¿Qué hacer cuando los niños mienten? Colaboración con Papis y Pekes

Un tema muy común pero a veces preocupante para los padres es cuando los niños comienzan a decir mentiras. ¿Qué hacer cuando los niños mienten?

Cuando los niños mienten

Cuando los niños son pequeños les cuesta distinguir entre la realidad y su imaginación, es por eso que muchas veces mienten, pero en ocasiones pueden no ser conscientes de que lo hacen. Se inventan historias que resultan inverosímiles pero que en su cabeza son ciertas. Ante estas fabulaciones de los niños, los padres no deben ni asustarse ni enfadarse, basta con que le digan , “pero tu sabes que eso no es verdad, qué te parece si me lo vuelves a contar diciéndome que me vas a contar una cuento, una historia, que te has inventado que un amigo tuyo ha hecho algo…” simplemente se trata de que aprendan a distinguir la realidad de la ficción.

En cambio es diferente cuando el menor  ya es un poco más mayor y empiezan a aparecer mentiras en el niño del tipo omisión de la verdad, como cuando asegura haberse lavado los sientes y no lo ha hecho, dice que hizo los deberes y descubrimos que están sin hacer…

En estos casos los padres deben de actuar. Además de hablar con él niño, hay que explicarle que sabemos que ha mentido y establecer con él una consecuencia por mentir. Muchas veces los niños continúan mintiendo porque sienten que la mentira les sale rentable, sus padres muchas veces no se enteran, o con ella consiguen dejar de hacer algo, o que no se les castigue o se establezca una consecuencia determinada.

¿Cómo actuar ante las mentiras de los niños?

  • No enfadarse de forma desproporcionada ante la realidad. Hay que ser conscientes de cuál es nuestra reacción cuando el niño ha hecho algo. Por ejemplo, si por romper una figurita el padre o la madre actuamos de manera desproporcionada, es normal que si el niño vuelve a romper algo trate de ocultarlo. Nadie quiere que le regañen y le griten de forma desmesurada.
  • Crea un clima de confianza, donde no haya el miedo y el niño se atreva a decir lo que le pasa, lo que le preocupa o si algo le fue mal.
  • Se un ejemplo a seguir. Los niños aprenden por modelado, copian a sus adultos de referencia. No mientas, porque si no ellos no van a entender por qué tú lo haces y en cambio ellos no lo tienen permitido.
  • Desde pequeño trabaja la distinción sobre la mentira y la realidad y explícale que papá y mamá saben cuándo está mintiendo.
  • Refuérzale cuando no miente, si por ejemplo confesó que jugando rompió algo, primero felicítale por habértelo contando, y luego ya hablarás con él, si lo que estaba haciendo estaba permitido o no.
  • No desconfíes de él de forma sistemática, dale la oportunidad de que cambie y mejore su actitud.

Con un poco de paciencia y actuando con coherencia podemos conseguir que nuestros niños comprendan que mentir no es la forma correcta de actuar y solucionar las cosas.

 

FUENTE: PapisyPekes.com

Qué hacer si los niños tienen complejos.

Sin complejosA partir de los seis años, los niños pueden empezar a tener complejos. Empiezan a prestar más atención a las pequeñas limitaciones que puedan tener y a darse cuenta de ciertos defectos físicos, que puede que no les gusten. Muchos de estos complejos son causados por comentarios que puedan hacerle en el colegio otros niños de su clase; aunque afortunadamente no siempre, los motes en la edad escolar suele ser algo frecuente. Por ello, una de las preguntas estrella que se hacen los padres es: ¿Qué hacer si mi hijo empieza a tener complejos? Ya sea por una característica de su físico o de su personalidad.

Silvia Álava, psicóloga infantil del centro Álava Reyes de Madrid y autora del reciente libro publicado Queremos que crezcan felices. De la infancia a la adolescencia, lo tiene muy claro: «Hay niños que son más sensibles que otros a los insultos o las críticas, por ello es importante que los padres presten atención al comportamiento hijo», asegura. Es decir, prestar atención a si su hijo está más callado, más serio, si no quiere ir al colegio, si prefiere quedarse en casa en vez de ir al cumpleaños de un amigo, si no duerme bien por las noches etc.

«Debemos darle la importancia que se merece, pero no hacer que su vida gire en torno a ese problema», sostiene la especialista.

 

Señales de alarma

Al igual que no existen dos clases iguales, tampoco hay dos niños iguales y cada cual se comporta y siente de una forma diferente. Hay niños más sensibles que otros, hay quienes resultan afectados con los comentarios negativos de los demás niños y otros que otros llegan a tener un desarrollo psicológico y funcionamiento social normal, o casi normales.

«Por ello, hay que hacer especial hincapié en la necesidad de crear entornos de crecimiento personal y confianza que los estimulen y aporten hechos relevantes a su autoestima haciéndoles cada vez más resistentes ante los sucesos negativos de su alrededor», asegura Sonia Rojas Conca, psicóloga del centro AGSPsicólogos Madrid.

De este modo, es importante diferenciar entre los factores de riesgo que aumentan la probabilidad de que el niño sufra, o bien reciba un impacto mayor sobre su autoestima, y sobre los factores de protección ante esas situaciones.

