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¿Hay que dar la paga a los niños? Colaboración con el diario El Correo

La paga empieza a estar en desuso. Pero los psicólogos insisten en que es una herramienta magnífica para empezar a trabajar la responsabilidad, la frustración… y para que los chavales sepan que el dinero no cae del cielo ni se estira como un chicle. Tres psicólogos orientan a los padres sobre la asignación a dar a los niños: desde un 1 euro, como defienden algunos profesionales, a una paga un poco más generosa como apuntan otros, pero en todo caso, una suma modesta. Paga con condiciones claro. ¿A quién le toca ahora comprar las chuches?

«Es un intrumento educativo»

Guillermo Fouce. Psicólogos sin Fronteras

«Con 8 años no deberíamos darles más de un euro a la semana»

Silvia Álava. Psicóloga

«6 años es una buena edad para que empiecen a recibir dinero»

Mariola Bonillo. Psicóloga

La escuela pública debate sobre el uso del uniforme escolar. Colaboración con el diario El Mundo

Aunque la mayoría de padres sigue prefiriendo la ropa de calle, empieza a haber centros públicos donde se está implantando el uniforme. En Madrid son ya el 20% del total

Sus partidarios dicen que es más cómodo y que reduce distinciones sociales, mientras que sus detractores opinan que anula la individualidad de los niños

Uniformes

Los 203 alumnos del colegio público Monte de El Pardo de Madrid van a clase con uniforme. Los padres decidieron ponerlo hace una década por comodidad y para dejar menos en evidencia las diferencias socioeconómicas de las familias. Tras aprobarlo con un 80% de los votos en el Consejo Escolar, acordaron una única premisa: que fuera lo más barato posible. Optaron por un pantalón y una falda gris que, por menos de 12 euros, se compra en cualquiera de las grandes superficies, un jersey de pico azul marino del mismo precio y un socorrido polo blanco. El escudo que va en el pecho cuesta 1,5 euros y se diseñó para que pudiera coserse y descoserse y durara, por tanto, varios años.

Las chicas pueden escoger si llevan falda o pantalón. «Lo que ocurre, en la práctica, es que las pequeñas van con pantalón, porque es más cómodo, pero las mayores, las de 10 u 11 años, prefieren venir con falda», explica durante el recreo la jefa de estudios,Victoria Valero.

«¿Que por qué queremos llevar falda? Porque nos gusta ir más arregladas», responde Marta, una alumna de 11 años de 6º de Primaria. ¿Y no les resulta incómodo para jugar en el recreo? «Si tenemos que hacer el pino, nos ponemos mallas cortas debajo de la falda. Es que no nos gusta nada el pantalón», aclara a su lado su amiga Edurne.

Escenas como ésta ocurren en muchos centros. Antes, el uniforme era patrimonio exclusivo de la escuela privada y concertada, pero ahora se debate su uso también en la pública. Aunque la mayoría de padres sigue prefiriendo la ropa de calle, hay colegios públicos en donde se está discutiendo su utilización.

En la Comunidad de Madrid, esta prenda está presente en el 20% de los cerca de 800 centros públicos que hay en la región, según estimaciones del Gobierno regional. Surgió por primera vez en 2004 -la entonces presidenta Esperanza Aguirre era muy partidaria e incluso estableció deducciones fiscales a su compra- y desde entonces hasta ahora su uso se ha multiplicado por 20.

Preferencia por la ropa de calle

En el resto de España no es muy popular, pero también se debate su utilización, según la información recabada en todas las consejerías de Educación, que señalan que, al ser ésta una decisión que se toma en los propios colegios, en el marco de su autonomía, no tienen ni datos concretos ni regulación a nivel regional. En Andalucía «se ha acordado ponerlo en algunos centros, pero no de forma obligatoria», algo que también ocurre en Galicia, Extremadura, Asturias, Murciao Aragón. En la Comunidad Valenciana se extendió durante la época en que gobernaba el PP, pero ahora los padres no lo quieren. También se ha debatido sobre la cuestión, con el mismo no mayoritario de las familias, en Baleares,Castilla-La Mancha o La Rioja, en cuya consejería indican que «hay un uso desigual»: algunos centros lo han aprobado pero luego los niños no lo llevan porque «van en chándal». Hay otros, como el colegio público Las Gaunas de Logroño, en el que los padres han votado no ponerlo.

