¿En vacaciones de Navidad te comportas como una madre o un padre estilo ‘helicóptero’? Colaboración con la Agencia EFE

Hay padres que en lugar de preparar a sus hijos para el camino preparan el camino para sus hijos.

Así sintetiza la psicóloga Silvia Álava, directora del área infantil en el Centro de Psicología Álava Reyes, en España, el error más común que se comete en la educación de los hijos de 6 a 12 años de edad: la sobreprotección.

“Es una equivocación porque los niños se sienten más inseguros cuando los padres se lo dan todo hecho, y es importante que los pequeños experimenten el fracaso para que aprendan a esforzarse más”, señala esta experta.

Álava indica que los chicos necesitan aprender a resolver las situaciones por sí mismos y conseguir tolerar la frustración. “Unos buenos padres tratan de levantar a su hijo cuando se cae, le consuelan, le secan las lágrimas y le apoyan para que siga adelante, ya que si no le dejamos caer, nunca aprenderá a levantarse”.

Está psicóloga infantil denomina ‘padres helicóptero’ a aquellos que “tienen un estilo de educación que se basa en la sobreprotección de los hijos y que están continuamente ‘sobrevolando’ encima de ellos para resolver cualquier problema que pueda tener el niño o apartarle las piedras del camino”.

Uno de los principales objetivos que se deben perseguir en la educación de los hijos es conseguir que sean personas autónomas, seguras e independientes, y esto es algo que hay que inculcar desde la más tierna infancia. Pero, según Álava, “nos encontramos con muchos padres que cometen el error de sobreproteger a sus hijos, entienden de forma errónea el amor y el cariño y están demasiado encima de ellos”.

Estos ‘padres helicóptero’ impiden a los críos desarrollar recursos y estrategias que les serán necesarios en el futuro, “porque satisfacen sus necesidades en exceso. Hay que dejarles que se frustren, que se queden sin algo que les guste, que luchen por sus objetivos. Concederles todo será más perjudicial que beneficioso”, enfatiza.

¿Cómo pueden una madre, un padre o ambos descubrir si se han convertido en ‘helicópteros’ o están en vías de serlo? Álava describe cinco comportamientos:

1. No dejar que los pequeños se vistan solos.
2. Evitar decirles ¡NO!
3. Reponer de forma inmediata lo que perdieron.
4. Recogerles los juguetes o llevarles la ropa sucia al cesto de lavar.
5. Ser la agenda de nuestro hijo y no permitir que el niño se responsabilice de sus deberes o de lo que tiene que llevar al colegio. 

Fuente: EFE

Hacemos un repaso con la historiadora Patricia Lasca por las costumbre más importantes de la época navideña

Curiosidades sobre la historia del árbol de Navidad o la tradición de los regalos…

Diciembre ya llegó, y el espíritu navideño se respira en el aire, en estos días ronda un clima emocional que nos hace más generosos, más dispuestos al bienestar común. Es usual que comencemos a pensar en la decoración de la casa y en cómo y dónde se darán los festejos. 

“El espíritu de ayuda a los demás ha trascendido al aspecto religioso”, opina la psicóloga Silvia Álava. Este sentimiento es mucho más que una sensación, ha quedado registrado en episodios históricos como en aquel 25 de diciembre de 1914, durante la Primera Guerra Mundial, cuando los soldados salieron espontáneamente de las trincheras, decididos a no combatir ese día. En tiempos de guerra, auguraron paz y festejaron con sus enemigos la Navidad. Newsletters Clarín

Ancladas en estos sentimientos de amor, paz y bienestar, las tradiciones que componen estas fechas nos abren a muchas culturas. La costumbre hace que se repitan año a año, se arma el arbolito de Navidad el 8 de diciembre, se entregan los regalos el 25, y se comparten determinados alimentos en una mesa común. 

Del roble pagano al pino de Navidad

Los pueblos de Europa del Norte aún en la Edad Media seguían practicando el culto de tradición pagana a los árboles, muy especialmente al roble. Una vez al año, durante el solsticio de invierno, aquellos hombres se reunían, pidiendo protección para ellos, sus familias, ganados y cosechas. En el siglo VIII el sacerdote Bonifacio recibió la orden de el Papa Gregorio II de evangelizar a los nórdicos. Cuenta la tradición que el misionero, al llegar con los suyos a una aldea, derribó un roble donde se celebraría el ritual con un sacrificio como ofrenda. Al mismo tiempo señaló un pequeño abeto, como símbolo de la vida eterna porque sus hojas son siempre verdes. Cuenta la historia que así comenzó la tradición cristiana de usar un pino como árbol de Navidad.

Al principio se ponían velas y manzanas que representan, respectivamente, la luz de Cristo y la tentación. Con el tiempo las velas se reemplazaron por luces y las manzanas por esferas que son símbolos de los dones que Dios ofreció a los hombres: sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, piedad.

Las esferas plateadas se colocan en representación de agradecimiento, las azules son signo de reconciliación, las doradas son símbolo de alabanzas, las rojas corresponden a las peticiones o deseos.

Una mujer toma fotografías durante la ceremonia en la que se han encendido las decoraciones navideñas, incluido el árbol de Navidad de Swarovski, en Milán (Italia). Foto: EFE/ Daniel Dal Zennaro

Una mujer toma fotografías durante la ceremonia en la que se han encendido las decoraciones navideñas, incluido el árbol de Navidad de Swarovski, en Milán (Italia). Foto: EFE/ Daniel Dal Zennaro

¿Por qué regalamos en Navidad?

En la antigua Roma, desde el siglo III aC, se celebraban durante varios días en diciembre, las populares “saturnalias” en honor a Saturno, dios de la agricultura. Al banquete que se festejaba en el foro romano, estaban todos invitados y había un novedoso cambio de roles en donde los amos atendían a los esclavos. Los agricultores celebraban el final de la cosecha de otoño. A la luz de velas y antorchas, los primeros festejos sucedían entre el 17 y 23 de diciembre. En el hemisferio Norte, es el período más oscuro del año y el nacimiento de un nuevo período de luz, coincidiendo el 25 de diciembre con el solsticio de invierno.

Eran siete días de bullicio, diversión e intercambio de regalos por parte de familiares y amigos. Entre los obsequios predominaban las velas y estatuillas de terracota.