Según enumera Rojas Conca, los factores de riesgo serían hacer mucho énfasis en los aspectos estéticos y en la estética en general, en el fracaso en las relaciones sociales, un bajo rendimiento académico, un miedo patológico al rechazo y una baja autoestima y autoconcepto. Por otra parte, los factores de protección son: seguridad en sí mismo, creer que uno puede influir en lo que sucede alrededor, creer que se puede aprender tanto de las experiencias positivas como negativas, soporte y apoyo socio familiar, una buena autopercepción y autoestima, sentido del humor y creatividad de soluciones ante una misma situación.

Es importante observar esas conductas e intentar atajar el problema cuanto antes porque, a veces, puede ocurrir que los complejos que se han iniciado en la infancia perduren durante la adolescencia y se consoliden cuando son adultos. «Cuando estos complejos causan un malestar que es significativo y su preocupación por un defecto percibido de su aspecto físico se sitúa fuera de lo normal y es exagerado puede dar lugar al trastorno dismórfico corporal, (DSM-IV TR)», apunta Rojas Conca.

 

La actitud de los padres

El luchador Algo esencial es que los padres no fomenten el complejo. Hay veces que los padres son personas inseguras e inculcar sin querer esa inseguridad en sus hijos. «A veces, los complejos de los hijos están inducidos por los padres», señala Silvia Álava. Por ejemplo, unos padres que peregrinan por consultas de nutricionistas para que si hijo adelgace o padres que prometen a sus pequeños, con muy corta edad, una operación de estética cuando sean mayores.

«Es importante que los padres actúen siempre como modelo de referencia, porque para los niños, los padres son siempre ejemplos para ellos y más a esas edades», sostiene Álava.

Los padres si sospechan que su hijo puede tener algún complejo, lo primero que deben de hacer es escucharle, que le escuchen con atención para que el niño se sienta totalmente atendido y comprendido. «Es clave que el niño se sienta escuchado y arropado por su padres, para después poco ir poco ir desmontando su problema. Por ejemplo, haciéndole ver las cosas buenas que tiene», señala Álava.

Por otro lado, es fundamental que los padres eduquen en la tolerancia y en el respeto a las diferencias. Hay cuentos interactivos para niños que resultan de gran utilidad. Algo muy positivo en estos casos, «es recordar a la persona que algunos de sus ídolos tienen esas mismas características (ej. Harry Potter tiene gafas), de manera que se sienten identificados y reconfortados», indica Rojas Conca.

También es recomendable aprovechar esta situación para seguir trabajando con él las habilidades sociales y emocionales con el objetivo de que se aprendan nuevas formas de responder ante las críticas, por ejemplo jugando a diversos role-playing o poniéndole anécdotas personales que le hayan ocurrido a personas queridas.

Además de todas estas recomendaciones, lo esencial en la educación de los niños es que los padres les ayuden a trabajar su autoestima. Los progenitores deben educar a sus hijos en la seguridad, fomentando en ellos una buena autoestima y alabando sus virtudes. «Es muy importante que los niños que sean capaz de mirar el lado positivo de las cosas, de darse cuenta de que ellos también hacen y tienen cosas buenas», concluye Álava.

 

La importancia del juego en la niñez. Colaboración con Publimetro

Portada Queremos que Crezcan_felicesEl juego constituye un elemento básico en la vida de todo niño, que además de divertido resulta necesario para su desarrollo físico, psicológico y neuronal. Con él, aprenden de sí mismos y de su entorno, imaginan, crean y se involucran de manera emocional; se enfrentan a situaciones que aprenden a domar y desarrollan su capacidad de adaptación.

En el libro “Queremos hijos felices. Lo que nunca nos enseñaron”, la psicóloga Silvia Álava, directora del área infantil en el Centro de Psicología Álava Reyes, asesora a los padres para solventar dudas y complicaciones del día a día con los hijos, entre ellas, la compra de juguetes.

Silvia Álava señala que los primeros seis años del desarrollo infantil son primordiales; por ello, durante esta etapa se debe poner más esmero en escoger los regalos que se hacen a los más pequeños del hogar.

Juguetes para bebés: estimular los sentidos

La especialista destaca la importancia de los colores, sonidos y apariencias en los juguetes para que llamen la atención del bebé y que éste comience a jugar con ellos.

  • Apilables: trabajan la coordinación oculomanual, la pinza bidigital y la fuerza muscular.
  • Encajables de formas geométricas o animales: aportan coordinación visomanual y destrezas finas. Se trabaja la memoria de formas y los niños aprenden la dinámica del puzle, juego importantísimo en la actividad lúdica infantil junto con las construcciones.
  • Mantas de actividades: favorecen la motricidad de los bebés.
  • Marionetas: estimulan de forma divertida a los bebés, involucrando los sentidos de la vista y el tacto. Cuando sean un poco mayores los propios niños podrán jugar con ellas, bien a reproducir una historia o creando sus propios cuentos .

La importancia del juego

Juguetes que no pasan de moda

Aunque depende de cada niño y de la forma en que se le eduque, la especialista explica que “a partir de los dos años hay que empezar a pensar que el pequeño ya no es un bebé sino un niño”.

Los juguetes tradicionales “son importantísimos para favorecer su correcta estimulación”, por ejemplo, los juegos de ensartar cuentas, pegar y despegar pegatinas en los sitios indicados son muy apropiados a partir de los dos o tres años.