«Este debate se ha planteado varias veces en el colegio», recuerda Elisa García, miembro del Ampa. «Hace un par de años, los padres de Infantil lo pidieron y el Ampa estuvo preguntando precios; incluso propusimos un forro polar y unos leggings para que todos los niños fuesen iguales, pero la mayoría de las familias no quiso. Hace ocho años también se planteó y hubo votaciones en el Consejo Escolar, pero no se obtuvieron los votos suficientes. Se decidió, en cambio, el uso voluntario del chándal del colegio, que es azul con franjas amarillas, pero la verdad es que lo utilizan muy pocos niños en la actualidad. Al final, te compras un chándal en el Decathlon y te sale más barato».

El director del centro, Jesús Vicente Ruiz, apunta que la ropa de calle no impone demasiadas diferencias de clase entre sus alumnos porque, como promueven «un consumo responsable», los niños no suelen llevar muchas marcas. «Además, la ropa acaba siendo un medio de expresión, una forma de manifestación personal», argumenta.

Es lo mismo que piensa Carmen Rodríguez, profesora de Didáctica de la Universidad de Málaga y portavoz del Foro Sevilla por Otra Política Educativa. «Yo no estoy a favor del uniforme, la diversidad es importante y es importante también que los niños puedan expresarse a través de cómo visten», manifiesta. «Los colegios privados buscan el uniforme por elitismo, porque los distingue y muestra que pertenecen a un colectivo especial. Los colegios públicos están imitando esta actitud, las familias buscan esta distinción. Pero, en realidad, es un símbolo de la uniformidad que la escuela ha tenido desde el capitalismo industrial, una escuela en la que todos los niños aprenden lo mismo y en la que no se genera singularidad».

¿Una escuela pública gratuita?

La postura de Rodríguez es también la de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa), que opina que «hay una obsesión por que la pública deba comportarse como la privada, donde el uniforme, en muchos casos, lo llevan como seña de identidad», en palabras de su presidente, José Luis Pazos.

La Ceapa, que agrupa a 12.000 asociaciones de la escuela pública, vigila por que el uniforme sea siempre voluntario para cada una de las familias, ya que, recuerda, «la enseñanza debe ser gratuita». El pasado septiembre, sus servicios jurídicos emitieron un informe en el que concluían que la imposición con carácter obligatorio de esta prenda en un centro público «no es legal», incluso aunque lo haya aprobado el equipo directivo del colegio o haya obtenido consenso en el Consejo Escolar, porque supone «la vulneración de un principio constitucional [elartículo 27 de la Carta Magna] establecido en nuestra norma suprema como es la garantía de una educación pública y gratuita».

En el fondo, esta cuestión suscita bastante controversia, porque, según varias fuentes educativas, la Lomce ha concedido al director tanta capacidad de actuación que, si se empeña en que en su centro haya uniforme, podrá imponerlo a todos los alumnos a pesar de que los padres no estén de acuerdo.

José María Alvira, secretario general de la patronal Escuelas Católicas, detalla que el 54% de los alumnos de Primaria y el 44% de los de Secundaria de los 3.373 centros a los que representa llevan uniforme. «Es una elección adoptada por el colegio y que está completamente refrendada por las familias. Aquellos centros que han escogido esta opción no lo han hecho con intención de constreñir la personalidad de los alumnos; a través del uniforme, el centro incentiva la democratización entre el alumnado, aumenta el sentido de pertenencia y, en muchos casos, se presenta como una oportunidad de ahorro para los padres», enumera.

