El ‘Tamagotchi’ ha vuelto, pero… ¿por qué los niños ya no usan este tipo de juguetes? Colaboración con Gonzoo.com

Llega la Navidad, aparecen en casa los catálogos de juguetes, los anuncios inundan la televisión, los niños aguardan impacientes que llegue el preciado día… Pero esto ya no es lo que era, los tiempos han cambiado.

Artículo escrito por Jesús Romero

El ‘Tamagotchi’ ha vuelto, pero... ¿por qué los niños ya no usan este tipo de juguetes?

La reciente reaparición del mítico dispositivo japonés por su 20º aniversario hará las delicias de los más nostálgicos. Sin embargo, las generaciones venideras han dejado un poco apartados este tipo de hábitos. Ahora, a un niño le hace más ilusión una tarjeta regalo PlayStation que un fuerte con vaqueros e indios.

La tecnología se ha instalado ferozmente en la vida de muchas personas, y los niños no son menos en este aspecto. Según la Guía AIJU de Juegos y Juguetes 2017-2018, recientemente publicada por el Instituto Tecnológico de producto infantil y ocio, a los 9 años empiezan a guardar los juguetes en el cajón para sumergirse en lo electrónico.

Sin embargo, hay un hecho que marca un punto y aparte en el mundo de la diversión infantil: la llegada de la ‘tablet’ en 2010. El 32% de los niños de 1 a 12 años pasan entre 1 y 2 horas a la semana con el dispositivo, aumentando según la edad y llegando a superar las 4 horas semanales en los niños de 11 y 12 años.

En palabras de Silvia Álava, directora del área infantil del Centro de Psicología Álava Reyes, los niños hasta 12 años no deberían estar delante de la pantalla más de 30 minutos diarios. “El juguete electrónico te lo hace todo… con el tradicional se trabaja la atención sostenida y la creatividad”, nos cuenta la experta. El protagonismo tecnológico ha relegado a los muñecos clásicos a un segundo plano, privando a los más pequeños de un mundo de imaginación, creatividad y estimulación que ninguna otra cosa puede aportar.

A día de hoy, hay niños de 9 años haciéndose ‘selfies’ en Instagram. “Se les da unas herramientas que les quedan grandes”, asegura Silvia que, además, alude a una educación que les enseñe cómo actuar en las redes. A esa edad, las únicas preocupaciones de las generaciones anteriores eran combatir con su flamante sable de Star Wars en luchas intergalácticas de barrio o que por fin completaran esa colección de cromos que creían tan importante.

Como no podía ser de otra manera, toda causa tiene su efecto: mayor tiempo en casa y, por lo tanto, menor juego en las calles, algo de suma importancia en la socialización y el aprendizaje de los niños. ¿¡Dónde quedaron aquellos combates navales en los que tantos portaviones se derribaban!? La dictadura de la tecnología ha vencido ya en varias batallas, pero los Playmobil todavía pueden ganar la guerra y proclamar su reinado en lo más alto del castillo.