Más tarde, la Iglesia Católica, en un intento de reemplazar las saturnales paganas, hizo coincidir en esas fechas la Navidad cristiana.

Siglos más tarde la tradición de los regalos en Navidad se unió con el conocido religioso Nicolás de Bari (en la vida real) a Papá Noel (en la leyenda).

¡Felices Fiestas!

FUENTE: Clarin.com

¿Sexista y antiabortista?: las críticas al Ksi-Merito, el juguete estrella de la Navidad. Colaboración con la Cadena Ser

  • La Fundación Mujeres afirma que el muñeco vincula el cuidado al embarazo previo y al nacimiento
  • La empresa que lo ha desarrollado lo desvincula de temas de procreación, nacimiento o aborto
  • El éxito del juguete mexicano ha hecho que la empresa española Famosa haya ideado su propia versión: las Bellies

Escrito por  Maika Ávila

Mikromeritos, sigotos, prematuros o espumantis. Son los neonatos de la empresa mexicana Distroller, dispuestos a llegar a las casas de los niños españoles esta Navidad, si Papá Noel y los Reyes Magos no se despistan porque las existencias comienzan a escasear. Es uno de los juguetes estrella, tanto que tienen su propia versión española, las Bellies. Los Ksi-Meritos se crearon en 2012. Su estética y filosofía comenzaron a cosechar críticas de movimientos feministas que lamentaban la idealización de la maternidad y su imposición a las niñas como principal aspiración vital. En uno de los vídeos, que suma seis millones de reproducciones, las niñas aparecen como madres que solo se dedican a cuidar sus muñecos, cocinar e ir a la peluquería. La acusación de fomentar el antiabortismo también estuvo presente en México, donde la interrupción legal del embarazo no fue legal hasta 2007.

¿Cómo es posible que un muñeco de plástico, con más cabeza que cuerpo, ojos desproporcionadamente grandes, que mide poco más de un palmo y tiene nombres como Menudititita, Chivatita o Isabelonga coseche feroces críticas? La historia creada en torno a los personajes atrapa a los niños. Vienen del planeta imaginario Neonatitlán para ser adoptados. Deben de permanecer en su caja de cartón que hace las veces de incubadora, se alimentan en exclusiva de suero y tienen cordón umbilical.

“Perpetúan los roles de género”

“Claramente, el proceso de formación del Ksi-Merito podría simular un embarazo. Por un lado, hay un nonato que tú ayudas a desarrollarse, viene dentro de una pulsera que tienes que regar y cuando está a punto de explotar acudes al hospital de Ksi-Meritos y nace a través de la máquina con viscosidad. Hay otro neonato prematuro que metes en una incubadora. En nuestra opinión, si no es antiabortista, sí que vincula el cuidado al embarazo previo y al nacimiento del Ksi-Merito”, explican desde la Fundación Mujeres, el equipo de educación formado por la educadora social Raquel Gallego, la psicóloga Sandra Gómez y la jurista Teresa García.

La enfermera Tania, en uno de los vídeos promocionales.
La enfermera Tania, en uno de los vídeos promocionales. / YouTube

En su opinión, los Ksi-Meritos perpetúan roles y estereotipos de género. “Algunos ejemplos de cómo lo hace sería la asignación de colores en base al sexo, no aparezca ni un solo niño cuidador aunque sí que aparece el Dr. Chui, como figura de poder y conocimiento, que es quien realiza la investigación para ver de dónde vienen los Ksi-Meritos mostrando cómo la enfermera Tania solicita la ayuda al médico”, explican. A su juicio estos roles, los de Tania y el Dr. Chui, no están alejados de la realidad en las relaciones de poder y la representación de los oficios masculinizados y feminizados, doctor y enfermera.

“Una campaña como la de México no tendría cabida en España”

Denuncian que la sexualización de la enfermería es un fetiche utilizado por el patriarcado. “En vez de presentarla de una manera profesional, se da cosificación, algo que nos resulta especialmente grave porque está dirigido a niñas y niños de corta edad”, lamentan. En los vídeos que los publicitan en México, es muy significativa la estética años 50. “Todas las niñas parecen pequeñas Doris Day, no apelando al uso de los Ksi-Meritos por parte de los niños, es sólo cosa de ellas. Una de las frases que repiten constantemente en la canción es ‘tengo que cuidar de mi Ksi-Merito’, mientras cocinan, van a la peluquería y al supermercado. Educar en los cuidados nos parece necesario haciéndolo desde la corresponsabilidad, haciendo partícipe a niñas y niños de la importancia de compartir las tareas para el sostenimiento de la vida”, explican.

Una de las imágenes de un vídeo promocional.
Una de las imágenes de un vídeo promocional. / YouTube

La Fundación Mujeres considera que esta campaña que se desarrolla en México y que se puede ver en Youtube, “con tan alta y evidente sexualización y estereotipación de género”, no tendría lugar en España gracias a los observatorios y la sensibilidad. No obstante, afirman, es necesario estar alerta porque “desde un óptica menos agresiva o con formas mucho más sutiles, podemos hallar mensajes idénticos”. En cambio, la empresa creadora segura que los vídeos promocionales son para todos los países. Y lo justifica. «Al ser Distroller una marca inclusiva y universal comunica en su mismo lenguaje a todos los niños, lo único que puede cambiar en un momento dado es el idioma y algunos lanzamientos que llevan su tiempo para adaptar a las normativas de cada país.

La empresa niega que se relacione con el embarazo o el aborto

Los Ksi-Meritos han llegado a España de la mano de la empresa Cife y se venden en exclusiva en siete centros de ‘El Corte Inglés’ y a través de su web donde aparecen agotados. Su responsable de compras, Jacobo Fernández, explicaba la semana pasada que ya se habían convertido en el juguete estrella esas navidades. La empresa confirma que este primer año de lanzamiento en nuestro país esperan «superar todas las expectativas pendientes». 

