¿Cómo se puede ayudar a un adolescente (desde el punto de vista del médico) a que su visita al dentista sea lo más agradable posible?

Adolescentes en el dentistaCuando el paciente a tratar es un adolescente, debemos de tener en cuenta los cambios psicológicos que se producen durante la adolescencia:

En su desarrollo intelectual, destaca la potenciación del sentido crítico.  Este hecho ocasionará muchas dificultades en las relaciones familiares, pero incluso puede hacer que surja tensión con el profesional. Surge una falta de reconocimiento de la autoridad, que les hace cuestionarse todas las normas establecidas por los adultos, aunque sea su dentista. Debemos entender que les falta la experiencia vital, lo que les lleva a defender posturas muy rígidas y extremas, y hace que desarrollen un sentido idílico de la justicia.

 Su mundo se amplía. La familia pierde protagonismo a favor del grupo de los amigos. Necesitan marcar una diferencia con la etapa anterior en la que se los protegía y cuidaba, ahora “ya son mayores” y todo lo que antes  admiraban de sus padres, pasa a ser juzgado y criticado. No obstante, no debemos confundirnos, a pesar de su aparente rechazo, todavía necesitan a los padres y precisan su cariño y comprensión.  En este sentido nos podemos encontrar que hagan más caso a lo que les dice sus amigos respecto al cuidado y a la higiene dental, que lo que les dice su dentista.

Su identidad está en crisis. Ellos se sienten débiles y en muchas ocasiones sacrifican sus decisiones y preferencias personales, en función de lo que el grupo tolere; si todo el grupo fuma o lleva determinada indumentaria, también ellos tienden a hacerlo, para no quedar apartados.

Todo esto no implica que vayan a ser grupo complicado de tratar en la clínica dental, pero conviene saberlo para actuar con ellos de la forma más adecuada posible. No podemos tratarlos como si fueran niños, pero tampoco vale jugar a ser sus “amigos o colegas”, hay que ser amables y agradables (es fundamental ganarse su confianza), pero sin dejar de ser firmes, e informarles de lo que les vamos a hacer. Esto les dará seguridad y confianza. Y no dejemos de tranquilizarles y de mantener el foco de atención fuera de ellos, haciéndoles preguntas, planteándoles algún tema de conversación entretenido… pues por la edad, puede que les de vergüenza reconocer que tienen miedo o que están nerviosos, cuando si que lo están.

¿Cómo se puede ayudar a un niño (desde el punto de vista del médico) a que su visita al dentista sea lo más agradable posible?

Niños y dentistas foto absolutsevilla.comPor regla general los niños tienen una gran capacidad de observación. Incluso superior a la de los adultos. Es por eso que lo primero que van a hacer cuando llegan a la consulta es fijarse en cómo está, en su decoración, su distribución… Es aconsejable, que en la sala de espera pueda haber alguna mesa y sillas pequeña para que ellos se sienten, que tengas cuentos o tebeos… algo que les haga saber que allí van niños, lo que puede ayudar a que se tranquilicen.

Citar a varios niños seguidos también es otra práctica recomendable. Cuando el niño ve a otros niños, se normaliza la situación, y si además el resto de niños, se portan bien, obedecen al dentista, y son “valientes” y no lloran, reforzará su conducta positiva.

Una vez que el niño está dentro, lo ideal es que pase solo a la sala, a no ser que se trate de un niño muy pequeño (bebés o niños menores de tres años que los padres tendrán que sujetar) o niños con necesidades especiales. No solo porque de esta forma el profesional solo tiene que atender al niño (hay padres que no dejar de hablar, preguntar, y demandan casi tanta atención como el niño); sino porque los niños se portan de forma diferente cuando los padres  están delante (y generalmente suele ser peor).

Otra cosa que debemos de tener en cuenta es que el niño va a valorar al profesional en cuanto entre por la puerta. Por lo que lo primero que debemos hacer será ganarnos su confianza. Ayudará que vea que su dentista, es agradable y amable, a la vez que firme y seguro.

Podemos preguntarle cómo se llama, cuál es su cole, cuál es su equipo de fútbol favorito… de esta forma ayudaremos a que se genere un clima de confianza.  Que el niño sepa lo que van a hacer también puede ser positivo. No hay que darle todos los detalles, ni utilizar un lenguaje técnico, pero si explicarle cosas que él pueda entender, como “ahora vas a abrir la boca, para que pueda revisar los dientes con ayuda de este espejito y ver si hay alguno que está picado”.

No hay que mentirle, pues perderemos toda la credibilidad. No le digamos que no le vamos a pinchar si puede que necesite anestesia. Pero tampoco anticipemos ni le demos más información de la necesaria.