  • Los juegos de plastilina, los recortables, vestir y desvestir muñecos: en torno a los dos años, de cara a facilitar el progreso de las habilidades de fuerza y agilidad en los dedos de las manos, además de ejercitar la paciencia del niño.
  • Los patinetes, patines, triciclos, bicicletas, camas elásticas favorecen la fuerza, potencia, resistencia y control muscular del niño. Estos juguetes se podrán usar dependiendo de la destreza del niño, entre los dos y los tres años, permiten conocer su cuerpo, aprender a dominar sus movimientos, y fomentan el desarrollo de la elasticidad, la tonicidad o el equilibrio.
  • Las cocinitas, los muñecos, los bebés, las marionetas y disfraces son juguetes que favorecen el juego funcional y simbólico. En términos generales, a partir de los tres años los niños empiezan a simular que hacen cosas y a llevar a cabo juegos de roles, como cocinar, ir a la compra, cuidar de un bebé.
  • Juegos de mesa: Normalmente es a partir de los seis años cuando el niño puede entender  las reglas y seguir los turnos de los juegos de mesa tradicionales.

Juguetes que cubren necesidades

A medida que los niños cumplen años, cambian tanto sus gustos como el tiempo que dedican al jugar. La publicidad, los amigos y los propios gustos del menor influirán en los regalos escogidos; no obstante, los padres pueden “orientar el tipo de regalos que recibe en función de la edad, las necesidades y los recursos económicos de la familia”, dice Álava.

A continuación, presentamos una serie de ideas para regalar que además de agradar al niño satisfacen una necesidad.

  • Material escolar: hay un gran abanico de posibilidades para regalar que se caracterizarán por su utilidad como libros de lectura, cuadernos de actividades, lapiceros, pinturas o estuches.
  • Pizarras: además de servir como material de apoyo para realizar los deberes cuando crezcan, esta herramienta sirve para jugar a los profesores.
  • Puzles y juegos de construcción: estimulan la paciencia, la memoria de formas y la lógica de las construcción.

Consejos a tener en cuenta

A continuación algunas de los principales dilemas que los padres se pueden plantear a la hora de regalar un juguete.

  • Niños y tecnología: Los juguetes tecnológicos llaman la atención de los niños, por ello no se debe pretender que no tengan este tipo de juegos; la clave está en controlar que éstos no sean el único juguete con el que se entretienen y determinar el tiempo que pueden jugar.
  • ¿Se deben elegir los juguetes para cada sexo? Los coches no tienen que ser siempre para los niños y las muñecas para las niñas, cada cuál se divierte con el juguete que prefiere. “Los juguetes no tienen que estar determinados por el género”, sostiene; de esta manera, se evita el fomento de prejuicios sexistas.
  • El precio no es un factor a tener en cuenta cuando se trata de agradar a un niño. Los menores no valorarán el regalo en función de su precio, lo que determinará que lo aprecien es si les ha gustado o no.
  • Regalar con mesura: la Navidad conlleva que los niños sean colmados de regalos, lo que inevitablemente produce que no presten atención a la mayoría de juguetes que reciben por lo que se aconseja hablar de antemano con los familiares qué se va a comprar, así se evita que los pequeños reciban demasiados regalos y sobre todo que sean innecesarios.
  • La edad: es importante prestar atención al indicador de la edad presente en las cajas de los juguetes.
  • Cómo actuar cuando al niño no le gusta el regalo: se debe restar importancia al hecho y dar prioridad a enseñárselo para que pueda explorarlo.

 

Escrito por Marisol Orta

FUENTE: Publimetro.com.mx

¿Cómo entró el bebé en la tripa de mamá? Colaboración con el diario ABC

¿Cómo entró el bebé en la tripa de mamá?

No es conveniente esquivar las preguntas sobre sexo de los niños, porque buscarán las respuestas en otra parte.

«Es importante que la educación afectivo sexual esté enfocada desde lo positivo, nunca desde lo negativo», asegura la psicóloga infantil Silvia Álava en su libro «Queremos que crezcan felices. De la infancia a la adolescencia (de 6 a 12 años)». «Los niños tienen que aprender a aceptarse y a estar a gusto tanto con su cuerpo, como con su forma de ser y actuar», añade Álava, también directora del área infantil en el Centro de Psicología Álava Reyes. Y, ¿cuál es el mejor momento para comenzar a hablarles sobre la sexualidad? «La mayoría intenta retrasar este tema el máximo tiempo posible e incluso optan por evadir las preguntas de los niños, pero no deberían. En mi opinión, lo mejor es comenzar esta educación antes de que los niños lleguen a la adolescencia, ya que en esas edades la figura del padre y de la madre cambia para ellos y tienden a prestarles menos atención. Es algo de lo que se les debe hablar desde que son pequeños, y sobre todo hay que intentar tratar el tema con toda la naturalidad posible», advierte esta experta. «Los niños quieren saber todo acerca del mundo que les rodea y hacen preguntas que nos pueden resultar difíciles de responder, por ejemplo ¿cómo entró el bebé en la tripa de mamá?».

Estos son los consejos de Álava para que los padres sepan aclarar las dudas de los pequeños y poder responder a sus comprometidas preguntas:

  • Se deben afrontar las preguntas con la misma naturalidad con la que nos las plantean ellos.
  • La claridad y la brevedad son dos premisas fundamentales para que el niño no se aburra.
  • Es importante analizar la edad para saber adecuar el lenguaje con el que debemos responderle.
  • No es adecuado que el niño aprecie que el adulto se pone nervioso, ya que este tema le parecerá mucho más llamativo.
  • Una buena táctica es preguntarles qué opinan ellos, porque de esta forma conoceremos el nivel de información que tienen.