Antes las críticas de ser un juguete sexista y antiabortista, la empresa explica a la Cadena SER que Distroller y los neonatos no se relacionan con «temas de procreación, nacimiento o aborto». Aclara también que no pretende dar lecciones ni crear conciencias. «No tiene nada que ver con posturas ideológicas, sexistas, religiosas o políticas». La marca insiste en que su intención en crear «un universo imaginario en donde las niñas y los niños son los protagonistas. Es una experiencia donde el objetivo principal es la diversión de adoptar y cuidar a un bebé proveniente de otro planeta». La empresa afirma que «el hecho de responsabilizarse por el bienestar de su pimpollo o bebé, promueve sin quererlo, la autoestima de las niñas y los niños». Llama la atención que se refiera en todo momento a niños y niñas cuando en su publicidad solo aparecen niñas .

“Parte del éxito del Ksi-Merito tiene que ver con que es un juego dirigido”

La psicóloga infantil Silvia Álava conoce a los Ksi-Meritos por lo que le cuentan las niñas en su consulta. Ni un niño habla de estos juguetes. “Me van diciendo que han pedido a los Reyes, que es un bebé que lo tienen que vacunar y darles suero porque si no, se muere”.

Así se convierte un juguete en la estrella de la Navidad

Sonia Gimeno, de la cooperativa de consumo Abacus, explica cómo se origina la tormenta perfecta para que un juguete sea el más pedido por los niños. “Este año se llevan las Bellies. La realidad es que no depende ni de la distribución ni de la marca. Todas hacen publicidad y marketing, pero luego está la difusión que alcance el canal de YouTube o los catálogos de juguetes. Tiene más que ver con lo que se transmita al usuario final, es el niño el que va creando la demanda. En los patios del colegio se crean en buena medida los juguetes estrella de la Navidad. Existe el efecto contagio porque entre ellos se lo explican. La demanda llega luego al comercio. Es una escalada que va de abajo a arriba”, explica.

Álava explica algo que los padres ven cada día: el triunfo de los vídeos de YouTube de adultos jugando con muñecos. “Los niños los consumen en lugar de jugar ellos mismos. Si además tienen un storytelling potente como en el caso de estos muñecos, es fácil de entender su éxito. Hay otro factor nada desdeñable. Los hijos están acostumbrados a tener su tiempo ocupado con actividades con lo cual se sienten cómodos en un juego dirigido de antemano como es el caso. Aquí te dicen con detalle cómo debes cuidarlo, deja poco margen a la improvisación”.

La psicóloga afirma que a los niños no les influyen las críticas al juguete. “Una niña de seis, siete u ocho años, porque a los nueve ya no les interesa, no llega a entender la historia o el mensaje que pueda haber detrás. Se quedan con que les gusta y ya está”. Álava insiste en la importancia del juego libre para el desarrollo. “Es lo que les falta a los niños hoy en día. Hay que fomentar que sean ellos mismos los que creen sus propias historias y divertimentos. Les tenemos en una sociedad en la que los llevamos de un lado a otro y luego el rato de juego también está dirigido. Hay que dejar que los niños desarrollen su propio juego simbólico”, recomienda.

Papá Noel y los Reyes Magos se afanan estos días por encontrar un regalo que ilusione. Quizá no sea lo que ponía la carta, pero hay que darles un margen de confianza. Seguro que dan con el juguete adecuado. Al fin y al cabo, tienen cientos de años de experiencia en su tarea.

Algunos de los Ksi-Meritos más populares.
Algunos de los Ksi-Meritos más populares. / Distroller

FUENTE: Cadena SER

¿Por qué nos gusta tanto Papá Noel y los Reyes Magos? colaboración con CocaCola España

Su majestad, el rey de la casa. Colaboración con La Voz de Galicia

En el caso de familias con hijos únicos es más fácil caer en la sobreprotección.

Escrito por Ana T. Jack

¿Egoístas, mimados y caprichosos? ¿O quizá imaginativos, inteligentes y seguros de sí mismos? Los tópicos acerca de los rasgos de personalidad que supuestamente caracterizan a los hijos únicos son muchos y, en general, como siempre que se intenta generalizar a una población tan amplia, alejados de la realidad. La personalidad de niños y niñas que crecen sin hermanos, una tendencia al alza en los países desarrollados, depende más de la educación que reciben por parte de sus progenitores y del entorno más cercano que del hecho de ser los únicos niños de la casa. Sin embargo, es evidente que en estos casos hay una mayor tendencia a la sobreprotección que, paradójicamente, en la práctica se suele traducir en desprotección: son menores que corren el riesgo de convertirse en personas débiles, egoístas, dependientes, sin autonomía personal y sin las destrezas sociales y emocionales necesarias para alcanzar la madurez personal. En un país como el nuestro, en el que las familias con hijos únicos ya alcanza la cifra del 30 %, conviene tener presentes sus puntos débiles y sus puntos fuertes, que también los tienen, para poder equilibrarlos con la acción educativa.

DESVENTAJAS

Las desventajas de crecer sin hermanos:

  • El hijo es el permanente centro de atención de sus progenitores, por lo que se acostumbra a recibir respuesta inmediata a todas sus demandas y necesidades. Corre el riesgo de convertirse en una persona egoísta, impaciente y tirana.
  • Todas las expectativas y exigencias familiares recaen sobre ese hijo único, al que muchas veces se le exige por encima de lo razonable.
  • Al convivir solo con adultos, en ocasiones interioriza también una forma de pensar, de ver el mundo y de actuar como la de una persona mayor. Deja de ser niño antes de tiempo.
  • Vive situaciones de soledad que en ocasiones son compensadas con un exceso material (decenas de juegos y juguetes… pero nadie con quien compartirlos).

VENTAJAS

No tener hermanos también puede dar algunas ventajas:

  • Es un hijo al que se le suele dedicar más tiempo y recursos. Se siente muy querido y atendido por sus padres, lo que se corresponde con una autoestima alta y seguridad en sí mismo.
  • Su desarrollo lingüístico y su rendimiento escolar suele ser bueno, al tener el modelo y la estimulación por parte de los adultos.
  • Los conflictos de relación y autoridad se reducen, ya que no existen disputas por el espacio o la atención de los padres.
  • Desarrolla su imaginación, aprende a entretenerse solo y su situación favorece la adquisición del hábito lector.

 ¿QUÉ FOMENTAR?

1. La autonomía. Confiando en él, exigiendo responsabilidades y otorgando poco a poco mayores dosis de libertad para tomar decisiones y asumir las consecuencias de sus actos. Sin autonomía no hay autoestima.

