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Soledad no deseada ¿Estamos cada vez más aislados?

¿Estamos más aislados que nunca?

Vivimos en una sociedad «hiperconectada», pero que a la vez genera grandes aislamientos personales en todos los rangos de edad.

Aprender a manejar los sentimientos de soledad nos permitirá poner soluciones para tomar decisiones: habrá momentos en los que nos apetezca disfrutar más de la soledad y otros en los que queramos estar más acompañados.

Debemos aprender a estar solos con nosotros mismos, de la misma manera que debemos ser capaces de tener las habilidades necesarias para poder ampliar nuestra red social cuando así lo queramos.

https://youtu.be/qvOkHT5EbOQ

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La soledad no deseada. Entrevista en Las Noticias de la Sexta

Comparto con vosotros mi última colaboración en televisión: en cuanto cogemos el móvil nos aislamos de nuestro entorno, hemos sustituido las charlas espontáneas esperando al autobús o en una tienda por mirar las redes… sin embargo esas pocas palabras son una de las pocas ocasiones que ciertas personas tienen para interactuar, personas que están solas, fundamentalmente personas mayores…

«Los niños deben hablar de sus pesadillas, temores y miedos»

Ellos son los que mejor se adaptan, pero que hay que estar vigilantes ante posibles secuelas tras este duro confinamiento, aconseja la psicóloga infantil / «La actitud de los niños dependerá de la nuestra, lo que perciban es determinante»

Por MIGUEL LORENCI

–¿Tienen los niños herramientas para enfrentarse al confinamiento?

–No. Lo que sí tienen es una mayor capacidad de adaptación. Se acomodan a las nuevas situaciones, a una adversidad como el confinamiento, antes y mejor que un adulto. Pero necesitan que nosotros les proporcionemos herramientas para facilitarlo.

–¿Asimilan lo que está pasando?

–Son conscientes de que ocurre algo, escuchan muchas cosas, pero necesitan procesarlo con nuestra ayuda. Es fundamental explicarles la situación de forma clara y sencilla, acorde a su lenguaje, a su desarrollo cognitivo y emocional, para transmitirles que vamos a salir de esto.

–No es lo mismo explicárselo a un crío de dos años que a uno de doce.

–Al de dos años habrá que insistirles una y otra vez, porque se les olvida y se quedarán, sobre todo, con que no pueden salir a la calle. Decirles que no es que papá y mamá no quieren salir, sino que un virus no nos deja. Buscar un ‘malo de la película’ para evitar la pataleta. Con los mayores, ser positivos sin mentirles, y pedirles que sean proactivos y colaboren.

–¿Cómo gestionar y aplacar sus miedos?

–Logrando que los verbalicen, que sean capaces de hablar sobre lo que les atemoriza, que sepan que les entendemos. No vale decir «no tengas miedo, que no pasa nada». Primero te escucho, valido y acepto tu miedo, y te explico que es normal sentirlo. Que todos lo tenemos. Cuando hemos empatizado con él y validado la emoción, podemos decirle con delicadeza y serenidad que sabemos que los abuelitos están bien, que no vamos a verles para no contagiarlos y que no se pongan malos. Que es bueno que les llamen y que hablen con ellos y que verles por videoteléfono les ayudará a sentirse mejor.

–¿Los niños son el espejo de nuestros sentimientos?

–Sí. Su actitud dependerá de la nuestra. Es determinante lo que perciban en los adultos. Reaccionarán en función de cómo nosotros vivamos la situación. Transmitir calma en lugar de estrés es primordial. Necesitan un entorno seguro. Si nuestra actitud es de nerviosismo, si oyen decir «¡ay Dios mío! ¿qué nos va a pasar?», lógicamente se inquietarán.

–¿Saldrán de esta más fortalecidos o afectados emocionalmente?