Errores habituales:

  1. Evitar los besos, caricias y abrazos. El contacto corporal es importante para poder desarrollar una sexualidad sana.
  2. No nombrar las cosas por su nombre. Los niños tienen que conocer su cuerpo y aprender cómo se llaman las diferentes partes de la anatomía. Hay que utilizar con naturalidad las palabras como pene, testículos, vagina o vulva.
  3. No contestar a sus preguntas. Si ven que sus padres no satisfacen su curiosidad, buscarán por otros canales (que pueden ser menos recomendadas).
  4. Mentirles. Si no sabemos la respuesta debemos admitirlo, pero evitando siempre las mentiras.
  5. No respetar los silencios. Hay que respetar el pudor de los niños, sin insistir ni presionar.

FUENTE: Diario ABC

El duelo: integrar una pérdida en la vida de un niño. Colaboración con Agencia EFE Salud

Alberto tiene seis años y acaba de perder a su papá. Su madre y sus abuelos no saben cómo decírselo ni cómo actuar para que lo supere. Darle la noticia de forma clara, fomentar el diálogo y trabajar en todos los ámbitos de su vida ayudarán a que el niño integre esa pérdida en su vida y que siga siendo feliz.

La rabia, la no aceptación y conductas de mal comportamiento para llamar la atención son síntomas de que un niño no está atravesando su duelo por la pérdida de un ser querido de forma correcta.

Por eso, la psicóloga infantil del Centro Álava Reyes, Silvia Álava, aconseja trabajar “con todas las áreas del niño: padres, colegio, hermanos o abuelos” además de las sesiones con el psicólogo en consulta.

Silvia Álava trató el tema del duelo, en concreto en la infancia, en en el VIII Congreso Internacional y XIII Nacional de Psicología Clínica que tuvo lugar en Granada, a finales de noviembre.

Verbalizar para no enquistar el problema

La psicóloga Silvia Álava. Foto cedida por la especialista.

¿Cómo darle a un niño la trágica noticia de, por ejemplo, la muerte de su padre o de su madre? “Aunque suene muy duro, hay que decirle al niño: murió, eso significa que no va a volver”, apunta la psicóloga infantil.

Es muy importante aclarar al menor la idea de la muerte como el no retorno, pues a veces son tan pequeños que no entienden qué significa morir.

También hay que evitar retrasar ese momento, pues el niño sabe que algo ha pasado. Silvia Álava recomienda ser directos pero sin excesos: “No les podemos ocultar la información, pero tampoco hay que darle más de lo que necesita por su edad, no hay que entrar en detalles”.

Una vez recibida la noticia, comienza el duelo. El primer paso es la expresión, que el niño sea capaz de verbalizar su estado “con una serie de estrategias de regulación emocional”, según la especialista.

“Hablar del tema cuando ha habido una pérdida evita que se enquiste el problema”, añade.

El duelo puede verse interrumpido o no iniciarse si el niño no habla, si no tiene un espacio para comentar cómo se siente. Además, hay ocasiones en las que el menor ve tan triste al adulto superviviente que tiende a protegerlo y no expresarse delante de él.

Álava explica que, en definitiva, en el duelo, hay que trabajar la memoria autobiográfica: ser capaces de integrar la pérdida del ser querido y, aunque en determinado momento le invada la tristeza, hay que aprender a ser felices aunque esa persona ya no esté.

Niños estimulados, emociones más inteligentes

En el mismo Congreso de Psicología Clínica de Granada, Silvia Álava se encargo de desarrollar un tema ligado a la infancia y con aplicaciones también en el duelo: Inteligencia Emocional: aplicaciones en la clínica infantil.

“La inteligencia emocional es un subconjunto de inteligencia social que comprende la capacidad de controlar los sentimientos y las emociones propios y de los demás, discriminar entre ellas y utilizar esta información para guiar nuestro crecimiento y nuestras acciones”, define Álava.

Sombras de niños sobre fondo oscuro. Efesalud.com

EFE/Miguel Gutiérrez

FUENTE: Agencia EFE Salud

Para que el niño adquiera esa inteligencia, es imprescindible la estimulación desde su más temprana edad, pues su falta “va a tener un coste muy alto” en el desarrollo de su cerebro y sus relaciones con el entorno.

Esa estimulación en bebés comienza con el “diálogo tónico”, ese tono de voz característico de una madre al hablar a su hijo, con interrogaciones o exclamaciones, así como besos, mimos y caricias que crean un apego de seguridad.

En el taller de tres horas que impartió Silvia Álava sobre este tema, los psicólogos aprendieron los factores y modelos para trabajar el desarrollo de los niños “cuyo cerebro está en continuo crecimiento”, matiza la experta.

El peligro de matar la fantasía. En el diario Las Provincias

  • Los especialistas defienden que cambiar tradiciones debe estar sometido a «estudios científicos» que analicen si son perjudiciales
  • Psicólogos apuestan por celebraciones lúdicas que respondan a la lógica infantil

Diario Las ProvinciasLos Reyes Magos llegaron ayer a Valencia. Lo hicieron precedidos por la polémica que ha originado en algunas ciudades de España la introducción de novedades y cambios en la forma de celebrar las tradicionales cabalgatas del 5 de enero, cuyos protagonistas son los niños. En Valencia, además, la celebración llegó tras el debate generado en torno a la presencia el domingo en el balcón del Consistorio de tres ‘reinas magas’ (les magues de gener) avaladas por Joan Ribó.