2. Los límites educativos. No se puede ceder a todos los caprichos del niño ni cualquier forma de actuar se puede justificar porque aún es pequeño. Los límites deben ser claros y firmes.

3. La socialización entre iguales, creando una red de niños (primos, vecinos, compañeros del cole) con los que se pueda relacionar de forma libre y espontánea, a poder ser en entornos al aire libre.

4. La empatía. Ciertamente es un reto transmitir a un hijo único que él no es el ombligo del mundo… Pero es necesario enseñarle a ponerse en la piel ajena, respetando a los otros (otras culturas, diversidades, situaciones personales…).

5. La tolerancia a la frustración. El autocontrol, la resiliencia y la capacidad de superación son tres pilares fundamentales para alcanzar el bienestar personal, académico y profesional. Así que es necesario ir entrenándolo desde pequeño.


Como dice la psicóloga Silvia Álava Sordo: «No se trata de preparar el camino para tu hijo, sino de preparar a tu hijo para el camino. Por lo tanto, no hay que impedir que el niño se caiga, sino acompañarlo; y, cuando se caiga, enseñarle a levantarse».

¿QUÉ HAY QUE EVITAR?

1. La sobreprotección. Los padres de hijos únicos tienden a estar pegados a ellos para que no les ocurra nada malo y resolverles todas las dificultades antes incluso de que aparezcan. Así se fomentan hijos temerosos, inseguros y más cautos de lo necesario.

2. La falta de normas. Hay padres que no le niegan nada a su hijo y que no son capaces de ponerle unos límites educativos. Piensan: «Es pequeño, pobre, ya se lo hago yo: total, ¿qué me cuesta?». Y fomentan así una personalidad dependiente y con baja autoestima.

3. El consumismo desbocado. El intento de rellenar sus horas de soledad con recursos materiales predispone a caer en un consumismo exagerado con la compra de los últimos dispositivos tecnológicos, juegos, juguetes… que muchas veces se quedan pronto aparcados en el armario.

4. La atención excesiva. Atender las necesidades afectivas y básicas del hijo es fundamental. Pero ello no implica dedicarle las 24 horas del día, renunciando a aficiones, intereses personales o tiempo de ocio en pareja.

5. La falta de oportunidades para relacionarse con niños de su edad. Los hijos únicos pueden dar la imagen de ser niños precoces que prefieren relacionarse con adultos que con sus iguales. Pero esta situación muchas veces solo es el resultado, precisamente, de haber crecido rodeados de modelos adultos.

Escuela de padres

  • TEMA DEL MES: Educar sin sobreproteger.
  • ETAPA: Infancia y adolescencia.
  • EL DATO: España es el país con menor tasa de fertilidad de toda la Unión Europea, 1,31 hijos por mujer de media. En Galicia esta cifra es aún más baja: 1,12 (datos del INE).
  • COMPORTAMIENTOS QUE SE DEBEN EVITAR: Pensar que el hecho de ser un hijo único determina su forma de ser.
  • ALGUNAS CLAVES: La acción educativa es la herramienta fundamental para compensar debilidades y fortalecer los puntos fuertes de los hijos (únicos o no).

¿Por qué se divierten menos hoy los niños? Colaboración con el diario ABC

Ahora que con las vacaciones volvemos a tenerlos más tiempo en casa: Ideas para acabar con su aburrimiento

Según las psicólogas Silvia Álava Sordo, del  Centro de Psicología Álava Reyes, y Violeta Alcocer, las generaciones actuales de niños se aburren más que las de hace años. Estas son algunas de las razones. 

—Las familias son cada vez menos numerosas. Muchos niños son hijos únicos y no encuentran con quién jugar cuando están en casa o de vacaciones con sus padres. 

—Las parejas tardan más en tener hijos, por lo que  su energía no es la misma cuando tienen un niño a los 27 años que a los 40. Las ganas de jugar, de tirarse al suelo y hacer una guerra de cosquillas o de diseñar planes muy activos, no son las mismas.

—Las ciudades son más inseguras, los niños casi no salen a la calle, lo que les ofrece menos oportunidades de estar al aire libre con otros niños de su edad. 

—Exceso de regalos. Muchos padres compensan el poco tiempo que pasan con sus hijos  comprándoles juguetes. Nuestra sociedad consumista hace que numerosos juegos acaben acumulados en el armario. Poseer muchas cosas hace que pierdan valor, que no se aprecien. Si la necesidad agudiza el ingenio, la saturación lo adormece.

—Falta de tiempo. Durante el curso escolar tienen agendas muy apretadas y cuando los alumnos salen de clase van a extraescolares, seguidamente a casa a hacer deberes, ducharse, cenar… Apenas disponen de tiempo para «no hacer nada», por lo que cuando llega el verano y se enfrentan a «tiempos muertos» no saben cómo afrontarlos. 

Una idea es decirles que escriba una historia y que ellos sean los protagonistas
Una idea es decirles que escriba una historia y que ellos sean los protagonistas

—Los padres tienen la opción de involucrar a los pequeños en sus actividades. Se les puede invitar a que se acerquen y compartan con ellos lo que estén haciendo como recoger las hojas del jardín, regar, cocinar, ordenar unas fotos… Además de divertirse y compartir tiempo juntos, se sentirán importantes por tal invitación.

Proporcionarles elementos como pinturas, arcilla, cartulinas, hojas de árbol, piedras… para que con todo ello construyan o diseñen algo que les resulte bonito. Si no se les ocurre, el adulto puede guiarles al comienzo para dejar que sean los pequeños los que continúen con la labor. 

—Que visiten a los abuelos, pero no como el resto del año que van a su casa para que les den de comer o a quedarse porque están enfermos y no han podido ir al colegio, sino para hacerles compañía, hablar y sobre todo jugar con ellos, aunque sea a juegos sencillos, como el dominó.

—Facilitarles el entretenimiento con los hermanos o, si no los tiene, gestionarles la compañía de un vecino, un primo con el que compartir aventuras… 

Mostrarles fotos para que realicen un álbum, ya sea en papel o digital. 

—Dotarles, según la edad, de lápiz y papel para que escriban una historia imaginaria o real de lo que les gustaría hacer durante el verano.