En este sentido, Pedro Caballero, presidente de la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (Concapa), añade que «el uniforme es más barato o más caro dependiendo de los sitios, el material y los acuerdos a los que lleguen los centros con las empresas». «La gran mayoría de nuestras familias son partidarias del uniforme, porque hace más iguales a todos los alumnos y no hace distinciones sociales. Además, evita conflictos entre los padres y los hijos sobre lo que se ponen éstos por las mañanas».

«Los uniformes tienen cosas positivas y negativas», sintetiza la psicóloga Silvia Álava. «Nos sirven para homogeneizar el grupo y que todos los estudiantes se sientan iguales, y también para evitar comparaciones que surgen en estas edades con las marcas. Es verdad que ayudan a dar un sentido de pertenencia al grupo, de equipo y de unidad al que lo lleva, como ocurre con los uniformes de trabajo. También tienen un componente de comodidad… Pero la parte negativa es que evitan la diferenciación del individuo, que también es importante para el desarrollo de la personalidad».

Viernes de podcast: Los “Deberes: ¿tarea para padres o niños?” en Capital Emocional, de Capital Radio

Capital EmocionalCapital Emocional – 22/03/2017 Descargar
Duración: 60:00m
“Las 365 reflexiones de lo realmente importante en nuestra vida” elige como reflexión a la “Felicidad, con motivo del reciente día mundial en que se ha celebrado (20/03). Tras ella, la Conversación nos adentrará fácilmente en todo lo relativo a “Lo bonito de la vida es que se acabe” con Victoria Martínez Lojendio. Justo después serán Crearte Coaching y Beatriz García Ricondo quienes, en la “La Píldora de la Felicidad”, nos enseñen a “Caminar sobre el fuego y la búsqueda de la felicidad”. Desde Tech-Inno-Emoción un día más nos ponemos al día en lo concerniente al nuevo “Rol de las empresas TIC en la transformación digital (2)”, gracias a SMS Europa y Daniel Kumpel. Y, la parte final del programa, dedicándosela esta semana a los más pequeños con nuestra Sección “Educa” y Silvia Álava Sordo hablamos de un tema tan controvertido como son los “Deberes: ¿tarea para padres o niños?”. ¡Eleva tu dosis de Capital Emocional!

20 de Marzo Día Internacional de la Felicidad: Cómo enseñar a tus hijos a ser felices. Colaboración con GuíaInfantil.com

Cómo despertar y potenciar la felicidad en los niños. Bienestar, despreocupación, seguridad y tranquilidad, son algunas situaciones que pueden definir muy bien la felicidad.

Conseguir que nuestros hijos sean niños felices es una de nuestras principales metas, aunque no siempre es fácil conseguirlo. Tener a un niño o niña feliz debe ser el propósito de los padres así como de los profesores y de toda la sociedad. ¿Es tu hijo feliz?

niños felices

Para la psicóloga Silvia Álava Sordo, el 50 por ciento de la felicidad se debe a factores genéticos, un 10 por ciento a las circunstancias vividas, y el 40 por ciento a la actividad emocional que podemos aprender a controlar para ser más felices. Es decir, que la felicidad también se aprende.

Basándose en estudios de la Dra. Sonja Lyubomirsky y María Jesús Álava Reyes, la psicóloga ha desarrollado una serie de actividades rotativas apoyadas por pautas básicas que ayudan a potenciar la felicidad en los niños.

Aprender a ser feliz

El trabajo propone fomentar la gratitud, la amabilidad, el trabajo en equipo, la comunicación, integridad, y hacer actividades con los hijos. Además, durante las actividades se reproducirá un vídeo infantil y didáctico sobre los consejos para potenciar la felicidad en los pequeños. Para el proyecto, son ocho las claves de la felicidad infantil:

1 – Ser amable. Niños amables experimentan más satisfacción y energía, son más cariñosos y agradables, y gozan de aceptación social.

2 – Dar las gracias. La gratitud favorece la estabilidad mental y enriquece el crecimiento de los niños. Los niños valoran más lo que tienen y a su entorno.

