¿Cuándo y cómo hay que empezar a hablar de sexo a los niños? Colaboración con Ideal.es

Antes de la adolescencia hay que abordar el tema con claridad y naturalidad siguiendo estas recomendaciones

Niños y SexualidadCómo se debe hablar de sexo a los niños?¿A qué edad los chavales tienen que conocer de boca de sus padres las respuestas a sus dudas? Antes de que lleguen a adolescentes. Sus preguntas sobre sexo deben ser contestadas con claridad, brevedad y naturalidad.

Así se recoge en el libro Queremos que crezcan felices. De la infancia a la adolescencia (de 6 a 12 años) de la psicóloga infantil Silvia Álava – @silviaalava, con prólogo de Javier Urra, respetados expertos en este campo.

La mayoría intenta retrasar el tema del sexo el máximo tiempo posible e incluso optan por evadir las clásicas preguntas de los niños acerca de dónde vienen sus hermanos o ellos mismos, o cómo entró el bebé en la tripa de la madre.

Lo mejor es comenzar esta educación sobre sexo antes de que los niños lleguen a la adolescencia, el gran cambio de sus vidas, cuando la figura de los padres cambia para los chavales y tienden a prestarles menos atención.

Los expertos dicen que si se aborda el tema de pequeños mejor, y que no hay que evitar preguntas sobre sexo. Si no se les responde en casa buscarán otros canales de información que pueden ser menos recomendables.

Hay que abordar las cuestiones:

  • con la claridad que ellos las plantean
  • la brevedad es fundamental para que no se aburran
  • en función de la edad, se utilizará un lenguaje u otro
  • el adulto ha de ser natural y procurar no ponerse nervioso
  • hay que preguntarles su opinión para saber qué saben

Hay que tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

  • no evitar besos, caricias y abrazos. El contacto corporal en estas etapas es importante para desarrollar una sexualidad sana
  • hay que nombrar las partes del cuerpo por su nombre y no convertir en tabú palabras como pene, testículos, vagina o vulva
  • no se les miente. Si no se sabe la respuesta, se admite, se busca y se les contesta otro día
  • hay que respetar el pudor y el silencio de los niños. Muchas veces los padres se ponen curiosos y peguntan, si los menores no responden o responden con evasivas no hay que insistir ni presionar.

Fuente: Ideal.es 

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Capital Radio - Silvia Álava

¿Los niños que comen mal deben almorzar en el comedor del colegio?

La hora de la comida puede llegar a convertirse en un momento de sufrimiento para algunos padres e hijos. Hay algunos niños que, generalmente, comen mal en casa pero cuando llegan al comedor escolar, su actitud frente a la comida cambia. Pero esto no se debe a que la comida de casa le guste menos, sino que se debe más al entorno en el que se encuentra el niño.

Cuentos para comer sin cuentos

Muchos niños comen mal en casa, por lo que cuando llega la hora de la comida o la cena, esta oportunidad de pasar un tiempo en familia se convierte en un momento de peleas entre padres e hijos, esto nos cuentan desde Guía Infantil.

Sin embargo, cuando los niños comen en el comedor del colegio parece que la situación cambia y la comida es un momento más del día. Pero esto no se debe a que los platos del comedor escolar le gusten más a los pequeños de la casa. La psicóloga Silvia Álava explica a ‘Guía infantil’ a qué se debe este cambio de actitud.

Una pregunta que suele surgirle a los padres es que, si cuando un niño no come bien en casa, es mejor dejarle en el comedor. Álava revela que, cuando un niño no come bien en casa, es un error dejarle a comer en el comedor. Es una tarea de los padres enseñar a comer a sus hijos para que, cuando lleguen al comedor, los trabajadores del centro puedan reforzar ciertas conductas.

Otro error que pueden cometer los padres es emplear el comedor social como castigo cuando los pequeños no comen bien. No se debe decir a un niño que si no come bien irá al comedor del colegio, pues los padres no saben si en algún momento tendrán que dejar a su hijo en el comedor por un problema de horarios u otros temas.

El hecho de que los niños coman mejor en el comedor que ne casa se debe, simplemente, a una cuestión del entorno. El niño piensa que si todos sus compañeros comen bien, él no va a ser el único que no coma. Además, en el colegio existe una dinámica que indica que, cuando se ha acabado el tiempo para comer, se baja al patio. Si el niño no ha acabado, se queda hasta que termine de comer y no sale con sus amigos a jugar.