No son los primeros cambios de los que se ha hablado en el universo de la fantasía infantil. Hace unos años el Ministerio de Igualdad que dirigía Bibiana Aído propuso la desaparición de la lectura en los colegios de algunos cuentos tradicionales porque se consideraba que eran de contenido sexista.

¿Está en riesgo la fantasía infantil? ¿Son necesarios los cambios? Expertos en psicología y educación consultados por LAS PROVINCIAS ofrecen su criterio, analizan las circunstancias que en los últimos tiempos rodean a las celebraciones y relatos infantiles. La opinión de varios coincide en destacar la necesidad de que los eventos que tengan por destinatario al público infantil se inspiren en los niños, que respondan a su «lógica». Apuestan por programar en base a «necesidades de los pequeños» y si hay que cambiar que sea tras estudiar si las tradiciones y los relatos «son perjudiciales».

Óscar González Maestro y escritor

«Los eventos infantiles no se adaptan a los niños»

El análisis que ofrece Óscar González fija la atención en las pautas que se siguen a la hora de programar acontecimientos infantiles. Asegura este maestro autor de varios libros sobre temas del ámbito de la educación, que «los criterios que se siguen para organizar eventos dirigidos a niños no se adaptan a ellos».

En su opinión con los programas de actividades que se ofrecen «no atendemos a las necesidades de los pequeños, sino a las de los adultos», mientras que «si los organizaran los niños, les saldría mejor».

González califica de «importante» mantener referentes como los Reyes Magos «porque son una tradición», si bien no se opone a la introducción de «cambios siempre que no rompan los esquemas» de los niños. Y para ello entiende que el camino pasa por no perder de vista que el protagonismo debe residir en el menor. El maestro puntualiza que sobre relatos o los Magos de Oriente «no existe un estudio que diga si hay algún elemento perjudicial o si es bueno» en los relatos o las costumbres. Entiende que cuando se disponga de esa información si se considera conveniente «se cambia, pero primero hay que pensar».

Defiende la importancia que tienen los mensajes de cuentos y del mundo de la ilusión, como la que cada año acompaña a la noche de ayer, sin despreciar que los relatos se pueden ir adaptando a la actualidad, pero el adulto no puede olvidar que «hay que adaptarse a la edad de los niños».

 

Silvia Álava Psicóloga y escritora

«En los Reyes los niños no ven hombres o mujeres»

La psicóloga y escritora Silvia Álava habla muy bien de los cuentos, del papel que los relatos fantásticos pueden jugar en el desarrollo del niño y advierte de que hay que tener cuidado cuando se deciden modificaciones en torno a las historias infantiles o las tradiciones ligadas al mundo de los pequeños. Entiende que se corre el riesgo de que ante algunas modificaciones «el niño se pierde; un cambio de repente no va a ser capaz de entenderlo».

En sus declaraciones Silvia Álava hace referencia a la lucha por acabar con conductas sexistas a través del contenido de relatos, planteamiento surgido años atrás cuando el Ministerio de Igualdad propuso acabar con la lectura en colegios de cuentos clásicos al considerarlos sexistas. La psicóloga apuesta por «una educación no sexista», si bien aclara que «por una vez al año no lo vamos a cambiar», sino que hay que actuar «día a día sobre la realidad y no sobre el mundo de la fantasía de los niños».

La psicóloga insiste en que cualquier decisión que afecte al universo de los menores tiene que responder a su «lógica», posición que recuerda el criterio de Óscar González, en tanto que ambos hablan de atender al punto de vista de los pequeños.

También ofrece su opinión ante las novedades en las tradiciones y apunta que primero hay que ·decidir las que son contraproducentes» y en referencia a los Reyes asegura que en ellos los pequeños «no ven si son hombres o mujeres, sino unos personajes que les traen regalos» y ante ello habla de la conveniencia de atender a su «lógica».

 

Carmen Martorell Profesora jubilada

«Sirven como anclaje cultural a la sociedad»

Carmen Martorell, profesora jubilada de la Facultad de Psicología de la Universitat de València, habla de dos vertientes a la hora de considerar los relatos y las tradiciones del universo infantil. Por una parte apunta el papel que juegan en el «desarrollo del sistema nervioso del niño» y, por otra, defiende la función socializadora de tradiciones como la que va unida al 6 de enero en tanto que «sirven como anclaje cultural a la sociedad a la que pertenecen».

Considera que decidir novedades debe quedar limitado a que «científicamente se demuestre que hay algún elemento que es dañino» y en ese caso quitarlo. Reivindica mayor reflexión sobre todo ello, pues echa de menos que «análisis sobre si es adecuado».

 

Carmen Pellicer Pedagoga

«Las historias tradicionales forman parte de las raíces»

El análisis que ofrece la pedagoga y escritora Carmen Pellicer al hablar de los Reyes Magos destaca que lo más importante es «el contexto afectivo» y que las historias tradicionales «forman parte de las raíces».

La experta en cuestiones de educación infantil no se opone a que los relatos y costumbres como la visita de Melchor, Gaspar y Baltasar se adapten a los tiempos. Pero si ello sucede hay que abordar la cuestión desde la óptica de que «el problema no es quitar, sino cómo crear recuerdos» que conformarán ese «contexto afectivo» que recoge «la ilusión, la emoción y el cariño» que arrastrarán los niños hacia la edad adulta. No es partidaria de «destruir en base a prejuicios sin otras tradiciones que sustituyan».