—Decirles que son un personaje de un cuento, una película o un aventurero y que se imagine qué haría en su lugar.

FUENTE: diario ABC

Despedida por revelar a sus alumnos de seis años que Papá Noel no existe. Colaboración con Hoy.es

Los expertos reprueban a esta profesora de Nueva Jersey: hay que respetar el momento de cada niño

INÉS GALLASTEGUI 

Las ilusiones destrozadas de 23 niños de 6 y 7 años forman un buen montón de añicos. Tantos y tan difíciles de recomponer que el estrépito se ha oído en todo el mundo. Una maestra sustituta del colegio de primaria Cedar Hill de Towaco (Montville, Nueva Jersey) preguntó el pasado 29 de noviembre a sus alumnos de primero si sabían qué festividad se celebra en unos días y sus vocecitas agudas le respondieron a coro que la Navidad. Parecía una pregunta inocua pero, por motivos que se desconocen, la profesora consideró que ese era el momento idóneo para poner punto y final a la tierna infancia de aquellos críos. Y soltó la bomba: «Papá Noel no existe». Aunque no había ningún testigo adulto de la hecatombe emocional que se produjo en aquel aula -seguramente adornada con espumillón, bolas brillantes y siluetas de ‘Santa’-, es tentador imaginar las caritas de consternación, los pucheros, algún llanto inconsolable y quizá también la rabia. «¿Por qué nos han estado engañando?», debieron preguntarse los chiquillos, confusos, antes de correr a casa con un montón de interrogantes en la cabeza. La maestra aguafiestas ha sido fulminantemente despedida, pero el daño ya está hecho. La mayoría de los expertos coincide en que los niños deberían seguir creyendo en la magia navideña -y en otras historias fantásticas- hasta que ellos mismos descubran la cruda verdad.

Y los renos no vuelan

El ataque de sinceridad de la señorita M. -su identidad no ha trascendido- sumió a los padres en una mezcla de indignación y perplejidad. «Les dijo que Santa Claus no es real y que los padres simplemente compran los regalos y los ponen debajo del árbol», escribió escandalizada la mamá Lisa Simek en su grupo de Facebook. También les reveló que los renos no pueden volar y que el elfo que vigila si se portan bien es solo un muñeco. Ya entrada en materia, no pudo evitar admitir que el Hada de los Dientes -el personaje que hace el trabajo del Ratoncito Pérez en los países del norte de Europa y Estados Unidos- es una invención. «Una mujer adulta intentó machacar la ilusión de nuestra hija y la de los otros 22 niños de primer grado», se lamentó Simek


Silvia Álava Psicóloga «La Navidad tiene magia y es un refuerzo para portarse bien»


Carmen Castelló Pedagoga «No hay que fomentar la fantasía de los niños, pero sí respetarla»

El director del colegio, Michael Raj, pidió disculpas a las familias en una circular. «Les escribo para que, si la conversación surge en casa en los próximos días, puedan tomar las medidas adecuadas para mantener en sus hijos la inocencia de la infancia», señaló. René Rovtar, responsable del distrito educativo de Montville, a unos 40 kilómetros de Nueva York, admitió a la prensa local estar «descorazonada» por el «error de juicio» de su exempleada, que ya no podrá trabajar para las escuelas de la zona.

«Son demasiados pequeños. Para los niños, la Navidad tiene una magia especial y además es un refuerzo para portarse bien», asegura la psicóloga Silvia Álava, autora del libro ‘Queremos hijos felices’ (ed.JDEJ), quien duda que los críos queden traumatizados.

A su juicio, no hay una edad concreta a la que los niños deban ser informados de que estas entrañables fiestas están basadas en algún que otro embuste. Por lo general, son los propios chavales, a veces empujados por las revelaciones de otros o por sus sospechas ante un despiste de los padres, quienes empiezan a apreciar grietas en el perfecto relato de las fiestas navideñas. Sea este el de los Magos de Oriente rodeados de pajes, camellos y carrozas rebosantes de regalos o el del señor bonachón de la barba blanca volando desde Laponia en su tintineante trineo repleto de paquetes. ¿Cuántos millones de presentes reparten en una noche? ¿Cómo pueden los Reyes multiplicarse en diferentes cabalgatas? ¿Por qué Baltasar tiene la cara (mal) pintada de negro? ¿Y la publicidad de los caramelos?

«Cuando el niño crece, a medida que desarrolla la capacidad de razonamiento abstracto, la lógica y el pensamiento crítico, se da cuenta de que esa historia no es materialmente posible. Es muy difícil que siga creyendo en ella a los 11 o 12 años», explica.

ILUSIÓN INFANTIL

Creando escuela. Un hombre fue detenido el pasado fin de semana en Cleburne (Texas) por irrumpir en una iglesia y gritar que Santa Claus no existe a las familias que participaban en un desayuno benéfico. Móviles y Reyes. El móvil, uno de los regalos navideños estrella a partir de cierta edad, es también la vía por la que muchos niños pierden la inocencia al recibir, cada vez más jóvenes, un infinito flujo de información, incluidos contenidos sexuales y violentos inadecuados para su edad. «Usar un dispositivo electrónico conectado a Internet no significa tener más capacidad de razonamiento abstracto y pensamiento lógico -advierte la psicóloga Silvia Álava-. Las nuevas tecnologías favorecen la curiosidad de los niños, pero hay que trabajar su capacidad de crítica y razonamiento». 10-12 años. A esa edad la mayoría de los niños ya no creen en los mitos navideños y, si lo hacen, es conveniente darles pistas, porque de lo contrario «pueden ser objeto de burla» por sus iguales, según la pedagoga Carmen Castelló. Pensamiento mágico. La imaginación infantil juega un papel importante en el crecimiento. «También los fantasmas y los miedos de los niños tienen que ver con la fantasía. No es que haya que fomentarla, pero sí respetarla, ir formando a los pequeños en el ajuste con la realidad», recuerda Castelló.

A menudo son los adultos quienes se resisten a eliminar el polvo de hadas de la vida de sus hijos. Da igual que hablemos de los Reyes, las princesas o los superhéroes. «A muchos padres les da pena que crezcan tan rápido», admite Álava. Otras veces los hijos retrasan la hora de la verdad, temerosos de quedarse sin juguetes.