–Nunca hemos atravesado por una experiencia como está. No hay estudios sobre un confinamiento tan masivo y tan largo que nos aporten criterios. Dependerá de las características y variables de personalidad de cada crío. Los hay más vulnerables y preocupones; tendentes a obsesionarse con algunas cosas, y con ellos debemos tener más cuidado. Hay otros que lo llevan razonablemente bien. Padres y educadores tendrán que estar muy atentos. Calibrar qué hacen o dejan de hacer distinto de lo que hacían antes del confinamiento.

–¿Les dejará secuelas el confinamiento?

–Podría haberla en algún caso. Por eso hay que observar muy bien si están más retraídos, retadores, irascibles, tristes o apáticos. Si se ve alterado el apetito, el ritmo del sueño o si tienen pesadillas.

–Los más peques tendrán un recuerdo difuso pero, ¿Qué pasa con los niños más mayores?

–Es difícil que se consoliden los recuerdos antes de los dos años. Todo dependerá de cómo lo vivan la familia y cómo les ayudamos los padres a superarlo.

–¿Van a aprender los papás de los hijos, y viceversa?

–Sí. Es una situación dura e inédita para las dos partes. Hay que sacar lo más positivo. Debemos hacer que esta convivencia sea enriquecedora y afiance los lazos familiares.

–En la educación ‘online’, ¿ven un regalo o un castigo?

-Es una buena herramienta que permite seguir con sus horarios y sus rutinas. Es la menos mala de las alternativas.

FUENTE: laverdad.es

La importancia de la ventilación emocional y no sentirse juzgado cuando convives con una enfermedad

¿Por qué es tan importante contar con apoyo psicológico cuando convives con una enfermedad como la AME?

Importancia de la “ventilación emocional”, compartir la experiencia, tus vivencias, para que no se quede grabado de forma traumática sino episódica.

No sentirte juzgado, sentir apoyo. Que en un momento entiendan que me canse de luchar, que no me juzguen.

No podemos cambiar la enfermedad, pero sí podemos elegir cómo llevar el proceso.

La AME es una enfermedad rara neurodegenerativa

Afecta a bebés, niños, adolescentes y adultos, con distintos niveles de gravedad, limitando actividades de la vida diaria como son el caminar, vestirse y/o bañarse y generando un gran impacto en sus vidas a nivel físico, emocional y social.

• La difícil realidad de estas personas y sus familias es invisible para la mayoría de la sociedad. Esta campaña pretende mostrar que alrededor de todos ellos y en su día a día hay muchas personas más comprometidas con que puedan convivir mejor con la enfermedad.

• Acudir al médico, el diagnóstico precoz, conocer el impacto de la enfermedad y la atención multidisciplinar especializada son piezas claves para mejorar la vida de los pacientes con AME y sus familias. La campaña ‘Invisibles en la AME’ pretende concienciar sobre las necesidades de la Comunidad de atrofia muscular espinal (AME) y cuenta con el aval de Feder.

La difícil realidad de estas personas y sus familias es invisible para la mayoría de la sociedad.

Y en su cuidado, atención y acompañamiento hay muchas figuras comprometidas para que puedan mejorar su calidad de vida, desarrollarse como personas y cumplir sus objetivos. La campaña ‘Invisibles en la AME’, elaborada por  @Biogen  en colaboración con la Fundación Atrofia Muscular Espinal ( @Fundame España  ) cuenta con el aval de la Federación Española de Enfermedades Raras ( @FEDER ONG  ) y pretende mostrar la realidad que viven no sólo los pacientes con AME, sino todas aquellas figuras y profesionales que mantienen un fuerte compromiso por normalizar la convivencia con la enfermedad: especialistas médicos, fisioterapeutas, psicólogos, asociaciones de pacientes, etc.

Podcast: Comunicación virtual: beneficios y riesgos

Desde que aparecieron los llamados ‘smartphone’ nuestra forma de comunicarnos ha cambiado. En este podcast te contamos los beneficios que ello conlleva, pero también los riesgos.

¿Ha cambiado nuestra forma de comunicarnos?