3 – Ser positivo. Los niños educados en un entorno positivo son más seguros y creen más en sí mismos. Tienen mayor control de su mente.

4 – No etiquetar. Se debe evitar rotular a los niños. Decirles “eres malo”, “eres llorón”, les predisponen a moldear su actitud para encajar en este perfil.

5 – No dramatizar. Debemos dar su justo valor a las cosas y a las situaciones. Debemos extinguir conductas como pegar, insultar o faltar al respeto.

6 – Logro personal. Los niños son más felices si consiguen sus objetivos por sus propios méritos. Debemos animarles en este sentido.

7 – Autonomía. Estimular la independencia de los niños, potenciará su autoestima, su seguridad y la confianza en sí mismos.

8 – Inteligencia emocional. Los niños deben aprender a controlar y regular sus emociones pararesolver los problemas de manera pacífica. Eso genera tranquilidad y armonía en su carácter.

FUENTE: Guiainfantil.com Vilma Medina. Directora de GuiaInfantil.com

El eterno debate sobre la hora de vuelta a casa. Colaboración con Antena3 Noticias

Os dejo el enlace al vídeo de la noticia donde se analiza esta antigua y siempre complicada negociación familiar. La noticia comienza en el minuto 19.50

Silvia Álava - Antena 3 Noticias

 

Viernes de Podcast: Hablamos de «Bullying, acoso escolar» en Capital Emocional, de Capital Radio

Capital Emocional - Silvia Álava

Duración: 60:00m
“Las 365 reflexiones de lo realmente importante en nuestra vida” elige como reflexión: “Oro parece plata no es” como punto de partida desde el que no dejarse llevar por las apariencias. Tras ella, la Conversación profundizará de manera especial en la “Gestión del talento excelente: Asociación Celera” con Francisco Martínez. Justo después serán la Escuela Europea de Coaching y Rosa Barriuso quienes, en la “La Píldora de la Felicidad”, compartan con nosotros lo relativo a “Madres y madres de adolescentes” atendiendo al rol actual de la mujer, máxime en un día tan señalado como es hoy, día de la mujer. Desde Tech-Inno-Emoción retomamos nuevamente lo relativo a “Virtual Bullying (2)”, gracias a SMS Europa y Daniel Kumpel. Y, lo mismo para la parte final del programa, aprovechando que esta semana se la dedicamos a los más pequeños con nuestra Sección “Educa” y Silvia Álava Sordo: “Bullying, acoso escolar (2)”. ¡Eleva tu dosis de Capital Emocional!

Qué hacer (y qué no) en el grupo de WhatsApp de padres del colegio. Colaboración con el diario ABC

En ocasiones, la raya roja entre el buen uso y el abuso de estos grupos de progenitores de niños en edad escolar es difusa

whatsapp

Las fotos personales de las paellas del domingo, los goles de nuestro equipo favorito, los postres hechos en casa o el descuento de turno. ¿Dónde está el límite a la hora de enviar ciertos mensajes en los grupos de WhatsApp de padres del colegio? ¿Cómo podemos hacer un mejor uso de la herramienta sin caer en el absurdo? Es habitual que por cada hijo se formen grupos de clase, de extraescolares, cumpleaños, o festivales de fin de curso con el objeto de disponer de un canal de comunicación ágil que ayude a mantenerse informados sobre novedades e imprevistos. El chat sustituye a los corrillos de la puerta del colegio, y puede ser un medio muy eficaz para distribuir información importante en cuestión de segundos.

Entonces… ¿por qué tiene tan mala fama? Los problemas surgen, explica Guillermo Cánovas, director del Observatorio para la Promoción del Uso Saludable de la Tecnología: EducaLIKE, «cuando algunas familias hacen un uso inapropiado que puede derivar en distintos malentendidos, como sucede en no pocas ocasiones». Una de ellas, «y quizá la más habitual –prosigue–, es el bombardeo constante de mensajes sobre cuestiones poco relevantes o que solo afectan a algunos alumnos».