La pedagoga y orientadora Carmen Castelló coincide en que hay que respetar el ritmo de desarrollo de los menores. «Todo niño tiene su momento y no hay que buscar reglas generales», afirma la directora del Instituto Psicoeducativo ELEA. Hay chavales más maduros y lógicos y otros, más imaginativos, ingenuos y emocionales. En cualquier caso, nunca debería ser un adulto ajeno a la familia quien arranque de cuajo la magia.

El aliciente de ‘saber’ es que el chaval no solo sigue recibiendo regalos, sino que entra a formar parte del club de los que están en el secreto y debe protegerlo frente a los hermanos, primos o amigos más jóvenes. Eso implica ser cómplice de los mayores en la elección de los regalos o participar en la compleja parafernalia de la noche del 24 de enero o del 5 de enero para sorprender a los ‘inocentes’.

Espiados por el elfo

Algunos medios ya han bautizado a la misteriosa M. como la Ebenezer Scrooge moderna, aludiendo al miserable personaje de Charles Dickens que odiaba la Nochebuena. Pero quizá la maestra de Nueva Jersey no cometió su pequeña maldad solo para darse el placer de poner a prueba el candor de sus alumnos. Quizá hubiera en su acción un trasfondo filosófico.

En un artículo en ‘The Lancet Psychiatry’, el profesor de Psicología de la Universidad de Exeter (Reino Unido) Christopher Boyle y la investigadora en Salud Mental de Nueva Inglaterra (Australia) Kathy McCay aseguran que, «moralmente, hacer creer a los niños en mitos debe ser cuestionado». Por un lado, aducen, porque esta «mentira colectiva a escala global» es utilizada para sostener un método de disciplina -«Hay regalos si eres bueno»- que en Estados Unidos se ha reforzado de forma «terrorífica» en los últimos años con la figura del elfo doméstico, un muñeco inspirado en el cuento infantil ‘Elf on the shelf’ que ‘controla’ la conducta de los pequeños por toda la casa, 24 horas al día. Por no hablar del impacto de las desigualdades sociales en la cantidad y calidad de los regalos.

Boyle y McCay creen que una trola, por ‘blanca’ que sea, puede sembrar la duda de los niños en la credibilidad de sus padres. «Si son capaces de mentir sobre algo tan especial y mágico, ¿son fiables para seguir siendo los guardianes del conocimiento y la verdad? -se preguntan-. Si Santa Claus no es real, ¿lo son las hadas? ¿Y Dios?».

FUENTE: Hoy.e

Para tener una noche de paz, no hables de estos 8 temas en Nochebuena. Colaboración con BuenaVida, de El País

Aguar o no aguar la fiesta, esa es la cuestión…

Por MIGUEL ÁNGEL BARGUEÑO

En un mundo ideal, las cenas de Nochebuena y Nochevieja son para disfrutarlas en armonía, rodeados de las personas que más queremos. Son momentos de brindis, de reencuentros, de besos y abrazos, de añoranza a quienes ya no están…, y de discusiones con el cuñado de turno, con quien nunca nos entenderemos en temas políticos, deportivos o religiosos.Sí, estas cenas facilitan el debate, que puede pasar de amable a acalorado si se tocan determinados asuntos polémicos de actualidad sobre los que hay discrepancia. Les hemos pedido a ocho psicólogos que nos digan qué cuestión nunca sacarían en sus cenas de Navidad y cómo actuarían en caso de que, pese a todo, se ponga sobre el mantel.