Escucha el podcast haciendo click sobre la imagen:

Puntos tratados:

  • La mayor parte de las comunicaciones las tenemos de forma virtual
  • A veces tenemos miedo a tener una conversación sincera cara a cara
  • El nivel de intimidad no es el mismo en las conversaciones cara a cara

Cómo la mensajería instantánea ha cambiado la forma de relacionarnos

¿Cómo ha cambiado la forma de comunicarnos? ¿Cómo nos ha cambiado la forma de trabajar? ¿Somos esclavos de la inmediatez? ¿Vivimos pendientes de nuestros teléfonos y de las notificaciones? De todo ello hablamos en este podcast del programa #hora25

Mamá, ¿Por qué hay guerras? ¿Cómo explicar a los niños los conflictos bélicos? En Guiainfantil.com

Cómo hablar con los niños de las guerras del mundo sin exponerles a las terribles imágenes del televisor

Por Beatriz Martínez Periodista

¿Tus hijos también te preguntan por la guerra? Ven una noticia, nos oyen hablar a los mayores y en ellos, que no se les escapa nada, se crean las dudas. ‘Mamá, ¿por qué hay guerras en el mundo?‘, y a mamá le cuesta mucho encontrar las palabras (porque tampoco entiende cómo aún hay conflictos bélicos). Por eso, a continuación te damos algunas claves sobre cómo explicar la guerra a los niños sin atemorizarles y tratando de calmar la incertidumbre que sientan.

Explicar a los hijos que hay un país que está en guerra no es nada fácil; a lo complejo del conflicto bélico en sí mismo se suman las dudas de educadores y padres. Unos optan por evitar que los niños sepan nada sobre este tema, otros hablan abiertamente sin tener muy en cuenta que la sensibilidad de los niños puede ser mayor que la de los adultos. ¿Qué es mejor para ellos? Lo vemos a continuación.

Índice

  1. Cómo explicar a los niños por qué hay guerras y qué son
  2. ¿Prohibir a los niños ver imágenes de guerra en la televisión?
  3. Pautas para explicar la guerra a tus hijos sin que tengan miedo
  4. Si tus hijos te preguntan por la guerra de Ucrania y Rusia

Cómo explicar a los niños por qué hay guerras y qué son

Explicar las guerras a los niños

Ya sea porque escuchan las noticias, los comentarios de los padres o lo que se habla en el patio de la escuela, a oídos de nuestros hijos también va a llegar información de lo que está ocurriendo ahora mismo en el mundo. Por mucho que nos empeñemos en lo contrario, es posible que nuestros niños acaben escuchando algo de que ha estallado una guerra en algún lugar del mundo, que ha habido un atentado en otra ciudad, que se ha agravado el conflicto bélico de esta otra zona…

Por ello, sería un error hacer caso omiso y pretender ante los niños que no pasa nada, ya que en su mente las dudas irán creciendo. Y, lo que es peor, no se atreverán a hacernos todas esas preguntas que tienen en la cabeza porque entienden que para nosotros no ocurre nada. Como consecuencia, sacan sus propias conclusiones sobre qué es una guerra (que pueden ser aún más terroríficas).

Es importante que los padres informemos a los hijos de lo que está sucediendo, pero de forma sencilla y con palabras acordes a su edad para que lo puedan comprender bien. Y es que, hacerles entender qué es lo que está pasando, procurando que tengan todo nuestro apoyo, servirá para preservar su infancia e inocencia. Por supuesto, les ahorraremos los detalles más escabrosos y las tan terribles imágenes.

Nuestros hijos necesitan de un adulto de referencia, sus padres sin ir más lejos, que les expliquen qué es lo que está pasando en el mundo ahora mismo.

¿Prohibir a los niños ver imágenes de guerra en la televisión?

Prohibir las imágenes de guerra en la televisión para los niños

El hecho de que hablemos con los hijos acerca de la situación de guerra que están viviendo algunos países no quiere decir que tengamos que permitir que vean en la televisión todas las noticias que hay al respecto. Los informativos o telediarios están cargados de durísimas imágenes de violencia y muerte que, si hieren nuestra sensibilidad como personas adultas, imagínate la de nuestros hijos.

