¿Cómo ser unos padres trabajadores y no morir en el intento? ( y IV)

     Madre trabajadora ¿Qué hacemos con el sentimiento de culpa de los padres que no pueden pasar tanto tiempo con sus hijos?

 Es muy habitual un  sentimiento de culpa de los padres que no pueden estar todo el tiempo que les gustaría con sus hijos. Pero eso no exime de la responsabilidad de su educación. No vale decir a todo que sí para que esté contento el poco tiempo que lo veo, o cargarle de juguetes para compensar la falta de los padres. Es importante, que aunque se disponga de poco tiempo, que les pongamos normas y límites a los niños.

Espero que las pautas que hemos resumido esta semana os hayan podido ayudar. No obstante, os recuerdo que el artículo completo lo tenéis en la Revista la Guía del Niño del mes de noviembre, en la sección de educación.

¿Cómo ser unos padres trabajadores y no morir en el intento? (III)

Familia2¿Qué pueden hacer los papás para que ese ritmo de vida no les creen ansiedad a los niños o influya en su educación?

Reservemos tiempos para estar con nuestros hijos y demos a ese rato prioridad absoluta. Como ya hemos mencionado en otras ocasiones, lo importante es la calidad del tiempo que pasamos con nuestros hijos. Un buen momento para hablar con ellos, que nos cuenten las cosas que les han pasado, sus vivencias, problemas… puede ser al irnos a la cama. Podemos reservar diez, quince minutos para charlar con ellos.

-¿Y si, por cuestiones ajenas a su voluntad, es imposible reducir las obligaciones laborales o de otro tipo de los padres? ¿Cómo se pueden organizar para que no le influya a los niños?

Valoremos en que empleamos nuestro tiempo  prioricemos; a lo mejor es más conveniente  ver menos rato de tele por la tarde, acostarse antes y poder despertarle con tiempo para que aprenda a adquirir hábitos de higiene y auto cuidado por las mañanas.

Cómo ser unos padres trabajadores y no morir en el intento (II)

Familia¿Es posible ser unos padres trabajadores y no morir en el intento? ¿Cómo?

 Es difícil pero se puede conseguir. Lo primero que tenemos que tener claro es que lo importante es la calidad del tiempo que pasamos con nuestros hijos. Si disponemos de poco tiempo, deberemos  asegurarnos la calidad del mismo y priorizarlo en las necesidades de nuestros hijos. Parémonos a escucharlos, los niños necesitan poder contarnos sus vivencias y sus problemas; y el percibir a sus padres como cercanos, no tiene que estar reñido con nuestro trabajo.

            Por efecto de las prisas no podemos caer en la sobreprotección, o en hacerle yo las cosas, (por ejemplo, muchos papás prefieren vestir a los niños para no llegar tarde al cole en lugar de esperar pacientemente a que éstos lo hagan solos),  pues el niño tiene que aprender a vestirse, a lavarse, a comer…  solo. Es fundamental que aprenda a valerse por sí mismo, haciéndoselo los padres no favoreceremos su correcto desarrollo ni su autonomía; y para eso necesita tiempo.

Cómo ser unos padres trabajadores y no morir en el intento (I)

Guía del niñoHe colaborado en la revista La Guía del Niño, que estará en los kioskos en el mes de noviembre, con pautas para padres ocupados. Bajo el título de Mamá, relájate. Evita que tus prisas provoquen estrés a tus hijos, Gema Martín, ha recogido las principales pautas a tener en cuenta y poder entender qué efectos pueden tener las prisas paternas en el estado psicológico de los niños.

No olvidemos que los niños aprenden por modelado, cuando nosotros vamos con prisas, agobiados a todos los sitios, les trasmitimos ese agobio a los niños. Por mucha prisa que tenga el adulto, no vamos a poder reducir los tiempos de reacción de los niños, que son superiores a los de los adultos. Planifiquemos el tiempo necesario en función de la edad de nuestro hijo, no del que necesita el padre. Nosotros nos tenemos que amoldar al horario infantil y no viceversa, ellos no cuentan con el suficiente desarrollo  psicomotor, cognitivo, ni recursos para hacerlo.

 ¿Y en su educación?

 Determinados aprendizajes llevan su tiempo, y por mucho que nos empeñemos los adultos, no vamos a poder reducirlo.