Charla jueves 7 de abril sobre el paso de la niñez a la adolescencia dirigida a las familias. Jueves en Familia de Dirección General de la Familia y el Menor de Madrid

Bajo el título «Jueves en Familia»


La c organiza la charla titulada «El paso de la infancia a la adolescencia» será impartida por la psicóloga Silvia Álava Sordo, directora del Área Infantil del Centro de Psicología Álava Reyes, especialista en Psicología Clínica y Educativa y Psicoterapia, y autora de numerosas publicaciones, entre otras, «Queremos hijos felices, Lo que nunca nos enseñaron», y «Queremos que crezcan felices».

Existen una serie de cambios psicológicos y cerebrales que ocurren en el adolescente, que explican gran parte de su modo de comportarse. Conocer estos cambios, sin duda, ayudará a las familias a entenderles mejor y saber cómo actuar con ellos.

En esta charla se abordarán las pautas que los padres deben seguir para hacer frente a la temida adolescencia, así como las cuestiones de la vida cotidiana, como los deberes, los estudios, etc. Además se introducirán ideas básicas para trabajar la Inteligencia Emocional.

Comunidad de Madrid

Esta charla tendrá lugar el próximo jueves 7 de abril a las 18.00 horas en la sede de la Dirección General de la Familia y el Menor, C/ Gran Vía, 14, planta baja. Se ruega confirmación en la dirección de correo electrónico dgfm@madrid.org, indicando en el asunto: Jueves en familia.

La entrada es gratuita, aunque el aforo es limitado.

 

Álava: “Tenemos que ayudar al niño a levantarse, no evitar que se caiga”. Vía diario La Región

La psicóloga y escritora presentó su libro «Queremos que crezcan felices», con claves importantes para los padres

Foro La Región Silvia Álava31-3-16

Foro La Región
Silvia Álava
31-3-16

La escritora y psicóloga Silvia Álava, autora del libro «Queremos  que crezcan felices», apuntó ayer en su conferencia del Foro La Región de ayer, en el Centro Cultural Marcos Valcárcel, algunas de las claves para conseguir la felicidad de los hijos.

Previamente, la doctora en Psicopedagogía Nuria Diéguez, que presentó a la conferenciante, señaló que «ser padres es una tarea cada vez más difícil» y que por esta razón, «manuales y orientaciones como las que nos ofrece Silvia Álavez son cada vez más importantes».

En su intervención, Álava lanzó al público la pregunta «¿Creéis que es fácil educar a los hijos?» La respuesta fue unánime: «No». La psicóloga explicó que la cuestión tiene que ver con la exigencia social de «ser padres perfectos». En esa línea, destacó que «no existe un baremo que mida la calidad de los padres y abuelos». Por eso, recomendó escoger «buenos criterios» para que los padres se rijan por ellos. «Lo que hay que valorar es la calidad de las relaciones y el vínculo con los hijos», añadió. Respecto a ese vínculo, explicó que lo «fundamental» es establecerlo «desde el minuto cero y no dejarlo de hacerlo nunca». Para los niños, «es fundamental un gesto de cariño, un te quiero, una mirada o un beso de buenas noches»

Silvia Álava ofreció un decálogo a los asistentes con consejos para «no venirse abajo pese a ser unos padres imperfectos«. Recomendó, en primer lugar, asumir las limitaciones y «no fustigarse por nuestros errores». Es importante, dijo, informarse de la problemática de los hijos porque «el conocimiento aporta seguridad». Además, hizo especial hincapié en «no querer cambiar a nuestros hijos, sino que es fundamental aprender a quererlos como son».

Definió como «padres helicópteros» a los progenitores sobreprotectores; es decir, aquellos que quitan responsabilidades a sus hijos, «lo cual les perjudica directamente», apuntó. «Tenemos que ayudar al niño a levantarse, no evitar que se caiga», añadió, «porque la sobreprotección impide que los niños desarrollen competencias emocionales, fundamentales para su futuro«. La clave, resumió, «es hacer autónomos a nuestros hijos e inculcarles la capacidad de autocontrol».