Una vez que se ha iniciado el proceso en sí, tenemos que conseguir que el foco de atención del niño no esté en sí mismo, si no que intentemos mantener un foco de atención externo, para que no focalice la atención en lo que siente, no solo por el dolor, sino por la percepción de sus nervios (la respuesta en una situación de ansiedad se dispara cuando el foco de atención es uno mismo). Podemos entretener al niño preguntándole por sus juegos o deportes favoritos, o incluso plantearles una adivinanza, para que estén entretenidos y el foco de atención no esté en ellos mismos.

Una vez finalizado el proceso, es importante reforzar mucho al niño. Elogiar su conducta, lo bien que se ha portado… E incluso decírselo a los padres para que también puedan reforzarle. De esta forma, el niño se sentirá bien, y no pondrá problemas para volver a la consulta.

 

¿Cómo preparar a los niños para ir al dentista? (II)

Niños y dentistaDejando los posibles miedos a un lado, hay otras causas que también debemos conocer: hay determinados niños que plantean dificultades derivadas de la conducta, (a parte de los pacientes con necesidades especiales infantiles):

  • Niños con TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad), a los que les cuesta estar quieto en el sillón dental.
  • Niños carentes de normas y de límites, que no tienen interiorizada la autoridad, y retan incluso al dentista.
  • Niños muy inseguros que a la mínima se asustan y no se ven capaces de “soportar” lo que les haga el dentista.
  • Niños con padres muy permisivos, que delegan toda la responsabilidad en el dentista, y no les exigen una mínima colaboración…

¿Cómo preparar a los niños para ir al dentista?

Niños y dentistas foto dentalperfectHace unas semanas participé en un desayuno profesional organizado por la Gaceta Dental, en representación del Colegio de Psicólogos de Madrid, en él se trataron diversos temas relacionados con los niños y la salud dental: tanto los derivados de los cambios de hábitos alimenticios, como los relacionados con la adaptación de las consultas a los niños y consejos tanto para los padres, como para los propios profesionales, a la hora de recibir a un niño en consulta. Sobre ello hablaremos en los próximos días en el blog:

Miedos y actitudes de los niños ante el dentista: 

Lo normal es que los niños se porten razonablemente bien a la hora de acudir al odontólogo, pero conocer las causas que puedan hacer que tengan cierto temor nos permitirá ayudarles a superarlo:

  • El miedo de los padres: No olvidemos que los niños aprenden por modelado, es decir copian a sus adultos de referencia, que principalmente son su padre y su madre. Por eso es fundamental que los padres no tengan miedo a acudir al odontólogo, y que si lo tienen, no se lo trasmitan al niño.
  • El miedo al dolor: Muchos niños no acuden a la consulta hasta que hay un “problema grave”, por lo que les duele, y están más focalizados en ese dolor. Lo ideal sería que los niños acudan al dentista desde que son pequeños, que se hagan revisiones periódicas para evitar complicaciones, y que se normalice la visita al dentista, llegando a ser tan rutinaria como lo puede ser ir al pediatra.
  • El miedo a lo desconocido: Los niños, al igual que los adultos, pueden tener un cierto miedo a lo desconocido. El niño va a un sitio que no conoce, y no sabe lo que le van a hacer, por lo que es importante, que el ambiente que perciba en la clínica sea positivo y agradable.
  • La experiencia previa: Cuando ha habido malas experiencias previas, es cuando el niño puede desarrollar miedo o fobia al dentista, y ese temor le hace estar tan nervioso que no permite que el profesional realice su trabajo.

 

Conferencia sobre ¿Cómo superar las dificultades que presentan los niños con altas capacidades?

Será esta tarde, en el Instituto Ramiro de Maeztu de Madrid, de la mano del Programa de Enriquecimiento Educativo para Alumnos con Altas Capacidades realizado por EducaMadrid.

Intervendremos Mª Jesús Álava, Ángel Peralbo, y Yo, con el objetivo de aconsejar y dar pautas a los padres de estos niños, ante las dificultades que puedan presentarse en el día a día. Os iré contando esta interesantísima experiencia.

Programa de Enriquecimiento Educativo para Alumnos con Altas Capacidades

Conciliación de la vida familiar (y V)

conciliacion familiar foto blogcapitalhumano¿Es necesario que también quede un poco de tiempo para cada uno (por ejemplo, para hacer deporte) y los dos contribuyan en que esto sea posible?

Si hacemos un buen reparto de las tareas, podremos encontrar pequeños huecos libre que cada uno pueda utilizar de forma personal, para hacer deporte, hablar con un amigo… lo que nos ayudará a estar mejor con uno mismo y con la pareja. Dejarnos un hueco para nosotros mismos, siempre va a tener efectos positivos. Necesitamos un espacio para el autocuidado personal.