FUENTE: Diario Las Provincias

Hablamos de la Ilusión con Carles Mesa en el programa Gente Despierta de RNE

Escucha el podcast de la entrevista pinchando en la imagen:

La ilusión en Gente Despierta de RNE

Por favor, ¡basta de juguetes! Colaboración con el diario El Mundo

Los expertos recomiendan a los Reyes que no traigan más regalos de los pedidos

Un exceso de juguetes satura a los más pequeños y fomenta el egoísmo

Jueguetes El Mundo Silvia ÁlavaNo hay nada como hacer feliz a un niño, más si cabe en el Día de Reyes. Los padres hacen lo que sea por ver sonreír a sus hijos en la que dicen, es la mañana más mágica del año. Sin embargo, a veces, las ganas infinitas por contentar a los pequeños acaban desbordándose en un salón repleto de juguetes donde los niños no saben muy bien a qué atender. La felicidad de los protagonistas de la casa no es tanto los regalos sino lo que supone en sí ese día.

«Realmente, lo que más ilusiona a los niños no son los regalos en sí, sino la ilusión de que los Reyes Magos hayan estado en su casa, el compartir ese momento de descubrir todos los regalos con su familia, y por supuesto esperar también, a ver si les han dejado todos los juguetes que querían», afirma a EL MUNDO Sonia Ruiz Navas, vocal del Colegio Oficial de Psicólogos de Extremadura, y directora del Centro de Psicología Integral PSICOIN.

«Les emociona muchísimo ponerse a abrir los regalos, uno tras otro, rasgar el papel deseando ver lo que hay dentro. A veces, en esa vorágine de desenvolver paquetes ni siquiera son conscientes de lo que contienen ni se paran a verlos detenidamente», añade.

 

Los regalos ocupan sin duda uno de los gastos más importantes de la campaña de Navidad. Además, este año, según estimaciones de un reciente estudio, el 50% de los españoles expresó su percepción de que se gastaría más en regalos que en años anteriores. Seguramente, la mayoría ellos vayan dirigidos a los más peques de la casa, pero a ellos realmente, y en contra de lo que se pueda pensar, se les hace feliz con muy poco, no hace falta (ni es recomendable) saturarlos.

No más juguetes de los pedidos

Los regalos hay que hacerlos de forma sensata. «Por poner un número aconsejado de juguetes, podemos decir que tres sería lo ideal, pero va a depender también del valor del regalo», explica la especialista en Psicología. No es lo mismo un juguete muy deseado y con un alto coste económico, que varios más pequeños etc. Lo mejor sería respetar lo que han pedido en su carta (siempre y cuando sea algo coherente). «¿Por qué saturarlo con juguetes que ni siquiera ha pedido o no le gustan? Es mejor comprar regalos que les vayan a ser útiles y a los que realmente vayan a prestar atención y les resulten motivadores», señala.

El mismo mensaje lanzan desde la Asociación Española de PadiatrÍa de Atención Primaria (AEPap). «El exceso no es bueno, ya que los niños pueden dejar de apreciar el regalo y el cariño con el que se ha buscado», apunta Juan José Morell, de la AEPap. Más que los juguetes, y la cantidad que reciban, «lo más valorable es poder dedicar más tiempo a los niños y jugar con ellos».

Por su parte, el psicólogo educativo Jesús Ramírez, asegura que si los niños reciben una gran cantidad de presentes que no han pedido a los Reyes, tan solo fomentará en ellos el egoísmo, y el ansia por acumular juguetes que no van a utilizar. «Los niños siempre esperan que cada miembro de la familia le haya traído regalos, pero esto es realmente una conducta aprendida. Por lo que sería bueno que se juntasen todos los miembros de la familia a leer la carta que el niño ha enviado a los Reyes, para hacer uno o dos regalos buenos y así, los acostumbramos desde pequeños», expone el profesional.

Es decir, asumirán como normal que los Reyes sólo traerán a casa unos poco regalos, y no cientos de juguetes sin sentido alguno. Realmente, los niños disfrutan de los Reyes Magos a partir de los tres o cuatro años. «Antes, no son conscientes de lo que ocurre y, por tanto, no hace falta que montemos toda la parafernalia», comenta Ramírez. Desde esa edad hasta los cinco o seis años, sería interesante oír qué les gustaría recibir y tratar de hacerlo realidad. Aunque sea algo caro, con ayuda de toda la familia, seguro que lo conseguimos. «Es mejor uno o dos regalos que deseen, a regalarles un montón de cosas que no desean y que luego no saben qué hacer con ellas», insiste.

El egoísmo no sería la única consecuencia de que los niños reciban tantos regalos sin sentido. El exceso puede influir también en su desarrollo emocional, al no aprender valores como la austeridad o no apreciar el esfuerzo que supone tratar de conseguir algo. Además, «ese exceso contribuye a dispersar la atención y la imaginación de los niños», apunta Ruiz Navas.

Pero vamos más allá. Según continúa explicando esta profesional, si pensamos a largo plazo, corremos el riesgo de convertirlos en adultos insatisfechos y exigentes para los que nada es suficiente. Y no menos importante, que sienta como algo normal que el amor se demuestre en base a cuestiones materiales, ya que a veces esto se hace como un modo de compensar otras carencias, como el poco tiempo que pasan los padres con sus hijos.