Bombardeo constante

Muchos padres, continua este experto, «se quejan de que al abrir los mensajes de grupo pueden encontrarse a veces con 100 o 200 mensajes sobre intendencia tipo “¿quién ha cogido el baby de mi hijo?” al que se suceden docenas de mensajes del tipo:“yo no” “yo tampoco” “luego lo miro” , “a mi me pasó el viernes”, “así que si alguien ha encontrado el de fulanito, que me lo deje en la mochila”, “¿has preguntado en conserjería?».

«Tienen cosas buenas, pero la mayoría de las conversaciones son de este tipo, que no son del todo informativas y están llenas de emoticonos de besitos y aplausos pero, sobre todo, el principal error que cometen los padres es el de sacar a sus hijos las castañas de fuego, preguntando por fechas de exámenes y deberes», remarca Eva Bailén, autora del libro «Cómo sobrevivir a los deberes de tu hijo».

Asumir responsabilidades

Es por este motivo por el que a muchos profesores tampoco les gusta el empleo que los padres hacen de los grupos de WhatsApp. «Mi padre no descolgó un teléfono jamás para preguntar cuáles eran mis deberes. Si al niño se le olvida su tarea, es su problema. Estamos eximiendo a los menores de sus responsabilidades», apunta el docente y autor de numerosos libros de educación Óscar González.

Este tipo de acciones a través de la herramienta de WhatsApp «nos llevan a la hiperprotección de los niños», añade Eva Millet, madre, periodista y autora del libro «Hiperpaternidad». «Pidiendo que manden una foto de la página de tareas al chat de clase nos convertimos en la agenda de nuestros hjos, en madre secretaria, en su asistente personal… y les hacemos flaco favor», advierte.

Así lo corrobora la psicóloga Silvia Álava, del centro de psicología Álava Reyes, para quien «la responsabilidad de lo que pasa en el colegio es del niño, que es quien debe saber cuáles son sus deberes, qué día son las excursiones, o cuándo tiene que llevar la flauta o el bocadillo». Esta cuestión es, a juicio de Álava, «más grave de lo que parece»: «Al final, con estos grupos de WhatsApp estamos haciendo niños especialmente cómodos, e impidiendo que aprendan a asumir las responsabilidades que les corresponden según su edad».

No es poco frecuente tampoco, señala Cánovas, que algunos de estos grupos se utilicen «para poner en común quejas, acusaciones o juicios de valor sobre personal del centro educativo, produciéndose en ocasiones verdaderos linchamientos virtuales, en lugar de utilizar los canales adecuados ya establecidos para cada situación». Sean profesores o no, utilizar el chat para atacar, discutir o agredir verbalmente a otro integrante es algo que, a juicio del policía Pere Cervantes, coautor junto con Oliver Tauste del libro «Tranki pap@s», no se debería hacer jamás «primero, porque podría ser constitutivo de delito, y segundo, porque el cara a cara todavía suele funcionar».

Abandonar el grupo

Ante situaciones como estas hay padres y madres (mayoritarias en estas lides) que optan por salirse de los grupos. «Deberíamos evitar juzgar a quien decida dejar de pertenecer al grupo. Todo el mundo puede tener motivos para salir de dichos chats en un momento dado, pero casi nunca su objetivo es molestar u ofender a los demás. Seguro que preferirían salir de forma discreta y sin hacer que nadie se sintiera mal, pero no pueden evitar que aparezca el dichoso mensajito de «fulanito» ha abandonado el grupo». aclara Cánovas. «En cualquier caso, no se peor madre o padre por esto», concluye Millet. Porque como dice B. D, madre de una niña en edad escolar, «yo no estoy en ninguno, y mi hija ha sacado súper buenas notas y tiene un montón de amigas».

