas, a la vez que los niños se preparan para la vida en general. Hoy os quiero hablar de un método educativo, el método Kumon, que puede ser una respuesta para los padres que buscan marcar la diferencia en la educación de sus hijos.

Kumon es un método de enseñanza conocido en todo el mundo que se caracteriza por ofrecer a los niños un sistema de aprendizaje integral. Cuenta con más de 50 años de experiencia en el sector educativo y, a diferencia del resto de los métodos, no se conforma sólo con el dominio de los contenidos de las materias escolares, sino que dota a los alumnos de una serie de capacidades y herramientas que les hará más autónomos, responsables y seguros durante toda su vida.

El método consta de dos programas, uno de Matemáticas y otro de Lectura. Con ellos, los niños aprenden a resolver ejercicios de estas materias por sí mismos y perciben rápidamente resultados a nivel académico, lo que les motiva a seguir progresando. Pero no solo verás que las notas de tus hijos mejoran, sino que comprobarás que comienzan a asimilar y a aprender contenidos por encima de lo que corresponde a su curso escolar. En Kumon, si se siguen las pautas del método marcadas por cada profesor en su centro educativo, los niños se interesarán por los estudios y querrán aprender por su cuenta.

kumon_2Con Kumon los niños aprenden de manera autónoma y autodidacta, lo que beneficia al resto de aprendizajes y a las notas escolares. La filosofía de Kumon confía en una educación que va más allá de los libros: intenta enseñar a los niños el valor del esfuerzo y les demuestra que son capaces de aprender lo que deseen por sí mismos. Este aprendizaje es extrapolable al resto de áreas de su vida, y trabajar la confianza en sí mismos, la responsabilidad, la perseverancia y la autoestima les ayudará a contar con técnicas y estrategias para desenvolverse con éxito en la vida.

Una de las ventajas que tiene el método, es su individualización, ya que se adapta al ritmo y las necesidades de cada alumno, para que poco a poco sean capaces de aprender por sí mismos cualquier cosa que se propongan. Kumon ayuda a los niños a que no se atasquen en los estudios, lo que permitirá que mejoren los resultados académicos y que los padres disfruten viendo como sus hijos crecen a nivel personal. Si quieres que mejoren el cálculo y la lectoescritura, Kumon puede ser una buena opción para ayudar a los niños.