Regalos útiles

Lo importante de los regalos es que los niños se diviertan pero si, además, pueden ser útiles, mejor que mejor. El mejor juguete es aquel que divierte al niño a la vez que fomenta sus capacidad cognitiva y de relación con los demás. No debemos olvidar que una de las funciones del juego es el aprendizaje de valores.

Portada Queremos que Crezcan_felices«Los juguetes, además de ser un medio de distracción y de entretenimiento para los niños, deben estar bien utilizados para estimularles en mayor medida y favorecer así los procesos de aprendizaje«, afirma la psicóloga infantil Silvia Álava, autora del libro Queremos que crezcan felices.

Por ejemplo, en la etapa escolar, «son muy adecuados los juegos que requieren normas y otros jugadores», sostienen desde la AEPap. De este modo, lo niños aprenden a jugar en equipo, a relacionarse con los demás, a ganar y a perder, a desarrollar razonamientos mentales y pensar más allá de la jugada inmediata. También es importante estimular la lectura. Los instrumentos que fomentan el deporte también son muy aconsejables, como raquetas, bicicletas etc, todo lo que sea jugar al aire libre siempre será muy positivo para los peques. También, los relacionados con la música. «Los juguetes además, de ser un medio de distracción y de entretenimiento para los niños, deben estar bien utilizados para estimularles y favorecer así los procesos de aprendizaje«, apunta Álava. Es importante destacar que no deben fomentar el sexismo ni promover la intolerancia o la violencia.

Por último y algo muy común en los últimos años, y que está a la orden del día son los juguetes tecnológicos. Son buenos. «Constituyen oportunidades para que los niños adquieran habilidades que les van a ser muy útiles, pero es necesario ponerles un límite de tiempo, puesto que atrapan la atención de forma importante», concluyen desde la AEPap.

FUENTE: Diario El Mundo

La importancia del juego en la niñez. en Publimetro de Mexico

La importancia del juego para los niñosEl juego constituye un elemento básico en la vida de todo niño, que además de divertido resulta necesario para su desarrollo físico, psicológico y neuronal. Con él, aprenden de sí mismos y de su entorno, imaginan, crean y se involucran de manera emocional; se enfrentan a situaciones que aprenden a domar y desarrollan su capacidad de adaptación.

En el libro “Queremos hijos felices. Lo que nunca nos enseñaron”, la psicóloga Silvia Álava, directora del área infantil en el Centro de Psicología Álava Reyes, asesora a los padres para solventar dudas y complicaciones del día a día con los hijos, entre ellas, la compra de juguetes.

Silvia Álava señala que los primeros seis años del desarrollo infantil son primordiales; por ello, durante esta etapa se debe poner más esmero en escoger los regalos que se hacen a los más pequeños del hogar.

Juguetes para bebés: estimular los sentidos

La especialista destaca la importancia de los colores, sonidos y apariencias en los juguetes para que llamen la atención del bebé y que éste comience a jugar con ellos.

  • Apilables: trabajan la coordinación oculomanual, la pinza bidigital y la fuerza muscular.
  • Encajables de formas geométricas o animales: aportan coordinación visomanual y destrezas finas. Se trabaja la memoria de formas y los niños aprenden la dinámica del puzle, juego importantísimo en la actividad lúdica infantil junto con las construcciones.
  • Mantas de actividades: favorecen la motricidad de los bebés.
  • Marionetas: estimulan de forma divertida a los bebés, involucrando los sentidos de la vista y el tacto. Cuando sean un poco mayores los propios niños podrán jugar con ellas, bien a reproducir una historia o creando sus propios cuentos .

Juguetes que no pasan de moda

Aunque depende de cada niño y de la forma en que se le eduque, la especialista explica que “a partir de los dos años hay que empezar a pensar que el pequeño ya no es un bebé sino un niño”.

Los juguetes tradicionales “son importantísimos para favorecer su correcta estimulación”, por ejemplo, los juegos de ensartar cuentas, pegar y despegar pegatinas en los sitios indicados son muy apropiados a partir de los dos o tres años.

  • Los juegos de plastilina, los recortables, vestir y desvestir muñecos: en torno a los dos años, de cara a facilitar el progreso de las habilidades de fuerza y agilidad en los dedos de las manos, además de ejercitar la paciencia del niño.
  • Los patinetes, patines, triciclos, bicicletas, camas elásticas favorecen la fuerza, potencia, resistencia y control muscular del niño. Estos juguetes se podrán usar dependiendo de la destreza del niño, entre los dos y los tres años, permiten conocer su cuerpo, aprender a dominar sus movimientos, y fomentan el desarrollo de la elasticidad, la tonicidad o el equilibrio.
  • Las cocinitas, los muñecos, los bebés, las marionetas y disfraces son juguetes que favorecen el juego funcional y simbólico. En términos generales, a partir de los tres años los niños empiezan a simular que hacen cosas y a llevar a cabo juegos de roles, como cocinar, ir a la compra, cuidar de un bebé.
  • Juegos de mesa: Normalmente es a partir de los seis años cuando el niño puede entender  las reglas y seguir los turnos de los juegos de mesa tradicionales.