O permanecer, con sentido común

Lo cierto es que sí hay muchos padres de nativos digitales interesados en esta herramienta, pero que no han recibido nunca formación sobre cómo utilizar correctamente los medios que la tecnología pone a nuestro alcance, lo que da lugar a la improvisación sobre la marcha. Pero para generar buen ambiente y que el grupo sea útil hay algo que según Guillermo Cánovas nunca falla: «El sentido común, y procurar que no se llene de mensajes que no interesan a la mayoría. Seamos constructivos y no olvidemos que los niños aprenden de la forma que sus padres se relacionan entre ellos y con el colegio».

Educación, asignatura pendiente. Colaboración con La Sexta Noche

Os adjunto el enlace al vídeo del programa del pasado sabado del programa La Sexta Noche donde hemos tratado el tema de la Educación. Pincha en la imagen para ir ver el programa. Mi intervención comineza en 03:43:44

Silvia Álava La Sexta Noche Educación

Compartir las tareas del hogar favorece la autonomía infantil. Colaboración con Papis y Pekes

A menudo nos planteamos qué podemos hacer para que nuestros hijos colaboren en las tareas del hogar y así liberarnos de las cargas que supone mantener en orden una casa. La primera respuesta es sencilla, simplemente dejándoles que las hagan. Y es que, por norma general, nos adelantamos a ellos, bien porque nosotros hacemos esas tareas más rápido, al tenerlas automatizadas o porque creemos que para algunas tareas son demasiado pequeños.

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Compartir las tareas del hogar con los niños favorece su autonomía

De esta forma, el mensaje que les enviamos sin darnos cuenta es el de que no confiamos en sus posibilidades, por lo que es más difícil que se animen a tomar la iniciativa.

Un aspecto importante a tener en cuenta es que, favorecer que los hijos participen en las tareas del hogar, no debería tener como fin el aligerar nuestras cargas, sino el objetivo debería ser el de fomentar su autonomía, el sentido de responsabilidad,  automotivación, el sentimiento de pertenencia y el refuerzo de la autoestima.

Educar a los niños en autonomía y responsabilidad implica:

  • Creer en el niño y confiar en su potencial. Si lo percibe así, se sentirá más seguro en la realización de la tarea.
  • Enseñar en lugar de darle órdenes. Dedicando un tiempo a hacer con él lo que queremos que más tarde haga solo.
  • No reprochar sus errores, atendiendo a que no va a hacer las cosas exactamente como las hago yo, sino a su manera.
  • Animarle a conseguir objetivos, proponiéndole actividades y motivando con nuestro apoyo. No descalificándole en sus errores, ni enfadarnos, ni gritar.
  • No exigirle aquello para lo que no está preparado.
  • Comprender que necesita tiempo para aprender y que el aprendizaje requiere práctica.
  • Cuando se trate de que aprenda alguna tarea nueva, dedica un tiempo suficiente a enseñarle, con tranquilidad y sin prisas.

Sentirse útiles en casa y participar de las responsabilidades del hogar, favorece la relación y el vínculo, aprendiendo a ser independientes y cooperativos al mismo tiempo.

Este tipo de aprendizajes para la vida, pueden comenzar a edades muy tempranas, desde el año. Pudiendo colaborar en la recogida de todos los objetos con los que suele interaccionar: de aseo, juguetes, la ropa, alimentación… de hecho les encanta.

A medida que el niño crece, puede ir ampliando ese abanico de responsabilidades, siempre y cuando nosotros se lo permitamos. Al fin y al cabo, los mejores aprendizajes son los que nos preparan para la vida, y ser autónomo en el hogar es una herramienta clave para también sentirse seguro a la hora de enfrentar las dificultades de fuera.

 

FUENTE: PapisyPekes

Taller “Mi cuerpo es mío” entrevista para Palestra

Silvia Álava, Directora del Área Infantil del Centro de Psicología Álava Reyes

“Cuando los casos son visibles, muchos adultos abusadores al saber que podrían ser denunciados, paran de inmediato”

Psicóloga Silvia Álava

Las psicológas Silvia Álava y Margarita Montes impartirán el próximo 10 de marzo en Madrid el taller “Mi cuerpo es mío” dentro del plan de actividades formativas del Club Deportivo Palestra Atenea. La entrada al taller es gratuita y tiene como objetivo dar pautas a los padres para prevenir y actuar ante el abuso sexual.