  1. El auge del feminismo (Elena Daprá, psicóloga clínica especializada en ‘coaching’ y crecimiento personal) Por qué: el año en el que se ha celebrado en España la primera huelga feminista «es fácil que surjan temas de conversación en torno a este movimiento, considera la experta. «En la mesa hay mujeres de distintas generaciones y las más jóvenes están ahora más reivindicativas. Además, actitudes como que quienes preparan la cena y ponen la mesa son las mujeres, mientras los hombres se toman algo predispone a que se hable de ello». Sin embargo, Elena Daprá, que coordina el Área de Mujer en Psicología Sin Fronteras, considera que no es el momento para debatirlo. «Hay una cosa por encima: que somos familia. Y estamos reunidos porque nos queremos, y a lo mejor no nos vemos en todo el año». Qué hacer si sale el tema: a esta experta le gusta dejarlo todo claro como el agua. «Diría directamente: ‘De verdad, tenemos opiniones diferentes, pero hay algo que nos une y es que todos nos queremos: ¿podemos fijarnos en eso?’. Es el día menos indicado para trabajar la asertividad y el día en que más queremos ser asertivos. Si uno lo es de forma natural, sabe decirlo de modo amable, humorístico…, y la gente no se siente mal. Pero si no lo es, o bien adopta un rol pasivo, y lo pasa mal, o agresivo, y lo pasa mal el otro», expone Daprá.
  2. La situación en Cataluña (Silvia Álava Sordo, especialista en Psicología Clínica y Educativa) Por qué: aunque haya pasado más de un año del referendum celebrado en Cataluña, esta comunidad autónoma no deja de estar en boca de todos. Y con una sociedad y un parlamento dividido, y varios de los políticos presos haciendo huelga de hambre es fácil que surja el tema en la mesa. «Las cenas de Navidad son un momento de confraternizar y estrechar lazos. Temas relacionados con ideales políticos, como la independencia de Cataluña, pueden herir la sensibilidad de algunos comensales, sobre todo si entre los asistentes hay personas con ideas extremistas o que son muy vehementes a la hora de defender su postura, y se pueden sentir mal si se ven que se les lleva la contraria», dice Silvia ÁlavaQué hacer si sale el tema: «Podemos de forma asertiva pedir que se hable de otra cosa, con una frase del tipo: ‘Yo prefiero cambiar de tema y no hablar de política ni de quien tiene razón, que hoy es el día de disfrutar de la cena y de vuestra compañía’. O si creemos nuestro compañero de mesa es demasiado radical en sus opiniones, conviene decir: ‘Entiendo que esa es tu opinión, y que esos son tus ideales y lo que tú defiendes, sin embargo, la mía es otra; respeto que pienses diferente, y ahora vamos a disfrutar de la cena».
  3. La rivalidad entre el Real Madrid y FC Barcelona (Alejo García-Naveira Vaamonde, psicólogo del Deporte) Por qué: «Si eres aficionado o forofo de uno de los grandes equipos y frente a ti está una persona que es de tu eterno rival, pueden surgir debates apasionados que terminen en una discusión, discrepancia y tensión, más desde lo emocional que de lo racional», señala este psicólogo del deporte. Qué hacer si sale el tema: el doctor García-Naveira, que pertenece al equipo MAD Lions, de eSport, nos detalla cinco pasos a seguir: «El primero es aceptar que uno no es dueño de la realidad y comprender que puede haber diferentes visiones sobre una misma situación. El segundo, expresarse con educación y respeto. En tercer lugar, buscar ser aliado, cambiar de tema, elegir algo básico, en el que podáis compartir opiniones (las vacaciones, un recuerdo positivo juntos, etc.). El cuarto, si la situación está caldeada, propiciar el cambio, levantarse, ir al servicio, que corra el aire. Al regreso, si es posible, sentarse en otro lugar y hablar con otras personas. Por último, aprender de lo vivido, para en el futuro saber de qué hablar y no hablar y qué hacer si las cosas se ponen tensas».
  4. Los abusos sexuales en la Iglesia (Miguel Hierro, psicólogo especializado en familia y relaciones de pareja) Por qué: a lo largo de 2018 han salido a la luz numerosos casos de sacerdotes españoles que han abusado sexualmente de menores tanto en España como en el extranjero. Todo lo que afecta a la religión es otro tema peliagudo, opina el también coordinador de la Unidad de Psicología del Hospital HM Vallés (Alcalá de Henares, Madrid), quien considera que la finalidad de las cenas navideñas no es discutir,. «Además, por lo general, lo relevante no es tanto el tema en sí como la relación establecida. Hay situaciones en que determinadas personas sienten la necesidad de poner de manifiesto que están ahí, y la forma de hacerlo es sacar un tema tenso e insistir mucho en él». Hierro considera que «los que discuten siempre son los mismos, aunque cada año por cosas distintas». Qué hacer si sale el tema: «Probablemente, antes de la cena podemos intuir quién va a discutir. Si es así, es recomendable tener previsto no entrar en el juego», apunta. Lo más eficaz es encogerse de hombros. «El problema no es opinar, sino opinar pensando que vas a convencer al otro de que tienes razón, y para ello es fundamental que el otro esté dispuesto a ser convencido, lo cual es casi imposible en esta situación. Cuando alguien le dice a su abuelo: ‘Fíjate cómo son los curas, y la Iglesia se dedica a taparlo’, el abuelo no quiere que le convenzan de eso. Y cuando el abuelo contesta: ‘No será para tanto, todo el mundo la toma con la Iglesia’, el nieto tampoco quiere que le convenzan. Si opino una vez, es suficiente. Insistir no solo no va a convencer a nadie de nada, sino que va a provocar una escalada. El perjuicio que obtenemos si elevamos el tono es mayor que la satisfacción por expresar nuestra opinión».
  5. Las pensiones (José Elías, psicólogo sanitario) Por qué: En opinión de José Elías, si se toca el tema de una pensión insuficiente de los abuelos y de cómo solucionar los problemas económicos derivados, «pueden surgir puntos de vista encontrados y una cena navideña no es el contexto adecuado para tratar estos asuntos tan delicados». Qué hacer si sale el tema: lo primero es escuchar atentamente a la persona que lo plantea. «Una vez esbozado, rápidamente ponerse en su lugar (mostrar empatía), aceptando que es un tema importante, que hay que solucionar; con un tono agradable, manifestar que no es el momento para abordarlo, ya que no se dan las condiciones necesarias. Gratificar al otro e inundarle de sentimientos positivos (sonrisa, mirada afectuosa, reconocer su malestar con la cabeza) y una conducta que favorezca el acercamiento. Dar a entender expresa y tácitamente que todos los afectados deben buscar el momento oportuno y el tiempo necesario para hablar, y así tomar la mejor decisión. Para terminar, elogiar cualquier cualidad real que tenga la persona que ha comentado el tema», explica el también director del director del Centro Joselias, de Madrid.
  6. La irrupción de Vox (Juan Castilla, psicólogo especialista en inteligencia emocional) Por qué: El auge de Vox y su irrupción en el parlamento andaluz es otro tema que los psicólogos prefieren evitar. «Las creencias políticas están muy vinculadas con los lazos familiares, bien por oposición (el hijo piensa lo contrario del padre) o por imitación (el hijo piensa lo mismo que el padre). En esas cenas también hay yernos o cuñados, de los que se desconocen algunas facetas, y este y otros temas políticos pueden generar cierto malestar», dice este Juan Castilla, quien aporta otra razón relacionada con los excesos de estas reuniones. «Cuando te tomas unos vinos, el alcohol desfrontaliza el cerebro y hace que te desinhibas y midas menos las palabras. Al final dices lo que piensas, cuando hay cosas que es mejor pensarlas antes de decirlas». Qué hacer si sale el tema: el experto recomienda expresar con asertividad que tenemos ideologías diferentes y que no es el momento de hablar de estos temas. Porque, dice que además, «aprovechamos esa polémica para sacar las deudas pendientes emocionales que tienes con esa persona. Por ejemplo: ‘Sí, sí, tú eres muy de izquierdas, pero no cuidas a la abuela’. Es mucho mejor hablar de temas neutros».
  7. Las herencias familiares (Esteban Cañamares, psicólogo) Por qué. a pesar de que parezca que el tema es más económico, en realidad es más emocional, dice el autor del libro Relaciones y conflictos con la familia política (2018), quien considera que el entorno no es el más idóneo para tratarlos. «En esas cenas hay niños y hay personas mayores, y no es el momento». Qué hacer si sale el tema: «Lo mejor es posponer la charla a una ocasión mejor. Expresar que no es el contexto óptimo para debatir esa cuestión, diciendo que hay que hablar de ello pero en otra oportunidad. Si no hay más remedio que pronunciarse, hay que hacerlo con respeto, no dar nuestra opinión como una verdad cerrada, sino como un punto de vista más», dice este psicólogo.
  8. El paro juvenil (Elisa Sánchez, psicóloga y de Psicología y Salud Laboral del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid) Por qué: El paro afecta actualmente al 28% de los jóvenes y, en opinión de la coordinadora de Psicología y Salud Laboral del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, «las cenas de Navidad son para compartir aspectos positivos, no para echar la bronca a alguien porque no tiene trabajo». Aunque tendamos a querer dar consejo, «debemos tener en cuenta que hay diferencias generacionales de intereses e inquietudes. El contexto laboral actual es muy distinto del de hace unas décadas. A las personas de 50 años las educaron para tener un trabajo estable. Los millennials se basan más en proyectos y buscan que el trabajo les aporte, que sea compatible con el ocio y sus valores…», dice Sánchez. 
    Qué hacer si sale el tema: esta psicóloga sugiere cambiar de conversación. «Buscar temas positivos, que fomenten la unión de las personas que están allí y permitan disfrutar del momento. No buscar tener razón en un tema en el que no hay una razón».

