10 lecciones que aprendes de tú hijo (IV)

La curiosidad y la espotaneidad son dos de las características que no le faltan a ningún niño: ¿hasta dónde podemos alentarla y cuando ponerle coto?

Tenemos que establecer el punto donde termina la espontaneidad y empieza la rabieta y la mala educación. Pero en general, no coartemos la espontaneidad del niño, que le ayudará a relacionarse mejor tanto con iguales como con adultos, ni la curiosidad, que bien dirigida puede sernos muy útil para motivar el aprendizaje.

Su desbordante imaginación siempre nos sorprende: ¿La imaginación y la creatividad es siempre positiva, puede llegar a ser excesiva o preocupante?

Dependerá de la edad del niño. En principio, no tiene por qué llegar a ser excesiva o preocupante, a no ser en niños más mayores, que veamos que están utilizando su imaginación como refugio de la realidad

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