Vídeos y fotos en las que se ven edificios destruidos, familias enteras escapando de su país y gente herida a causa de los bombardeos… Todas estas noticias pueden ser traumáticas (incluso podrían causar estrés postraumático, a pesar de no haberlo vivido en primera persona) para un niño o niña de cualquier edad, por eso es importante limitar al máximo el contenido relacionado con las guerras que vean en los distintos medios de comunicación.

También es importante que los padres tengamos cuidado con las conversaciones que tenemos entre nosotros al respecto de este tema ya que, como decimos, los niños lo van a escuchar y a interpretar a su modo creándoles más inseguridad.

Pautas para explicar la guerra a tus hijos sin que tengan miedo

Cómo hablar de los conflictos bélicos con tus hijos

Los niños tienen una excelente capacidad de observación, ¡se dan cuenta de todo incluso cuando parecen estar distraídos! Pero, en cambio, su capacidad de interpretación y comprensión todavía no es la adecuada ya que les falta desarrollo y conocimientos. Por eso, para evitar que en su mente se formen ideas erróneas es importantes explicar en casa y en la escuela el conflicto bélico de la siguiente manera:

1. Puedes empezar por hacer a tus hijos esta pregunta: ¿Qué crees que está pasando? Así tendrás el punto de partida sobre el que iniciar la conversación.

2. Usa palabras sencillas que puedan entender y, en el caso de que introduzcas una palabra nueva para ellos como ‘bélico’ o ‘invasión’ cuéntales cuál es su significado o consultad juntos el diccionario.

3. No se trata de restar importancia al conflicto, debemos mostrarnos serios cuando hablemos del tema como los niños, pero tampoco debemos infundirles miedo o temor. Hablarles sobre la figura de ‘los buenos’, los que ayudan a esas personas (tanto luchando por ellos, como dándoles refugio, comida, etc.), en oposición de los malos, podría ayudar a los niños a tener esperanza.

4. Propicia un ambiente distendido y permite que hagan todas las preguntas que quieran, serán muchas ya que es una situación que escapa a su control y entendimiento. Nunca le digas eso de ‘esto es cosas de adultos, así que no te interesa’.

5. Para evitar que las malas noticias se queden grabadas en nuestra memoria y nos hagan daño hay que ‘ventilar las emociones‘, es decir, contar abiertamente cómo nos sentimos, qué nos inquieta o preocupa y de qué modo nos afecta todo esto emocionalmente.

6. Recuerda que los niños son muy empáticos y que resulta fundamental validar sus emociones sean las que sean, sobre todo si lloran o se muestran tristes, ¡los padres también debemos ser empáticos con los sentimientos de nuestros hijos! En caso de que sea una guerra, suele resultarnos más sencillo ya que nosotros mismos también compartimos esas emociones de tristeza, miedo, preocupación, etc.

7. Y para validar esas emociones y sentirnos mejor con nosotros mismos lanzamos a los niños la siguiente pregunta: ¿crees que nosotros podemos hacer algo para ayudar a las familias que lo están pasando mal por la guerra? Pequeños gestos como acercarse a una ONG y ofrecer nuestra ayuda desinteresada o escribir una carta de aliento a los niños de ese país, además de ser de mucha utilidad, nos hará estar más tranquilos.

Si tus hijos te preguntan por la guerra de Ucrania y Rusia

Explicar a los niños la guerra de rusia y ucrania

Cuando estalla una guerra, el mundo se detiene por un momento y se convierte en un lugar más triste e inhóspito en el que vivir. Es posible que tus hijos te pregunten por la guerra de Ucrania y Rusia, ya que han escuchado hablar de ella en el colegio o en la televisión. Hay algunos medios de comunicación que se están haciendo más eco de este conflicto bélico puesto que la tecnología del momento les da más posibilidad de acercarse al campo de batalla y porque culturalmente se sienten más cercanos a las poblaciones de estos países. En este sentido nos puede resultar más fácil empatizar con el sufrimiento de estas familias.