Importancia del juegoJuguetes que cubren necesidades

A medida que los niños cumplen años, cambian tanto sus gustos como el tiempo que dedican al jugar. La publicidad, los amigos y los propios gustos del menor influirán en los regalos escogidos; no obstante, los padres pueden “orientar el tipo de regalos que recibe en función de la edad, las necesidades y los recursos económicos de la familia”, dice Álava.

A continuación, presentamos una serie de ideas para regalar que además de agradar al niño satisfacen una necesidad.

  • Material escolar: hay un gran abanico de posibilidades para regalar que se caracterizarán por su utilidad como libros de lectura, cuadernos de actividades, lapiceros, pinturas o estuches.
  • Pizarras: además de servir como material de apoyo para realizar los deberes cuando crezcan, esta herramienta sirve para jugar a los profesores.
  • Puzles y juegos de construcción: estimulan la paciencia, la memoria de formas y la lógica de las construcción.

Consejos a tener en cuenta

A continuación algunas de los principales dilemas que los padres se pueden plantear a la hora de regalar un juguete.

  • Niños y tecnología: Los juguetes tecnológicos llaman la atención de los niños, por ello no se debe pretender que no tengan este tipo de juegos; la clave está en controlar que éstos no sean el único juguete con el que se entretienen y determinar el tiempo que pueden jugar.
  • ¿Se deben elegir los juguetes para cada sexo? Los coches no tienen que ser siempre para los niños y las muñecas para las niñas, cada cuál se divierte con el juguete que prefiere. “Los juguetes no tienen que estar determinados por el género”, sostiene; de esta manera, se evita el fomento de prejuicios sexistas.
  • El precio no es un factor a tener en cuenta cuando se trata de agradar a un niño. Los menores no valorarán el regalo en función de su precio, lo que determinará que lo aprecien es si les ha gustado o no.
  • Regalar con mesura: la Navidad conlleva que los niños sean colmados de regalos, lo que inevitablemente produce que no presten atención a la mayoría de juguetes que reciben por lo que se aconseja hablar de antemano con los familiares qué se va a comprar, así se evita que los pequeños reciban demasiados regalos y sobre todo que sean innecesarios.
  • La edad: es importante prestar atención al indicador de la edad presente en las cajas de los juguetes.
  • Cómo actuar cuando al niño no le gusta el regalo: se debe restar importancia al hecho y dar prioridad a enseñárselo para que pueda explorarlo.

Violento en casa, sumiso en el cole. Colaboración con la revista Mía

Violento en casa, sumiso en el cole¿Tu hijo es agresivo o grosero en el entorno familiar, pero en la escuela se porta bien (hasta demasiado bien)? Te explicamos cómo detectar las causas y las posibles soluciones con la ayuda de una psicóloga.

Párate a pensar

Observa a tu hijo y las situaciones en las que reacciona con violencia en el entorno familiar. ¿Cuáles son y por qué se producen? Silvia Álava, directora del área infantil del Centro de Psicología Álava Reyes, en Madrid, afirma que en estos casos debemos hacernos ciertas preguntas: “¿Cuál es el problema?, ¿por qué ocurre?, ¿hay una causa concreta que le haga comportarse de este modo?”. Asimismo, habla con su colegio y pide que presten atención a los momentos en que se muestre más retraído en clase, con sus compañeros.

¿Por qué se produce?

La psicóloga infantil reconoce tres razones para este comportamiento: “En ocasiones, los niños se portan mejor en el colegio que en casa porque en el primero están claras las normas y se han establecido las consecuencias para cuando no hacen lo que corresponde; mientras que en casa no es así. Otras veces, prueban a sus padres: quieren saber si pueden salirse con la suya, y a veces lo consiguen. También puede ser que estén haciéndoles una llamada de atención”.

¿Conflicto con el entorno? 

“Los niños tienen una gran capacidad de observación y saben muy bien qué es lo que pueden hacer en cada situación y cómo se tienen que comportar con las diferentes personas y en los distintos contextos”, resalta la experta. Cuando modifican su comportamiento según las circunstancias, puede reflejar un conflicto con el entorno y con quienes se encuentran en dicho ámbito. Y puede ser tanto una prueba para sus padres, ‘reclamar’ límites, como una vía de escape ante una situación estresante en la escuela.

Una llamada de atención

La psicóloga pone el acento en este factor como causa de la agresividad o mal comportamiento de nuestros hijos. “Los padres les regañamos, les damos sermones o les castigamos sin algo que les gusta. Y cuando buscan llamar la atención esto puede reforzar el problema, pues, aunque sea de forma negativa, al final los niños consiguen su objetivo: que sus padres dejen de hacer lo que sea por ir a regañarlos”.

Soluciones en casa…

Dale la vuelta: que reciban más atención en positivo que en negativo. “Trabaja desde el refuerzo. Es decir, en lugar de castigarlos cuando no se porten bien, explícales que cuando griten, peguen o chillen, no les prestarás atención. Y, en cambio, cuando su comportamiento sea el correcto (cuando se olviden de los gritos y demás), vosotros, sus padres, estaréis a su lado y les prestaréis atención”, aconseja Silvia Álava.

… y en la escuela

Aunque en la mayoría de los casos, como dice la psicóloga, el conflicto deriva de un problema de autoridad paterno, “es bueno hablar con el colegio para saber cómo se comporta en el centro escolar, o por si se hubiera detectado algún problema”. Ten en cuenta que las llamadas de atención a veces esconden problemas reales de integración. Si es el caso, acude a un profesional.

 FUENTE: Revista Mía