El papel de los padres y educadores mediante campañas en escuelas deportivas es principal para comenzar a dar visibilidad a una cuestión que afecta a todos. Algo que sabe muy bien la psicológa Silvia Álava con quién hemos hablado sobre este grave problema.

Silvia Álava es Directora del Área Infantil del Centro de Psicología Álava Reyes. Está acreditada por la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid como Psicólogo General Sanitario. Especialista en Psicología Clínica y Educativa; especialista en Psicoterapia, con el Certificado Europeo (EFPA), y divulgadora científica. Autora, entre otros libros, de “Queremos que crezcan felices” y “Queremos hijos felices”.

1.- ¿Se está trabajando lo suficiente dentro de las escuelas para detectar y prevenir los abusos sexuales a menores?

En las escuelas, durante la primaria es prácticamente inexistente la educación afectivo sexual. Lo habitual es que desde los centros esperen que se realice desde casa y a la vez en familia se asume “que ya se lo contarán en el colegio”. Hasta tercero o cuarto de primaria no suele haber mención alguna y cuando ya por fin se habla de ello, la información suele girar en torno a temas anatómicos y reproductivos (aparato reproductor) sin incluir la esfera afectiva y relacional. En algunos centros, a lo largo de la secundaria se realizan talleres de sexualidad, pero en esta edad, los chavales, como la curiosidad les urgía, ya han tenido muchísima información procedente de Internet inadecuada o descontextualizada, y sobre todo, sin incluir la parte afectiva inherente a las relaciones humanas. Si no realizamos educación afectivo-sexual con los niños, lo más probable es que Internet sea su primer contacto con el mundo de la sexualidad, con los peligros que ello conlleva.

2.- ¿Se está dando visibilidad a este problema o sigue siendo un tema tabú?

Se está dando mucha más visibilidad en prensa y telediarios. Casi cada día hay noticias relacionadas con algún caso. Esto es positivo, porque evitar el secretísimo y el tabú es una parte fundamental de la ecuación del abuso. Cuando los casos son visibles, muchos adultos abusadores al saber que podrían ser denunciados, paran de inmediato.

3.- ¿Qué síntomas pueden presentar los niños que son víctimas de abusos sexuales?

Una pista crucial son los cambios bruscos de notas, de comportamiento, problemas para conciliar el sueño, disminución del apetito… No obstante, no olvidemos que la sintomatología debe ser valorada por un profesional, porque a veces se mezcla o se confunde con la de otros trastornos, o puede ser debida no a abuso sexual si no a una exposición a pornografía.

4.- ¿Por qué son necesarios talleres como “Mi cuerpo es mío” destinado a padres que tienen sus hijos en una escuela deportiva?

No podemos obviar que un entorno de niños es siempre llamativo para los abusadores, y además pueden darse circunstancias de cambios de ropa en vestuarios, o proximidad y contacto  físico que es más difícil en otros contextos como el aula.

5.- ¿Hay un gran desconocimiento por parte de padres y familiares de las situaciones de riesgo que pueden favorecer los abusos sexuales?

Rotundamente. Los padres asumen con naturalidad las clases de educación vial, por ejemplo, sin pensar que por ello sus hijos estén en riesgo constante de ser atropellados. Pero creen que, con información sexual, los niños “se animaran a practicarlo” algo que en realidad no ocurre. Los niños resuelven sus dudas y vuelven a sus juegos de niños.

6.- ¿Cómo deberían de actuar los padres si detectan que su hijo puede ser víctima de abusos?

En estos casos, lo mejor siempre es contactar con un experto, dado que nos va a aconsejar sobre la mejor forma de actuar y no va a contaminar el testimonio del niño. Lo primero: creerle, no interrogarle y proteger al menor rompiendo contacto visual con el agresor.

FUENTE: Palestra Atenea