Además de tener en cuenta los puntos anteriores, para explicar a los niños la guerra de Ucrania y Rusia podemos empezar cogiendo un mapamundi para situarlos geográficamente. A partir de ahí, podemos explicarles que antes, hace algunos años, Rusia y Ucrania (además de otras zonas) eran un mismo país, pero con el paso del tiempo se separaron y formaron lo que hoy en día son. Sin embargo, ahora, el señor que manda en Rusia ha decidido que Ucrania vuelva a su control.

Es importante que adaptemos nuestro discurso a la edad de los niños, pero también a los valores que tengamos en casa. Debes estar preparado, porque es muy posible que tu hijo o hija te haga muchas preguntas a partir de ahí. Intenta responder con claridad, pero con tacto. Si no sabes responder a alguna de sus cuestiones puedes decirle algo como: Cariño, esa es una pregunta muy interesante, pero mamá no sabe la respuesta; voy a investigar y más tarde te cuento (o, si es más mayor, le podemos invitar a investigar con nosotros).

Puedes leer más artículos similares a Mamá, por qué hay guerras – Cómo explicar a los niños los conflictos bélicos, en la categoría de Derechos del niño en Guiainfantil.com.

FUENTE: Guiainfantil.com

¿Cómo explicar la guerra a los niños sin que tengan miedo ni sea traumático para ellos?

La invasión de Rusia a Ucrania acapara todos los titulares y telediarios estos días y es inevitable que a los padres nos preocupe mucho la situación y, sobre todo, que nuestros hijos no dejen de ver imágenes de destrucción y violencia.

¿Cómo explicar la guerra a los niños sin que tengan miedo ni sea traumático para ellos? Gracias a GuíaInfantil.com por mantener esta charla para aportar un poco de luz en medio de la desesperanza 🙏

10 claves para mejorar la comunicación familiar. Colaboración con Padres y Colegios

Comunicarnos no es una tarea fácil ¿Cuántas veces surgen malentendidos porque pensábamos que habíamos dicho una cosa y nuestro hijo o nuestra hija, o nuestro alumno no ha entendido lo mismo?

Esto es algo muy habitual que nos ocurre a todos, incluso cuando estamos en familia, donde se supone que tenemos una mayor confianza, todavía es más probable que surjan problemas relacionados con la falta de comunicación.

En muchas ocasiones damos por hecho que con decir las cosas es suficiente. Sin embargo, comunicar en mucho más que hablar, comunicar en familia implica que mi hijo o mi hija entiendan exactamente lo que yo he querido decirles. Que mi mensaje haya llegado a ellos.

Uno de los aspectos que nunca podemos olvidarnos a la hora de comunicarnos es que: el valor de la comunicación lo da el que escucha; no el que habla. De nada me sirve un discurso perfecto si mis hijos o mis alumnos no han entendido lo que yo quería trasmitirles. Por eso es útil:

  1. Busca el momento ideal. Para comentar cosas sin importancia, quizás no es tan necesario buscar espacios, y podemos ir un poco sobre la marcha. Pero cuando se trata de una conversación importante, es necesario reservar ese tiempo, sin prisas, donde podamos explicar, con todo lujo de detalles, lo que nos ocurre y lo que queremos.
  2. Fuera elementos distractores. Radio, televisión o pantallas… fuera. Se trata de trasmitir que tú eres importante para mí. Ahora mi atención está puesta el 100% en ti.
  3. Mira a los ojos. Aunque el órgano de la audición es el oído, para sentirnos escuchados necesitamos que nos miren, preferiblemente a los ojos. Por eso, dependiendo de la edad del niño o de la niña, en ocasiones tendremos que agacharnos o sentarnos a su lado, para que nuestros ojos queden a la misma altura.
  4. Adecua el discurso a la edad de tus hijos o de tus alumnos. En ocasiones o les hablamos de forma que no son capaces de entendernos, porque utilizamos un lenguaje muy complicado, o nos pasamos y les infantilizamos. Utiliza un vocabulario claro y cuanto más breve mejor, los niños desconectan muy rápido.
  5. Las emociones forman parte de la comunicación. No nos olvidemos que la mayor parte de los malentendidos suelen venir por cómo nos han hecho sentir determinados comentarios. Expresar cómo nos sentimos y preguntar a nuestros hijos cómo se sienten, es una buena formula para que nuestra comunicación sea efectiva.