La influencia de los «Amores Fantasma» en Psychologies

PsychologiesEste mes he tenido el placer de colaborar en la revista Psychologies, en un reportaje titulado La sombra de los “Amores Fantasmas”. Partiendo del hecho que es habitual tener un gran amor idealizado en un rincón de nuestra mente, en el artículo  se intenta explicar cómo influye este amor fantasma en nuestras relaciones.

Puede ser habitual, que nos quedemos con la idea de un amor idealizado materializado en una ex -pareja, en alguien que conocimos que nos resultó interesante pero que no llegamos a iniciar una relación,  incluso en algún conocido… como tal, tendemos a proyectar nuestros deseos y esperanzas en ese amor, y lo formulamos como a nosotros nos gustaría que fuera y que funcionara. Por eso hay que tener cuidado con este tipo de idealizaciones, ya que pueden interferir en nuestras relaciones. Si lo comparamos con nuestra situación de pareja, pueden ocasionarse situaciones de conflicto, pues a menudo olvidamos que estamos comparando una persona de carne y hueso con un amor fantasma, con lo que a mí me gustaría que fuera y como a mí me gustaría que reaccionara, y esto en la vida real, no tiene porqué ser así.

En nuestra vida es bueno tener ilusiones, metas y pensamientos que nos hagan sentir bien y nos motiven, pero ojo, porqué este tipo de amor idealizado se puede volver en nuestra contra, ya que a menudo,  no es el recuerdo de una relación o de una pareja, si no que se trata de una proyección de cómo nos gustaría que fuera o hubiese sido esa relación, no como realmente esa persona se comporta y es. Y eso puede generar conflictos si lo comparo con mi pareja actual o con un posible candidato/candidata, pues puede parecer que nadie llegará a la altura de ese amor irreal

La Importancia del Sentido del Humor (II)

Sentido del humorAyer ya empezamos a hablar sobre la importancia del sentido del humor y de cómo diversos estudios avalan sus efectos positivos en la salud. El sentido del humor es en muchos casos la clave para enfrentarnos a la vida, y en especial a los problemas. Cuando utilizamos el sentido del humor estamos relativizando nuestros problemas, y de forma innata confrontamos nuestra interpretación con la realidad. Recordemos, que ya hemos hablado varias veces que lo importante no es tanto lo que nos pasa, si no como nosotros lo interpretamos, como nos lo contamos, somos los reporteros de nuestra vida, y podemos aprender a contárnosla de forma positiva y utilizando el sentido del humor.

Cuando nos encontramos a una persona ofuscada en un problema, que vemos que se ha quedado “enganchada”; va a ser mucho más efectivo que intentemos que se ría de la situación a tratar de hablar con él o ella, haciéndole razonar.

 En las relaciones de pareja, es otro campo, donde el sentido del humor es fundamental. Si conseguimos que nuestra pareja se ría sobre los tópicos que nos hacen discutir, estaremos evitando una pelea, pero incluso después de pelear si utilizamos el sentido del humor y el afecto, se protegerá el vínculo, y será más fácil salir de la situación y aunque no se llegue a una solución en ese momento, poder seguir con nuestras rutinas y que la relación no se vea afectada.

La Importancia del Sentido del Humor (I)

Luís PiedrahítaEste sábado 17 de octubre fui a ver el monólogo de Luis Piedrahita, El rey de las cosas pequeñas. El espectáculo duró un una hora y media en la que no paramos de reír, había momentos que hasta se me saltaban las lágrimas de la risa. Salí a la calle Gran Vía, cargada de optimismo, y sintiéndome realmente bien. Era fácil distinguir la gente que salía del teatro del resto de viandantes por la sonrisa que llevábamos; y eso me hizo pensar ¿hacía cuanto no te reías durante tanto tiempo seguido?

Y eso que numerosos estudios avalan los beneficios del sentido del humor. En la revista Medicina Clínica, el Dr. Jaime Sanz Ortiz, jefe del servicio de Oncología Médica y Cuidados Paliativos del Hospital Marqués de Valdecilla de Santander, publicaba un artículo en el que se constataba la fuerza del sentido del humor como valor terapéutico en pacientes oncológicos.

El humor ayuda a pensar de forma racional, proporciona sentimientos positivos de alegría y gozo, así como nuevas herramientas para afrontar los problemas. En la revisión realizada de los diferentes estudios sobre emociones positivas y su efecto en la salud (revisión realizada por el profesor Enrique García Fernández-Abascal), se establece como conclusión que las emociones positivas acortan la duración de la activación cardiovascular producida por las emociones negativas. Las personas con afecto positivo informan de menos síntomas cuando están enfermos, atribuyen menor severidad a los síntomas y tienen una mayor tolerancia al dolor. Las emociones positivas desplazan a las negativas, y hay una alta relación entre afecto positivo y salud.