 ¿Cómo actuar cuando no se cumple lo acordado para las tareas? ¿Hay que ser tolerantes con los fallos o el ritmo de la pareja a la hora de hacer estas tareas?

 Hay que entender que en ocasiones se puede fallar, y que hay días en los que ha resultado imposible hacer lo acordado. Pero no se debe de permitir que esto ocurra, para que no se generalice. Y sobre todo, en la medida de lo posible, no hacerle el trabajo a la pareja, que lo haga después, cuando pueda o cuando tenga tiempo. Nos es más difícil responsabilizarnos de una tarea, cuando sabemos que hay otro que la ha asumido dicha responsabilidad por mí.

 ¿Deberíamos las mujeres bajar el nivel de exigencia?

 No se trata tanto de bajar el nivel de exigencia, como de saber que cuando delegamos el trabajo en otra persona, esta lo puede hacer de forma diferente. No es que esté peor hecho; pero sí de forma distinta. De nuevo se puede llegar a un acuerdo sobre la forma de realizar la tarea.

Conciliación de la vida familiar (III)

Refuerza a tu pareja¿Debemos tratar de que estas tareas no agobien a la pareja ni la vida familiar?

Si las tareas han quedado planificadas en nuestra agenda diaria, según los acuerdos a los que habíamos llegado, será mucho menos probable que interfieran en la vida familiar y o en la de pareja, de todas formas siempre debemos dejar un grado de flexibilidad.

¿Hay que reforzar la conducta cuando se hagan las cosas? Es decir, con frase tipo «me ha gustado mucho tal o cual cosa», «Qué bien, ahora tenemos más tiempo para estar juntos o disfrutar con los niños»…

 A todos nos gusta que nos refuercen, y las leyes del comportamiento nos dicen que cuando a una conducta le sigue un refuerzo (algo positivo), se incrementará su frecuencia. No dejemos de utilizar el refuerzo, aunque hayamos pactado lo que hará cada uno, y cuales son sus responsabilidades; no dejemos de reforzar las conductas cuando algo se haga bien. Veremos que de esta forma todos nos encontraremos mejor. (El refuerzo tiene efectos positivos tanto en la persona elogiada como en la que lo administra).

Conciliación de la vida familiar (II)

Conciliación de la vida familiar y profesional Foto de cincodias.com¿Es necesario, incluso, para que no haya despistes seguir una agenda donde cada uno apunte qué debe de hacer y horarios?

 Tras la negociación dentro del hogar, es necesario que haya un compromiso personal, que quede claro qué va a hacer cada uno, y cuándo lo va a hacer; y si es necesario, incluso lo podemos dejar apuntado. No se trata de firmar un contrato, pero sí de asumir la responsabilidad de la tarea asumida.

 ¿Debe ser una tarea diaria? Es decir, es mejor establecer una rutina para hacer las cosas de casa. Por ejemplo, dedicar cada uno una hora al día?

Cuando se introducen las tareas dentro de la rutina diaria, nos será mucho más fácil cumplirlas, por varios motivos: el hueco ya está hecho, y comprometido. Además cuando se hace algo durante 21 días seguidos se convierte en un hábito y nos costará mucho menos realizarlo.

Se trata de planificar en nuestra agenda diaria, el hueco para realizar las tareas acordadas, darles la importancia que tienen, y no dejar de hacerlas porque nos surge otra cosa. Siempre hay algo más interesante que hacer que la plancha, la lavadora, limpiar…

Presentación del nuevo libro de Mª Jesús Álava Reyes y Susana Aldecoa: La buena educación

Nos lo pasamos genial ayer en la presentación del nuevo libro de Mª Jesús Álava y Susana Aldecoa, pronto estará disponible en la página web del Centro de Psicología Álava Reyes el vídeo, para aquellos que no hayáis podido asistir en directo. Os adjunto una imagen de uno de los momentos más divertidos:

Presentación Libro la buena Educación CSIC

Sigue en directo la presentación del nuevo libro de Mª Jesús Álava Reyes y Susana Aldecoa: La buena educación

Ya casi todo listo para la presentación del nuevo libro de Mª Jesús Álava Reyes y Susana Aldecoa esta tarde a las 19,30h, si no puedes acercarte a la C/ Serrano, 117 (Salón de actos del CSIC), donde habrá sorpresas y algún regalo, puedes seguirlo en directo mediante internet, desde la página web del Centro de Psicología Álava Reyes, adjunto el enlace: haz click aquí.

Espero que os resulte útil e interesante a todos.

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