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¿Nos ha ayudado la tecnología a superar la pandemia?

¿Nos ha ayudado la tecnología a superar la pandemia? Colaboración con Internet Seguro

Después de un año de confinamiento y de restricciones todos hemos cambiado, con independencia de la edad y del sexo. Hemos cambiado nuestros hábitos de higiene, ya no nos parece raro salir a la calle con mascarilla, hemos normalizado echarnos gel en las manos antes de tocar cualquier cosa fuera de casa, incluso hemos aceptado no tocarnos y no abrazarnos. Son cambios en nuestras rutinas que nos ayudan a no contagiarnos y a vivir con una cierta normalidad las restricciones y medidas sanitarias provocadas por la pandemia por la Covid-19.

La pandemia ha cambiado nuestras vidas

La pandemia ha cambiado nuestras vidas, y las nuevas tecnologías nos han ayudado a paliar los efectos de las restricciones provocadas por la Covid-19 y poder continuar de la forma más eficiente posible sin tener que parar al 100% nuestra vida. Hemos podido seguir estudiando, trabajando, manteniendo el contacto con familiares y amigos…

El teletrabajo ha aumentado y según un estudio realizado por BBDO & Proximity, denominado “Rituales tras un año de pandemia”, el 37% de los encuestados teletrabaja de manera total o parcial. El teletrabajo y la formación online han llegado para quedarse, quizás es el momento de pararnos a plantearnos cómo queremos regular esto en nuestras vidas. Así, teletrabajar nos permite poder seguir con nuestra actividad laboral pese al virus. No obstante, eso no debe implicar no diferenciar horarios y espacios, que es la principal problemática asociada a esta nueva situación.

Hemos cambiado nuestros hábitos.

Además, el no poder ver a nuestros familiares y amigos nos pasa factura a nivel emocional. Para superarlo el poder hablar con ellos a través de videoconferencias o de las redes sociales ha sido una válvula de escape en los momentos más difíciles. Por eso hemos cambiado nuestros hábitos. Los resultados del estudio de BBDO & Proximity también muestran que el 24% de los encuestados han incrementado su tiempo de uso en las redes sociales, quizás para seguir sintiéndonos en contacto con los nuestros. Sin embargo, aunque estas videollamadas han sido como un balón de oxígeno durante el confinamiento y han hecho que muchas personas puedan llevar mejor su soledad, la mayor parte de la población piensa que no es lo mismo, y que no sustituyen el poder vernos y estar compartiendo nuestro espacio. Quedar a comer, a tomar algo, poder reunirse con todos los amigos que nos apetezca, es algo que echamos de menos.

El ocio también ha cambiado

Nuestro ocio también ha cambiado y ante la imposibilidad de estar fuera, de nuevo hemos incrementado el consumo de las pantallas, ver la televisión, series o películas se ha convertido en el pasatiempo favorito para un porcentaje grande de la población.

Como medida paliativa, que nos está ayudando a llevar esta situación lo mejor posible, está muy bien. No obstante, debemos evitar el llamado “desplazamiento digital”, es decir, dejar de hacer otras actividades que antes hacíamos, por estar con las pantallas. Por ejemplo, entrenar o realizar deporte. Es cierto que hay que utilizar la mascarilla, que los gimnasios no siempre están abiertos, pero debemos impedir que eso sea una excusa para dejar de hacer ejercicio. O valorar qué otras formas de ocio seguro podemos seguir practicando o hemos dejado de hacer estos últimos meses, como por ejemplo salir a pasear, o leer un buen libro…

Piensa que los mejores momentos de la vida, no se publican, se disfrutan.

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