El beso de la bella durmiente enfrenta a las madres 60 años después. Colaboración con el diario ABC

La Bella Durmiente

Esperar a que un príncipe bese a la princesa para despertarla levanta ahora el debate sobre si había consentimiento al hacerlo o se trata de un posible mensaje sexual inapropiado.

Por Alejandra González @agdiosdado1

La historia de la princesa condenada a dormir durante 100 años y que es despertada por el beso de un apuesto príncipe enfrenta a las madres, casi 60 años después del estreno cinematográfico. La bella durmiente es un clásico de Disney y casi de visualización obligatoria para los más pequeños. Pero este pensamiento no es compartido por todos, sobre todo, por las madres.

A raíz de una publicación de The Times, donde una madre pide que se retire este cuento de hadas porque tiene un mensaje sexual inapropiado, la psicóloga infantil Silvia Álava ha querido tratar este tema con ABC. «Es cierto que ha cambiado el papel de la mujer porque ya no tiene que esperar a que un príncipe la rescate».

La mujer británica defendía que la historia promueve un comportamiento inaceptable porque el príncipe no había buscado consentimiento para el beso. En ese punto, Álava responde: «Eres tú la que tiene que rescatarte, de lo que sea y de quien sea y decidir quien te besa, pero tampoco hay que demonizar con esto. Es decir, que haya casos de violencia de género, machismo o bullying no es por culpa de Disney o de sus películas».

La también psicóloga Lydia Pérez añade que «es importante que el menor conozca que cada persona tiene su propia zona de «espacio vital» y que debemos respetar la distancia entre unos y otros». Además, «hoy en día tenemos muchas películas que sí abogan por la diversidad, la individualidad y el respeto por uno mismo y por los demás».

Ambas especialistas defienden la idea de crear contenidos adaptados, de buscar modelos que se adecúen a la educación que existe actualmente, a la sociedad y a la lucha por hacer ver que tanto los niños como las niñas están en igualdad de condiciones. Y eso debe hacerse desde que son pequeños.

«Se deben transmitir estos valores desde que son niños porque tienen capacidad para comprenderlo y aplicarlo perfectamente», apunta Álava. «Muchas veces infravaloramos a los más pequeños y están más concienciados con ciertos temas, como el bullying, de lo que creemos», zanja Lydia Pérez.

En la publicación de The Times hay quien apoya la idea de que esta película juega un importante papel cultural por la tradición de los cuentos de hadas y su finalidad de enseñar lo que está bien o mal. En base a ello, Pérez asegura que «hay cuentos que quizás se están quedando muy primitivos. Hay nuevo contenido que también transmite magníficas historias de hadas, pero adaptadas a nuestro tiempo y con enseñanzas sobre el respeto, la confianza, la amistad… Historias que no se centran en el amor, la búsqueda del mismo o las guerras llevadas a cabo por el príncipe».

Como conclusión, Álava afirma que

«no hay que sacar las cosas de contexto, pero sí hay que educar a las niñas haciéndoles ver que nadie va a venir a salvarlas y que una mujer no es menos que en un hombre, en ningún aspecto».