Y es que aprender a utilizar el sentido del humor es fundamental, es un recurso fácil y barato, que bien usado nos ayuda a relativizar los problemas, darnos cuenta de que quizás estamos realizando una interpretación exagerada de la realidad, y nos ayuda a desconectar. Si conseguimos reírnos en una situación difícil, la desdramatizaremos y nos dará fuerza para enfrentarnos con éxito a la misma.

Cuentos para comer sin cuentos

Toda esta información que hemos ido viendo a lo largo de estas dos semanas y mucha más está recogida en el libro «Cuentos para comer sin cuentos».

Cuentos para comer sin cuentos

Las pautas pedagógicas que encontraréis, así como las actividades que se plantean para el trabajo conjunto de padres e hijos, os ayudarán a conseguir:

▪Que los hábitos matutinos se adquieran adecuadamente y a la hora del desayuno se respire en casa cierta armonía.
▪Que los niños comprendan la importancia del acto de comer y lo hagan con gusto.
▪Que aprendan a respetar la comida y entiendan el valor nutritivo de aquello que por lo general no les gusta, como las verduras y las frutas.
▪Que tengan un comportamiento correcto en la mesa, tanto en casa como en el colegio.
▪Que sepan por qué deben lavarse las manos antes e incorporen dicha conducta.
▪Que poco a poco, aplicando sistematicidad en las tareas que se les encomiendan, vayan creando unos hábitos saludables.

La tortuga Missi, el conejo blanco Nico y los amigos Edu y Pedro, entre otros muchos, serán los encargados de hacer más feliz la hora de comer.

Consejos si nuestro hijo va a empezar a quedarse en el comedor por primera vez

Comedor1. “Desdramatizar la situación”, muchos niños comen en el colegio, de hecho en las grandes ciudades es la práctica más habitual, sólo le estamos pidiendo que se acostumbre a algo normalizado. Que ellos lo vivan como algo normal y establecido. Y sobre todo no les traspasemos nuestros temores.

2. Enseñemos al niño a comer sólo desde pequeño, no dejemos que este aprendizaje lo haga exclusivamente en el comedor del colegio, pues será más fácil hacerlo en casa, donde puede disponer de más atención, tiempo… de tal forma que cuando llegue al cole, ya sepa manejarse con los cubiertos, y no dependa del adulto. Son muchos niños, y no hay una cuidadora por niño.

3. Intentemos que los niños lleven una dieta sana, equilibrada y variada desde pequeños, lo ideal es que los nuevos alimentos, ya han sido introducidos desde casa, “no descubrir la fruta y la verdura en el colegio”.

4. Establezcamos un tiempo para comer, no podemos estar horas delante de un plato, además es algo que en el comedor del colegio no se va a permitir.

5. No sobreprotejamos al niño, y no le demos de comer, de esa forma no le estamos permitiendo entrenar el hábito, y que se vaya haciendo autónomo en el mismo. En el colegio tendrá que comer él solito, y no se lo va a dar una cuidadora.

6. Armémonos de paciencia, el aprendizaje es difícil, y se van a manchar, se les va a caer… es normal, no les regañemos, es importante que desde pequeños aprendan a manejar los cubiertos, y no les demos la sopa, porque se le va a caer se van manchar lo va a poner todo perdido…, hagamos con uno de esos simpáticos “baberos-chubasqueros”, y que el niño aprenda aunque se manche.

7. No olvidemos que la tarea de aprender a comer, es responsabilidad de los padres, no del colegio. Los niños no van al comedor a aprender a comer y a comer de todo, eso se tiene ir haciendo también desde la familia.

¿Y si no les da tiempo a comer en el tiempo establecido?

Tiempo para la comidaOtra queja habitual es el tiempo, hay niños que son muy lentos y que tardan mucho en comer. En los colegios se establece un tiempo para comer, y es una práctica muy habitual, que se pueda ir a jugar hasta que se termine la comida. Favorezcamos desde casa la rapidez en el niño, no se tratan de que “engullan” y coman súper rápido, pero si que vean que disponen de un tiempo para comer y que son capaces de hacerlo en ese tiempo. De esta forma evitaremos complicaciones en el colegio y que se queden sin recreo por no haber terminado.