FUENTE: ElPaís.com

VALLADOLID Aprendemos Juntos. Inteligencia emocional en las aulas. Silvia Álava y Rafa Guerrero

Objetivos niños felices. Colaboración con PadresTodoterreno.com

¿Qué es lo que esperamos conseguir como padres para nuestros hijos?,la mayoría lo tienen claro: ser felices. Silvia Álava, psicóloga y autora de los libros “Queremos niños felices” y “Queremos que crezcan felices” ha recogido  las diferentes etapas de nuestros hijos desde el embarazo hasta los 12 años y ofrece unas pequeñas pautas para conseguir nuestro objetivo sin dramas y sobre todo sin “desgaste emocional”.

Los primeros años de los niños son fundamentales, el cerebro está desarrollando conexiones neuronales que serán vitales a lo largo de la vida, por eso tenemos que entender que determinadas situaciones son completamente normales y actuar como tal “a los dos años evolutivamente hablando es la edad típica de las rabietas. Los niños empiezan a darse cuenta de que son personitas y es una forma de demostrarlo. Es completamente normal”. Para ello los padres deben activar  dosis de paciencia y  no prestarle atención en esta circunstancia. El niño se dará cuenta que es un comportamiento negativo que no se refuerza de ninguna manera.

La sociedad actual se caracteriza por el estrés. El trabajo, la poca o nula conciliación…. hace que no pasemos el tiempo que nos gustaría con nuestros niños y nace el sentimiento de la culpabilidad.

Álava, es clara “hay determinados momentos en los que al niño hay que decirle NO. Pero estamos tan cansados, nos sentimos tan culpables de estar poco tiempo con ellos que no nos apetece discutir. No es así, el poco tiempo que se está, hay que estar para educar.” Esto deriva en muchas ocasiones en la “sobreprotección”. “ A los niños hay que acompañarlos en su proceso. Hay que estar detrás, pero hay que dejarles que ellos aprendan. Esto es mucho más costoso y requiere mucho más tiempo”.

Los padres tienen proponerse que “el tiempo que estoy que sea un tiempo de calidad.” Si sobreprotegemos a los niños les estamos privando de competencias emocionales que deberían desarrollar además de hacerles más inseguros.

Refuerzo Positivo

Una de las claves en la educación de los niños es el refuerzo positivo. La mayoría de los niños por su personalidad o las circunstancias suelen dar llamadas de atención “si aplicamos el castigo está consiguiendo el objetivo que era que se le haga caso. Al final el niño lo que ve en el castigo es una forma de conseguir la atención requerida”.

De esta forma es mucho más efectivo el refuerzo positivo. Para Álava está claro “estate con ellos, hazles caso cuando lo hacen bien no cuando lo hacen mal.” “los niños tienen una capacidad de observación muy grande y ellos ven así que si quieres que te atiendan pórtate mal ya que lo hacen más que portándose bien”. Que esto no quiere decir que el hacer mal las cosas no tenga consecuencias “pero esto es muy diferente a modelar la conducta con el castigo.” Establecer límites y normas son clave en la educación de los niños.

Educar en Valores

Para que un niño sea feliz necesita valores. “Los valores se nos quedan muchas veces fuera del terreno. Los asociamos muchas veces con la religión o con otros conceptos y no tiene por qué ser así”, “por ejemplo para el logro académico sabemos que trabajar los valores de la persistencia, el esfuerzo y la responsabilidad son mucho mejor predictores de las notas escolares que incluso el cociente intelectual. Si eso no lo hemos trabajado con los niños es mucho más difícil que vayan luego bien en el cole”.

Es curioso como el respeto también se está perdiendo y “lo de tratar a los demás con respeto y nosotros tratar a los demás con respeto es fundamental”, “los niños al final copian a su padre ya su madre y mucho cuidado con lo hacemos porque nos copian”.

Adolescencia

Silvia Álava no se olvida de la adolescencia. En el libro “Queremos que crezcan felices” nos cuenta la importancia de entender a nuestros hijos. Cuando el adolescente pierde los papeles “”en ocasiones lo que ocurre es que nos basamos en la idea de que lo hace adrede, quiere llamarnos la atención. Y no nos damos cuenta que en el cerebro del adolescente se están produciendo cambios” y esto hace que cualquier “emoción sea mucho más extrema” sumado a que la “parte que regula las emociones que es el lóbulo pre frontal se está reorganizando así que les cuesta mucho más regular las emociones.”

Lo que  no significa que se justifiquen determinadas conductas “pero si entendemos el por qué está pasando nos ayuda a actuar de una manera diferente”. Como hemos hablado en múltiples ocasiones escuchar y hablar con los chicos es fundamental pero Silvia Álava puntualiza “Hay que hablar mucho pero elegir el momento adecuado para hacerlo. Nos equivocamos muchas veces en el momento, queremos hablar y negociar en el momento de la rabieta, en el momento del fallido emocional y ahí está tan activada la parte de la emoción que es imposible razonar”.

Es cierto que los padres tenemos una tarea dura y larga. La sociedad nos demanda demasiado y no somos capaces de satisfacer las necesidades que esta genera a nuestros hijos. Quizá si aprendemos a desprendernos de la culpa, les ofrecemos tiempo de calidad  y conseguimos que nuestros hijos valoren lo que tienen, podremos conseguir nuestro objetivo: niños más felices.

FUENTE: PadresTodoterreno.com